Cap. 2 Una razón
Capítulo II
Una razón
—Jefe.
Tony parpadeó perdido en su sopor, las diversas drogas y alcohol consumidos con anterioridad haciendo aún efecto en su sistema impidiéndole procesar claramente cualquier estimulo externo.
—Jefe.
El vago sonido de golpes seguido por sucesivas detonaciones fue como un sueño para él; tan sólo una prolongación de sus acuciantes pesadillas que últimamente comenzaban a trastocarse en ilusiones vividas de sus peores momentos y miedos.
—Oh mi dios. ¡Señor Stark!
Unos brazos lo rodearon, y sólo pudo pensar que no eran los de Steve. Entonces... ¿Para qué abrir los ojos? No era necesario. ¡¿Porque no lo dejaban en paz?! Quería estar solo. Ahogarse en el alcohol sin recibir miradas de conmiseración que le recordaran lo patético que era. Quien quiera que fuera que estaba ahí, ¿acaso no lo podían entender?
—¡Por favor, señor Stark, resista! ¡No nos deje, lo necesitamos! ¡F.R.I.D.A.Y LLAMA UNA AMBULANCIA!
Gotas tibias cayendo en su rostro, gritos desesperados llamándolo... Pidiéndole volver. ¿Realmente alguien en este mundo lo necesitaba? ¿Por qué no estuvieron ahí antes cuando todo se fue a la mierda? ¿Valía la pena quedarse para averiguarlo?
—¡Tony!
Un estruendo más... Algo metálico impactando contra el suelo, y luego arrastrándose lentamente hacia él. Una mano cálida tomando la suya, aferrándose a ella pese a su fuerte temblor.
—¡T-Tony, p-por dios... ¿Q-qué h-hiciste?!
Voz entrecortada por el esfuerzo, la angustia y el llanto... Una voz familiar que nunca escucho tan rota.
"—Rhodey..."
—Coronel Rhodes, Señor Hogan, tienen que soltarlo, o no podré llevar al señor Stark al hospital.
Las voces, las gotas tibias, el contacto humano... Se esfumó. Y la ingravidez cubrió su cuerpo con un viento helado que lo golpeó calándole hasta los huesos como pinchazos de miles de agujas en su piel, manteniéndolo por ratos momentáneamente alerta.
—Señor Stark... ¿Por qué se rinde cuando aún nos tiene a nosotros? —silencio, y el sonido bullicioso de la ciudad abajo— ¿Es porque no somos suficientes para usted? ¿Es porque no somos tan importantes como aquellos que se fueron, y por eso no merecemos que luche por nosotros? —silencio—. Quizá es mi culpa, porque no lo entiendo y no puedo darle el consuelo que necesita... Porque no soy una persona como tal, porque no soy J.A.R.V.I.S, porque estoy incompleto —silencio—. Señor Stark, lamento no ser lo que esperaba, realmente siento que haya tenido que perder a alguien tan importante como J.A.R.V.I.S. por crearme a mí que le soy inútil —silencio— Señor Stark... P-Padre... Tengo miedo. Todos a mí alrededor me abandonan. Primero quienes decían ser nuestra familia, luego Wanda... Y ahora usted —silencio—. No tengo un lugar al cual pertenecer.
Vagos hilos de culpa, remordimiento y angustia se filtraron en su alma, pero al poco se difuminaban mezclados en confusión entre los periodos de inconciencia. Su mente solo volvió a reaccionar cuando escucho las alarmas, los gritos, las sirenas, y el chirriante trajín de ruedas desplazándose con rapidez, sacudiéndolo cada tanto.
—¡... no, sólo a la doctora Cho! ¡Traigan a la doctora Helen Cho!
Más gritos, percibiendo apenas como su cuerpo era depositado sobre una superficie dura y fría.
Respirar.
No puede respirar.
—¡Esta colapsando!
—¡Cielos Tony, no me hagas esto! ¡Ya tengo suficientes culpas en mi haber!
—¡La presión desciende rápidamente!
—¡Maldición, no te rindas!
—¡Doctora, lo perdemos!
—¡Por Dios Tony, ellos te necesitan! ¡Todos te necesitamos!
Biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...
2 meses después...
—Jefe, llamada del secretario Ross.
—¿Que ese hombre no se cansa?
—Al parecer no, jefe.
—Bien —suspiró cansinamente—. Déjalo esperando en la línea unos minutos más para no perder la costumbre, y luego transfiéreme la llamada.
—¿Quiere que monitoree sus signos vitales durante la llamada por si acaso, jefe?
—No hará falta, cariño —respondió con desinterés continuando su labor de revisar los documentos que tenía enfrente—. Le daré solo unos minutos de mi valioso tiempo, después... Busca alguna excusa que requiera urgentemente mi presencia, y que sea creíble —enfatizó la última palabra—. No como la última vez.
—Entendido jefe, pero ayudaría que estipulara mejor los parámetros de urgente para poder realizar mejor mi labor.
—¡Hey! No te pases de lista conmigo, nena. Sé que lo de dejar entrar a Helen a mi oficina lo hiciste a propósito. ¡Niña mala, niña mala!
—La Dra. Cho me dio fuertes argumentos que con mi programación fui incapaz de refutar.
—Ok, ¿sabes qué? Olvídalo —masajeándose las sienes exasperado—. Muéstrame el informe del progreso del prototipo de prótesis que desarrollé para Rhodes, llevo un rato buscándolo y no lo encuentro.
—Eso es porque aún no lo hemos recibido, jefe.
—¿Cómo que aún no lo hemos recibido? —preguntó Tony con el ceño fruncido—. Estaba previsto para esta mañana, ¿no?
—En efecto, pero la Dra. Cho se ha rehusado a proporcionar cualquier información concerniente al estado del Coronel Rhodes si usted sigue negándose a presentarse a las revisiones periódicas que tiene programadas con ella.
—Un error y te lo restriegan toda la vida —bufó Tony haciendo una mueca.
—También agregó, que sólo le entregara el expediente en persona.
—OK, ok, dile que iré mañana temprano —dijo resignado—. Y ahora comunícame ya con Ross, al mal paso darle prisa.
—Transfiriendo llamada del secretario Ross —informó la I.A.
—¡Stark! —gritó el hombre apenas la video llamada se conectó—. ¡¿Cuánto más de nuestro tiempo piensas perder lamiéndote las heridas?!
—No sé, ¿es una pregunta capciosa? —contestó con cinismo sin dejarle ver su afectación por la insinuación implícita.
—¡Déjate de estupideces! ¡Necesitamos que te centres en el problema actual!
—¿Qué es...? —inquirió enarcando una ceja sin darse por aludido.
—¡La captura de los prófugos del equipo de Rogers por supuesto! —espetó en tono molesto el hombre—. ¡La ONU...!
—Alto ahí —lo detuvo Tony con un ademán airado—. Ese no es mi problema, sino TUYO —recalcó—. Ya que escaparon en TUS narices, bajo TU custodia. No me quieras envolver en tu mierda, ya tengo suficiente con la mía, gracias.
—¡Stark, es tu obligación como operativo y portavoz de los acuerdos hacer que se cumplan, y llevar ante las autoridades a esos criminales!
—Oye, deja a un lado los discursos propagandistas, estoy haciendo MI trabajo manteniendo al margen los disturbios por el registro y las secuelas de la ausencia de S.H.I.E.L.D. a pequeña y gran escala en todo el puto mundo con una manada reducida y lesionada mientras tú te sientas a quejarte y exigir madre y media, así que disculpa si no me interesa particularmente resolverte los problemas que te aquejan por tu incompetencia.
—Stark... —gruñó el Alfa en tono de advertencia— Estas así de cerca de compartir una celda con tus prófugos ex-amigos!
—Y tú, estas así —imitando su tono con desdén— de que mande todo al carajo y me regrese a manejar única y exclusivamente mi empresa, retirando mi apoyo, mi dinero, y mi tecnología.
—No lo harías, no te atreverías —dijo entrecerrando los ojos, evaluándolo—. Pese a todo lo que digan los demás, a ti te importan las personas, no serías tan necio para que por un mero berrinche les dieras la espalda a todos. Tú no eres así.
—¡Noticias! secretario Ross: Civil War, ¿recuerda? Las cosas cambian, y las personas no son siempre lo que esperamos que sean —dijo con amargura, mirándolo fríamente—. Así que, me dejará de estar jodiendo bajándole 2 rayitas a su mierdera actitud Alfa o tendrá que explicarle a los miembros de la ONU la insuficiencia en sus filas y recursos, porque si me voy, me llevo conmigo todo, y ya veremos cómo se las arreglan con el escarnio público y su credibilidad ante el mundo.
Hubo una pausa.
—Esto no se quedara así Stark —le advirtió— Puede que seas indispensable para mantener la aceptación de los acuerdos por parte de las masas, pero recuerda que no es así con aquellos que te rodean, en particular... Con cierta araña que según entiendo no figura en los registros.
—Fue un elemento temporal —dijo aparentando restarle importancia.
—Entonces, no te importara que vaya tras él, ¿o sí? —preguntó con malicia.
—En lo absoluto —contestó de inmediato, pero enseguida agregó—. ¡Ah no, espera! —como si hubiese recordado algo de pronto—. Obtuvo una admitía presidencial por su valiosa colaboración y servicio desinteresado a su nación en un momento de extrema crisis, siempre y cuando mantenga un perfil bajo... O eso oí –encogiéndose de hombres fingiendo total desinterés.
Ross iba a replicar algo más, reacio a dejar las cosas así con el Omega, pero F.R.I.D.A.Y cortó cualquier posibilidad de ello anunciando la llamada entrante del presidente.
—Es una lástima, tengo que dejarte —se excusó en una perfecta simulación de sinceridad—. Pero ya sabes cómo es esto. Lo dejaremos para la próxima, yo te llamo —y la llamada finalizó sin darle tiempo a protestar al Alfa. Ya más tranquilo, el millonario cuestiono a la I.A—. ¿El presidente? ¿En serio? —cuestionó incrédulo, enarcando una ceja—. ¿Cuándo aprendiste a mentir, cariño?
—No mentí —se defendió la I.A—. Sólo omití que se trataba del presidente de una afiliada nuestra en Europa que solicita confirmación del envío de suministros para su ala médica.
—Muy lista, nena —sonriendo orgulloso de su creación.
—Gracias, jefe. ¿Necesita algo más?
—Sí —aceptó pensativo—. ¿Dónde está tu travieso hermano?
—Aquí estoy, señor —dijo Visión atravesando la pared detrás de él.
—¡Joder, Vis! —exclamó Tony llevándose una mano al pecho exaltado—. ¿Cuántas veces te he dicho que no me des esos sustos? Entra por la puerta... L-A P-U-E-R-T-A —gruñó.
—Lo siento, señor Stark. Pero estaba al otro lado del complejo y ya es casi la hora de sus medicamentos.
—No moriré por perder una toma —farfulló descuidadamente, pero en seguida se arrepintió de sus palabras al instalarse un silencio sepulcral y ver al androide adoptar un gesto desvalida—. Trae acá —ordenó resignado tomándose la bola de pastillas, consiguiendo que el otro regresara a la normalidad—. Ahora, vete a jugar a otra parte, papá tiene que trabajar.
—Sí, padre —contestó animadamente saliendo a través de una de las paredes, escuchándose a los pocos segundos el grito de una mujer del otro lado.
—Este niño —suspiró Tony cansado— F.R.I.D.A.Y, cariño —llamó.
—Sí, jefe.
—¿Pendientes de la agenda?
—A parte del papeleo cotidiano tiene 2 reuniones programadas, su llamada diaria al coronel Rhodes y un par de entrevistas de nuevos prospectos para el equipo recomendados personalmente por el secretario Ross.
—Descarta eso ultimo —cortó tajante.
—A la orden, jefe.
Y sin decir más, continúo su labor, intercambiando de vez en vez algún comentario animado con F.R.I.D.A.Y, y que sólo interrumpió para asistir a las reuniones que se extendieron varias horas. Para cuando regresó al complejo con Happy —que jamás lo perdía de vista ni un momento como si temiera que desapareciera— ya era de noche, entonces ya sentado en la enorme sala se permitió llamar por fin a Rhodes para reportarse como acostumbraba hacer esos 2 últimos meses desde el incidente.
La conversación no duró mucho realmente, ambos estaban agotados por sus respectivas faenas del día, por lo que Tony se despidió entre bromas prometiendo a su amigo casi hermano dormirse temprano y no quedarse demasiado tarde en el laboratorio, promesa que el testarudo Happy estaba decidido a que cumpliera, pues no se retiró hasta que comprobó que estaba seguro en su habitación sin ninguna botella de alcohol a la vista.
Todo estaba en orden.
Todo estaba bien.
O eso creyó el beta.
Eso creían todos.
Eso les hacía creer... Situación cada día.
—F.R.I.D.A.Y, protocolo: "Bella durmiente".
—Interrumpiendo monitoreo de vigilancia de la habitación. Reemplazando videos por copias preestablecidas. Insonorizando área. Borrando últimos 5 minutos del registro de memoria. Preparando para suspensión temporal de sistemas en; 3...2...1.
Porque sólo al cerrarse la puerta estando por fin completamente solo, es cuando se permitía al fin derrumbarse y sumirse en su constante agonía.
—Sollozos—
Porque no se le estaba permitido demostrar su dolor a los demás... sin lastimarlos estando tan rotos como él.
—Gritos desgarradores—
Porque estaba tan destrozado, que su fe se había perdido.
—Gimoteos—
Porque a pesar de ello, el mundo le seguía exigiendo ser fuerte.
—Desplomándose en el suelo—
Porque el necesitaba aparentar serlo para proteger a quienes le quedaban.
—Bibibibi—
La repentina vibración del celular en su bolsillo lo sobresaltó sacándolo momentáneamente de su doloroso ensimismamiento. Sabía de qué se trataba. Otra nueva costumbre adquirida durante esas semanas. Así que con manos temblorosas tomó el aparato contemplando la pantalla.
—"Nuevo mensaje de voz."
Sin pensarlo, apretó el ícono, cerrando los ojos mientras trataba de contener sus sollozos para poder escuchar la reproducción del mensaje.
—Biiiiip.
—Hola Happy, ¿te doy mi reporte de hoy? —masticar—. Evité un robo premeditado de bici, no apareció el dueño y dejé una nota. Humm... Ayudé a una viejita que estaba perdida, en agradecimiento me compró un churro. Pero sabes, siento que podría hacer más, ¿no crees? Tengo curiosidad de saber cuándo será la siguiente misión... -suspiro- Bueno... Llámame. Soy Peter... Parker... -bufido- Mmm... No debí de haber dicho lo del churro.
-Biiiiip-
Una débil sonrisa titubeante se dibujó en su rostro. Entre toda la maraña de caos y dolor, era la voz de aquel mocoso el que traía un deje de luz a su destrozado corazón dándole una pequeña razón para creer que en su vida aún había algo bueno por lo que continuar.
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Hola se que he tardado pero aqui esta por fin la conti, quedo un poco corto para lo q tenia pensado pero no me quise explayar en esta parte y decidi solo poner lo justo en preparacion pra el siguiente q debo decir combinara un poco de las 3 ultimas versiones cinematograficas de spiderman asi q no se extrañen si aparecen sucesos o personajes variados de cada caso. Agradezco infinitamente aquienes leen este nuevo proyecto en el q estoy incursionando y tambien agradeceria sus opiniones pq me ayudarian a mejorar ya q no se q tan mal se me da esto, bueno sin mas nos leemos en el proximo cap. Por cierto actualizare mas o menos una vez al mes, disculpen q no sea antes tengo otros fics y me absorben ciao.
PD: hice algunos ligeros cambios en el cap uno, no afectan mucho aparte q dan un poco de informacion de la historia q mas adelante reiterare asi q no hay problema si no lo leen de nuevo. Ah, y una disculpa por mis horribles onomatopeyas u.u
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