Camus empezaba a despertar, su cuerpo estaba adolorido, su cabeza parecía estallar y no podía abrir sus ojos... no sabía porqué pero tenía una molestia en su trasero, era un poco de dolor mezclado con incomodidad...
No deseaba abrir sus ojos y encontrar la mirada lujuriosa de Minos...
-Veo que ya estás despertando...
Se congeló su pensamiento al oír una voz gruesa, pero pronto se vio envuelto en un cálido cosmo que lo acariciaba junto a una mano que le quitaba el paño que cubría sus ojos.
-He estado muy preocupado por ti, querido amigo... llevas inconsciente casi una semana!
Su voz no salía...
-K-Kanon... yo...
-Shhhh... no hables, tienes la garganta reseca, ese hombre despreciable te drogó...
Fue por un vaso de agua y con mucho cuidado levantó su cabeza para mojar apenas sus labios con una gasa embebida en el líquido...
Camus trataba de calmar su sed con avidez pero no podía, sólo esperaba a que el suave paño rozara su boca nuevamente y succionaba con desesperación...
-Tranquilo, ya irás saciando tu sed... la droga era potente y te dio altas fiebres.
-¿Qué pasó?- necesitaba saber, su mente era un torbellino
-Me pediste ayuda vía cosmos y llegué justo cuando ese desgraciado te estaba violando... miserable, puso una pastilla dentro de tu boca para que te excitaras y quisieras tener sexo aún contra tu voluntad...
-No recuerdo mucho... pero sí el dolor cuando...- sus lágrimas comenzaron a correr por su rostro
-Ya no hará daño a más nadie... lo envié a otra dimensión...
-Gracias, Kanon... dime, la pastilla... qué pasó?
Kanon se sonrojó inconscientemente, más cuando Camus preguntó
-¿La pudieron quitar de mi organismo?- el aguador no estaba seguro de querer oír lo que diría el gemelo
-Camus la pastilla estaba casi disuelta y debí darte a beber una infusión para que la vomitaras... aún así, ya había hecho efecto y...
-¿Qué pasó Kanon? Dime qué sucedió!
-Estabas muy excitado y pedías a gritos que te tomaran, el fuego en tu interior hablaba por ti...
Camus se sintió morir y lágrimas amargas cayeron nuevamente
-¿Me tomaste? Lo hiciste?
-¿Cómo crees, Camus? Yo sería incapaz de hacer algo así!
-No lo pregunté en mal sentido, todo lo contrario, quería saber si me habías ayudado...
-Lo hice... relajé tu cuerpo, te masturbé hasta que tuviste tu orgasmo y te dormiste tranquilo dentro de tu inconsciencia... de ser posible no te lo hubiera dicho, pero al ser la droga tan potente y ser tu primera vez, el efecto te ha durado por varios días... te hubieses dado cuenta de todos modos...
-Gracias... esto es vergonzoso para mí y supongo que te puse en vergüenza a ti también... ya no podré mirar a Alde a la cara...
-¿Qué dices Camus? Aldebaran te ha extrañado muchísimo...
A pesar de lo incómodo del momento, estoy contento de haber podido ayudarte y paliar tu crisis...
Camus sonrió apenas y volvió a cerrar los ojos, aceptando nuevamente, el paño para bajar la fiebre...
-¿Dónde estoy? No es el santuario... no siento los cosmos de los demás caballeros...
-No, pequeño... estamos en un hostal en Rodorio... no sabía si desearías volver allí y por eso te he mantenido oculto de los demás...
Ni siquiera Aldebaran sabe que estás aquí... Afrodita lo sigue a todos lados para saber si tiene contacto contigo...
-No le digas, por favor... cuando esté mejor, volveré a la ciudad donde estaba... sin el alcalde allí, puedo regresar a mi trabajo...
-¿Crees que sería oportuno volver?
-Kanon, yo allí tenía una vida, un empleo, personas con las que trataba a diario y me sentía alguien normal, común... quiero volver a tener eso...
-¿Podré visitarte?- más que una pregunta, era una súplica silenciosa...
-Claro... me has demostrado tantas veces que puedo confiar en ti y ahora me has salvado la vida... claro que sí, Kanon...
-Gracias pequeño... yo... sentí tanta impotencia cuando llegué y ese hombre estaba dispuesto a violarte...
Ya había empezado a entrar en tu cuerpo y como pude lo alejé de ti, intentando no hacerte más daño... no pude llegar a tiempo para evitarlo...
Camus se quitó el paño que cubría su frente y ojos y los fijó en el hombre a su lado, su amigo...
Pudo ver las negras ojeras que cargaba en su atractivo rostro, de seguro había pasado esas noches enteras cuidándolo, sin dormir...
Ahora esas hermosas esmeraldas que tenía por ojos, se veían entristecidas y lágrimas de bronca amenazaban con escapar...
-Kanon... Kanon mírame... estoy bien, estoy aquí, lejos de ese hombre gracias a ti... no te tortures por lo que no pudiste hacer... impediste que me violara en verdad, que me ultrajara y lo enviaste a un lugar de donde no volverá jamás... te estoy tan agradecido...
Kanon lo miró sereno y se perdió en los hermosos azul violaceos del menor, que le veían con gratitud y una leve sonrisa adornaba el rostro del acuariano...
-Siento que pude hacer más, llegar antes...
-No pudiste porque yo no podía llamarte, mi mente estaba bloqueada... no te culpes por eso ni por nada... me salvaste y me sacaste de allí...
-Ataqué a varias personas allí... huyeron como ratas... menos uno... me dijo que te conocía, que le caías bien y había tratado de ayudarte...
-Había un hombre que no había visto antes pero me decía que lo sentía mucho, me cuidaba...
-Debe ser el mismo... dijo que lo tenían amenazado con matarle la familia, que su señora era invidente y tú le enseñabas braille...
-¿El esposo de Clara? Ahora entiendo...
-Él me ayudó contigo, prometió no decir nada sobre lo que había visto y hasta me dio cobijas para tapar tu desnudez...
-Cuando vuelva lo buscaré y agradeceré... Kanon...
El gemelo miró hacia donde Camus se estaba incorporando y no esperó que se le colgara del cuello, llorando como un niño
-Gracias Kanon... por todo... en los ojos de Minos vi lo mismo que en los de Deathmask cuando intentó atacarme y sentí miedo... miedo de verdad... gracias por rescatarme...
Kanon rodeó el pequeño cuerpo con sus fuertes brazos y tiró de él para sacarlo de la cama y sentarlo en su falda...
-Pequeño... shhh... ya, tranquilo... nada va a pasarte mientras yo viva y pueda sentir tu cosmos arder... no es una promesa, es un juramento... ya no tienes la obligación de hacerte el duro, el que nada lo afecta... llora tranquilo y te sentirás mejor...
Camus seguía aferrado a su cuello, su rostro escondido entre su hombro y cuello... su llanto menguaba de a poco así como la presión de su agarre...
El gemelo lo separó un poco de su cuerpo y vio que la fiebre y el cansancio por tanto llanto, lo estaban venciendo...
Lo levantó en brazos y lo volvió a dejar en la cama, poniendo nuevamente el paño en su frente...
Camus suspiró aliviado dentro de su estado febril y somnoliento y Kanon se permitió beber de la belleza inocente que irradiaba el menor...
No sabía qué haría, cómo lo lograría pero debía tomar distancia del chico porque su corazón gritaba su sentir...
Kanon no era la clase de hombre que se enamoraba fácilmente, él no había tenido relaciones serias y nunca se había planteado tenerlas, pues ser un caballero de Athena implicaba convivir con la muerte rondando...
Desde que Aldebaran le había pedido ayuda y había entablado mayor relación con el Acuario, sentía que podía perderse en sus ojos o sus tímidas sonrisas... incluso su llanto le llegaba al alma y deseaba protegerlo de ese mundo lleno de maldad y tan falto de buenos valores...
No era que Camus fuese un chico indefenso... por el contrario era muy poderoso pero ese poder lo había logrado suprimiendo sentimientos y ahora estaba quebrado...
Todo había aflorado en él, la calidez nata de su corazón y sus inseguridades, haciéndolo vulnerable frente a todos...
Él, Géminis menor, lo defendería y protegería de todo y todos, pero lo haría desde lejos, desde las sombras, justo como lo que él era, sólo la sombra de su hermano mayor.
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