20- Una nueva oportunidad
Tras escuchar a los monjes, sus plegarias y esa paz que emanaban con sólo posar su mirada en ellos, Kanon se sentía un poco más liviano, como si un gran peso hubiese sido quitado de sus hombros...
Al pasar a lo que serían sus privados, el gemelo ya no estaba tan deprimido y contestaba lo que Shaka le preguntaba
-¿Vas a volver conmigo al santuario?
-No lo creo... tal vez vuelva con Poseidón... alejarme me hará bien y puedo estar ocupado haciendo rutinas de entrenamiento con las marinas... ellos son muy fuertes por sus cosmos pero no tienen disciplina de entrenamiento puesto que nunca lo necesitaron...
-¿Entonces te irás?
El corazón de Shaka dio un vuelco, ya suficiente dolor tenía con no ser correspondido, como para que encima, se fuera a unir a las líneas enemigas del Dios de los mares...
-¿Qué puedo hacer en el santuario? Ni siquiera soy el portador de Géminis, salgo sobrando allí y lo sabes...
El rubio se quedó en silencio, sus palabras se negaban a salir y lo agradecía porque de hacerlo, podría gritarle todo lo que tenía celosamente guardado en su corazón...
-Puedes hacer mucho, allí también puedes entrenar caballeros menores, aprendices... eres fuerte y serías un buen maestro...
-No lo sé, en verdad estoy muy confundido, Shaka... necesito descansar y despejar mi mente...
-¿Y si te quedas conmigo un tiempo en la India? Aquí hacen mucha falta brazos fuertes y ganas de ayudar... el patriarca podría dejarnos... estamos en tiempos de paz...
-Eso me gustaría mucho, Shaka... estar lejos me hará bien, estoy seguro...
Su sonrisa franca fue un bálsamo para el caballero de virgo, que agradecía a Buda por haberlo iluminado al dar esa idea...
Kanon por su parte se veía muy entusiasmado con la idea de ser útil a los humildes y necesitados del lugar.
************************************
Camus despertó sobresaltado, hacía mucho que no convivía con alguien que no fuera su padre y ya no recordaba ser despertado por las doncellas que venían a asear el templo.
La muchacha le sonrió coqueta cuando el francés apareció en la cocina envuelto en su bata...
-Buenos días, caballero... a sus servicios...
-Buenos días, joven... puedo preguntar por Hyoga? Dónde se encuentra?
-Debe de dormir aún, no lo vi entrenando...
-Muchas gracias...
Salió a las afueras del templo justo cuando Deathmask aparecía en su campo de visión...
No pudo evitar tensarse ante los recuerdos de su último encuentro.
-Caballero de Acuario, pido permiso para atravesar tu casa...
-Concedido
Cáncer se frenó de golpe y se acercó al guardián del templo de la vasija
-Acuario... Camus...
Sin que el menor lo esperase, el italiano se arrodilló ante él con el rostro mirando al suelo
-Deseo pedirte perdón por la atrocidad de mis actos contra tí, no tengo excusas, sólo que sepas que lo siento, estoy arrepentido y quisiera reparar mi error...
Camus vio en su rostro serio que no había burla ni mentira; suavizó sus facciones antes de hablar
-Levántate Cáncer, eso no es necesario... yo... deseo dejar todo lo que me hizo daño en el pasado y eso te incluye...
Tengo una nueva vida y ya no quiero temerle a mis camaradas, dejemos todo atrás pero, si vuelves a intentar algo, esta vez me defenderé...
Deathmask hizo media sonrisa, en verdad quería hacer las paces y ayudar a Afrodita a dejar su odio atrás...
-Gracias, Acuario... no debes de preocuparte por mí ya y, como agradecimiento por tu buena voluntad de perdonarme, hablaré con Piscis para que deje de lado el rencor que te tiene...
-Está bien, gracias...
Deathmask se despidió con una reverencia y empezó a subir el camino hacia el duodécimo templo; no esperó que una rosa roja se clavara a sus pies en advertencia.
-Eres un traidor, recién llegó y ya estás tras la ramera francesa!
-¿De qué hablas, Dita? Déjame explicarte...
-No te atrevas a subir o lo lamentarás!
-Pienso subir aunque no quieras y no me atacarás, necesito hablar contigo... por favor, Dita...
Piscis gruñó rabioso pero dio media vuelta e ingresó a su templo, siendo seguido por Cáncer, que no sabía cómo comenzar conociendo el carácter explosivo de su novio...
Entró despacio, encontrando a Afrodita sentado en uno de los sillones, con cara de pocos amigos...
-Pude esperar cualquier cosa de otros, pero de tí, Ange! ¿Cómo puedes venir aquí luego de haber estado con el francés ese?
-No estuve con él...
-Yo te vi! No me lo niegues!
Estaba realmente histérico
-Yo fui con él a pedirle disculpas por lo que pasó en el pasado y me ha dado una oportunidad que quiero aprovechar...
-¿Pretendes que te crea que te perdonó así como así? ¿Qué le diste a cambio?
-Dita, no todos son como nosotros... me dijo que quería dejar el pasado atrás y por eso aceptó mi arrepentimiento...
-Nadie perdona un intento de violación...
-Sí, Afrodita, lo hice...
Camus había apagado su cosmos cuando iba de camino a la sala del patriarca... no tenía pensado hablarle al duodécimo guardián, pero escuchó la discusión y quiso dejar todo en claro.
-¿Qué haces tú aquí? ¿Acaso buscas burlarte de mí por tener a Deathmask de tu lado? No te alcanza con robarme a Shura?
-No te robé a nadie, Shura es mi amigo pero si él no está contigo no tengo nada que ver... y Deathmask, acaba de venir a disculparse sinceramente conmigo y nada más.
-¡No te creo! ¡Me has robado todo lo que quería desde que llegaste al santuario! ¡Eres un maldito!
-¡Basta Dita! Entiende que es verdad, yo no estoy con Camus, yo te amo sólo a tí, siempre lo he hecho!
Lo que pasó con él fue un momento en que me dejé llevar por mis bajos instintos, pero nadie más que tú está en mi corazón...
Se acercó al peliceleste y con mucha cautela le abrazó, mientras Camus permanecía en silencio...
-Te amo Dita, deja todo atrás y volvamos a ser la pareja que siempre fuimos... vayamos por Shura y lo invitamos a salir juntos, aunque de seguro, querrá venir con Aioria...
-¿En verdad lo dices? ¿Podemos ser lo que fuimos?
-Dita, mi hermosa rosa, claro que sí, nada nos detiene, sólo deja ir el odio que sientes... discúlpate con Camus y entierra el pasado... por favor, amore mio...
-No es necesario, yo sólo quiero tener una vida tranquila, sin peleas ni odios... posiblemente me vaya de nuevo y no quiero seguir teniendo enemigos aquí...
Camus dio media vuelta para irse pero Afrodita lo tomó del brazo...
-¿En verdad no pusiste a Shura en mi contra?
-¿Por qué lo haría? Él es mi amigo, no me gusta verlo sufrir... deberías hablar con él y empezar de nuevo... yo no soy obstáculo de nadie...
Afrodita sólo asintió con la cabeza, era demasiado orgulloso para pedir perdón.
-Hasta luego, caballeros...
Un ademán de su mano y ya se había marchado, dejando a un Deathmask nervioso por la reacción de su pareja.
-¿Qué dices, Dita, volvemos a empezar?
El brillo en los ojos de su rosa, mezcla de lágrimas que derramaba y una alegría naciente, le dijeron que les llevaría tiempo pero lo lograrían...
Se abrazaron en silencio, un beso fue el pacto íntimo de cambiar las cosas...
************************************
Camus caminó presuroso hacia la sala del patriarca y allí respiró tranquilo... una mano en su hombro y esa fragancia que tanto conocía lo envolvió...
-Alde...
Sus ojos se aguaron al instante y fue abrazado con ternura, mientras descargaba toda su frustración y tensión sufridas en esas últimas horas.
-Ya está... fuiste muy valiente, pero sobretodo, fuiste un gran caballero al perdonarlos.
-Ellos también sufrían, la soledad no es buena para nadie...
-Así es y yo me siento muy solo, mi precioso aguador...
Una risilla cómplice le respondió mientras lo tomaba de la mano y bajaban presurosos al undécimo templo... era el más cercano y ya no querían esperar más...
El que iba a esperar un largo rato sería el patriarca...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro