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Después de que acordamos permanecer una semana en Britannia, bebimos como si no hubiese un mañana, bueno, como soy responsable bebí menos que los demás.

Cada uno de nosotros se fue a su respectiva habitación como le fue posible, aunque de ser por Ban se hubiese quedado a dormir en el suelo del Bar.

Meliodas y yo ya estábamos en nuestra habitación. Debo de admitir que ahora que decidimos lo que seríamos me resulta un poco raro dormir con él. Yo solo espero que no se le de la gana de ponerse de pervertido.

Con Meliodas de espaldas a mí me podía poner algo más cómodo para dormir, un vestido hasta los muslos con un corto pantalón, así no se tienta a la bestia ¿No?

Aún puedo oír las quejas de él por haberlo obligado a voltearse.

- ya terminé - le digo tras acomodarme el vestido.

Meliodas- pensé que la espera sería eterna...- dijo tras tirarse en la cama.

Me acomodo a su lado y me arropó con la cobija, haber si logró calentarme.

Noto como Meliodas se acerca a mi y como rodea mi cintura con sus brazos logrando apegarme más a él, y obviamente aprovecha y se acomoda en mis pechos.

Yo no me quejo en lo absoluto, ya que su cuerpo desprende el calor que necesito para recuperarme. El haber colaborado para enfrentar a ese gato me puso mucho más débil, por suerte no morí, y cómo hacerlo si tenía la mirada de este enano clavada en la espalda a cada rato.

- es increíble todo lo que ha pasado...- susurro pensativa.

Bueno, enfrentarte al Rey Demonio y enfrentarte a un gato maligno no es algo de todo los días, aunque lo del gato me interesa tan poco que ni siquiera recuerdo su nombre.

Meliodas- y todo eso al final logró unirnos.

- de no haber sido por Merlín yo ya no estaría aquí.

Meliodas- y eso se lo agradezco...- dijo mientras se acurrucaba más en mis pechos- . Hay que aprovechar esta semana al máximo, porque créeme que el purgatorio no es un lugar muy colorido.

- entiendo, y estoy de acuerdo contigo- murmuro.

Meliodas- hacer cosas juntos, con los chicos...- murmuró.

- está bien, a partir de mañana aprovecharemos al máximo- anuncio entusiasmada.

Meliodas se separa de mi pecho, me mira directo a los ojos y junta sus labios con los míos, cosa que acepto gustosa. Sus labios podrían ser mi día a día.

Meliodas- créeme que aprovecharé esta semana- me dijo coqueto. Algo en mi sabía hacia donde quería llegar con eso.

Nos volvemos a acomodar y dejamos que Morfeo nos envuelva.

Tengo la confianza de que mañana será un buen día.

[...]

Mi mañana empezó fatal.

Me siento como si me echaran constantemente baldes de agua súper fría mientras duermo, mi voz suena como la de un sujeto acosador a punto de matar o violar a alguien, tengo unas ojeras horribles por no haber podido dormir por el maldito frío. En resumen de todo esto, siento que me estoy muriendo.

Desperté a Meliodas para que me buscara todas las cobijas que tenía a disposición, solo pudo conseguirme cinco de ellas, pero ni así pude calentarme.

Estoy revolviendome incómoda en la cama tratando de que ésta me brindara calor al frotar mi piel con la sábana que la cubre.

Meliodas tan solo se me quedaba viendo después de volver a la habitación.

Meliodas- ¿Estás bien?- me preguntó extrañado.

- dime ¿Me veo bien?

Meliodas- ay lo siento- dijo entre risas. Se acercó para sentir mi temperatura, pero apartó la mano en cuanto la sintió- . Mierda _____________, estás helada.

- ¿De verdad?- le pregunto sarcástica. ¿Ya mencioné que siento que me echaron agua helada encima?

Meliodas- deja tu sarcasmo para después. No es normal que tú temperatura esté tan baja.

- ay, seguro tengo fiebre...- murmuro cansada.

Meliodas- ¿Fiebre?. No la he tenido, pero estoy muy seguro de que no debes estar así.

- a diferencia de humanos comunes, a mí me favorece el calor, así que cuando me da fiebre mi temperatura baja en vez de subir.

Meliodas- supongo. Tu familia es rara- dijo mientras se rascaba la nuca.

- ni siquiera conozco esa parte de mi familia para sentirme ofendida o estar de acuerdo.

Meliodas- bueno, tendrás que quedarte en cama para lograr mejorarte.

- y yo que quería aprovechar el día, que ironía- me resigno. Siento un cosquilleo en mi garganta, haciéndome toser para tratar de aliviarlo.

Cuando Meliodas me oyó toser retrocedió espantado. Lo miré fulminante ante su reacción.

- ¡Si, Woah, qué sorpresa, _____________ no tose con delicadeza!- le digo sarcástica.

Meliodas- no es eso, es que me tomó por sorpresa...- se justificó nervioso.

Cubro mi rostro frustrada- . Solo sal de la habitación. Quiero dormir en paz.

Meliodas hizo caso omiso a mi pedido, se acostó a mi lado y me abrazó con cariño, disipando cualquier enojo que me hubiera invadido.

Meliodas- no quiero dejarte sola...- susurró.

- está bien, por esta vez te lo dejaré pasar...- le digo calmada.

El calor que desprende su cuerpo logra que me quede dormida.

[...]

Cuando las voces de la habitación comienzan a irritarme abro los ojos para encontrarme a Ban, Elaine, Hawk, Gowther y Meliodas charlando como si nada.

Cuando notan mi mirada voltean a verme y me sonríen.

Ban- ¿Cómo te sientes, pequeña?

- como si me estuviera muriendo.

Ban- y yo que te iba a preparar algo de comer, pero como veo que no estás de humor, mejor me largo- amenazó burlón.

- eres un maldito. Si quiero algo de comer- murmuro molesta.

Ban- entonces iré a prepararlo, pequeña- dice antes de salir.

- más le vale.

Elaine- ¿Te sientes mejor que está mañana?- me preguntó preocupada.

- ¿Esta mañana?- le pregunto extrañada. Pero siento que apenas dormí dos horas.

Gowther- llevas seis horas dormida, ya pasó el medio día- me informó.

- pero no lo siento así. En fin- digo restándole importancia.

Hawk- pero pensé que lo podías enfermarte- dijo extrañado.

- cualquiera puede enfermarse cuando menos se lo espera. Pero ese no es mi caso; como mis defensas bajaron esto es lo que puede pasar.

Gowther- con cosas que puedan subir tu temperatura podrás recuperarte más rápido.

- así es Gowther.

Meliodas- si quieres puedo hacer subir tu temperatura- sugirió perverso.

Hawk- ¡Qué ni siquiera se te ocurra, puerco pervertido!- le advirtió.

Elaine- ¿Con un baño caliente estarás bien?- me preguntó.

- claro, ansio poder darme uno- dije con deseo.

Meliodas- entonces prepararé el agua. Mientras tanto tu sigue descansando.

- gracias a todos por preocuparse- murmuro agradecida.

Elaine- siempre es un placer ___________.

Al rato ya me encontraba dándome un caliente baño gracias a Meliodas, y después dándome gusto con la sabrosa comida de Ban. Ese hombre se merece cinco estrellas en cuanto a cocina.

Sentí como si el tiempo pasara tan lento, como si todavía fuera de mañana. Pero gracias a Gowther estaba conciente de lo tarde que se hacía.

Me sentí un poco mal, ver cómo ellos se preocupan de mi estado y no disfrutan del día es algo inquietante, en especial Meliodas, quién apenas tiene voluntad de dejarme sola unos minutos.

Ayer pensé:

"Tengo la confianza de que mañana será un buen día".

Y ahora es lo contrario. Aún no me canso de verle la ironía.

Cuando el sol empezaba a ocultarse me sentía mucho mejor, no estaba del todo mejor, pero es mejor que nada.

No sentía la necesidad de quedarme en cama, y aunque Meliodas me había insistido en quedarme en ella, no le hice caso.

Así que estábamos todos en el bar, platicando del viaje que emprenderán Ban e Elaine una vez termine la semana, Gowther no nos ha querido hablar sobre el suyo.

Diane estaba haciéndole compañía a Elizabeth según me dijo King, quién había vuelto hace poco.

Me alegraba que Elizabeth tuviera personas de confianza a su lado, sin importar que probablemente en este momento deba estar maldiciéndome.

Pensaba en eso hasta que escuché mi nombre ser pronunciado.

Gowther- Cuando tú, ____________, Zeldris y Gelda vayan al purgatorio ¿Quién será el rey?- le preguntó a Meliodas.

Él lo miró pensante- . No lo sé, eso tendría que hablarlo con mi hermano. No quisiera que discutamos por algo tan insignificante.

Elaine- y si tú terminas siendo rey ¿___________ que sería?- le preguntó intrigada.

Yo presto mucha atención a la respuesta de Meliodas. No es que quiera ser reina por los beneficios, de hecho me da igual.

Hawk- sería la reina ¿No?- le preguntó extrañado.

Gowther- para eso tendrían que casarse- le explicó a Hawk.

Elaine- ¿Entonces...?

- supongo que simplemente sería una habitante del reino que casualmente tiene una relación con el rey- dije simple.

Meliodas tan solo se quedó callado, no sé en qué rayos estará pensando.

Ban- solo tienen que casarse y ya- dijo burlón.

- cállate idiota...

King- las cosas no se hacen sin pensar, Ban, el matrimonio es algo demasiado serio.

Gowther- según entiendo el matrimonio es un contrato formal para inmortalizar su relación ¿No es así?- King le asintió- . El capitán debería estar muy seguro para eso.

Tiene mucha razón. No creo que Meliodas de repente me pida matrimonio, apenas y empezamos esto, y no digo que no quisiera pasar mi vida conociéndolo y él a mí. No quiero llevar las cosas deprisa para que después alguno de los dos terminemos arrepentidos.

Sin darme cuenta de que me puse a pensar en eso me olvide del resto, bueno, hasta que alguien me golpeó la frente.

- ¿Qué pasa contigo?- le preguntó molesta a Ban mientras me sobo la frente. Se ha pasado a propósito.

Ban- para que bajes de las nubes pequeña. ¿A caso piensas en tu boda?- le preguntó burlón.

- ¡Claro que no idiota!- dije avergonzada.

Ban empezó a molestarme con el tema, pero lo que más captó mi atención es lo callado que estaba Meliodas.

[...]

Cada uno se fue a su habitación, yo ya estaba acomodada en la cama junto a Meliodas, pero lo notaba pensativo, como si el techo tuviera mejores cosas que ofrecerle.

- ¿Estás bien?- le pregunté extrañada. No soy muy paciente a veces.

Meliodas- si, solo estaba pensando en algunas cosas...

Me acomodé en su pecho- . ¿Cómo qué?

Meliodas- ¿De verdad crees que yo pueda cambiar algo en el purgatorio?- le preguntó dudoso.

- ¿En serio dudas de ti mismo?

Meliodas- no lo sé... He pensado que esto es una locura. No quisiera someterte a algo de lo que te puedas arrepentir...

- basta Meliodas, no dudes de ti y no te preocupes por mi. Yo confío en que tú y Zeldris lograrán esta meta, no importa quien sea el rey.

Meliodas- ¿De verdad crees en mi?

- por supuesto que sí tonto. Con tu perseverancia lograrás muchas cosas.

Él tan solo me besó por todo lo que le dije, no necesitaba oír un "gracias" para saber lo agradecido que estaba por lo que le dije.

Meliodas- esta vez haré que las cosas salgan bien, te lo prometo- le susurró determinado.

- confío en eso.

Sentía las caricias de Meliodas en mi espalda, que sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.

Me siento tan tranquila junto a Meliodas.

Sé que las cosas podrán salir bien...

[...]

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Hola!

Espero que estén bien.

Espero les haya gustado este extra!

Y bueno, empezamos con la dinámica.

Bien! Espero que se animen (◡ ω ◡)

Sin más que decir, hasta el próximo extra!

Bye Bye

♥️(◍•ᴗ•◍)♥️