
Capítulo 13
Aquel día había terminado dando paso al siguiente, todos dormían normalmente, pero debían de admitir que aquel temblor les inquietaba, en especial al capitán de los siete pecados capitales, el cual no lo demostraba, pero así se sentía.
________ recién comenzó a despertar de su sueño, se sentó en la cama y vió a su lado al rubio dormir serenamente, no pudo evitar sentir ternura, pues la apariencia del chico era bastante tierna. Dió una pequeña, pero sincera sonrisa, y en ese instante él abrió sus ojos, haciendo que ella desviara la vista para no darle la idea de que lo estaba observando, pero no dió resultados.
Meliodas– ¿Te gustó lo que estabas viendo?– le preguntó con un tono un poco adormilado, pero sin dejarlo distinguir por la burla que contenía.
— no sé de qué rayos me hablas— dijo fingiendo inocencia, tratando de no dejar que sus mejillas se tiñan de un color rojo.
Meliodas– oh ¿De verdad?– preguntó con el mismo tono, pero más animado, mientras se sentaba y se inclinaba hacia ella.
— oye, hay algo que se llama espacio personal— dijo al sentir la respiración del chico pasar a través de la fina tela del camisón que tenía puesto.
Meliodas– ah, pero eso no lo dices cuando dormimos– dijo con una ladina sonrisa, haciéndola verlo por fin.
— solo compartimos cama porque no tengo otro lugar en donde dormir— le explicó. Él tomó su brazo y la abrazó para después tirarse a la cama sin romper el abrazo— ¡¿Qué rayos crees que haces?!— preguntó exaltada por su repentina acción.
Meliodas– eres muy suave ¿Lo sabías?– le dijo serenamente.
— ¿A qué rayos viene eso?— le preguntó relajando la voz, pero sintiendo un poco de incomodidad al tenerlo tan cerca, pues no acostumbraba a que los hombres se le pegaran así.
Meliodas– vamos _______, relájate– le susurro en el oído, haciendo que el color rojo apareciera en sus mejillas.
Él aún permanecía así, cerca de su rostro y su cuerpo pegado al suyo; cerró los ojos con fuerza al sentir su respiración en su cuello. No soportó más esa rara sensación que la hizo sonrojar y empujó con fuerza al hombre haciéndolo caer de la cama.
Él se quejó por el impacto con el suelo, se sentó y la vió de pie al otro lado de la cama, su ceño estaba fruncido y sus mejillas notablemente rojas— ¡Qué rayos Meliodas, ya deja tus estúpidos juegos!— gritó enojada.
Meliodas– oye pero solo fue un abrazo– se defendió, pues esa era su única intención, abrazarla.
— ¡Si ajá, sé que lo haces a propósito idiota!— cerró sus ojos y respiro serenamente para calmarse— iré a darme un baño.— dijo antes de retirarse.
Meliodas– pero que mujer– dijo ante el carácter de la fémina. Dió un suspiro y procedió a arreglar la cama.
Pasó el tiempo y ya ambos estaban en el primer piso, el rubio limpiaba los tarros de cerveza mientras la mujer estaba sentada en un taburete frente a la barra, apoyando la cabeza en su mano mirando al rubio con aburrimiento.
— ¿No hay nada entretenido que hacer?— le preguntó al rubio.
Meliodas– mmm...– se puso a pensar mientras la miraba– no se me ocurre nada.
— debería de ir a ver a Merlín— dijo mientras se enderezaba.
Meliodas– ¿para qué?– preguntó curioso.
Ella le iba a responder, pero en ese instante la puerta se abrió dejando ver a Elizabeth un poco emocionada.
Elizabeth– ¡Señor Meliodas! ¿Es verdad que se irá de viaje?– preguntó mientras se acercaba a ellos.
— ¿Te irás de viaje?— le preguntó confusa.
Meliodas– así es– respondió simple.
Elizabeth– ¡entonces empezaré a prepararme!– dijo emocionada.
Meliodas– no será necesario– le dijo mientras guardaba un tarro.
Elizabeth– ¿Qué sucede señor Meliodas?, Está actuando extraño. Usted dijo que iríamos de viaje juntos– le dijo extrañada.
Meliodas se quedó callado para después levantarle la falda del vestido y acariciar sus piernas– ¿Aún crees que estoy actuando extraño?
Hawk llegó en ese instante y pateó fuertemente a Meliodas e intento encerrarlo en un barril– tranquila Elizabeth, yo te protejo de este pervertido.
Elizabeth– gracias Hawk, pero no hemos terminado de hablar...– le dijo avergonzada.
Meliodas– lo siento Elizabeth, tengo que ir por suministros– le dijo sonriente.
La princesa se retiró desanimada de la taberna. El rubio se liberó del barril y fue a organizar los tarros.
— entonces ¿Tu y Elizabeth irán de viaje?— le preguntó curiosa, él tan solo se quedó callado— ¿No me vas a responder?— preguntó mientras se levantaba del taburete.— al menos me pudiste decir que te irías de viaje. Iré a ver a Merlín.
Meliodas– espera, iré contigo– la miró sonriente. Ambos junto a Hawk salieron de la taberna.
Mientras tanto Elizabeth se había encontrado con Diane y ambas se pusieron a platicar.
Diane– ¿entonces dices que el capitán actúa extraño?– le preguntó, su contraria asintió– ahora que lo pienso ¿Recuerdas el terrible terremoto de ayer?
Elizabeth– si, nos sorprendió mucho– dijo mirándola.
Diane– pues el capitán parecía algo aturdido.
Elizabeth– ¿Me pregunto que le ocurre?– se preguntó preocupada.
Diane la miró pícara– te preocupas mucho por el capitán– al decir eso hizo que ella se sonrojara, por lo que rió levemente.
Elizabeth– ¡Todos pueden notar que está actuando extraño!– se defendió nerviosa.
Diane– Elizabeth ¿A ti te gusta el capitán?
Elizabeth– no... sabría decirlo. Cuando estoy sola pienso mucho en él y cuando llega me hace muy feliz– le dijo con una tranquila sonrisa.
Diane– oye, eso no es...
Elizabeth– Amor– completo ella.
Diane– si es así debes de ir y decirle para tenerlo solo para ti– le propuso emocionada.
Elizabeth– de acuerdo, pero por ahora lo mantendré guardado.
Diane– ¿Qué?, ¡Tienes que decírselo!– le dijo insistente.
Elizabeth– ¿Diane...por qué insistes?– preguntó confusa.
Diane– es que yo...recordé algo. En ese entonces él se fue y me dejo– dijo con tristeza, y las lágrimas empezaron a salir– ¿Qué haré...si él no vuelve...?
Elizabeth– Diane...
Diane– es que yo...amo profundamente a King– confesó con tristeza.
Mientras tanto el pecado de la codicia era seguido por el pecado de la pereza.
Ban– ¿Te molestaría dejar de seguirme?– preguntó un poco molesto.
King– no lo haré hasta que seas sincero conmigo– dijo insistente.
Ban– si no vuelves cierta gigante se preocupara– le dijo sonriente.
King– ¿a si?– le preguntó confuso.
Ban– la oí decir "si King se fuera estaría tan triste que moriría"– dijo fingiendo una voz femenina.
King emocionado lo miró– ¡¿De verdad?!
Ban– ¡No!– le dijo aún sonriendo, recibiendo varias cuchillas de Chastiefol en la cabeza.
King– que graciosito, si sigues con tus bromas te acusaré con Elaine, a ver qué te parece.– le advirtió retador.
Ban– ¡como tú quieras!– dijo al atacar una roca, dejando ver a alguien– ¡Mira, es Perico!
Jericho– ¡Jericho imbécil!– le corrigió enojada.
Ban– como sea, ¿Qué haces aquí?– le preguntó confuso.
Jericho– bu-bueno... parecía que ibas a alguna parte así que te seguí– explicó.
King– que loca, recorrimos varios kilómetros– pensó sorprendido.
Ban– como sea– siguieron caminando, con Jericho detrás.
King– ¿Ahora qué fue lo que hiciste?– preguntó confuso.
Ban– ña, solo la desnude una vez– le respondió, ganándose la sorpresa de su compañero.
Siguieron su camino hasta que una breve niebla se levantó, la mujer tomó el brazo de Ban pero a éste le dió igual, cuando la niebla se disipó dejó ver un gran bosque.
Jericho– ¿Dónde estamos?– preguntó mirando el alrededor.
Ban– es el bosque del Rey Hada– le respondió con desdén.
King– es cierto...puedo sentir el poder de las hadas. Es verdad...el bosque...continúa con vida– dijo con gran alegría.
Nuevamente con la princesa y Diane; ellas conversaban amenamente.
Diane– en ese entonces King dijo que me amaría, pero no respondí a esa hermosa confesión porque pensé que él lo sabía. Pero ahora, cuando vuelva a verlo estaré lista para decirle que lo amo– le dijo de forma tímida.
Elizabeth– ¡Qué envidia!, Ambos sienten lo mismo...– dijo un poco desanimada.
Diane– bueno ya sabes que hacer, tienes que decirle al capitán– le dijo dulce.
Elizabeth– de acuerdo...– aceptó, pero después se desánimo un poco– pero el señor Meliodas tuvo a alguien más...– pensó al recordar cuando hablo con Cain– además _______...ellos...– pensó con desánimo al recordar lo cercanos que eran ellos. Apretó sus puños al pensar en ello, lo que llamó la atención de Diane.
Diane– ¿Qué tienes...?– le preguntó preocupada.
Mientras que Meliodas y _______ caminaban solos hacia el laboratorio de la maga. Iban en silencio pero para nada incómodos.
— entonces te irás a Camelot...— dijo aún concentrada al frente.
Meliodas– así es, Arturo me lo había pedido antes ¿Recuerdas?– dijo serenamente.
— ah, ahora lo recuerdo.— se mostró pensante, lo que él notó.
Meliodas– ¿sucede algo?– preguntó curioso.
— ¿Ese de ahí no es Gowther?— preguntó al fijar su vista al frente y verlo salir del laboratorio de Merlín, aunque lo preguntó para que él no le hiciera más preguntas.
Meliodas– si.– ambos se acercaron más a él– hola Gowther, viajaremos mañana o pasado mañana, así que es mejor que te prepares– le dijo sonriente.
Gowther– ¿eso es una orden?– preguntó con su tono monótono.
Meliodas– no pero...– fue interrumpido por su contrario.
Gowther– siendo así yo me niego– dijo para comenzar a alejarse.
— ¿Qué fue eso?— preguntó confusa por tal comportamiento. Se sorprendió al ver a Gowther y Guila juntos— ¡¿Guila es la amada de Gowther?!— le preguntó sorprendida a Meliodas.
Meliodas– parece que si. Pero que pareja más inusual ¿No?– la miró e igual ella lo hizo, dando a entender que estaba de acuerdo. Escuchó la voz de su amigo animal, volteó la mirada y lo vió comiendo– ¿Ahora qué es lo que comes Hawk?
Hawk– un qué te importa– le respondió con un poco de fastidio.
— que cosas tan extrañas...— pensó al ver un frasco junto a lo que comía Hawk.
Ambos entraron y vieron a Merlín con uno de sus experimentos– sabía que ambos vendrían, pero no pensé que juntos– dijo la maga con su sonrisa común.
Meliodas– Merlín, hace 10 años me robaste algo y quiero que me lo devuelvas– exigió con seriedad, llamando la atención de la castaña.
— ¿De verdad Merlín?— le preguntó un poco sorprendida.
Merlín los volteó a ver– supongo que es por el poderoso terremoto de ayer.
Meliodas– eso quiere decir que el sello de la raza demoníaca fue roto– le explicó.
— según comprendí fue Hendrickson el que quiso romperlo para liberar a la raza demoníaca ¿No?. Si dices que está roto significa que ese hombre sigue vivo— pensó con fastidio.
Meliodas la miró serio– ese no es el verdadero problema. Los que se liberaron del sello son lo peor de lo peor– volvió a ver a Merlín– Los Diez Mandamientos.
En ese instante Merlín se vió un poco sorprendida e hizo que todos los objetivos volaran, la castaña mantuvo abajo su falda para no quedar expuesta– perdón, debo decir que eso fue muy estimulante. Quién diría que el rey demonio elegiría a sus demonios de élite...– dijo mientras dejaba todo en su respectivo lugar.
— vamos a ver ¿Podrían explicarme todo esto?— preguntó un poco enojada.
Merlín la miró– esos demonios serán un gran problema para el futuro, creo que con eso te podrás hacer una idea– le dijo sonriente.
— si lo dices tú entonces si.— dijo dando un suspiro— por cierto Merlín...¿Ya terminaste...eh?— sus palabras fueron interrumpidas al ver a Hawk entrar mientras se quejaba, se veía mal.
Meliodas se le acercó y empezó a darle palmadas en su estómago para que tratara de vomitar lo que había digerido– ¡Ya vez lo que pasa cuando comes cosas tiradas!
Merlín– díganme qué fue lo que comió– pidió tranquila.
— unas cosas raras que estaban en un frasco— le respondió simple— algo me dice que fue algo tuyo...no sé.
Merlín– si, seguro fueron los estabilizadores de Gowther– pensó al escuchar a la castaña– esto no será nada bueno.
Mientras tanto, Diane estaba a punto de enfrentarse a Gowther y le había pedido a su amiga que fuese por la ayuda de su capitán o Merlín.
Diane– ¡Si sigues haremos un alboroto estúpido!– le advirtió al ver a las personas en el alrededor.
Gowther– admito que eso sería molesto. Tesoro sagrado, arco doble Harrit, apagón– en ese instante las personas se desmayaron.
Diane– ¡¿Qué hiciste?!
Gowther– deje inconsciente a todas las personas con nivel espiritual menor a 400 a un rango de seis kilómetros de aquí.
Meliodas junto a las dos mujeres se dirigían hacia el lugar donde había sido activado el poder del pecado de la lujuria, pero se detuvieron al ver a Elizabeth en el suelo.
El rubio se acercó hasta ella, se agachó y la miró preocupado– Elizabeth, Elizabeth por favor despierta.
— lo que le pasó a Elizabeth...fue por el ataque de Gowther ¿No?— dijo mientras miraba la escena.
Merlín la vió con seriedad– así es– le respondió con su tono de siempre– capitán...¿Qué ha estado haciendo durante todo este tiempo con esta chica?– se preguntó al ver el rostro sin expresión de la castaña.
La princesa comenzó a reaccionar ante los llamados de Meliodas, al abrir los ojos lo vió un poco confusa– señor Meliodas...¿Qué estoy haciendo aquí?
Meliodas– que bueno que despertaste. Verás, Gowther hizo que todos se desmayaran– le explicó más tranquilo.
Elizabeth– ¡Es terrible, el señor Gowther y Diane están peleando!– les avisó al recordar su objetivo.
Meliodas– tranquila Elizabeth, nos encargaremos– le dijo sonriente, dándole alivio y un sonrojo a la princesa. Él la ayudó a levantarse y fue corriendo hacia la pelea, seguido por las tres mujeres. Al llegar vió que todo se había detenido, se acercaron más para verificar el bien de sus compañeros– Diane ¿Estás bien?– le preguntó un poco preocupado.
Diane– que bueno que llegó... capitán– le sonrió para dejarle a entender que si estaba en buen estado.
El rubio fue junto a Merlín y la castaña, las cuales miraban a Gowther seriamente– Gowther ¿Te das cuenta de lo que hiciste, no?
Gowther– por favor encierrenme lejos de toda la existencia, ya dejé de ser yo mismo.
Merlín– Gowther, restaura las memorias de Guila y su hermano menor– ordenó.
Él hizo lo ordenado, primeramente fue al pequeño, después a Guila, la cual al reaccionar abrazó a su hermano menor de forma protectora.
La castaña se acercó a ellos, ganándose las miradas de los presentes; se arrodilló frente a ellos—¿Están bien?— preguntó un poco preocupada, eso no lo podía ocultar.
Guila– tu...¿Por qué te preocupas por mi y mi hermano?, Yo te lastimé en dos ocasiones...– preguntó confusa.
— porque cuando me enteré de que tenías un hermano menor, supe que no hacías las cosas por voluntad propia, lo hacías con el fin de proteger a tu hermano menor ¿O me equivoco?— le dijo con una sonrisa.
Guila– no...– le respondió– de verdad lo siento.
— no te disculpes, no hace falta.— miró al niño y sonrió— una hermana mayor siempre tiene el deber de proteger a su hermanito, sé como se siente— dijo serenamente.
Guila vió a Gowther– Alterarse mis recuerdos ¿Verdad?
Gowther– no era mi intención lastimarte. Si lo tuviera, diría que lo siento desde el fondo de mi corazón.
Guila– no tengo cara para culparte, además, de entre todos esos recuerdos falsos dejaste reales, recuerdos con el caballero sagrado Dale, eso te lo agradezco.– se levantó junto a su hermanito, el cual se limpiaba las lágrimas que habían brotado– hasta pronto– miró a la castaña y ambas intercambiaron sonrisas para después finalmente retirarse.
Gowther– terminamos– dijo lo obvio.
— cuanta envidia te tengo, Guila— pensó con tristeza al recordar el trágico día en el que perdió a su hermana, lágrimas quisieron brotar pero ellas las retuvo, bajó la mirada para que nadie la viera.
Meliodas– _______...– se puso a su lado y acercó su mano a la suya con el objetivo de tomarla, pero una voz lo interrumpió, ambos voltearon viendo a Slader.
Slader– ¿Qué está pasando aquí?– preguntó mientras descendía, pues estaba sobre un tejado.
Merlín– justo a tiempo Slader, tengo un favor que pedirte.
Meliodas– básicamente Slader no cumple ninguna orden que no venga del rey– dijo, pero se quedó sorprendido al ver a Slader sumiso ante Merlín. Se acercó a él– entre nosotros ¿Sientes algo sucio por Merlín?– le susurró en el oído.
Slader– tonterías. Al verla deshacer una barrera impenetrable y, salvar al rey con tanta gracia me dejó la piel de gallina– le explicó al rubio para después poner toda tu atención en la maga– ¿Me permitiría llamarla superior?
Merlín– llámame como desees– le dijo sin mucho interés.
Slader– ¿Qué quiere que haga por usted superior?
Merlín sonrió con satisfacción al oír eso– Gowther aproximate– le dijo y él no dudó en acatar su pedido, extendió su mano hacia él– anulación total– dijo el hechizo e inmediatamente Gowther se encogió, ella lo tomó entre sus manos.
Slader– ¿qué fue eso?– preguntó confuso.
Merlín– el poder que utilizó Gowther fue muy poderoso, por lo cual lo volví a su forma original– explicó.
Slader– eso quiere decir que él...
Merlín– si, Gowther fue creado por un mago poderoso hace mucho tiempo, es un muñeco.– completo y añadió– Slader, quiero que cuides de Gowther mientras no estoy, tengo que cumplir una misión.
Slader– como desee superior– aceptó, Merlín le entregó a Gowther sin más.
Todos volvieron a la taberna donde Hawk los esperaba ya recuperado.
Hawk– Gowther es un muñeco, el mundo está lleno de misterios ¿Verdad muchachos?– dijo más animado.
Meliodas– es muy difícil tomarte en serio cuando dices eso.
— no esperé que él fuese un muñeco, aunque eso explica el por qué era tan inexpresivo y su falta de tacto— comentó al recordar sus momentos de viaje con los pecados, donde el muñeco revelaba los secretos de los demás.— pero como dice Hawk, el mundo está lleno de misterios.
Merlín– por cierto Hawk ¿Cómo te sientes?
Hawk– estaba volando en los cielos pero cuando fuí al baño todo se solucionó– le respondió.
Meliodas– haces digestión bastante rápido– le comentó.
Diane– capitán...¿Usted sabía el secreto de Gowther?– preguntó un poco desanimada.
Meliodas– no, recién lo descubro.
Diane– pero es increíble, no se ve nada sorprendido– le dijo siendo ella la sorprendida por la actitud de su capitán.
Meliodas– tal vez porque ya he visto a todo tipo de personas. Pero no importa quien sea Gowther, el seguirá siendo nuestro camarada– le dijo con alegría.
Diane asintió a lo que dijo, miró al muñeco Gowther en la barra junto a Slader con una sonrisa, pero se le borró al sentir un dolor en su cabeza.
Slader– eres un tipo con suerte, Gowther.
Meliodas– oye Slader, ahora que faltan miembros del grupo ¿Por qué no te nos unes?, Tu ayuda sería muy útil.
Slader– está bien, después de todo fue el rey quien me pidió que los ayudara.
Elizabeth– ¡Señor Meliodas, yo también quiero acompañarlos!– pidió desesperada.
Meliodas– la batalla de Liones terminó, por lo que no veo la necesidad de exponerte a más peligrosos– le explicó con seriedad, sin voltearla a ver.
Elizabeth– ¡¿Qué a caso no soy una de tus compañeras, soy la única que piensa eso?!– preguntó más desesperada– o...¿solo soy un peso extra que los limita en su trabajo..?
Meliodas– la verdad si– le respondió simple ganándose un golpe por parte de Hawk y Diane.
Elizabeth por inercia miró a ______, la cual al sentir la mirada clavada en ella volteó para ver a la princesa– ¿Entonces por qué ella si puede?– pensó inconscientemente e inmediatamente salió a toda prisa de la taberna, oyendo su nombre ser pronunciado por Diane.
_______ tan solo observó con seriedad por donde se había ido la princesa— lo haces para protegerla...¿No, Meliodas?— volteó para ver al rubio, el cual se levantaba de los golpes recibidos anteriormente, ignorando que Slader había salido de la taberna.
Meliodas– ¿Por qué me tratan de ese modo?– les pregunto entre quejas.
— por tu falta de tacto idiota, yo también te hubiera golpeado.— le respondió e inmediatamente desvío la mirada para evitar la suya— si dices que Elizabeth es un estorbo, no veo razón de seguir aquí.
Los presentes se sorprendieron por ello, no esperaban eso.
Hawk– ¡¿Qué estás diciendo _______?!– le preguntó confundido.
— lo que oyes Hawk, si Meliodas considera un estorbo a Elizabeth, significa que yo también lo soy, por lo tanto, no debería acompañarlos.— dijo simple.
Meliodas– _______...no digas eso, sabes que lo que dije no iba en serio– pensó un poco preocupado por sus palabras, pero viéndose tranquilo en el exterior.
Merlín– te das cuenta cunado eres inútil, eso me agrada– comentó con una sonrisa, ganándose los quejidos de Diane y Hawk– sin embargo, te pido que por favor nos acompañes en este viaje, no solo nos convendrá a nosotros, sino a ti también.
_______ al ver la expresión de Merlín se llenó de curiosidad, pues sabía que se refería a algo en específico, por lo que no le quedó de otra más que aceptar, lo cual dejo a entender con un asentimiento.
De repente un ruido extraño nace en la habitación, proveniente del tesoro sagrado de Merlín, en ese instante Elizabeth y Slader entran a la taberna.
Slader– ¿Qué fue eso?– preguntó curioso.
Merlín– cambiaremos nuestro plan inicial, nos iremos a Camelot ahora.– dijo de repente, llamando la atención de todos– detecté un extraño poder mágico– al decir eso llamó la atención de Meliodas e inmediatamente teletransportó la taberna al lugar indicado.
Salieron de la taberna que se encontraba en los aires junto al gran cerdo, y vieron a una criatura gigante a las afueras del reino.
— ¿Qué es eso?— preguntó confusa, no creía que eso fuera de la raza gigante, y lo confirmó al oír a Diane.
Diane– de la raza gigante no conozco a nadie como él– dijo extrañada.
Merlín– detecto reacciones de poder mágico en él, pero no siento vida– comentó– parece ser un golem.
Meliodas– si, es la bestia Albión, un artefacto creado por la raza demoníaca. Debió despertar cuando liberaron a Los Diez Mandamientos.
Diane– ¿Los Diez Mandamientos?– preguntó más confusa.
Meliodas– después te explico Diane.
Vieron al gran Albión atacar Camelot, pero una barrera se lo impedía, creada por Merlín.
Merlín– crear una barrera antes de todo fue lo mejor– dijo con satisfacción.
Slader– ¡Eso se esperaría de mi superior!– le alagó.
Merlín– pero, la barrera no resistirá otro ataque– dijo, vió como la gran bestia dió unos golpes más haciendo desaparecer la barrera que protegía al reino– y con eso se acabó.
— ¿Qué van a hacer ahora?— preguntó al ver a la bestia a punto de lanzar un ataque.
Meliodas– Merlín, envíame hacia allá– pidió e inmediatamente la maga lo teletransportó para poder reflejar el ataque con su contraataque.
_______ sonrió al ver el contraataque del rubio, por alguna razón no podía evitarlo.
Merlín– Slader, lleva a la princesa adentro, mi conducción será un poco movida– él acató la orden, y ahí empezó a maniobrar a la gran cerda velozmente, distrayendo al Albión.
Mientras Meliodas dirigía a los caballeros– el punto débil de Albión está en su centro, vayamos y acabemoslo de un golpe– dijo e inmediatamente los caballeros comenzaron a seguirlo escalando su brazo.
Arturo– ¡Sigan al señor Meliodas caballeros!– dijo mientras continuaba, pero la bestia los vió y lo atrapó, haciendo que el rubio lo salvará.– ¡Muchas gracias señor...!– se sorprendió y se sintió culpable al ver la espada del rubio rota– lo lamento señor, por mi culpa su espada...
Meliodas– no está bien, recibió mucho daño en la batalla contra Hendrickson, es increíble que durara tanto, gracias– susurró lo último, recordando a la princesa y a la mujer de hace 16 años.
Arturo– ¿pero sin una espada con que atacará?– preguntó preocupado.
Meliodas– es cierto...¿Qué haré...?– se quejó, pero se veía tranquilo. Todos saltaron para evadir el ataque de la bestia.
Merlín– ¡Capitán, haciendo a un lado que le debo devolver eso, por ahora te entregaré algo más!– dijo llamando su atención, chasqueó los dedos lanzandole algo al rubio, él lo tomó y dejó ver un arma– ¡Tesoro sagrado Lostvayne. Cuando lo perdiste en Camelot yo lo recuperé, y te cobraré intereses!– dijo mientras en sus manos recibía el arma dañada de su capitán.
— ¿Meliodas perdió su tesoro sagrado?— preguntó un poco sorprendida.
Diane– más bien lo vendió.– le explicó– ¿entonces tú lo haz tenido todo este tiempo, Merlín?
Merlín– el precio fue bastante alto la verdad.
Meliodas– tesoro sagrado, liberate– dijo, y en ese instante su cuerpo vibró. Albión lo iba a atacar pero lo evitó saltando y de un rápido movimiento cortó la extremidad de su oponente.
Arturo– ¡Esa espada debe tener mucho filo, de un tajo corto el brazo de ese gigante!– exclamó sorprendido.
El Albión se alteró y cinco cuernos nacieron en él, listos para dispararle a Meliodas.
Diane– ¡Planea dispararlos al mismo tiempo, el capitán no podrá solo!– dijo preocupada.
— no, él estará bien, no por nada es el capitán de Los Siete Pecados Capitales— pensó con confianza en el rubio, al ver varios Meliodas contraatacar le dejó un poco aliviada.— al fin destruyó a esa cosa, ya me empezaba a hartar.
Fueron hasta Meliodas y los demás, dejando a la madre de Hawk en un espacio abierto para que no molestará a nadie. En ese instante el rubio aprovechó y le explicó la situación al rey de aquella nación y a los que les faltaba información.
Mientras en el bosque del rey hada pasaba lo mismo, pero el Albión había sido derrotado por el rey del lugar.
Los causantes de todo esos problemas estaban tranquilos, descansando para recuperar su poder mágico.
Dreyfus– parece que alguien ha derrotado a los Albiones.
Melascula– ¿Y eso qué importa? Después de todo solo son armas viejas y oxidadas– comentó con desdén.
El que poseía una armadura roja, Galand, comenzó a carcajear– ¡Quién diría que hay personas que creen que pueden con la raza demoníaca!. Está decidido, iré a dar un calentamiento.
El chico de traje rojo, Zeldris, fue hacia él deteniendolo– espera ¿Recuerdas que fue por esa actitud que Los Diez Mandamientos fueron sellados?– le dijo serio.
Galand– lo siento, pero la perdida de memoria de los ancianos es muy severa– le comentó, ignorando la advertencia del pelinegro.
El pelirrojo del grupo, Gloxinia, llamó su atención– ¿A dónde piensas ir?
Galand– aún no lo he pensado– dijo pensante.
Gloxinia– solo fue por unos momentos, pero en el noroeste sentí un poder casi al doble que el de Albión, el de el sur fue extraño, como si su poder mágico hubiera rebotado sobre sí– explicó, ganándose palmadas en su cabeza.
Galand– muchas gracias, ya lo decidí– en ese instante dió un gran salto.
Zeldris– que terco es– comentó con fastidio.
En Camelot, Meliodas había terminado de explicar la situación, dejando bastantes sorprendidos a algunos.
– sino hubiese visto a esa bestia no lo creería– comentó un caballero– quién diría que criaturas así rondaban por Britannia hace tiempo, que miedo.
Diane– ¿acaso tendremos oportunidad, capitán?– preguntó preocupada.
Un sonido se escuchó, Hawk llamó la atención– olvidan algo cerdos, mientras tengamos la habilidad de Meliodas podremos ganar.
Arturo– ¡Es cierto señor cerdo; ese ataque fue impresionante!– dijo emocionada.
— no creo que las cosas sean tan fáciles con las copias de Meliodas.— murmuró pensante mientras el rubio explicaba aquella habilidad.
Elizabeth– ¿Acaso esto es una ilusión?– se preguntó al ver a las copias de Meliodas.
Meliodas– te lo demostraré– habló pervertidamente y al instante aquellos Meliodas comenzaron a tocarla.
— lo que se esperaría de un pervertido como ese— comentó con fastidio al verlo tocar a la princesa y después ser golpeado por Diane y Slader. De repente sintió una punzada en el pecho, fue leve pero la dejó inquieta, volteó a ver al Albión destruido— tengo un mal presentimiento— pensó frunciendo el ceño, ignorando las voces de los demás. Dió unos pasos al frente, sin entender que es lo que iba a suceder; se ganó las miradas de extrañeza del rubio y la maga.
El rubio iba a hablar, pero él junto a sus compañeros sintieron un gran poder acercarse rápidamente a ellos. Por incercia el rubio se puso frente a la princesa en pose defensiva, lo mismo sucedía con Merlín, la cual quería proteger a Arturo, pero, _______ estaba justo frente al peligro, literalmente. El humo que se había levantado por el aterrizaje del individuo se disipó dejando ver a Galand.
— ¡¿Quién carajos eres tú?!— preguntó con el ceño fruncido, debía de admitir que le dió un escalofrío al sentir su poder, pero lo olvidó completamente, pues no sé permitiría temerle a nadie, no importa que tan fuerte sea.
Meliodas– ¡¡_______ no!!– gritó preocupado.
Galand– ¡¿Yo?, Soy Galand de Los Diez Mandamientos!– se presentó– te crees muy valiente al pararte frente a mi mocosa.
— no sé a quién le dices mocosa— le dijo enojada.
Galand la miró curioso– cuanta valentía. A los humanos aún les gusta estar juntos.– fijo su vista en el rubio– por lo que veo sigues teniendo esa apariencia ridícula, Meliodas.
Meliodas– ¡_______ aléjate de él ya!– le ordenó preocupado.
Galand– este lugar es muy estrecho, necesitaremos espacio– de un rápido movimiento derrumbó múltiples casas, dejando un gran espacio– mucho mejor. Oye humana, considerate afortunada de seguir en pie frente a mi.
Arturo– mi amada ciudad...– miró asustado al frente.
Hawk– es un monstruo– dijo con escalofríos.
Galand– ¡Al estar ahí parada por tanto tiempo te concederé el honor de empezar primero!– dijo para después atacarla, pero ella nunca recibió el ataque– como es posible– vió al frente donde Meliodas la sostenía entre sus brazos.
Meliodas– ¡¿Qué parte de que te alejes no entendiste?!– le gritó enojado a la castaña, bueno, más bien preocupado.
— si si, ya te oí Meliodas— él la bajó y la miró con el ceño fruncido— ¡Está bien lo siento!— le dijo para que se calmara.
Galand– que interesante– murmuró al verlos. En ese instante Meliodas atacó, pero recibió un ataque de su hacha, dejando una horrible vista para los demás. Nuevamente iba a ser atacado por dos Meliodas pero los atacó primero– ¿Ologramas?, No, parecen que siguen al original, lo que significa que el verdadero atacará por la espalda....no, desde arriba– y lo que pensó fue exactamente lo que pasó, agarró del cuello al Meliodas original– ¡Odio los trucos baratos!– apretó tanto el agarre que lo hizo botar sangre.
Diane– ¡Quítale las manos de encima!– le ordenó mientras corría hacia él.
Merlín– anulación total– dijo para volver a Diane a su tamaño original– asignación– y eso para darle su vestimenta y a Gideon.
La gigante lo atacó, pero lastimosamente fue ella quien recibió el golpe cayendo al suelo.
— no puede ser, ha este paso nos matará a todos— dijo frustrada.
Merlín– tienes razón, tenemos que pensar en una forma de vencerlo– dijo mientras chaqueaba los dedos e inmediatamente Galand desapareció dejando a Meliodas caer.
— ¿lo teletransportarse?— la miró confusa.
Merlín– no, no lo hice, saltó varios kilómetros lejos del rango de mi poder mágico. Aún lo percibo– explicó, en ese instante el mandamiento apareció detrás de ellas.
Galand– ¡a los magos como tú son a los que más odio!– dijo enojado.
Slader se puso delante para defenderlas– ¡Dominación!– dijo su ataque, pero Galand fue superior. Recibió un ataque cortándole el brazo y alejándolo de las mujeres.
Elizabeth– ¡Slader!– le llamó preocupada desde el cubo perfecto de Merlín.
— ¡Merlín!— la llamó, dando a entender lo que quería.
Merlín– ¿Estás segura?– preguntó seria.
— ¡¿Vez que tenemos opciones?!— dijo desesperado.
Merlín– espera– le murmuró– Galand, ¿Qué tal si hacemos un trato?– dijo mostrando al jabalí en su cuello, llamando la atención del mencionado.–solo tengo 10 segundos para pensar en una forma de ganar tiempo y evitar más daños a Camelot– pensó mientras hablaba, pero sintió algo que la dejó helada.
Meliodas– ¡Detente Merlín, no podrás razonar con él!– le advirtió.
Galand– todo lo que dijiste...fue mentira. ¡Soy el mandamiento de la verdad, si dices una mentira en mi presencia, no importa quién seas, serás convertido en piedra! Fueron maldiciones dadas por el rey demonio.– explicó.
Merlín– ¡________!– llamó a la castaña, chasqueó sus dedos antes de ser petrificada por completo.
— ¡Merlín!— llamó ciertamente preocupada a la maga ya hecha de piedra, sintió algo dirigirse hacia ella por los aires, saltó tomando su arma— Irisviel— pensó un poco emocionada— complementense con Irisviel ¡Fuego del purgatorio!— recitó, sus llamas cubrieron el ahora arco de la mujer, ella rápidamente aún en el aire se preparó para lanzar una flecha de fuego.
Galand– ¿Qué es eso?, sentí poder humano en ti– pensó confuso– ¡¿como es que alguien humano tiene poderes de la raza de los demonios?!
Ella lanzó la flecha y después cayó de pie, miró hacia el lugar donde había disparado, pero solo vió las llamas en el suelo— ¿Dónde está ese maldito?— miró a su alrededor buscándolo.
Meliodas se puso detrás de ella y evitó el ataque que Galand le iba a dar– ¡Aléjate _______!– le ordenó.
— ¡pero Meliodas!– le llamó preocupada.
Meliodas– ¡deja de ser tan terca y obedece!– le dijo con el ceño fruncido, su marca estaba activa. Él al verla aún ahí la empujó hasta donde estaban los dos cubos perfectos y Diane.
— ¡Idiota!— pensó preocupada al ver como Galand le cortaba ambos brazos.
Meliodas– no tengo opción– su marca se hizo más grande, la materia oscura pegó sus extremidades. Fue hacia Galand y lo empezó a atacar.
Hawk– ¡Increíble, el poder de Meliodas aumento a 13000!– pensó impresionado.
Elizabeth– es como aquel día en Vaizel– recordó preocupada.– señor Meliodas...
Meliodas– no dejes...que la oscuridad...te...absorba...mantenla bajo control– dijo entre quejidos.
Galand– ¿Qué estás murmurando?– le pregunto molestó, pero recibió un ataque de él– ¿Cómo es posible...?, Tu...dime...¡¿Cómo te rebajaste a este nivel?!– preguntó indignado lanzando su hacha y así atravesandolo.
— ¡¡¡MELIODAS!!!— gritó su nombre preocupada y con las lágrimas bajando por sus mejillas. Se levantó y atacó a Galand con su ahora espada, estaba enojada, pero él tan solo lo bloqueó.— ¡Eres un maldito hijo de perra!– le dijo a su oponente mientras ejercía más presión, estaba pasando sus límites, eso la iba a afectar— no puedes morir Meliodas, no lo hagas por favor, ¡Te lo suplico!— pensó con más lágrimas en sus ojos.
Diane– ¡_______, capitán!– les llamó preocupada.
Arturo estaba asustado y preocupado por Merlín, no pudo evitar que una lágrima bajará por sus mejillas.
Hawk– ¡_______!– la llamó con un río de lágrimas en sus ojos.
Elizabeth– __-_______...– pensó igual de preocupada.
Galand– no puedo creer que aún hay gente que cree que puede con los mandamientos.– tomó a la mujer del cuello fuertemente y la lanzó hacia donde estaba el rubio– dime ¡¿Quién te crees que eres al desafiarme mocosa?!
Ella lo atacó con una gran llamarada, sangre salía de su boca por sobre exigirse— él... él no morirá...— murmuró esperanzada.
Galand– interesante, esto se siente muy cálido, pero, es débil. Veo que en parte eres una demonio, quién diría que un humano estuvo con un demonio.– lanzó su hacha hacia ella, y tal como le pasó al rubio, la atravesó sin piedad. La llamarada se extinguió y la mujer cayó al piso junto a su sangre– ¡Eres una vergüenza para la raza demoníaca, no solo por ser parte humana, sino por tu debilidad!
Hawk– ¡BASTARDO!– le gritó con tristeza.
Galand– ¡Reprendanse en la otra vida por ser tan débiles!– dijo e inmediatamente atacó a Meliodas clavando el hacha en su rostro, a Diane dándole un gran corte en el hombro, a Slader lo atravesó cortando la cabeza de la estatua de Merlín, la cual él protegía y dándole otro corte a _______.
Intentó deshacer el cubo perfecto pero él fue atacado por el hechizo, se retiró dejandolos con vida.
La realeza y el animalito estaban aterrados, no sabían que hacer hasta ver a Gowther llegar de repente y reír como loco.
Lo lamento Meliodas, no pude ayudarte a ti ni a nadie.
Ja...soy tan patética, ni siquiera pude seguir.
Supongo que sí soy una carga para ti.
De verdad lo lamento.
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Hello people's!
¡Un nuevo capítulo terminado!
Uff, espero que les haya gustado de verdad :3.
¡Ah!
Por fis dejen su estrellita, les agradecería muchito bbs.
Pero también muchas gracias por seguir leyendo está historia y por dejar su beios comentarios. ¡Me gusta mucho leerlos jaja!
Bueno, nos leeremos en el siguiente capítulo bbs hermosos!
¡Bye bye!
(Se cuidan)
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