Hola a todos 😊 aquí yo con una pequeña historia muy especial con esta Ship que me encanta, Shu x Fubuki ^^ espero les guste

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01- Nuevo Amigo

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta...

El amor nunca deja de ser...

Sin importar las circunstancias, este no deja de ser.

"Prometo serte fiel... amarte, cuidarte y respetarte, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en los días buenos como en nuestros días malos, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida..."

"Hasta que la muerte nos separe..."

No todas las personas están dispuestas a hacer una cosa así por la persona amada, no todas las personas tienen la convicción de mantenerse firme hasta el final. Y no todas las personas, aman con la misma intensidad como en el primer día.

Sobretodo cuando la enfermedad interviene en la relación haciendo flaquear está y dónde, solo el amor verdadero... lo llega a soportar todo.

Su historia de amor empezó como cualquier otra, si se le puede decir así porque el amor llega de maneras distintas en todas las personas, pero es amor al final... Su relación comenzó en los días de escuela, en los dulces y tiernos años de la infancia.

— ¿De verdad vamos a mudarnos?

— Fubuki ya lo discutimos... a tu padre lo ascendieron.

— Pero...

— Además, sabes que debemos mudarnos porque es lo mejor para ti.

Fubuki Sumie, un pequeño pelirrubio de orbes rubíes vio a su madre con preocupación... la misma preocupación de cualquier niño de ocho años, pues esa era la edad que tenía cuando sus padres le dieron la noticia de una mudanza inesperada a su parecer.

A ningún niño le gusta mudarse a mitad de ciclo escolar dejando su escuela y sus amigos para llegar a un lugar totalmente desconocido.

Volver a empezar en algunos casos es un poco difícil, en especial para un niño que no se le hace fácil relacionarse y ser extrovertido a la primera.

Finalmente el día de la mudanza había llegado a su fin y Fubuki ya estaba instalado en su habitación nueva, tenía todos sus juguetes y libros favoritos, eso era una cosa que lo confortaba.

— El día de mañana es tu nuevo día de escuela.— Sonrió su madre al arroparlo.

— Mamá... no quiero ir a la escuela.— Como es natural, Fubuki tenía un poco de miedo.

— Verás que harás muchos buenos amiguitos.— Lo ánimo la mujer de rubios cabellos como los de él.

Le dio un beso de buenas noches y poco a poco Fubuki se acomodó para dormir, las palabras dichas por su madre no era algo que le animará pero cerro los ojos esperando el día siguiente.

El primer día de clases, ambos padres llevaron al menor a su nueva escuela, era un edificio en tonalidades grises, enorme y en vez de reja una enorme pared de concreto rodeaba el recinto ademas de que tenía cercado eléctrico, por fuera, parecía una prisión... bueno a imaginación de Fubuki eso era y claro que le preocupó más ello.

Entrando noto un ambiente serio, las áreas verdes y los pocos juegos eran muy diferentes a su vieja escuela la cuál estaba aún más llena de color.

Después de darle la bienvenida con el Director, los padres de Fubuki se despidieron de este, y el niño fue a su nuevo salón siguiendo las indicaciones del Director... cómo nadie lo acompañó se sintió aún más cohibido pero finalmente llegó a un salón abarrotado de niños, quienes, jugando a lanzarse bolas de papel y corretear esperándo a su maestra, detuvieron su bulla y vieron al recién llegado.

Teniendo las miradas encima, Fubuki bajo la mirada apenado y entró sin decir nada para sentarse en un lugar vacío al fondo del salón.

Después de ello llegó la maestra, quién después de una hora de clase finalmente noto al recién llegado.

— Niños, el es Fubuki Sumie, su nuevo compañero que se mudó de muy lejos.— Explicó frente al pizarrón teniendo al menor a su lado donde todos los compañeros lo veían.— Tratenlo bien y ayudenlo en lo que no entienda.

Al menos iba a estar al corriente con las clases pues en su vieja escuela su curso iba más o menos al mismo ritmo que en su ahora escuela...

La diferencia era el hacer amigos. Pues durante el recreo nadie le hizo mucho caso, a esa altura del ciclo escolar los grupitos de amigos ya estaban bien formados, y aunque uno que otro le hablo para saber cosas superfluas de su origen, no lo integraron a sus grupos de amistad.

Fubuki comió su almuerzo solo en una banca del patio.

— ¿Te fue bien en clase?.— Su padre sonrió cuando llegó por él a la escuela.

— Si.— Contestó simple.

— ¿Ya hiciste amigos?

— Si.— Mintió.

Los siguientes días eran lo mismo. Casi no hablaba con nadie fuera de las actividades del salón, pero los recreos se lo pasaba solo...

Añoraba a sus viejos amigos.

Así había pasado la primer semana cuando para tomar su lunch se sentó en la banca de siempre.

— ¿Cómo te llamas?

El pequeño pelirrubio volteo a ver a un niño que se había acercado... Tenía la piel blanca, su cabello blanco y sus ojos carmesí, casi al igual que los suyos y era un tanto más alto que él.

— ¿Me hablas a mi?

— Si.— Sonrió amable.— Soy Shu Kurenai ¿cómo te llamas?

— Fubuki Sumie...— Aunque respondió con timidez.— Llegué la semana pasada...

— ¿Te gusta la escuela?

— S-si... es linda...— En realidad no le gustaba.

— Siempre te he visto solo... ¿todavía no haces amigos?

— No.— Eso desánimo al menor.— Creo que no les agrado...

— A mí me agradas.

Eso había sorprendido a Fubuki pero sonrió... Shu se sentó a su lado y partió la mitad de su manzana con las manos y le compartió la mitad.

Ese fue el primer recreo pasándolo juntos, y no fue el último pues Fubuki se daba cuenta que, todos los días Shu estaba en esa banca que se había convertido en su punto de encuentro, ya que Shu era dos años mayor que él y estaba en quinto año.

Era un niño un poco serio pero amable con él... Fubuki ya podía presumir de tener un nuevo amigo en ese lugar desconocido.

La escuela se había vuelto agradable, muy en especial los recreos ya que podía pasar estos junto a Shu, era el momento más esperado del día para el pelirrubio.

El mudarse ya no lo veía del todo tan mal, teniéndolo a él.

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CONTINUARÁ

Aún no dice mucho pero espero les vaya a gustar n.n es un Song-fic inspirado en una canción que más adelante daré detalles de ello.
Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto ❤️😊