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Capítulo 2:
(...)
— Jimin, oye, podemos charlarlo — Me dice retrocediendo poco a poco estirando sus brazos hacia mí para que me mantuviera alejado.
Muevo mi cabeza de un lado a otro haciéndola sonar fuertemente, luego junté mis manos e hice lo mismo, tronar cada uno de mis dedos, largo un suspiro y me acerco a él, a lo que tiende a cerrar los ojos cosa que me saca una sonrisa.
Doy un paso y le susurro.
— Tata abre los ojos — Lo observo sonriente a lo que él suspira y me brinda una sonrisa — Así podrás ver la perfecta forma en la que te degollaré, maldito niño.
Él sólo se toma de la garganta negando.
Mordí mi belfo inferior y salí de la sala, sólo había dejado un pequeño golpe en su cabeza. Hasta que escucho sus pasos acercarse a los míos, a la par que grita mi nombre por toda la institución.
Dios mío, mi amigo era alguien realmente ruidoso, pero que podía hacer así lo quería.
— No puedo creer que acabas de arruinar mis vacaciones — Le comento mientras siento como apoya uno de sus brazos en mis hombros caminando a la par.
Suelta una pequeña carcajada — Llamas "vacaciones" a simplemente estar encerrado y ver animé. Vamos Jimin, es una gran oportunidad que no se da todos los días.
Bueno, tenía que darle un punto a favor, digo, en estos momentos era complejo conseguir trabajo o una pasantía, pero el verdadero problema sería ¿Cómo rayos sostendría dos trabajos a la vez? Ya se me dificultaba hacer las tareas ahora sumarle un nuevo trabajo se me hacía simplemente cansador.
— Bueno, yo me voy por aquí.
Oí la voz de mí amigo que me hizo volver a la realidad. Miré y estábamos sólo a unas cuadras de mi hogar. Asiento con la cabeza y él revuelve mi Cabello rosado.
Se dió media vuelta y comenzó a caminar lentamente, di un bajo suspiro y giré sobre mis talones para ir a mí preciado hogar.
Estuve todo el camino pensando en qué decir para rechazar la oferta. Aunque creo que eso haría que Tae me indague de preguntas. Tomé mí teléfono que sonaba en mi bolsillo izquierdo de mi pantalón y lo pongo en mi oreja.
— ¿Hola? — Siquiera había visto el número por lo que, no sabía de quién se trataba.
Al instante oí una respiración agitada, por lo que comencé a asustarme.
— ¿Hola? — Volví a hablar desesperado, me estaba incomodando.
— ¡Jimin! — Suspiré con cierto desgano, era mi editora.
— Vas a reventarme el tímpano Solar — Le digo.
Cargo nuevamente la mochila sobre mi hombro y vuelvo a caminar escuchándola parlotear sin parar de cosas que poco me importaban en ese momento.
Dí un largo bostezo y miré el cielo azulino, volteé y me encontré una pequeña cafetería, tenía mucho trabajo por hacer quizás un café no me haría tan mal, pensé.
Ingresé al local y me senté en uno de los bancos de afuera que daban vista a un hermoso lago y miles de plantas. Pedí un café cortado y cuando llegó a mí volví a escuchar a Solar.
— ¿Estás ahí? — La había ignorado demasiado tiempo, una gran parte de mí quería cortar el teléfono y dejar el café para ir un rato a mi hogar a dormir, pero sabía que no podía hacerlo — ¡Chim!
Abrí grande mis ojos al igual que mi boca.
— ¡Shhh! — Chité y observé hacia ambos lados viendo si alguien estaba oyendo nuestra conversación — ¿No sabes lo que es el maldito anonimato?
Escucho una leve risa y ruedo los ojos.
— Bueno, ya está bien — Hablo, dejando a un lado mí café — ¿Qué es lo que quieres?
— Necesito algo de acción.
¿A que se refería exactamente? ¿Acción? Luego recordé que la trama del libro era algo cliché y quizás necesitaban algo novedoso.
— Ya lo sé, pero no quiero el típico dos mujeres peleando por un hombre. Es ridículo y muy rebajante en algunas ocasiones.
Suspiro.
— ¿Podríamos hacer algo más de magia en donde yo...
— Espera, espera, espera — Escucho a mi editora — ¿De que rayos estás hablando?
Una mueca de confusión se marca en mí rostro.
— ¿De qué estás hablando tú? — Pregunto y escucho como empieza con una tos fingida.
— ¡Ay Jiminnie! Creo que me lastimé la garganta, hablemos luego — Me dice
— ¡¿Otra vez están apostando sobre mí vida personal?! — Semi grito ganándome miradas extrañadas de todos los que se encontraban en la cafetería.
¿Tan fuerte había gritado?
— ¿Qué dices Jimin? No te oigo bien — Se escuchaba como si hubiera agarrado un papel y lo estuviera frotando contra el micrófono — Hablamos luego, te quiero.
Y sin más cortó. Solté un bufido y caminé en dirección a la puerta totalmente centrado en enviarle mensajes a dicha chica, quien solo me dejaba con las dos líneas azules cosa que me enloquecía.
Cierro los ojos y doy un suspiro nuevamente, dejando mi teléfono dentro de mi bolso, estaba por tirar de la puerta para poder salir, cuando una mano, gran y pálida mano se interpone y me toca.
Al instante volteo para ver quién había sido la persona con la que había juntado manos, comienzo lentamente a analizarlo.
Unos zapatos negros de vestir que brillaban de lo limpios que estaban. Seguía por unos pantalones rectos negros también. Era un traje de dos piezas, llevaba una camisa azul en un tono totalmente oscuro y sobre la misma un elegante saco que se veía hecho a medida totalmente negro y un pequeño detalle en los puños color azul - Sí, combinaba con la camisa apretada que tenía -.
Volví a su mano, unos pocos - solo dos - anillos en sus dedos que parecían de plata pura y para finalizar, un gran reloj Rolex color gris oscuro.
— Oye, niño — Elevé mi mirada al oir una voz grave con tintes frívolos — ¿Ya acabaste de analizarme o debo llamar a las autoridades?
Despego rápidamente mi mano de la suya y las escondo es mi espalda.
Que gran falta de respeto, pienso, pero al elevar por completo mi mirada me quedo paralizado, sin saber que decir.
¿Esto es real? Dije internamente.
(...)
Esto es realllll dije yo
Ay mi meme fav
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