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5. Ligera sensación.

Salí del hospital acompañada de mi padre y mi madre. Como siempre, mama aun me creía una niña pequeña y insistía en acompañarme al hospital desde aquel día donde empezó mi trauma con las rayas. Una vez que terminaron de vendarme la mano, ha mama se le ocurrió la perfecta idea de hacerme una revisión con la ginecóloga, según ella, era para eso, pero en realidad, solo quería hablar un rato con la doctora: Mama de Connor.

Una vez que salí de esa habitación, me sentí completamente violada. Y esperaba que su mama de Connor no le contara muy a fondo lo que paso allí adentro. Odiaba los hospitales, gracias a ellos siempre me llevaba un trauma nuevo.

-Estarás castigada por una semana, Amber.- Comento mi papa mientras conducía. Yo solo me recosté en el asiento trasero luchando por poner una barrera mental para que todo lo que paso hace unos cuantos minutos se me olvidara. Debía admitir que era muy fácil para mi olvidar las cosas, lo practicaba muy seguido con los mandados de mama, pero esto era diferente, muy diferente.

-Y como comienzo de tu castigo, hoy iras a pasar la noche cuidando a los gemelos Josh y Logan, y a la pequeña Amber, claro.

Al escuchar los nombres de mis detestables sobrinos, sentí como el taco que me había invitado Connor para convencerme en ir al partido se subía por mi garganta. Traje pesadamente. Odiaba ir a cuidar niños. No tenía buenas experiencias con ellos, siempre salía lastimada y creo que ya era suficiente por hoy.

Si el puto de Joseph no hubiera pagado a Connor para que me llevara al partido. Y si el puto de Connor no lo hubiera hecho, yo no estaría aquí: Con mi brazo fracturado, mi cuerpo con la "ligera" sensación de haber sido violado y en camino a cuidar a mis sobrinos.

No, no señor. Yo estaría en casa, echada en el suelo de mi habitación con mi laptop en mi barriga, revisando si hay nuevas noticias de Rayita; así no tendría que estar mucho tiempo como maniática buscándola. Ya sería famosa, conocida por todos, con mis estupideces publicadas en todos los periódicos, con Connor como mi esposo y definitivamente en otro país, muy alejada de mi tráumate suegra.

 -Llegamos.-Aviso papa desde adelante. Abrí la puerta del auto perezosa mente y camine hacia la entrada del departamento, toque el timbre para que mi tía Ginna nos abriera. (Era mi prima pero mis padres me obligaron a llamarla tía por la gran diferencia de edad).

Me apoye en ella y cuando Tía Ginna salió, me fui hacia atrás golpeándome la cabeza en el suelo. No me quise mover, mi culo dolía como mierda al igual que mi cabeza y no iba a permitir que me movieran. 

-¡Por Dios, Amber!.-Mi tía trato de moverme pero yo gruñí cuando me toco provocando que se alejara para mirar a mama. Papa me miro enojado, de inmediato cerré los ojos para ignorarlo.

-No pienso conducir al hospital otra vez, hija.-Papa me tomo por los brazos y me jalo hacia arriba para que me levantara. Gruñí otra vez. Entonces opto por arrastrarme hasta la sala.

Una vez que me deposito en la alfombra, los gritos de los gemelos y la pequeña Amber se escucharon por las escaleras, camino hacia la sala. Si, también se llamaba Amber, la tía Ginna tenía un cierto cariño Asia mí, todos mis primos decían que solo era para que no me sienta mal y piense que nadie me quería. Estúpidos, yo era un pan de dios.

Pero para la buena suerte de Tía Ginna -o tal vez mala, si creo que mala- La pequeña Amber había salido exactamente igual que yo, igual que torpe e insoportable. Y por eso la amaba, tanto como me amaba ama misma. Ella es un pan de dios, igual que su tía. En resumen, éramos almas gemelas. Excepto por el motivo de que yo era mas linda, torpe e insoportable, claro. En eso a mí nadie me superaba.  

Abrí los ojos en cuanto sentí a Logan subirse encima mío, me quede sin oxígeno y lo empuje para que se apartara, me senté tratando de recuperar el aire, mientras me abanica con mis manos la cara. Todos los demás reían por mi cara enrojecida, les fulmine con la mirada y me senté a ver tele empujando al otro gemelo,  Josh, del sillón hacia el piso, ganándome el control.

-Amber.-Avirtio mi madre. Le sonreí y volví mi mirada a la televisión.-Bueno nosotras ya nos vamos.

-¿Qué? ¿A dónde?.-Papa sonrió, sabía muy bien que castigo darme.

-Nos vamos a una pequeña reunión. Volveremos tarde, así que cuando regrese quiero verlos a todos durmiendo-.Miro hacia los niños con una ceja levantada y luego volvió la vista hacia mí.-Cuídalos bien.

Voltee a ver a los gemelos y a la pequeña Amber. Sus ojos se iluminaban, estaban tramando algo para mi esta noche. Cuando yo apenas tenía 12 años, me propuse a cuidar a los gemelos, ellos tenían apenas 1 año y me hicieron odiarlos casi igual que a Rayita. Una vez que papa había venido a recogerme, se sorprendió por verme empapada de orín y puré de papas con lo que les había querido alimentar a los bebes. No soportaría eso otra vez.

Antes de que pudiera dar una excusa a mi padre, ya se habían marchado.

-Queremos que nos hagas un licuado, tía Amber.-Mi oído dolió al escucharlos hablar los tres juntos. Por nada del mundo me quedaría a cuidar a estos niños yo sola. Llame a Connor, pero el muy desgraciado no contestaba. Mañana lo volvería a golpear. Tal vez fui yo quien se lo rompió su celular cuando lo golpeaba, o tal vez fue el de Joseph. Definitivamente no me importaba, esos dos se lo merecían.

 Camine hacia la cocina para hacerles el licuado, tarde o temprano se llenarían y dormirían. Una vez que metí todo en la licuadora, la encendí. Los niños entraron y se sentaron en los taburetes de la barra de desayuno, tome asiento a lado de ellos, mientras esperábamos a que el licuado esté listo. El teléfono empezó a sonar, volví a la sala y conteste. Cuando la llamada finalizo decidí poner un poco de música. Conecte mi celular con los parlantes de la radio, abrí la carpeta de música y puse One Direction, subí el volumen al máximo. Después de todo no estaba mi padre para prohibirme hacerlo.

El grito de la pequeña Amber se escuchó a un más fuerte que la música, corrí hacia la cocina. Cuando entre, las paredes estaban empapadas de licuado de frutilla, los gemelos reían mientras lamian sus brazos igual con licuado, y la pequeña Amber me miraba con una cierta sonrisa tosida y con los hombros levantados, sosteniendo en su mano la tapa de la licuadora.

-Ups.-Pronuncio. Conté hasta diez golpeando mi talón contra el suelo. En verdad sentía ganas de abrazarla por ser tan parecida a mí, pero si no fuera porque tenga que por su culpa aquel desastre ,lo habría hecho. Recordé vagamente a mama reñirme la vez que me paso eso. Hay, aquellos tiempos.

-Está bien, cariño. Solo...salgan de aquí y vallan a cambiarse.-Los niños salieron corriendo hacia sus habitaciones. Observe el desastre, no tenía otra opción que limpiar, si mis papas veían todo esto me castigarían, porque después de todo, yo estaba a cargo. Necesitaba que confiaran en mí, que pensaran que yo si podía ser responsable, una tarea muy difícil, pero si no lo hacía, no podría ir a la casa de Sara. Yo nunca me perdía una fiesta de ella, tenía que mostrarme presente y rodeando como un buitre a Connor. 

Tome el trapo del lava bajillas, lo pase encima del mesón, el suelo, las paredes, echándole un poco de agua encima para que no se notara mucho las manchas. Me dolía el brazo, al parecer papa olvido el hecho de que solo tenía un brazo, y me estaban haciendo cargo de 3 desastrosos niños. Lo podría poner como escusa si es que alguno salía lastimado esta noche. Sonreí cuando termine, pero justo antes de me sentara, los niños empezaron a gritar otra vez. 

Subí hacia sus habitaciones, no iba a aguantar todo esto. Cuando entre tuve que sujetarme del marco para no caerme. Todo el cuarto estaba cubierto de pinturas, los cutes de la tía Ginna estaban destapados y esparcidos, Los gemelos saltaban en la cama tratando de alcanzar los ventiladores colgados en el techo, y la pequeña Amber andaba desnuda rayando las paredes.

-Niños.-Grite. Ellos me miraron y se sentaron.

-¿Que quieren que les de para que se queden dormidos?.-Sus miradas otra vez se iluminaron.

-¡Una torta!.-Hablo Logan. Bien, podía hacerlo, era buena pastelera después de todo.

-Ok.

Los niños gritaron emocionados y me siguieron hasta la cocina. Logan subió en mi espalda cuando bajaba las escaleras, sujete a la pequeña con una mano mientras me equilibraba para no caerme con los niños. Josh al ver que no lo alzaba a el también se sujetó de mi pierna a tan solo seis  escalones más antes del suelo, cuando perdí el equilibrio solté a Amber, Logan se bajó rápidamente de mi espalda, y yo rodé por las escaleras hasta que completamente extendida en el piso. Mire a los niños desde abajo, ellos reían mientras corrían hacia mí. Los empuje cuando intentaron encimarse, solo faltaba unas pocas horas y me tendría que ir, podía aguantar un poco más.

Saque lo que necesitaba para mi pastel y empecé. Partí 5 huevos luego los puse en la fuente, hache encima la harina, tome un cucharon después empecé a batir. Hace mucho tiempo que no preparaba pasteles, desde que tenía 11 años, creo, pero si ellos querían que se los haga lo comerían.

-¡Nosotros también queremos hacer pastel!-Tome otra fuente y se las puse cerca de ellos. La música sonaba mientras cocinábamos. Pude haber hecho esto desde un principio y tenerlos tranquilos durante un buen tiempo. Empezaba a tener una cierta ternura por ellos al verlos tan concentrados en preparar pasteles. La pequeña Amber trataba de abrir la bolsa de harina con sus manos y sus dientes, reí por su intento.

-¿Quieres que te ayude, linda?-Me agache para mirarla, ella jalo una vez más y la harina salió esparcida en mi rostro. Estornude provocando que la ensuciara también. Los gemelos reían, Logan saco con su mano un poco de harina y se lo arrojo a Josh, Josh hizo lo mismo. Quite de el alcance la harina de Logan y Josh, ellos empezaron a corretear por la sala junto a baby Amber llorando por haberle manchado con harina.

Me tire en el piso de la cocina. Terminaría el pastel y limpiaría todo esto, antes de que sean las doce. Mi brazo vendado picaba, al igual que mi cuero cabelludo.

Me levante con una mano, recogí la harina esparcida en el piso, luego volví con el pastel. Coloque un poco de chocolate en la cubierta junto con algunos dulces. Después de meterlo en el horno, el timbre sonó. Deje los guantes de cocina en el mesón y fui abrir.

-¿Si?-Un chico sujetando una pizza con un uniforme rojo y una gorra con el logo de una pizza,  me observo con una mueca de asco y una ceja levantada. Había olvidado que mi cara estaba empapada de harina, no  hice caso a su cara torcido y lo seguí mirando.

-Emm...ordenaron una pizza.-Fruncí el ceño.

-No, no lo hicimos.

-Escucha, yo solo recibo ordenes ¿si? Me pidieron una pizza para traerla a esta casa y aquí esta.-Me extendió la pizza. Mire hacia atrás, Logan. Cuando lo observe el estaba mirando la televisión, sus hermanos correteaban con los almuadones en sus manos para tratar de pegarse. 

Volví mi vista al repartidor y se me ocurrió una idea. 

Jale su brazo para que entrara. -¿Quieres tu propina? Bien, la tendrás-Me extendió la mano para que se la entregara.-Pero primero-Levante mi dedo en su cara-Me ayudaras a cuidar a estos niños.

Miro a los niños en la sala, note como sus ojos se abrieron, cuando vio como Logan tiraba los DVD del estante al suelo, Josh se sacaba los pantalones y corría cerca de notros y la pequeña Amber fingía hablar con alguien por el teléfono.

-No, no, no y no. ¡Esos niños están endemoniados!.-Rodé los ojos, si en verdad lo estaban, pero no tenia que decirlo tan exagerado.

Camine hacia los niños junto con el repartidor detrás mio.

-Niños, él es...-Mire hacia él.

-Kevin-aclaro

-El es Kevin y se hará cargo de ustedes.-De pronto la habitación quedo en silencio. Mire a Kevin quien seguía mirando a los niños como si tuvieran dos cabezas.-Empieza por hacerlos dormir, yo traeré la pizza-le dije.

En la cocina busque algunos platos desechable-para que los niños no lo rompan- y unos cuantos cubiertos, con servilleta. Seria precavida, no tenía ganas de seguir limpiando. 

Volví a la sala, Kevin les empezaba a cantar junto con las canciones que sonaban. One way or another se escuchaba, el hacia los pasos de forma chistosa para que los niños rieran. Puse la pizza y el pastel sobre la mesa de centro, Logan fue el primero en darse cuenta, sonrió y corrió para servirse un bocado, después los otros dos lo siguieron. Le hice una seña a Kevin indicándole que estaba subiendo arriba, el asintió y se quedó vigilándolos.

Cuando termine de limpiar todo el desastre, el timbre volvió a tocar. Mis padres habían llegado. Corrí abajo para revisar si los niños seguían despiertos, al entrar en la sala los vi a todos durmiendo como roca en el suelo junto con Kevin en la esquina. Sonreí, ese chico me agradaba, si no fuera por el no estaría viva esta noche. Los tape a cada uno con una manta y fui a abrir la puerta.

-Hola, papa, ¿Qué tal su noche?.-Todos entraron sin decirme nada, más que revisar si había destrozado la casa o incendiado la cocina, excepto la tía Ginna que se detuvo a abrasarme y preguntar por qué tenía tantos moretones en la cara y el otro brazo, y por qué mi cabello estaba con harina; "Fue una noche larga" conteste.

-¡Amber!-Papa llamo desde la sala, camine junto con mi tiahacia él.

-¿Si?

-Estoy sorprendido de que haigas logrado cuidar bien a los niños, pero ¿se puede saber qué hace este repartidor en la casa de tu tía?-Mire a Kevin, aún seguía durmiendo. Me acerque a el y lo desperté rápidamente, lo dirigí hacia la puerta. Volví donde mi Mama.

-Mama, ¿me puedes dar un dólar?-Saco un dólar de su cartera y me lo extendió. Corrí donde Kevin

-Ten, gracias por todo.-Cerré la puerta y camine a la sala otra vez.

-¿Ya nos podemos ir?

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Espero que les haiga gustado, mi imaginacion volo con este capitulo xD

Voten y Comenten su parte favorita! :Dx

PD: Quiero agradecer a@somebodytoknow, siempre me da buenas ideas!! :Dx Te amoo, cielo! :3

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