Hoy era el día del viaje para descubrir a Rayita. Por alguna razón tenía el presentimiento de que las cosas no terminarían bien, bueno para mí nunca termina bien, pero esta vez si lo sentía en los huesos. Todos, absolutamente todos los seres humanos imaginan, presienten y concluyen pensamientos sin contar con todos los elementos de juicio necesarios para llegar a dicha conclusión. En términos generales, en este campo la psicología considera a los presentimientos como una sensación de aprehensión emocional o afectiva de un acontecimiento futuro. ¿Qué? Les dije que sería una excelente psicóloga.

Mama me conto que su "Tic" de ella en esas ocasiones es su mano que empieza a temblar y no quiere moverse.  Me dijo: Tal vez ese también sea tu "tic", cariño. Tu mano te lo dirá.

Sí, claro. Cuando yo este caminando por el lugar equivocado, mi mano me empezará a dar cachetadas para darme la "señal" hasta que yo le obedezca. Como toda la Amber sumisa que soy, nótese el sarcasmo.

Termine de guardar todas mis maletas en el maletero del auto de Joseph, que técnicamente era de su millonario padre. No entendía el por qué del trabajo de Joseph ¡y como mesero!. Su familia poseía el porcentaje más alto de dinero en toda la ciudad, tenían mansiones esparcidas por diferentes lugares del mundo. Pero a pesar de todo esto, Joseph, el risueño chico francés que está enamorado de mí desde séptimo grado, nunca dejo que todo aquello lo prohíba ser tan humilde y sencillo como es. Entonces esa era la respuesta a la maldita ecuación que se creó en mi mente: Joseph quería luchar por sus propios méritos. "¡A la mierda el dinero!" Frase dicha por él, odiada por Blake.

-¡Blake, termina de despedirte de tus mascotas y sube de una jodida vez al auto!-Mi grito de endemoniada pareció asustar a Joseph quien aún no termino de revisar el auto y se golpeó con el capo.

-Amor...-Gruño entre dientes refregándose la zona adolorida.

Lo ignore observando a mi hermano saliendo por la puerta de mi casa con un gran sombrero negro con una pequeña patita saliendo descubierta por su frente, y su campera con un bulto adentro, dos orejas y una patita sobresalientes. (IMAGEN 1 PUEDEN VERLA AL COMIENZO DEL CAP O SI ESTAN EN COMPUTADORA EN MUTILMEDIA A LA IZQUIERDA AH.)

Estrelle la palma de mi mano contra mi cara-Dime que es una broma.

-¿Qué cosa?-Miró a todos lados fingiendo inocencia. -No sé de qué me estás hablando, Enana.

Joseph volvió a golpearse con el capo cuando un "Oing" se escuchó de la panza de Blake. Dio un pequeño saltito sobresaltada. ¿Fue como un llamado a tu especie? Pregunto mi conciencia que solo aparecía para burlarse de mí.  

El cerdo Amber callo de cuatro patas del estúpido escondite que le creo su amo. Corrió asustado por el golpe, mi corazón dejo de latir con la imagen del auto que venía a toda velocidad junto con mi animal siendo atropellado. Pero volvió a latir al ver a Connor rescatándolo. ¡Mi héroe rescatador de cerdos!. Trote hacia él como toda una bella damisela, tropecé con una roca, golpee mi mentón con la acera-a unos pocos centímetros del pasto, vaya suerte que tengo-, Blake reprimió una risa y volví a levantarme cogiendo como la cucaracha sin la patita de atrás.

-¡Oh, Connor! ¡Salvaste a mi tocaya!-Lo rodee con mis brazos su cintura, la mascota volvió a los brazos del amo de mierda que tenía.

-¿A tu qué?

-Larga historia...

Una mano me alejo de mi amigo. Le sonreí a Joseph lista para entrar al coche. Solo faltaban Antonella, Sara y Maximiliano que al final se hizo muy buen amigo de los chicos después de perseguirme por mi falda subida mostrando al completo descubierto mi preciada tanga de Bob Esponjar, la más sexy que tenía. Aquel día tuve que subir lo más alto que pude mi orgullo sabiendo que Connor me vio el trasero y no intento escabullirse conmigo en el aula de computación para hacer cosas perversas que pasaban por mi mente. Oh, Christian...digo Connor dame látigo.

Kevin y el Gordis-salvador se colaron por medio de Blake. Una vez que todos nos subimos al auto, con los dos animales ocultos en nuestros pies para que Joseph no los echará. ¡No podía dejar a mi tocaya solo con mis padres, ¿Qué tal si cuando vuelvo solo será "Tocino, Amber"? I-na-cep-ta-ble. Los recogimos...jejejeje los re-cogimos. Ya enserio, tengo que superar esa palabra.  Nos estacionamos en la esquina de la calle, sorprendentemente todos entramos, con la consecuencia de que lograba sentir la llanta en mi trasero, una mano en mis tetas, mi pie en la cara de Kevin y el otro en la de Gordis. La maldición de los que llegan tarde, sentir el olor de mis pies.

El viaje duraba aproximadamente una hora, durante los primeros diez minutos empecé a hiperventilar con  la mala sensación carcomiéndome por dentro. Se sentía como destino final, bueno no tan así pero un poquito parecido. Joseph se detuvo cuando el semáforo cambio a rojo, con mi cara aplastada contra la ventana, vi a una señora anciana batiendo unas latas de soda-Primera señal de que se parecía a la película-. Grite golpeando a todos para que me dejaran salir, esto si se parecía a destino final, solo faltaba el camión con los troncos de árbol. Mis ojos se fijaron en el que apareció a nuestro lado-Segunda señal-.

-¡SAQUENME DE AQUÍ! ¡SOY DEMASIADO HERMOSA Y JOVEN PARA MORIR!

-¿Qué te sucede, Amor? Tranquilízate.

-¡Todos moriremos! Pero primero mueren las perras...-pensé recordando la película.-¡Oh, Sara, lo siento mucho!

-¿Qué?-Su chillona voz se escuchó desde el asiento de atrás. La extrañare, bueno en realidad no. ¡Connor es mío!

-Te acaba de decir que eres una perra.-Le ayudo Antonella a que su cerebro asimile mi indirecta.

-Ah...¡Hey!

La ignore batiendo mis manos contra mi cara, no podía respirar, algo malo pasaría. Maximiliano me paso una botella de agua, trague todo el líquido que tenía en un abrir y cerrar de ojos. Trate de evitar imaginarme como sería mi muerte, seguramente yo sería la del velorio final, eso es lo que pasa en la película. La primera que tiene el pensamiento, la última en morir. ¡Yupi! Viviré unas horas más. Ahora tengo que hacer lo que mi lista imaginaria de cosas para hacer antes de morir decía. La primera, besar a Connor.

Intente moverme de mi rara posición, fue en vano. Hice pucheros, tendrá que ser después. La segunda, matar a Rayita. Obviamente no estaba aquí, otra. La tercera, dejar de ser virgen. ¡Connor está muy lejos y no puedo tener sexo con el frente a mis amigos! ¡Mierda yo quería aprender el Kama Sutra!

-¿Ya te encuentras bien?-Joseph volvió a acelerar. Medite. Nada malo paso, de hecho decirle a Sara perra indirectamente fue una alegría.

-Sip, ya estoy mejor.

-¿Qué fue eso entonces?-Pregunto Kevin con la boca contra la plantilla de mis converse.

-Ah, ya sabes, cosas de la vida.-Me encogí de hombros.-Uno se altera un poco así como así.

-¿Eso es un poco para ti?-Maximiliano sonaba sorprendido. Tal vez parecía una foca endemoniada pero no era para tanto. Pobre, ya empezaría a convivir con la torpe Amber. Dios, guárdalo en tus brazos, no permitas que este chico con cara de virgen-se le notaba, clarito. ¿A mí también? ¡Mierda!-caiga en el lado oscuro de mi mala suerte. Amen.

-Veras, creí que pasaría lo mismo que la película Destino final 2.

-¿Eres idiota o te haces?-Cuestiono Sara.

Mmm...¿Ser o no ser? Esa es la cuestión. Ya me habían hecho esta pregunta antes pero nunca recordaba cual respuesta era la correcta. Si decía que era idiota todos se reirían de mí. Si decía que me hacía idiota técnicamente no lo era pero estaba haciéndome. Aclare mi garganta, levante el mentón y con orgullo por mi lógica respondí: -Me hago.

Todos estallaron en carcajadas. ¿Y ahora qué? Si yo lo dije que me estaba haciendo idio...¡Aaah! Puff que idiota soy-, digo ¡cómo voy a decir eso! No hice caso a mis mejillas sonrojadas por mi propia estupidez. Me reí con ellos tanto que lagrime.

Pero el mal presentimiento seguía ahí. ¡DESTINO FINAL 3!

N/A: Perdón por el retraso. ¿Se notó que volví al colegio? XD

Tratare de subir más seguido,¡ tengo que terminar la novela ya! Espero que les haya gustado el capítulo. No se olviden de votar y comentar.

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