16. Loco Plan.
-Necesito un plan.-Termine de comerme las uñas de la mano derecha así que empecé con la izquierda. Mis pies no dejaron de moverse por cada extremo de la habitación chocando en momentos con las piernas extendidas de Durazna en el piso, sus pequeños gatitos dormían encima de su panza. Pare un momento para pasarle la comida que deje en mi escritorio para ella, empezó a lamer la leche del vasito blanco y volví con mi paseo.
-¿Para encontrar a Rayita?-Cuestiono Antonella moviendo su pierna de nuevo para que el cerdo Amber dejara de cogérsela.-Cerdo pervertido- le regaño al animal.
Negué con la cabeza.-No estoy pensando en eso ahora. Quiero poner a Connor en prueba, estoy demasiado confundida con su confesión. ¿Crees que sea verdad?
-La mentira más grande que la de que este cerdo es gay.
Pare un momento para mirarla, luego a mi tocaya-¿Tú crees?
-Sí, mi amor por ti es más grande que el del cerdo a coger piernas.
-Anto...
-De acuerdo. Dime tu plan.
Mordí la uña de mi dedo meñique. Necesitaba ponerlo celoso, si lo lograba tal vez el haría algo a cambio y comprobaría si su confesión era cierta o no. Además, le demostraría que yo no soy juguete de nadie. No señor, Amber Campbell no tiene dueño. Tengo todo el derecho a salir con quien yo quiera sin tener que preocuparme lo él piense. Amber no se dejara dominar. No hablo por el cerdo, me refiero a mí.
Me preguntaba si Connor de verdad estaba saliendo con Sara, después de lo que sucedió hace unas horas, ya no sabía que pensar. Si lo estaba o no igual tendría que hacer algo para apartarla del camino y poner en marcha mi plan.
¿Cuál plan? Ni idea, pero tenía que tener la opción A y B.
-Tienes que coquetear con Sara
-¡¿Esta loca?! Bueno, si estás loca, y eso me gusta. Rawr.-Me tiro un beso con la mano.
Puse los ojos en blanco-Anto...
-¡No pienso acercarme a esa zorra!
-¿Por qué? Si eres lesbiana.
-Hey, cariño, seré lesbiana pero tengo dignidad.
-¿Por favor?-Junte mis cejas hacia arriba tomando la ternura de una niña pequeña.
Antonella se encogió de hombros.-Adiós dignidad.-suspiro con desdén.
PLAN A:
Tape mi rostro con el periódico nuevo del día lunes, repase con mis ojos las letras gigantes de la primera plana tratando de hacerme la desinteresada con lo que pasaba a mí alrededor. El mesero de la cafetería en la que me encontraba, me trajo el Capuchino que había pedido junto con dos donals.
-¿Desea algo más señorita?-Sostuve el periódico más fuerte contra mi rostro. Reconocía ese acento. Se suponía que Connor tendría que llegar en cualquier momento y verme con el chico que se suponía que era "mi cita", Joseph dijo que consiguió trabajo pero nunca menciono en qué lugar. Tendría que mandar un mensaje a Antonella para decir que aborte la misión antes de que Sara apareciera e hiciera todo un espectáculo frente a Jospeh.
Levante el dedo índice de mi mano derecha sin dejar de sujetar el papel, lo moví a los lados en forma de negación.
-¿Se encuentra bien señorita?-Joseph intento sacarme el periódico de mis manos pero me aleje subiendo mi pulgar.
-¿Es la primera vez que viene aquí? ¿Ya probo estas Donal's? ¡Son deliciosas, ya vera!
Levante otra vez mi pulgar, baje la mano izquierda para buscar alguna y metérmela a la boca antes de que el me quite mi escondite para comprobar como estoy. Tantee con mis dedos la mesa sentí algo redondo y metí mi mano, pero fue el lugar equivocado. Salte de mi asiento soltando un grito mientras acunaba mis dedos quemados con el café delante de mi pecho.
-¿Amor?
Contuve las lágrimas de mis ojos observando mis zapatillas, metí mis tres dedos con sabor a Capuchino en la boca tratando de que el dolor calmara. La campana de la puerta sonó, los dos nos giramos para ver quién era. Cuando el gordo de la esquina apareció solté un suspiro agradecida de que aún no sea tarde para cancelar el plan.
-¡Dios mío! ¿Querida, estas bien?-El gordito se acercó hasta mi lado acunando mi rostro entre sus manos con una expresión de preocupación en sus ojos. Mire a todos lados con los dedos aun en la boca, todas las personas de la cafetería nos observaban, algunos divertidos por la escena.
La campana de la puerta volvió a sonar. -¡¿Dónde está mi perfecta cita?!
Saque la mano de mi boca y me la pegue contra mi rostro, ya era tarde. Hice una mueca al sentir mi saliva mojándome la mejilla y la frente. Joseph cogió una servilleta para acercármela reprimiendo la risa con los labios apretados. El gordis se la arrebato dirigiéndole una mirada amenazante, sonrió con ternura pasándomela por mi rostro limpiándome.
-¿Tú eres Amber?-Mire por encima del gordito. Asentí reconociéndolo inmediatamente, el vago recuerdo de el en la puerta de la casa de mi tía con su uniforme de repartidor de pizza, vino a mí. Blake me informo que el chico que preparo para salir conmigo era un buen amigo de él, dijo que era un rubio, modelo. Su pelo castaño alborotado me desconformo más que la panza que le sobresaltaba de la camisa. Yo quería salir con un rubio. Pero Joseph estaba descartado por ahora.- ¿Tú eres mi cita?
-Eso parece...
-¡¿Me estas engañando?!-Preguntaron al uniso Joseph con Gordis. Mi cita, del cual ya había olvidado su nombre desde la última vez. Se sentó al frente de mi asiento probando de mi comida. Estaba por responder pero Connor y Sara entraron riendo sin inmutarse del desastre. Luego Antonella apareció guiñándome el ojo.
¿Qué podía salir mal? Me volví a mi puesto, evite la mirada de los dos chicos observándome con tristeza por mi "infidelidad". Su jefe de Joseph llamo para que hiciera otra orden, el gordito se lo siguió para comprar un pastel de chocolate. El silbido de mi amiga se escuchó desde la mesa de al frente, justo al lado de la de Connor. Empezó la función.
-¿Cómo te llamas?-le susurre a mi cita.
-Kevin ¿Lo olvidas?
Le dedique la sonrisa más coqueta que pude hacer, apoye mis codos en la mesa para acercarme más hacia su rostro. Kevin me siguió el juego. Beso mi mejilla sujetando mis manos entre las suyas, por el robillo del ojo vi a Connor mirándonos con el puño apretados y los nudillos blancos.
Roce su nariz con la mía sintiendo su aliento a menta. No planeaba llevar la situación más lejos que esto, ni siquiera lo conocía pero aun así me parecía atractivo. Kevin jalo de mi cuello, la protesta que hice se volvió interrumpida por sus labios sobre los míos.
-¡Lo mato!-Connor se levantó de su asiento haciendo fuerza por el brazo de Sara que lo retenía. Antonella al darse cuenta que ella estaba estorbando, se acercó para distraerla. Pensé que cuando yo se lo pedí no iba a hacerlo, pero si lo hizo. La beso. Los brazos de Sara soltaron a Connor para posicionarse en los hombros de Anto y apartarla.
Mientras que yo seguía con los labios pegados a los de Kevin, mirando con los ojos abiertos lo que acababa de suceder.
-¡Me acaba de besar una lesbiana! ¡Qué asco! ¡Se me va a contagiar!
-¿Las perras también son contagiosas, Sara? ¡Espero que no o me arrepentiré!
Kevin fue jalado contra la pared, sus ojos atemorizados ante el puño de Connor frente de él. Blake entro por la puerta. Abrió los brazos hacia arriba con una sonrisa triunfante, primero miro a las dos rubias escupiendo al piso y limpiándose la lengua. Luego miro a su amigo acorralado con Connor a punto de matarlo.
-¿Qué está pasando aquí?
-¡Este hijo de puta beso a Amber!.-Apretó su agarre contra el cuello de Kevin.
-¿Besaste a mi hermana? ¡Ese no era el trato!
-¿Qué trato?-El brazo de Connor se aflojo mirándome a mí, después a Blake, finalmente a Kevin.
-¿Trataste de ponerme celoso Amber?
Solté una risita nerviosa, la sangre acumulada en mi rostro me hizo bajar la mirada avergonzada de que mi plan no haya salido de la manera que yo quería. La puerta de la cafetería se abrió, mire a mi salvador.
-¡Gordis, voy contigo!
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