Cerré los ojos dejándome estar en los brazos de Connor, mis labios entreabiertos picaban por la nueva sensación descubierta, nadie me había besado de esa manera. Pero no era la clase de beso que hubiera deseado.

Tenía miedo que esto llegara a pasar, pensé que yo sería la culpable de que nuestra amistad y confianza se desvaneciera tan rápido y no saber la manera de cómo arreglarlo. Al final fue el quien tuvo la culpa.

****

Fue a los ocho años que juramos ser amigos de por vida. Cuando estaba acostada sobre mi estómago, con una venda enrollada en mi trasero, en la camilla del hospital. El pequeño rostro de Connor se asomó por las cortinas, era un niño tímido y curioso. Yo lo observaba desde mi posición limpiando con la manga de mi chaqueta mi nariz.

-Mi perro Odie lo siente mucho, él no quería hacerte daño.

Su voz firme me confirmo que detrás de la puerta  se encontraba su madre asegurándose de que su hijo se disculpara conmigo, y si lo cumplía yo le diría a mis padres que dejen ir a su mascota de la perrera.

-Pues aun así lo hiso, me duele el culo. 

Mi replica parecía tomarle desprevenido por el plan que pensó, empezó a mover tanto sus dedos que llegue a pensar que se los rompería.

-¿Mamá?-Desapareció unos segundos por la cortina, se escuchaban murmullos afuera junto con algunos pasos rápidos.

Connor volvió a entrar con las manos detrás de su espalda.-Ten.

Mire lo que sostenía en sus pequeñas manos

-No me gustan las flores

-Oh, ya sabía.-Voto la rosa en el basurero.

Saco su otra mano que aún seguía ocultada, sostuvo una revista de comics delante de mí.  

-Es nueva-aclaro-Puedo quedarme a acompañarte mientras pintamos algunos dibujos en blanco juntos hasta que te recuperes.

-¿Pasaras tus vacaciones conmigo en el hospital?

Se encogió de hombros-Mamá dice que hay que hacer amigos. Soy Connor

-Amber.-Asentí ignorando su mano extendida.

-Sí, lo dice en tu trasero.-Gire la cabeza sobre mi hombro encontrándome con mi nombre escrito en grandes letras negros con marcador, sobre la venda, donde mi hermano Blake resalto.

Le quite  la revista poniéndola junto a mi almohada para hojearla.

-Ah, e hice un discurso para el nuevo amigo que haga, pero ya que eres una niña le cambiare la parte de "orinar detrás de los arbustos".

Puse los ojos en blanco. Connor saco un pedazo de papel del bolsillo trasero de su pantalón.  Aclaro su garganta y puso una mano en su corazón como señal de una promesa.

-Querida amiga, desde hoy siempre estaremos juntos, no te preocupes, que yo siempre estaré a tu lado. Jugaremos, pasearemos, conoceremos cosas nuevas y nos divertiremos. Te apoyare y querré siempre.

Sé que estoy diciendo mucho "siempre" lo que significa que seremos inmortales, infinitos.- Guardo el papel en su lugar.- ¿Y qué tal?

Seque las lágrimas de mi cara, con mano libre jale a Connor hacia mí para abrazarlo tan fuerte como pude.

-¡No respiro!

-Cállate Connor.

****

Tal vez no era justo que le echara toda la culpa, de todas formas fui un grano en su trasero durante demasiado tiempo.

Repase otra vez sus palabras después del beso. Mía. Realmente me asusto escucharle decir eso, podía sentirse el enfado y autoridad que mantenía su voz. Entonces recordé que solo era su amiga para él, ¿Me quería o me amaba? ¿Yo lo hacía? Los zapatos de Joseph eran visibles desde mi escondite en el cuello de Connor, pero ahora ese lugar ya no se sentía tan seguro como antes lo era. Levante mi cabeza para poder explicar o yo misma entender lo que acababa de suceder. Aleje mi anatomía de la suya, perdiendo el calor que su cuerpo me estaba dando, los brazos de Connor dudaron en dejarme ir pero finalmente cedieron al notar como mis lágrimas empezaban a salir de nuevo. Me sentía humillada frente a la mirada extraña de Joseph.

-¿Por qué hiciste eso?

Los tres volteamos hacia la voz temblorosa de Antonella que se venía acercando mientras acomodaba su bufanda apartando sus mechones rubios que el viento soplaba contra su rostro. Detrás de ella esta Blake, mis padres deberían seguir adentro.

-Acabo de confesarle mis sentimientos.-Se le dibujo una sonrisa en los labios con una mirada de orgullo.- ¿Por qué todos me miran como si hubiera hecho algo malo?

Afloje mi ceño fruncido esperanzada de que lo mal interprete todo. O tal vez todos lo mal interpretamos ya que ninguno compartía su felicidad, ni siquiera yo.

-¿Tenías que besarla delante mío?

-Necesitaba aclararte de que ella no es para ti.-Se encogió de hombros, paso un brazo alrededor de mi cintura acercándome a su rostro para plantar un beso en la comisura de mis labios. Tenía razón.

Cuando un puño fue chocada contra su rostro me aleje de Connor para acusar a Joseph, pero no fue el quien lo golpeo, sino su prima. Sujete su espalda antes de que callera al piso, Blake me ayudo con Antonella. Sus nudillos estaban rojos y manchados con un poco de sangre de la nariz de Connor. Utilice el pañuelo que mi papá me regalo para limpiarle el rostro, lleve una de sus manos ahí para que él lo sostenga.

-¿Cómo puedes burlarte de esa forma de ella? ¡Amber no va a aceptar toda tu mierda Connor!

-Anto, deja que ellos arreglen sus problemas.-Blake trato de tranquilizarla haciendo esfuerzo por los pies de ella que empujaban hacia adelante tratando de zafarse.

-Amber, eso no es lo que yo quería. Yo solo trataba de...

-¿Qué rayos pasa contigo?

Camine lejos de él, de marcha hacia atrás. Necesitaba estar sola, volver a tranquilizarme y olvidar todo esto para no sentirme tan sucia y humillada como lo hacía ahora. Le di una mirada a Joseph, seguía manteniendo el enojo en su rostro, observo un momento a Connor haciendo una mueca mientras se limpiaba el rostro.

-¿Amor?-Avanzo unos pasos hasta mí.

-Ahora no, Joseph.-Dibuje una sonrisa forzada en mis labios, no quería que se sintiera culpable de algo.- ¿Antonella?

Le tome desprevenida al elegir estar con ella después de todo este lio, después de todo ella era mi única amiga que tenía y podía considerar confiable. Daba gracias a Dios por tener a alguien que me defienda como lo hacia ella por mí.

-¿Si?-su voz enfurecida fue cambiada por una tímida.

-¿Me acompañas a mi casa...por favor?

-Claro.

-¿Amigos de por vida?-No deje de caminar con el brazo de mi leal amiga alrededor del mío. Sus palabras me afectaron aunque intente ocultarlo. Mire de reojo mi manilla que tenía aquella promesa grabada en la plataforma de plata. Se escuchó un pequeño "Click" de ella cuando lo afloje dejando que caiga al suelo.

-Cállate Connor.

LEAN LA NOTA PERRAS con amor ah con amor:

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