Tome una almohada de la cama y se la lance a Joseph.

-Por décima vez, Joseph ¡No se puede violar con las bubis!

Gritamos al uniso yo, Connor y –la muy zorra, pero inteligentes en algunas muy lejanas ocasiones-Sara. Todos nos encontrábamos sentados alrededor de Connor. Como era fin de semana y le dieron de alta, pero el aún tenía que recuperarse, decidimos visitarlo para no dejarlo solo en la soledad de su habitación. Después del incidente en la piscina, el papá de Connor y su hermanito menor, Will, aun no superaban la noticia-falsa-que yo les había dado, prefirieron no acercarse mucho a él por ser “Gay”.

Rodé los ojos. El estúpido de Connor le conto todo lo sucedido en el hospital a Blake y a Joseph, y a causa de eso empezó la estúpida charla sobre si las mujeres pueden violar a los hombres. Una pregunta estúpida que se le ocurrió a mi hermano, como éramos tres contra dos, Joseph opto por llamar a Antonella quien al parecer milagrosamente logro despertar del horrible golpe que le di en la cabeza con lo que sea que era el aparato que estaba alado de la camilla. Los doctores nos informaron que ella se encontraba bien a comparación de su primo quien tenía más moretes en los brazos por culpa de ella.

Antonella se encontraba a mi lado sujetándome de un brazo, podía sentir el sonido de su nariz al aspirar el aroma de mi perfume. Al parecer no le importaba a que equipo apoyar, simplemente se quedaba mirándome. Me pregunte si tenía algún moco en mi cara, no dejaba de estornudar, después de salir del hospital se me pego un resfriado, así que tal vez una de las razones seria que al estornudar un moco se halla quedado en mi cara. Pase mi mano por mi nariz, mi mejilla, mi mentón; nada. Solté un suspiro aliviada de que esa no sea por eso, pero entonces ¿Que tenía en la cara? ¿Un grano? No, claro que no. Si fuera un grano Blake gritaría a los cuatro vientos: ¡UNO, DOS, TRES POR AMBER DETRAS DE SU GRANO!

Me voltee hacia Joseph que me observaba igual que Antonella. ¡¿DIOS, QUE TENIA EN LA CARA?! Le fruncí el ceño esperando que entendiera que me incomodaba, pero a cambio me regalo una sonrisa mostrando sus perfectos dientes blancos, con el color verde de su polo, sus ojos parecían iluminarse. Su pelo castaño estaba desordenado, cuando lo llame para que venga a visitar a Connor el me pregunto si yo estaría ahí, le dije lo estúpido que era por preguntar algo que es más que obvio, mencionando las palabras tan poco adecuadas para mi vocabulario, ósea; la hija de un pastor. Al final de todo dije que sí, y el cedió. Se notaba que había salido tan apresurado de su casa que no se preocupó por arreglase. No es que se veía mal tampoco, de hecho lo hacía más atractivo.

Sí, siempre fui consciente de que Joseph era mucho más guapo que Connor. Las chicas del instituto que no lograban estar con Joseph se tenían que conformar con mi pobre amigo, pero tampoco lo lograban conquistar. Todo este lio por dos razones y la culpa solo de una persona: Yo.

1-Yo le gustaba -solo Dios sabe porque- a Joseph. Lo que significaba que él las rechazaba y venia corriendo a mis brazos, claramente acababa con la cara plantada en el piso ya que yo no estaba interesada.

2-Si no les funcionaban con la primera opción, tampoco les serviría con la segunda, ya que Connor era mío y solo mío. 

Después de un buen tiempo mirando a Joseph, el me guiño un ojo. Hice una mueca para cambiarlo con el suspiro que estaba por salir de mi boca. Aun que me costaba admitirlo, amaba el hecho de que el este enamorado de mí, siempre parecía preocuparse si yo estaba bien en el colegio, cuando me molestaban él llegaba a mi auxilio. Por alguna razón no quería que acabara. No es que me gustara, claro. Joseph no me gusto ni me gustara nunca.

-¿Por qué me miras tanto, Amor?-Pregunto otra vez utilizando su sonrisa presumida. Era guapo y él estaba muy consciente de ello.

Todos en la habitación se quedaron callados observando la escena. Mis mejillas ardían, me encanta…digo, detestaba que me llame “Amor”. Sonaba tan malditamente dulce y suave al salir de sus labios. Mire a Connor, él estaba frunciendo el ceño hacia Joseph, igual que Antonella. Blake a cambio lo observaba algo orgulloso, sabía perfectamente por qué. Mi maldito hermano solo era un interesado, planeaba que me casara con Joseph para que él le dejase vivir en nuestra mansión, mientras yo buscaba junto con mi nuevo esposo a Rayi...¡Esperen! ¡Yo me voy a casar con Connor!

-Tú, cara de culo. ¡Deja de mirar así a MI chica o te cortare las bolas!-Grito Antonella, su dedo apuntaba a la cara de culo…digo, a Joseph. El reprimió una riza, sus labios pegados pero curveados por el esfuerzo.- ¡Hablo en serio! ¡Te cortare las bolas porque a mí ni me sirven!

Y le creí. Ella era lesbiana, apostaría cualquier cosa a que era capaz de eso.

-Te quiero proponer algo, amor.-Me respondió el a mi ignorando por completo la amenaza de Antonella. Sin embargo yo logre notar la tensión de su cuerpo. Cuando una lesbiana te amenazaba era completamente aterrador.-Estoy seguro de que me besaras por lo feliz que te hare.

Levante una ceja inmediatamente interesada.-Habla, no creo que resulte, pero Amber te escucha.-Sonreí.

-No estará interesada.-Di un salto al escuchar la voz de Connor, me estaba olvidando que estábamos aquí para entretenerlo a él, no a negociar con el baboso de Joseph. Sara le giño un ojo, apretó su mano acercándose para tumbarse a un lado de su cama.

Maldita zorra. Su mano estaba en la pierna de Connor, y a él no parecía importarle, de hecho me miro y dejo su mano sobre la de ella. ¿Qué significaba todo esto? ¿Acaso Connor estaba saliendo con Sara?

Me quede sin aliento cuando entrelazaron los dedos. Enrojecí furiosa, mi amigo me miraba desafiante. Parecía enojado. Connor estaba acostumbrado a que mi atención sea absolutamente para él, como siempre. En esta tarde, por alguna razón dejo de ser así. Yo solo me quedaba a observar a Joseph. ¿Eso lo enfadaba? ¿Por eso me quería poner celosa con la zorra de Sara? La misma chica que me desgracio la vida. La que fue mi primer amiga. La que me quito a mi propia hermana.

Ahora yo estaba enojada, ¿por qué no utilizo a Antonella? Ah no, ella es su prima y es lesbiana. Si bueno, tenía sentido. Pero igual estaba enojada.

-Lo estará-dijo Joseph-a comparación tuya, yo siempre la apoye.-Connor levanto las cejas, se veía sorprendido por la acusación. Yo sabía que tenía razón. Joseph me defendió de las burlas que recibía en el colegio, mi –ahora supuesto- amigo solo se marchaba o quedaba en silencio mientras yo trataba de ocultar mi rostro con mi pelo.

–Te ayudare a buscar a Rayita, amor.-me dijo.-Iremos a una casa que tengo cerca de Malibu, dicen que ella va por ahí a veces, podemos quedarnos un poco para vigilar.-Se encogió de hombros, Mis ojos estaban brillando con una sonrisa, eso lo hizo sonreír a él también.-Sera divertido, pueden venir todos.

-Eso es ridículo.-Bufo Connor interrumpiendo lo demás que estaba por decir.-Ella no existe.

Me gire para encararlo. Ahora creía absolutamente en lo que dijo Joseph. No me apoyaba, tal vez era estúpido, pero los amigos se acompañan en todo ¿verdad?. Estaba cansada de que él me quiera cambiar. Aquel día que me llevo a la fuerza al estadio, trataba de que consiguiera novio, seguramente pensaba que así lo dejaría en paz. Por fin se desasiría de mí, ya no soportaría mis estupideces, mi torpeza, los golpes que le daba, los problemas en lo que lo metía.

Se lo puedo hacer más fácil.  

-Eso no es ridículo para mí, yo solo quiero…

-¡Hasta Blake cree que lo es!-Me interrumpió.

Mi hermano levanto la vista de las bubis de Antonella, aún seguía creyendo que tendría oportunidad con ella. En las noches se arrodillaba al final de su cama para orar diciendo: “Viejo, no te conozco. No se lo largo que debe ser tu barba, porque…tienes barba ¿no? Y supongo por lo grande que dicen que eres, que el pelo de tu barba es más largo que el de mis partes ¿verdad? En fin, solo quiero pedirte de que hagas a Antonella bisexual, así me podrá querer a mí y a mi hermana. Bueno, solo era eso. Gracias por escuchar, viejo. Y más vale que lo hayas hecho porque me estoy jodiendo del sueño. Ok, amen. Ah y consíguele a Amber un novio, aunque no lo crean yo me preocupo por ella. Amen.” Pero no necesitaba un novio. Maldito Blake, solo quiere que mi novio le de dinero para cerveza y lo mantenga como el vago que es.

-¿Qué? ¡Eso no es cierto! De hecho yo le ayude a crear nuestra organización OMAR, y también cree el lema.-Miro a todos con cierto brillo en los ojos.-Es la mejor idea que…

-No, no lo es.-lo corto Sara.-Creo que Connor tiene razón.

-¡Pues yo no!-Mire el rostro de quien creía que era mi amigo. Siempre confié en el y hasta llegue a amarlo. Sus cejas estaban hacia abajo, los ojos azules que siempre creía que me miraban con cariño, estaban oscurecidos, inexpresivos.-No me importa lo que tu creas-le dije-yo igual seguiré…

-Eres una estúpida.-Las palabras salieron tan de pronto que no pude ocultar la sorpresa en mi rostro.-Torpe y estúpida ¡Creíste que yo podría amarte!

Ese fue un golpe bajo. La habitación se quedó en silencio, solo nuestras miradas mantenían la tensión en el ambiente. Si, pensé que tal vez el me querría, pero mis sentimientos siempre fueron algo muy personal para mí. No me gustaba compartirlo, tampoco lo tenía hacia cualquier persona. Connor lo dijo de una manera tan atropellada, no tuvo que pensárselo dos veces, se encontraba consciente de lo que sentía y lo hizo público. Lastimándome.

Una lagrima resbalo por mi mejilla. Sentí una cálida mano limpiarla. Joseph estaba parado a mi lado, no me di cuenta en que rato cruzo la habitación para venir hasta mí, pero realmente se lo agradecí.

Tome su mano, le di un pequeño apretón para que entendiera lo que quería decir con aquel gesto, el asintió.

-Me tengo que ir.-Hable, por el robillo del ojo observe a Connor, esta vez preocupado.-Preguntare a mi padre si podré ir contigo, Joseph. Espero que ustedes vayan.-les di una sonrisa forzada.

Me voltee con Joseph sujetando mi mano, lista para irme.

-Amber, perdón. Yo no…

-Adiós, Connor.-Lo corte y Salí.

Ya frente a la puerta de mi casa me gire. Joseph me dedico una cálida sonrisa, dio un paso al frente cortando la distancia. Por un momento creí que me besaría, lo estaba por odiar, se aprovecharía de mi sensibilidad. Pero en vez de eso me dio un abrazo. Lo apreté con mis manos en su cuello.

-¿Tú crees que soy estúpida?-Pregunte.

-Yo admiro tu Fe, Amber.-Se separó de mi para mirarme-No creo que Rayita exista sabes…

Asentí bajando la cabeza.

-Pero quiero ayudarte, quiero acompañarte en esta aventura-Sonrió como un niño pequeño.-Todo contigo es divertido, amor.

Reí sin saber realmente por qué.-Gracias, Joseph.

Tomo mi mejilla, levanto mi mentón y dejo un beso en mi frente.

-De nada-susurro.

Abrí la puerta, moví la mano como despedida y entre.

Me ayudaría, él quería ayudarme. Por qué le parecía divertido estar conmigo. Le gustaba. Estuve equivocada, no todos creían que era estúpida, no pude apartar ese gran sentimiento que se pasó por mi cuerpo. Fue como…¿un pedo atorado? Sí, creo que así se sentía. ¡Y ESPEREN! Revise mi cara con mi mano, la pase por todos lados. Dios mío, no puede ser…¡JOSEPH NO ME ESCUPIO! ¡Yo sabía que mi tío, el dentista que le recomendé, solucionaría su problema!

¡Me siento tan orgullosa! 

N/A: ¡Perdón por tárdame! Creo que siempre digo lo mismo xde

Espero que les guste el cap. Aunque estuvo muy trise, lose.

Les comento que estoy subiendo una nueva novela que se llama “¡Zorra, no te lo lleves!” Es de humor y estoy segura que les gustara mucho.

POR SI SIGUEN PREGUNTANDOSE SI VOY A DEJAR LA NOVELA, LES RESPONDO: NUNCA.

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Y TAMBIEN EH VISTO QUE CREEN QUE SOY DE PERÚ-COSTA RICA-ESPAÑA-CHILE-ETC. NO, YO SOY DE BOLIVIA, ASI QUE ¡SALUDOS!♥

Antes de despedirme les quiero agradecer por todo su apoyo, son mis mejores lectoras. Las quiero un montón, nunca lo olviden.

 Adios, nos vemos con un nuevo capítulo el fin de semana :)X

Besos xx