La exploración de Gudako y su equipo por Wonderland resultó ser un recorrido tanto desconcertante como revelador. A cada paso, el extraño reino parecía ofrecer un nuevo enigma, criaturas únicas y un ambiente que desafiaba las leyes del sentido común.

En un claro rodeado de hongos gigantes y árboles de colores pastel, encontraron a una mamono con una sonrisa traviesa y una presencia imponente. Tenía un sombrero extravagante de tonos verdes y dorados, que parecía brillar con una luz propia. Su atuendo, compuesto por volantes y telas de seda, combinaba perfectamente con su sombrero, y su aire desenfadado dejaba claro que no era una amenaza inmediata, aunque su mirada tenía algo que sugería peligro bajo la superficie.

"Bienvenidos a mi rincón del bosque," dijo con una voz cantarina. "¿Qué les trae por aquí, pequeños exploradores?"

Mashu, manteniendo la compostura, le respondió educadamente: "Estamos solo explorando, pero me pregunto... ¿ese sombrero es parte de su naturaleza, o tiene algo especial?"

La mamono se rió alegremente. "¡Oh, este sombrero! Es único, claro está. Si alguna mujer lo usa, su esencia será imbuida con el mío, y se convertirá en una de las mías. Pero si un hombre intenta ponérselo, no pasa nada; solo será un sombrero ordinario."

Gudako, alzando una ceja, murmuró: "Entonces básicamente un hongo parasitario disfrazado de sombrero. Genial."

La mamono inclinó la cabeza con una sonrisa. "¡Qué observadora! Pero no se preocupen. No tengo intención de convertir a nadie por la fuerza... hoy." Luego se despidió con una reverencia teatral antes de desaparecer entre los árboles.

Más adelante, llegaron a un camino bordeado por arbustos perfectamente recortados en forma de corazones. Allí, se toparon con un grupo de mamonos que llevaban armaduras brillantes adornadas con símbolos de corazones. Sus cascos estaban decorados con plumas rojas y negras, y portaban lanzas que brillaban con magia. Aunque al principio parecían cartas de una baraja gigantesca, al acercarse era evidente que eran humanoides, con rostros hermosos y una presencia marcial sorprendente.

"Ellas deben ser los soldados de la Reina de Corazones," susurró Mashu.

Saphirette, que había estado observando atentamente, explicó: "Correcto. La Reina de Corazones gobierna este reino como representante directa de la Reina Mamono. Es una de sus tantas hijas y tiene un control absoluto aquí. Estas guardias son su élite personal."

Gudako se cruzó de brazos. "Interesante. Entonces, si queremos llegar al corazón de Wonderland, tendremos que enfrentarnos a ellas tarde o temprano."

Por el momento, las guardias no mostraron señales de hostilidad, solo observaban al grupo con una atención calculada. Tal vez era una advertencia de que sus movimientos estaban siendo vigilados.

Conforme continuaron su camino, el ambiente comenzó a volverse aún más extraño. Los colores del cielo cambiaban con cada paso, y el tiempo parecía transcurrir de manera diferente. A pesar de los desafíos, Gudako no podía evitar sentirse intrigada. Wonderland estaba repleto de secretos, y la oportunidad de enfrentarse a una hija de la Reina Mamono añadía un nuevo nivel de emoción.

"Senpai," dijo Mashu, mirando a su alrededor. "Este lugar... no es como los otros reinos mamono. Es como si estuviera vivo."

"Lo está," respondió Gudako con una sonrisa. "Y eso lo hace aún más divertido. Sigamos adelante. Quiero ver qué más tiene para ofrecernos este extraño mundo."

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fin de capitulo.