Capitulo Unico
-Mo máááás rápido... voy a terminar... nnnghh-
La voz jadeante de He Tian era una caricia en sus oídos, y el sentirlo contraerse a su alrededor le puso los pelos de punta.
-No pares- suplicó nuevamente el pelinegro moviendo las caderas en su encuentro, aquellos movimientos feroces le quitaban el aliento, iba a terminar, iba a venirse en su interior...
La alarma del despertador lo devolvió bruscamente a la realidad, su erección punzaba y vagos recuerdos de lo que había estado soñando taladraban su conciencia
-Menuda mierda-maldijo en voz alta cuando noto que aquella erección iba en serio, la sentía contraerse por la falta de contacto y comenzó a estimularse tratando de no rememorar lo que había estado soñando, pero fue inevitable, imaginarse a He Tian para desfogarse se había vuelto odiosamente recurrente, las fantasías eran en su mayoría una sucesión de imágenes inconexas donde a veces él llevaba el control, en otras era él quien se dejaba penetrar, pero invariablemente y aunque tratara de evitarlo el rostro de Tian siempre era el protagonista de sus deseos, lo imaginaba sudoroso y jadeante, como ya lo había visto en las ocasiones en las que no se atrevían a culminar el encuentro...¿Qué pasaría si..? Aquella pregunta sin respuesta siempre lo excitaba y mientras se venía tratando de retener el semen entre sus dedos se preguntó así mismo cuanto más podría resistir...
-¡Adivina quién soy!-
Mo ni siquiera tuvo que pensarlo, solo una persona sobre la tierra se atrevería a ponerle las manos encima con tanta confianza, eso y el inconfundible aroma de la colonia que usaba hicieron que no tuviera dudas respecto a quién se trataba
-Joder no puedes dejar de molestarme ¿Qué coño haces aquí?-se quejó, empujándolo con el codo para imponer distancia
Tian sonrió de forma juguetona, aquella sonrisa que siempre lo había descolocado
-El vuelo no se retrasó y tampoco hay tráfico, ¿Está mal que venga por ti al trabajo?-se quejó- Sabías que volvía hoy, pensé que iríamos a cenar a tu casa-
-Lo sé, pero esperaba verte allá-
-Bueno me adelante qué más da-
Mo suspiro tratando de no perder los estribos, no es que Tian no estuviera acostumbrado a sus arrebatos y desplantes, lo que realmente lo ponía nervioso era la idea de subir al auto con él. Estar juntos en un espacio tan reducido cuando llevaba toda la semana fantaseando con él no le hacía la más mínima gracia.
-Espérame afuera-le ordenó
-Sí señor-respondió de nuevo en el mismo tono irreverente y juguetón que siempre le ponía los pelos de punta
Afortunadamente para Mo el trayecto en auto ocurrió sin contratiempos, Tian estaba demasiado concentrado manejando como para darse cuenta de lo tenso que se encontraba, sabía que no tenía escapatoria, tenía que ponerle fin a la sensación incómoda que tenía en el estómago desde que el moreno apareció.
-¿Cuál es el menú?-pregunto He Tian curioso al entrar al pequeño departamento donde se alojaba
-Estofado de carne-
-Como en los viejos tiempos-
Mo trato de contener un suspiro mientras comenzaba a cocinar, recordar los "viejos tiempos" a los que He Tian se refería lo ponían aún más nervioso, recordar la época cuando eran más jóvenes y no podían estar en la misma habitación sin golpearse o insultarse le provocaba sentimientos encontrados; si lo analizaba, la forma en la que su relación había evolucionado le parecía irreal, los pensamientos libidinosos que bombardeaban su cabeza eran la clara muestra de cuando habían avanzado, si su yo del pasado supiera lo que ahora imaginaba seguro se propinaría así mismo una paliza...
-¿Estás bien?-le cuestiono Tian una vez que hubieron terminado de cenar
-¿Por qué lo dices?-
-Estuviste muy callado ¿Pasa algo?-
Mo no pudo evitar que su mirada se encontrara con la de He Tian, el moreno tenía un gesto serio, sus cejas ligeramente fruncidas evidenciaban su preocupación, Mo no pudo evitarlo y lo recorrió con la mirada, posando su vista más tiempo de lo necesario en sus delgados labios que se curvaron en una ligera sonrisa -¿Por qué carajos tiene que ser tan atractivo?- se quejó internamente tratando de disimular las horribles ganas que tenía de besarlo, pero como siempre He Tian se le adelantó, rodeo la mesa y antes de que pudiera reaccionar ya estaban comiéndose a besos
-Si era esto lo que querías por qué no solo lo pediste- le cuestiono el pelinegro entre besos
-Cierra la boca-exigió el pelirrojo uniendo de nuevo sus bocas con tal de no seguir escuchándolo hablar.
Se dirigieron a la cama a trompicones sin despegar ni un segundo sus bocas, cayeron juntos en el lecho que crujió por tener que soportar el peso de ambos cuerpos. Aquel ruido le permitió a Mo un instante de lucidez, y a su mente acudió el recuerdo de la primera vez que se besaron, aquella tarde cuando Tian le dijo que se marchaba al extranjero y que no se verían por un tiempo, el recuerdo de cómo se le fue encima para besarlo aún lo avergonzaba pero fue gracias a esa iniciativa que ahora estaban ahí, intercambiando caricias y besos
-Te eche de menos-reconoció Tian quitándole la camiseta para poder acariciarle la espalda desnuda
-No te dije que cerraras la boca-contraataco tratando de no dejarse llevar y reconocer que también lo había extrañado, que no había podido dejar de pensar él ni un segundo.
Prefirió ocupar sus pensamientos en desfogarse, era más fácil dejarse llevar por el placer de la entrega física que profundizar en sus sentimientos, así que sin ceremonias desabrocho con prisa la camisa y los pantalones de Tian quitándoselos bruscamente para hacer después lo mismo con los suyos. Cuando ambas erecciones estuvieron libres las tomo con una mano para estimularlas al mismo tiempo.
-Nghhh aaaahh maas despacio-le jadeo He Tian al oído poniéndole los cabellos de punta, sus gemidos roncos le nublaban el juicio, hacían que sus caderas temblaran aunque aborrecía reconocerlo.
-No me digas que estás a punto-trato de bromear para contrarrestar su propia excitación
-Sabes cómo me pones-reconoció el pelinegro sin rodeos besándole el cuello y el pecho con rudeza, la suficiente como para dejarle una marca y provocarle ligeros espasmos-¿Quien está a punto ahora?-se burló al sentir el líquido pre semen que se escapaba de la erección del pelirrojo
-No juegas limpio, cabron-se quejó Mo jadeando, dejando que ahora fuese Tian el que tomará las erecciones para continuar estimulandolos, odiaba la sonrisa de suficiencia que He Tian tenía en el rostro, pero poco podía hacer para contenerse, en cuanto Tian comenzó a mover las caderas en su encuentro perdió por completo el juicio, la manera en que el moreno estimulaba con brusquedad ambas erecciones sin dejar de besarlo lo dejaban sin la oportunidad de oponer resistencia, lo único en lo que podía pensar era en que quería más, necesitaba más de aquella embriagante sensación, pero no se atrevía a ir más allá. La simple idea de dejar que He Tian lo penetrara disparaba todas sus alertas, el pelinegro siempre había sido brusco, no se contenía a la hora de tocarlo, morderlo, sus besos siempre le dejaban marca y aunque aquella rudeza lo excitaba era la misma la que lo hacía dudar respecto a entregarse, y lo hacía dudar también respecto a imponerse físicamente sobre Tian para tener el control, aquello podía tener consecuencias desastrosas.
Hasta ahora sus encuentros se limitaban a eso, manoseos mutuos en igualdad de condiciones, era una experiencia placentera y estimulante pero había dejado de ser suficiente
-Voy aaahh-la advertencia de Tian acompañada del mordisco en su hombro lo regresaron a la realidad, sentir aquel líquido caliente alrededor de su erección provocó que su orgasmo llegará inevitablemente, aumentando la sensación de calor. Se quedaron juntos recostados en el lecho, jadeando.
-Quiero hacerlo-soltó He Tian de pronto aun con la respiración algo agitada
-¿Hacer el que?-
-Hacerlo todo-completó el pelinegro- Sabes a lo que me refiero-
De nuevo Mo no pudo evitar su mirada, las pupilas de Tian seguían dilatadas, acusando aun al orgasmo, su pecho subía y bajaba agitado, el olor de su colonia se había intensificado debido al sudor y Mo sintió un escalofrió porque dentro de él podía reconocer que no había visto nunca antes algo tan erótico.
-No sé, a veces eres demasiado brusco-se quejó señalando su pecho donde tenía varias marcas de besos y mordidas-Seguro que dolerá-término de argumentar porque realmente era aquello lo que le preocupaba, confiaba en Tian, y no quería que por un encuentro sexual doloroso toda esa confianza que con los años habían labrado se fuera a la basura, que ocurriría si era desagradable, si a mitad del acto quería parar, seria He Tian capaz de controlarse, capaz de dejarlo estar a pesar de ya haber iniciado
-En serio crees que te lastimaría-
Mo alzó los hombros tratando de tener todo el tacto posible, tacto que tal vez no ocupaba para hablar de otros temas, pero él también le había dado tantas vueltas en su cabeza al asunto, sabía que debía ser sincero-¿Qué hay si es doloroso? ¿Te detendrás? Siquiera sabes cómo hacerlo-
-¿Crees que tú lo harías mejor?-contraataco He Tian sin inmutarse
-Por supuesto que lo haría-aseguró altivo
-Entonces hazlo-
Mo no supo qué decir, lo que menos esperaba era aquella respuesta, en verdad Tian estaba dándole permiso de hacer eso
-¿De qué hablas?-
-No quieres hacerlo por qué crees que voy a lastimarte, lo cual a estas alturas me parece una tontería, pero vale no voy a presionarte, pero no significa que no puedas hacérmelo tú a mí, a diferencia de ti sé que no vas a lastimarme, al menos no a propósito, si eso es lo que te detiene pues adelante tienes permiso de ser "la cuchara grande"- se parafraseo en referencia a aquella navidad cuando le regalase aquel paquete de condones que hasta la fecha no habían usado
-Entonces que dices pequeño Mo-insistio He Tian cuando el silencio se prolongó-¿Lo hacemos?-
-¿Ahora?-aquella era una situación completamente inesperada y Mo no se sentía listo para aquello, había dicho que podía hacerlo mejor solo por fanfarronear pero la realidad es que no tenía ni idea de que debía hacer.
-Me gustaría, pero creo que ninguno de los dos vino preparado-He Tian suspiro atrayéndolo hacia sí-Te parece si lo hacemos la próxima vez que esté aquí, debo irme mañana a primera hora pero estaré de vuelta el fin de semana-
-De acuerdo- accedió el pelirrojo, no quería quedar en evidencia respecto a que no tenía ni idea de como proceder, así que el hecho de que He Tian quisiera esperar le proporcionó una ventaja que no pensaba desaprovechar.
-Bien, te parece si voy por ti al trabajo, cenamos algo fuera y vamos a mi departamento después, la cama es más grande, vendra mejor-
-Si, te esperare- accedió nuevamente tratando de que las imágenes que se paseaban por su cabeza no desencadenaran una nueva erección
-Tengo demasiado sueño como para conducir ¿Puedo quedarme?-
Mo lo dudo solo unos segundos, eran contadas las veces en las que habían dormido juntos, casi siempre obligados por las circunstancias y siempre que lo hacían se sentía terriblemente incómodo, por eso lo evitaba, pero le bastó con evaluar el rostro de Tian para darse cuenta de que no había segundas intenciones en su petición, las ojeras bajo sus ojos y su mirada perdida denotaban que estaba realmente agotado y aunque hubiese preferido no compartir su cama para también descansar en condiciones se sabía incapaz de dejarlo marchar
-Pontelos y apaga la luz-le ordenó entregandole su ropa interior y buscando la propia entre las sábanas...
-¡Que mierda! pense que seria mas barato- se quejo internamente el pelirrojo frente a aquel escaparate de la sex shop a la que había entrado con la finalidad de comprar lo que creyó necesitaría para su encuentro con He Tian el fin de semana, el pelinegro se había ofrecido a conseguir lo necesario pero Mo se negó rotundamente a cederle la responsabilidad, y ahora se debatía internamente respecto a si valía la pena o no comprar el lubricante más grande y hacer lo que había planeado aunque se saliera de su presupuesto o conformarse con una o dos monodosis solo para el fin de semana -¡Maldición!-se quejó de nuevo internamente mientras pagaba y se iba del lugar antes de arrepentirse.
Llegó a su casa cuando anochecía y después de cenar se recostó en la cama con las cosas que había comprado abrazadas al pecho
-Ok, relajate todo va a estar bien-se dijo a sí mismo quitándose la ropa, tenía que experimentar cómo era aquello, por primera vez desde que fue consciente de que era un hombre quien le atraía se dispuso a hacer algo que había evitado, si quería que todo saliera bien con He Tian tenía primero que probarlo en sí mismo, siendo ambos hombres esperaba no hubiera mucha diferencia y que esa pequeña autoexploración lo llevará a poder llevar a cabo su tarea de la mejor manera.
Se recostó con las piernas abiertas, acariciandose las ingles y los testículos, su miembro no tardo en reaccionar y comenzó a estimularse suavemente
-Ok. ahora esto- abrió uno de los paquetes de condones que habia comprado, se lo colocó cubriendo uno de sus dedos y lo unto con un poco de lubricante
Se mordió el labio aun con el pensamiento de que aquello era una locura, pero una vez mas se dejo llevar y comenzó a pasear sus dedos lubricados alrededor de su entrada
Suspiro ligeramente aliviado, la sensación era placentera, más de lo que en un principio imagino y mientras se atrevia a presionar mas y mas sus dedos contra sí mismo su erección comenzó a punzar en respuesta así que con su mano desocupada continuo procurando placer por partida doble
-¡Joder!-la sensación viscosa del lubricante era extraña, pero ya había logrado colar un dedo en su interior sin tener el menor resquicio de dolor, por el contrario los espasmos que sacudían su cuerpo lo incitaban a continuar, así que con brusquedad y contradiciendo a sus propios miedos introdujo un segundo dedo con la intención de llegar aún más profundo y descubrir donde estaba aquel punto dulce que pretendia estimular
-Nhh... carajo!!- se mordió el labio cuando por fin logró su objetivo, aquella sensación lo desbordó por completo y tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no terminar nada más haberlo encontrado, jamas habia sentido algo tan intenso, era como una corriente eléctrica que recorriera todo su cuerpo mandando oleadas de placer que eran difíciles de describir, había perdido por completo el control y sus dos manos se movían a un ritmo desenfrenado y completamente descordinado, era tanto el placer que poco le importó el ligero ardor que la brusquedad con la que se penetraba le provocó, cuando su orgasmo llegó fue tan intenso que sintió como se le nublaba la vista y como su cuerpo entero se sacudía de placer.
Se quedó recostado jadeando, incapaz de normalizar su respiración después de tener sensaciones tan intensas, retiró lentamente los dedos de su interior y no le sorprendió que el preservativo estuviera manchado ligeramente de sangre
-Seras imbecil-se reprendió a sí mismo pues se había provocado a sí mismo lo que supuestamente tanto había estado evitando, no podía perder el control de esa manera en su encuentro con He Tian, por muy fuertes que fueran las sensaciones tenía que controlarse, si hacía sangrar a He Tian nunca podría perdonarse a sí mismo...
El fin de semana llegó antes de que Mo se diera cuenta, pero ahí estaba, subiendo junto con el pelinegro a su lujoso departamento después de haber cenado en el primer lugar que encontraron, estaba nervioso pero no iba a dejar que Tian lo notara.
Para su fortuna una vez que cruzaron la puerta Tian se le fue encima besándolo con voracidad
-Estuve pensando en esto toda la semana-confesó el pelinegro entre besos
-Pervertido-lo acusó Mo, que nunca iba a reconocer que el tampoco había podido pensar en otra cosa
-¿Compraste todo?-
-En mi mochila-
Mo se apresuró a tomar la iniciativa de extraer el lubricante y los condones de entre sus pertenencias, no quería que He Tian se diera cuenta que los había usado e hiciera preguntas incómodas
Se encaminaron juntos a la habitación dejándose caer una vez más con brusquedad sobre la cama
-Ahora sí pequeño Mo, soy todo tuyo- He Tian se recostó en la cama cuan largo era, la sonrisa juguetona que partía su rostro era más de lo que Mo podía soportar así que no lo hizo esperar y se colocó rápidamente entre sus piernas, clavandole el principio de erección que le había provocado con ese simple gesto
-¿Es esto lo que quieres?-pregunto el pelirrojo con la voz ronca por el deseo, no pretendía que la pregunta fuese tan erotica, solo queria estar seguro de que el pelinegro no se arrepentía de haber accedido a aquello
-Si, es lo que quiero-no había resquicio de duda en la voz de TIan, y la forma en la que le enredó las piernas en la cadera era más que una confirmación
No pararon de besarse por un buen rato, quitandose la ropa lentamente, fue hasta que estuvieron solo en ropa interior que Mo se atrevió a hacer su siguiente movimiento
-Trata de no moverte de acuerdo-solicitó el pelirrojo bajando de la boca al pecho de Tian repartiendo más besos
-Será difícil, pero lo intentaré-respondió el pelinegro aun con esa sonrisa traviesa en el rostro
La realidad es que He Tian no podía creer lo que estaba pasando, desde que había conocido a Mo jamás pensó que podía llegar tan lejos con el, sugerirle que fuese él quien lo penetrara había sido meramente una broma para molestarlo pero ahora estaba ahí, apunto de ser desvirgado por él y sin embargo la idea no le desagradaba en lo absoluto, los sentimientos que tenía por Mo eran tan intensos, solo quería sentirlo cerca, quería que terminaran de derribar los muros que aun existían entre ellos y aunque tal vez no era la mejor manera, la fusión de sus cuerpos era para él una señal más que clara de que sus sentimientos eran correspondidos.
Se dejó hacer mientras Mo bajaba cada vez más
-¿En serio vas a hacerlo?-cuestionó sorprendido cuando Mo tomo su miembro y lo acercó a su boca
-Cierra la boca joder-se quejo el pelirojo tratando de ocultar su sonrojo, habia perdido la cuenta de las veces que He Tian le habia practicado sexo oral a el, pero era la primera vez que Mo lo haria, sin ceremonias introdujo el pene erecto de Tian en su boca succionandolo suavemente
-Joder... ngghhhh-TIan trataba de quedarse quieto, lo cual era demasiado complicado, una vez se encontraba desbordado por la situacion, ¡¡Mo en verdad se la estaba chupando!! ni siquiera podía evaluar si lo hacía bien o mal, la sola imagen de él entre sus piernas era lo suficientemente excitante como para provocarlo y hacerlo perder el control
Mo sonrió en su interior al ver el gesto desencajado por el placer del pelinegro, para su sorpresa estaba disfrutando la experiencia más de lo que imagino, lamentándose por haberse negado así mismo el placer de hacerselo por tanto tiempo, sin embargo no era momento de pensar en eso. Tomo el lubricante aplicandolo en la entrada de Tian y en sus dedos y poco a poco comenzó a presionar con su pulgar, disfrutando de cómo el cuerpo de Tian reaccionaba a ello, como su entrada se contraia, su erección punzaba y aunque pretendía tomarlo con calma no dudó en llevar el pene de Tian aún más profundo en su garganta y aprovechar aquello para introducir suavemente su dedo índice
-¿Duele?-cuestionó al ver que He Tian se cubría el rostro con las manos
-En lo absoluto, por favor no pares-
Mo sonrió con autosuficiencia, quién hubiera imaginado que era capaz de tener al "demonio He Tian" en su cama suplicando por más, la idea de ponerlo a gatas lo tento, clavarle la cara en la almohada mientras lo penetraba se le antojaba bastante, pero por otro lado no quería perderse ninguna de sus expresiones así que prefirió continuar en esa posición.
Tian por su parte estaba perdido, había comenzado a mover la pelvis para entrar aún más profundamente en la garganta del pelirrojo, era tanto el placer que este le procuraba que apenas si podía concentrarse en la sensación de los ahora dos dedos que invadian su interior, trató de concentrarse en el movimiento de aquellos dedos que entraban y salían de su interior, despacio pero sin darle tregua, lo sentía abrirse suavemente dentro de el, dilatandole, la sensación era extraña pero no desagradable y justo cuando creyó acostumbrarse Mo los introdujo un poco mas tocando por primera vez su punto P.
-Espera voy aaaahh..- el placer que lo inundó fue como una corriente eléctrica que lo obligó a enderezarse, tomo a Mo de los cabellos alejandolo de su bajo vientre.
-¿Te lastime?-pregunto el pelirrojo alterado por la interrupción
-No que va, pero por que no lo metes de una vez-
-De acuerdo-
Mo no se hizo del rogar, se puso de pie a orillas de la cama atrayendo a He Tian hacia sí, obligando a enroscarle las piernas en la cadera, se unto mas lubricante y acercó su erección a la entrada de He Tian provocando que este arqueara la espalda cuando empezó a empujar la punta. Mo se inclinó, recargando los puños sobre la cama a fin de alcanzar su rostro y poder besarle y He Tian se concentró en aquel beso con tal de relajarse y facilitar la penetración
Una vez que estuvo completamente dentro Mo no contuvo el gruñido que escapó de su garganta, la calidez del interior de He Tian quemaba, era mucho mejor de lo que había fantaseado y tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para no dejarse llevar
-¿Dolió?-alcanzó a preguntar antes de que fuera el mismo He Tian quien comenzará a mover las caderas en su encuentro
-Me gusta mas de lo que me duele-reconoció el pelinegro volviendo a apoderarse de su boca y abrazándose a su cuello atrayéndolo todo lo posible hacia él
La boca de He Tian bajo de su boca a su cuello donde comenzó a repartir besos intensos a los que creía estar acostumbrado pero que ahora venía acompañados de las contracciones de su cuerpo, contracciones que lo obligaban a apretar la quijada tratando de retrasar su orgasmo, movió las caderas y apoyó su peso en una mano para con la otra masajear el miembro de Tian con la esperanza de hacer que terminaran juntos.
Para su sorpresa He Tian fue más allá y mientras continuaba embistiendole las caderas el pelinegro lubrico uno de sus dedos paseandolo entre su nalgas
-¿Puedo?-preguntó presionando suavemente su entrada y Mo recordó la sensación placentera que había experimentado en su autoexploración, así que asintió concentrándose en el bombeo de sus caderas para relajarse
-Ahh....ngghh, no puedo más-reconoció el pelirrojo cuya piel estaba perlada de sudor, había recargado la rodilla en la cama pues sus pantorrillas le temblaban por el esfuerzo, no sabia que era más placentero, su miembro entrando y saliendo de Tian o el sentir su dedo profanando su interior,se sentía sucio, un completo pervertido que se había dejado llevar por el hombre sobre la cama, pero le daba igual, su cuerpo estaba siendo por completo estimulado, su verga siendo exprimida por el interior de Tian, aquel dedo travieso que le arrancaba sonoros gruñidos que se pedían en la boca del moreno pues no habían parado de besarse, una idea cruzó fugazmente por su cabeza, ¿Que se sentiría tenerlo dentro? Pensar aquello era peligroso y más con lo excitado que se encontraba, la idea de pedirle a He Tian que en una segunda ronda fuese él quien lo penetrara se le antojó demasiado.
-Hazlo adentro- fue todo lo que salió de la boca de Tian antes de volver a succionar su pecho y su cuello, el pelinegro se sentía realmente en las nubes, la forma en la que Mo se movía era desquiciante, el como no había dejado de atender su erección y el que le permitiera penetrarlo, aunque fuese con sus dedos era más de lo que alguna vez fantaseo.
Mo no podía dejar de jadear, no quería parar, estaba disfrutándolo tanto, pero estaba al límite y el dedo de Tian presionando su interior no lo ayudaba en nada en sus intenciones de prolongar el encuentro así que se dejó llevar por aquella sensación mareante que desbordaba su interior.
Su orgasmo llegó, haciéndolo estremecer de pies a cabeza, el líquido caliente que sintió en su mano fue un alivio pues Tian había terminado junto con el, continuo jadeando un buen rato, tratando de recuperarse pero su cuerpo seguía contrayéndose de placer, tenía la boca seca y la vista nublada
-¿Puedes sacarlo, incomoda un poco-le pidio He Tian bajando las piernas a sus costados
-Claro, disculpa-
Mo se retiró lentamente, afortunadamente no había rastro alguno de sangre y suspiro aliviado dejándose caer sobre el pelinegro que lo abrazó y le acarició la espalda tratando también de controlar su respiración.
-Hazmelo tu a mi- dijo Mo de la nada cuando logró normalizar su respiración
-¿Perdón?-
He Tian no podía creer lo que oía, en serio Mo iba a permitir que lo penetrara
-Eres sordo o qué carajos no voy a repetirlo, y mas te vale hacerlo antes de que se me baje el calentón-
-Ok ok lo que tu digas-
Tian se incorporó arrastrando a Mo consigo para que el pelirrojo quedara incoado y el sentado entre sus piernas
-Me gustas, en serio me gustas mucho-
Aquella inesperada confesión hizo que el corazón de Mo se acelerará aún más, no es como que Tian no se lo hubiese dicho antes pero tenerlo tan cerca, haberlo tenido tan vulnerable hicieron que todo en su interior se removiera, quería corresponder, quería decirle que también le gustaba, que no solo le gustaba, que lo quería, más de lo que nunca imaginó que podía querer a alguien, pero las palabras no salieron, las sentía como un nudo en su garganta que lo asfixiaba y lo único que atinó a hacer fue apoderarse de los labios ajenos para volcar en un beso todo lo que no se atrevía a decir
-Alguien por aquí está de ánimos otra vez-dijo He Tian de modo burlón mientras comenzaban a acariciar el principio de erección que el beso le había provocado
-Tu también lo estás-jadeo Mo en respuesta sintiendo como la erección ajena se frotaba contra sus glúteos
-Entonces pequeño Mo-le cuestionó He sin perder la sonrisa a pesar de que su confesión una vez más no había sido correspondida-¿Estás listo?- aquella pregunta vino acompañada de un tirón, que obligó a Mo a sostenerse en los hombros de He. El pelinegro le sobaba los glúteos con ímpetu paseado peligrosamente sus dedos entre sus nalgas, provocandole espasmos, su erección embestía el duro abdomen de He provocandole sensaciones que hasta el momento no había experimentado
-Maldita sea sólo hazlo de una vez-se quejo, odiaba que He Tian pudiera provocar todas esas reacciones en el, odiaba que pudiera hacerle perder el control
-No seas impaciente, solo déjate llevar- mientras decía aquello Tian introdujo de un solo empujón su dedo haciendo que Mo arqueara la espalda y se aferrara aún con más fuerza a sus hombros
-¿Qué tal se siente? - cuestionó el pelinegro juguetón mientras comenzaba a hacer pequeños círculos en su interior para dilatarlo
-¿Qué mierda de pregunta es esa?-se quejo Mo entre jadeos, como podía pensar Tian que iba a ser capaz de describir algo tan sucio como aquello
-Solo quiero saber si lo estas disfrutando-
-Acaso no se nota-se quejo irónico recargandole más la erección en el abdomen
-Solo quiero estar seguro-
Mo rodó los ojos - Si tantas ganas tienes de hablar por que no mejor nngg.. -
No pudo terminar la frase He Tian había aprovechado que estaba distraído para comenzar a penetrarle tomándolo por completo de sorpresa, podía sentir claramente como su carne se abría para darle paso a aquella punzante erección
-Seras cabron, hijo de...-se quejó mordiéndose los labios tratando de acallar sus gemidos, no es que hubiese dolido demasiado, pero lo había tomado tan de sorpresa que tuvo que apretar la base de su pene para no venirse nada más sentirlo
-¿Qué decías?-
-Vete a la mierda-
La risa cantarina y juguetona de Tian era como música para los oídos de Mo, quería enfadarse con él, detener aquello y mandarle a la mierda, pero se sabía incapaz de hacerlo por que el placer de tenerlo dentro iba más allá de cualquier cosa que hubiese sentido anteriormente y aunque su interior no paraba de recriminarle por disfrutar tanto de aquello no podía seguir engañandose, disfrutaba demasiado llevar el rol pasivo.
Busco la boca de Tian aferrándose con fuerza a su espalda cuando el vaivén de caderas comenzó, y fue él quien incrementó el ritmo una vez que su cuerpo se hubo acoplado por completo
-Nghhh... Mo... despacio ahhh- el gesto de He Tian estaba completamente desencajado de placer, el interior de Mo era asfixiante, caliente y apretado, jamas penso que lo exprimiria de esa manera
-¿Qué pasa? No puedes aguantar el ritmo-Se burló Mo viendo como un pequeño triunfo que He Tian tuviera la cabeza echada hacia atrás completamente fuera de sí, continuó cabalgando bruscamente sobre él, dejándose llevar por el éxtasis de aquella sensación, los besos y mordidas que He Tian repartia a lo largo de su cuello y pecho solo lo provocaban aún más, comenzó a bajar el ritmo agotado, sus pulmones dolian por lo entrecortada que era su respiracion, sentia sus muslos arder por el esfuerzo
-¿Quién es el que no aguanta el ritmo?- se burló Tian tomándolo de las caderas ayudandolo a recuperar el ritmo acelerado
Mo ni siquiera contestó, no podía más, sus uñas se clavaron en la espalda de Tian mientras se entregaba a un orgasmo que lo dejó completamente noqueado, el gemido ronco y profundo de Tian le hizo saber que también había terminado
Se quedaron abrazados por un buen rato, tratando de controlar sus respiraciones agitadas, en cuanto se recuperó un poco Tian levantó la caderas de Mo retirándose suavemente de su interior, suspiro aliviado al comprobar que a pesar de la brusquedad con la que el mismo Mo se había empalado sobre él no había rastro alguno de sangre
-No- gimio suavemente Mo al sentir como He Tian pretendía levantarse
-¿No que?-cuestiono el pelinegro enternecido, Mo parecía un koala, tenía las piernas enroscadas en su cadera y los brazos rodeandole el cuello
-Sabes a lo que me refiero-se quejo el pelirrojo suspirando contra su cuello
-Dímelo-pidió Tian mordiéndole el lóbulo de la oreja
-No... no dejes de abrazarme-pidió por fin Mo escondiendo su rostro en la curvatura del cuello ajeno y Tian correspondió a su petición rodeándolo con más fuerza aún, dejándose caer hacia atrás para quedar recostados, Tian sobre la cama con Mo aún sobre el
-Te quiero-
La piel de Mo se erizo al escuchar aquella declaración susurrada en su oreja y una vez más el nudo de palabras no dichas le cerró la garganta
¿Quería a He Tian? Por supuesto que sí, pero le era demasiado difícil reconocer esos sentimientos y aun peor expresarlos en voz alta, acaso no bastaba con su entrega, lo que habían hecho no era suficiente para que el moreno entendiera que tambien le queria, suspiro sintiéndose un poco culpable por no responder a la declaración pero no podia, le dolia el estomago solo de pensar el ser tan honesto, para su sorpresa He Tian lo tomó de la barbilla haciendo que levantara el rostro, Mo pensó que lo encararía, que le cuestionaria por no corresponderle pero el pelinegro solo le dio un casto beso en la frente y uno más en los labios, el sabor de aquel beso era tan diferente, no había lujuria o deseo en el, solo un sentimiento honesto de afecto que iba más allá de lo que las palabras podían expresar.
Se quedaron así un buen rato, arrullados por el compás de sus respiraciones que se hacían cada vez más pausadas conforme se iban quedando dormidos, un nuevo suspiro se escapó de la boca del pelirrojo, se dejó caer a un lado y como siempre que dormían juntos He Tian busco su abrazo, recostandose en su pecho, Mo correspondió al gesto besándole el cabello, siempre lo había impactado lo vulnerable que parecía Tian al dormir, le acaricio la espalda en un gesto mudo que buscaba reconfortarlo, cuando la respiración de He Tian se volvió más profunda señal de que se había rendido al sueño Mo volvió a besar sus cabellos
-También te quiero-dijo en un susurro antes de cerrar los ojos...
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