A quien engaño, claro que dueles, yo no sé que onda el Amor, pero a mí me abofeteó fuerte. Solamente imaginarte cerca mío me genera que mí estómago pierda el apetito. Estando a un año de nuestro egreso escolar, me imagino como irás vestido, seguramente estés brutal.
Ojala, no dolieras, ojalá tuviera dos corazones... Porqué uno te lo robaste y el otro sería para poder continuar. Pero no, aunque piense lo más poco posible en ti, tarde o temprano me ahogan los recuerdos y lo más gracioso es que no fuimos nada, "Solo amigos". Lo más peculiar es que todos sabemos que no era exactamente, aquello que deseabas, tampoco te atreviste a dar un paso adelante. Simplemente dejaste que la oportunidad se apagué.

De una buena vez, quiero olvidarte y no sentir nada por vos. Tener a mí lado una persona que si se haya dado cuenta lo que vale el otro y que finalmente pueda sonreír, porqué tendré a mí lado a alguien que me haga extremadamente feliz.
Y que quedes como un recuerdo gracioso, un simple conocido, con indiferencialidad de ambas partes, que ni siquiera se precise de la otra persona un "Hola". Que solamente pases por mí lado cómo quien va apresurado y no ve quien pasa por su camino, prácticamente como siempre hiciste, seguirás metido en la pantalla del celular y con tús tantas preocupaciones.

Yo por fin volveré a brillar, sin necesidad de que digas algo o me sonrías. Ahora soy mi propia aura, no necesito nada de ti, absolutamente nada. Pero tampoco puedo decir que no dueles, porqué sí dueles e incluso en ocasiones me duele el pecho por pensar en ti. No importa, no te importó antes, tampoco te importará ahora.

Sólo queda seguir, pero siempre tenes que aparecer en algún momento importante en mí vida, no entiendo como Él Universo, hace estás cosas con las personas, sí éramos el uno para él otro, no sé cómo ahora no hay nada. Cerca de año nuevo, voy a brindar por un ciclo libre de pensamientos que se relacionen contigo, que conozca personas que te quiten de mí mente y finalmente pueda olvidarte y ojalá en algún momento pueda decir. ¡Ya no dueles!
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