Todos éstos días he sentido las ganas de que  tengamos una platica sería de lo que nos agobia.
Hoy por ejemplo, tengo una angustia en el alma incontrolable. Simplemente la angustia de como la gente excluye y rechaza, es algo que me entristece y da rabia.
No sé sí les habrá pasado, pero sentir la impotencia de no poder opinar más haya,
porqué abririas una brecha sin vuelta atrás, es algo que me fastidia.
Les pido disculpas por mí sentimentalismo, pero sepan que  personalmente puedo ser alguien muy frío e indiferente. Así qué, como varias
veces dije, el espacio surgió para autoayudarnos mutuamente.
Y sí realmente no los ayudo, al menos quiero decirles que no bajen los brazos, alcancen sus metas, sean felices y amen sin importar qué.
Es algo qué también me propongo cumplir, él chico homosexual Docente y Licenciado en Psicología...

¡Vez!, yo también tengo ambiciones y quiero cumplir mis sueños, los cuales aquellos críticos, aunque me afecten, no van a cambiar mí vida.
Yo seré quién tomará riendas sueltas de mí sencilla y peculiar historia en ésta tierra.
Me gustaría poder contar más, pero es un límite que aún no puedo romper. Por prejuicios propios y muy tontos...
Pero como les decía, intentando hacer felíz a mí vida, también espero que estos textos puedan recorrer los rincones más oscuros, donde ya no hay luz ni esperanza, en los lugares donde alguien como tú y yo, dice no poder quererse por sus gustos u inclinaciones.

Te entiendo, es complicado, cuando lo acepté, Sentía ésa sensación rara de alivio y a la vez en conflicto conmigo mismo.
Pero te pido que no entres allí, evade la plática con tú mente.
Al menos en ése tema, no está en discusión,
vas a ser feliz con quién sé te de la gana; con quién quieras que éste a tú lado y con quién no quieras más, los alejaras de ésa historia que tú eres autor y narrador, porqué puedes cambiar el final de la maravillosa obra que te representa e identifica.

No más  gente tóxica, no más al odio y discriminación, no más exclusión.
Soy igual a ti, o mejor dicho, incluso el triple de mejor... Sí, déjenme egolatrarme un momento, en realidad no soy una mierda como vos, porque sos una persona horrible y sin empatía por el otro, llamas a tús vecinos: "El Prójimo".
Yo te digo que cuando aprendas a amar a todos sin distinciones o sin juzgar, ahí quizás estarás a mí altura, porqué no necesitas una mente brillante para saber cosas tan simples como respetar la vida ajena y privada.
No te metas conmigo, aquí no aceptamos a gente que envenena.
Y en éste punto tendrás razón, cuando digas donde quedó la inclusión...
Bueno, yo te digo, que con personas intolerantes, agresivas y vulgares, ¡No!, con ésa clase no hablo y mucho menos discuto.
En resumen, ignoren las pavadas de quienes no tienen otra cosa que hacer.
Busquen la felicidad plena y absolutamente seas felices, porque no necesitan hacer feliz al otro, sino a ustedes mismos.
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