Capítulo 1: Encargo
— El clima es agradable — lo repetía una y otra vez, recostado debajo de un árbol — Kirito tenía razón, el clima en ésta época del año es agradable.
Mientras veo pasar las nubes por el cielo, un sentimiento de nostalgia viene a mí, extraño mi otra vida: Era una persona normal, con amigos y familia. Recuerdo el día que salió este juego al mercado, yo estaba emocionado por jugarlo, pero nunca creí que terminaría dentro de éste. La única salida es llegar hasta el nivel 100 y acabar con el Jefe, es una meta casi imposible.
— Ya no puedo perder más tiempo, tengo que ir al pueblo, necesito una nueva arma.
Me levanto del lugar donde me encuentro y camino en dirección a Lindars, el pueblo ubicado en el piso 48 del juego.
Debo admitir que Lindars no es precisamente un pueblo de mi agrado, está diseñado como un pueblo de aspecto medieval, con caminos de piedras y construcciones singulares.
Recorro por las calles del pueblo en busca de la herrería que me recomendaron. Muchas personas notan mi presencia en este lugar, ya que luzco similar a Kirito, el espadachín negro. Mi "skin" está compuesto de una capa con capucha de color negro, al igual que mis pantalones, mi camisa y mis botas. Realmente luzco como la muerte.
Al igual que Kirito, soy conocido por ser un jugador solitario. Pero mi caso es especial, esto se debe a que soy el único jugador de S.A.O que puede utilizar una ballesta como arma, también soy un mercenario, por lo que provoco envidia y rechazo de otros jugadores por mi supuesta "ventaja".
Idiotas…
Estoy de frente a la herrería. El cartel dice "Herrería de Lizbeth", es curioso, nunca creí que una mujer quisiera practicar el oficio de la herrería en este juego.
Entro con total tranquilidad. La puerta hace sonar la campanilla instalada en la pared al momento de abrirla, esto me da a entender que la herrera vendrá en cualquier momento.
Lo primero que veo al ingresar son las armas exhibidas tanto en la pared como en las vitrinas. Se ve a simple vista que la encargada de esta tienda es alguien que cuida hasta el más mínimo detalle, incluyendo la iluminación que entra a través de las inmensas ventanas al costado.
Me agrada esta tienda, se ve bastante acogedor. El piso es de madera y las paredes son blancas acompañadas de algunos bloques cafés.
Oigo una puerta abrirse.
— ¡Hola!, ¡Bienvenido a la tienda de herrería de Lizbeth! — me recibe una muchacha de cabello rosa con pecas en sus mejillas. Ella está vestida con un conjunto rojo oscuro de mangas abullonadas y una falda acampanada del mismo color, tambien luce un delantal blanco y una cinta roja sobre el pecho. Al verla tuve dudas si realmente ella era una herrera o una camarera.
— Hola — respondí cortésmente a su saludo — me han dicho que ésta es la mejor herrería que existe y quisiera comprobarla por mi mismo.
La chica camina algunos pasos, colocándose detrás del mesón de madera.
— Así es, soy la mejor herrera en todo este juego, puedo crear cualquier arma sin importar el tipo que sea. Pues adelante, ¿En que puedo ayudarte? — dice con una confianza plena en si misma.
— Eso me agrada, pero debo advertirte que mi petición es un tanto… peculiar.
Inmediatamente muestro el menú del juego e invoco mi ballesta de madera que me ha acompañado desde el primer momento que ingresé a SAO.
— ¡Espera…espera… espera!, ¿Eso es acaso una ballesta? — pregunta alarmada al ver mi arma.
— Exacto, es una ballesta, un ítem raro que me fue otorgado cuando ingresé a este juego. Me han dicho que soy el único jugador que posee esta arma.
— Pero…¿Qué tiene que ver esto conmigo?, ¿No necesitarías la ayuda de un carpintero?.
— Aquí es donde entras tú — hago una pausa antes de continuar — necesito una ballesta que esté hecha de metales ligeros, además debe ser durable. Mi ballesta no va a durar mucho y solo tú puedes ayudarme con eso, si no obtengo otra ballesta tendré que adaptarme a una nueva arma y me tomará bastante tiempo en subir mis habilidades.
La muchacha no me responde. De hecho se ve bastante acomplejada, creo que fue una mala idea venir aquí.
Tomo de nuevo la palabra:
— Realmente pensé que podrías ayudarme con esto, creo que fue una mala idea venir aquí después de todo, me marcharé.
Guardo mi arma con el menú del juego y volteo en busca de la salida, pero antes de que pudiera caminar oigo la voz de la chica detrás de mí.
— ¡Espera!, nunca dije que no lo haría — claramente toqué su orgullo — no será fácil, pero me tomará algo de tiempo y no puedo garantizar nada. Por lo que te pediré que me entregues tu arma y que te lleves cualquiera de la tienda que sea de tu agrado como garantía.
— ¡Está bien!, trato hecho — estrecho su mano para sellar el trato.
La chica estrechó su mano con bastante tímidez como pude notar, tal vez está algo temerosa por mi pedido.
— Bien, me llevaré esa espada que está detrás de tí — apunté señalando al arma en la pared.
— Excelente decisión, tendrás los resultados en tres días más, algo me dice que no te decepcionarás.
— Me alegra oír eso, por cierto no nos hemos presentado, mi nombre es Anzerg, mucho gusto en conocerte…¿Lisbeth?.
— ¡Así es!, me llamo Lisbeth, ¡mucho gusto en conocerte Anzerg!
Después de presentarnos formalmente y de entregar mi ballesta, me fui con mi arma de repuesto en dirección a las afueras de Lindars, con la intención de obtener experiencia. No puedo permitirme perder la práctica, tengo que estar en forma para volver a la línea delantera cuanto antes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro