Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Vergüenza - Especial de Navidad (M)


Después de quedarse al último para despedirse apropiadamente de Todoroki y no molestar a Bakugou teniendo que llevar a alguien más en el carro, Midoriya y (T/N) se enteraron de que Monoma pasaría Navidad en U.A. también, por lo que propusieron que ambos jóvenes intentaran disfrutar las festividades juntos.

Si bien la idea no terminaba de convencer a Izuku por el choque entre las personalidades de ambos, se habían despedido y, en ese instante, estaban caminando por una calle de Musutafu, rumbo al hogar de Midoriya. Habían decidido ir a pie en un pacto silencioso para intentar pasar más tiempo juntos.

Hablaban del incidente con Kaminari y Bakugou esa mañana, riéndose de la cara del segundo cuando la bola de nieve impactó su rostro.

Sin previo aviso y de forma casual, (T/N) se acercó un poco más para abrazarse de Izuku.

—¿(T/N)? —Se puso rígido a medida que las mejillas se le calentaban, comenzando a expulsar vapor por los oídos y a perder el control sobre las funciones de su cuerpo.

—Hace frío —se excusó, procurando no burlarse de la reacción—. No pensé que nevaría este año, considerando que suele nevar más temprano.

—Es cierto —coincidió Midoriya, optando por una actitud más alerta cuando pasaban por la multitud frente a una universidad privada.

A lo lejos, un grupo de estudiantes se fijó en la pareja de adolescentes, intentando abrirse paso mientras se arrimaban al otro más y más; sin resistir la tentación, se acercaron, portando pomposos carteles y sonrisas burlonas.

—¿Qué vemos aquí?

—Un par de tórtolos.

—¿Eh? —Midoriya frenó mientras (T/N) intentaba arrastrarlo para salir de allí al ver las intenciones de los universitarios.

—¿Conocen todas las enfermedades que se pueden transmitir sexualmente?

—Pues son muchas, así que estamos realizando una campaña por una sexualidad saludable y sin riesgos; de ese modo, evitamos enfermedades venéreas y, de paso, embarazos no deseados.

—Y por eso...

—Viéndolos a ustedes, tan pegaditos con este frío, supusimos que querían entrar en calor y no pudimos evitar hablarles sobre nuestra campaña.

En ese instante, Izuku se encendió cual luz de neón, brillando tanto que los universitarios rieron como hienas. (T/N), incómoda por la insinuación, se separó un poco de Midoriya, empezando a maldecir lo estúpido que podían llegar a ser los jóvenes adultos.

Sin embargo, el rostro de Izuku se tornó de un tono tan rojo como el sol carmesí de la bandera de Japón cuando sacaron una tira completa de preservativos en paquetes sin marca de diversos colores metálicos. Sin esperar mucha reacción por parte de ambos estudiantes de instituto, los colocaron en sus manos y, con gestos obscenos y risas socarronas, dijeron:

—Que los disfruten y que tengan una muy feliz navidad.

—¡Ah! Y, pecoso, puedes buscar videos en AllTube para aprender a colocarlo.

Ambos, atónitos, estuvieron varios segundos sin poder pronunciar palabra, tan solo procesando todo lo que había ocurrido. Finalmente, Midoriya metió los paquetes en su mochila y tomó la mano de (T/N) para que se apresuraran a la parada de bus más cercana, ignorando los silbidos de los idiotas que los habían molestado.

Sin mediar demasiadas palabras, viajaron en el autobús hasta llegar al apartamento de Midoriya, donde fueron recibidos cálidamente por Inko, quien aligeró un poco la tensión entre ambos.

—Me alegra tanto que Izuku haya traído a una amiga a casa —habló, apresurándolos para que dejaran las mochilas en el cuarto del chico.

—Yo agradezco mucho que usted aceptara recibirme aquí. —(T/N) le sonrió, notando que cada vez que cruzaba la mirada con Izuku se sonrojaban al rememorar el incidente de hacía unos minutos.

—No te preocupes —negó Inko suavemente—. Todo amigo de Izuku, es como un hijo para mí.

—No seas exagerada, mamá. —Sonrió un poco avergonzado por la amabilidad de su progenitora—. (T/N), te enseñaré dónde está todo.

—Hasta eso, iré a preparar unas bebidas. Luego, debemos ponernos manos a la obra, Izuku. —Inko los dejó solos, desapareciendo tras la puerta que daba a la sala.

—Tú mamá es muy agradable —comentó (T/N) mientras lo seguía.

—¿Eso crees? —Midoriya sonrió avergonzado y, aun así, dijo—: Pero estoy orgulloso de ser su hijo.

(T/N) imitó su gesto. La calidez que trasmitía Izuku al hablar era capaz de borrar cualquier rastro de maldad en la faz de la tierra —quizás no la de All For One—. Suponía que esa amabilidad innata la había heredado de Inko, y, como su único ejemplo a seguir, probablemente haya fortalecido esa virtud hasta convertirlo en la persona estupenda que era en ese preciso momento. Porque para (T/N), Izuku era alguien admirable no por su grandiosidad y genialidad, sino por su humanidad, sensibilidad y sentido de justicia.

Midoriya le enseñó dónde quedaba el baño, las dos habitaciones para sus padres y él, el cuarto de servicios; y, finalmente, abrió la puerta por donde se había ido Inko, dando con un espacio pequeño que albergaba la sala, el comedor y la cocina. A (T/N) le sorprendió un poco que el departamento fuera tan pequeño, aunque lo halló inesperadamente cómodo y más cuando eran solo ellos dos con, suponía, visitas esporádicas de Hisashi. No sabía por qué, pero sentía que ese hogar irradiaba una calidez que jamás había experimentado.

—¡Ah! —(T/N) se sentó frente a la mesa cuando le pusieron una taza de chocolate humeante con malvaviscos. Empezaba a pensar que ese era el paraíso—. ¿Puedo ayudar en algo?

—No es necesario —repuso Inko, sin querer causarle molestias. Sentía que debía dejar una buena impresión para que la amiga de su hijo regresara.

—No te preocupes, (T/N). Relájate y déjanos sorprenderte con la cena —apoyó Izuku colocándose un delantal de All Might, a lo que su interlocutora sonrió enternecida—. Eres nuestra invitada, así que es suficiente con que nos hagas compañía.

—D-de acuerdo —dijo, no muy segura. Creía que no ayudar era irrespetuoso, y más cuando le habían brindado tan amablemente un sitio donde celebrar; aunque, un punto a favor de la familia Midoriya era que sus habilidades culinarias eran del promedio y no haría más que estorbar en la perfecta sincronización que tenían madre e hijo en la cocina.

Los tres hablaban animadamente. (T/N) se había percatado de cierta dinámica entre Inko e Izuku: consistía en ella diciendo algo para regañarlo un poco y él reponiendo con alguna respuesta astuta que les sacaba una sonrisa a ambos. Podía asegurarlo, tenían una relación llena de confianza y había algo entre ellos que envidiaba un poco, a la par que se sentía feliz por él.

De repente, sonó el teléfono. Ambos familiares tenían las manos sucias por estar intentando rellenar un pollo.

—Querida —llamó Inko con suavidad—, ¿puedes responder el teléfono?

—Claro. —Se levantó cual resorte y corrió para descolgar el aparato—. Buenas tardes.

—... —Del otro lado de la línea no se escuchó nada—. ¿Me habré equivocado de número? —musitó una voz masculina—. No... dice 'Casa'...

—P-por casualidad, ¿busca a Midoriya?

—Ya estaba pensando que Inko había cambiado el número de la casa. —Rio nerviosamente—. ¿Con quién tengo el gusto de hablar?

—Soy (T/N), una amiga de Izuku —respondió de forma automática para luego replicar—. ¿Usted es...?

—¡Ah! Soy el padre de Izuku. ¡Qué alegría que mi hijo tenga tantos amigos ahora! —(T/N) podía adivinar que estaba sonriendo—. Aun así, ¿podrías comunicarme con Inko o Izuku?

—¡Ah! Sí, lo siento. —Se sobresaltó y casi grita cuando Midoriya apareció a su lado para atender la llamada—. Es tu papá —informó, notando el rastro de incertidumbre que pasó por sus facciones.

Izuku respondió un par de monosílabos y una oración que no escuchó muy bien desde donde estaba. Giró a ver a Inko, igual de desanimada que su hijo, mientras metía el pollo en el horno. Finalmente, Izuku colgó y soltó un suspiro, para esbozar una sonrisa forzada:

—Papá no vendrá este año tampoco.

Inko asintió y, al notar el ambiente decaído entre ambos, (T/N) se ofreció a terminar de arreglar la cocina para que Inko fuera a relajarse e Izuku se distrajera un poco. Inko, entre decepcionada y exasperada, dejó la estancia para arreglar la habitación de su hijo de modo que (T/N) estuviera cómoda, quizás así se le pasaba un poco.

—¿Estás bien? —preguntó, empezando a lavar los platos.

—Sí —replicó de inmediato, a lo que ella le lanzó una mirada escéptica—. Bueno, es solo que, después de que el mismo evento se repite tantas veces, se pierde la esperanza de volverlo a ver...

—Pero tienes a tu mamá —agregó (T/N), sonriéndole para animarlo—. Y seguro vendrá cuando menos te lo esperes.

—Seguro alegraría mucho a mamá; a mí no me afecta demasiado —meditó unos segundos.

—Pues, a mí me hubiera asustado conocerlo. Es suficiente impacto con conocer a tu mamá —opinó, riendo suavemente.

—Ambos son buenos, así que no deberías preocuparte por eso. —Empezó a secar los platos para guardarlos—. Aunque admito que sí tenía un poco de miedo al traerte. Mamá suele exagerar las cosas, así que temía que te fuera a incomodar.

—Para nada. Inko-san es una mujer maravillosa, lo suficiente como para criar a un hijo tan genial como tú.

Midoriya parpadeó, sonrojándose y desviando la mirada, permitiendo que una sonrisa temblorosa de pura emoción crepitara en sus labios. Sentía que, junto a ella, todo se veía más hermoso, como si fuera capaz de tener una nueva perspectiva sobre todo lo que lo rodeaba.

:-:

Inko no podía creerlo.

La simple visión la hacía sonrojar mientras su cerebro maquinaba un sinfín de escenarios, protagonizados con un Izuku que ella no había educado.

Las imágenes volaban a un ritmo vertiginoso, y, más preocupada que furiosa, tomó la tira de preservativos y la dobló con cuidado, dirigiéndose con paso decidido a la sala.

Ahogó un grito al ver a Izuku, en el sofá, reclinado sobre la chica, un brazo apoyado en el espaldar, la pierna demasiado cerca de la entrepierna de (T/N), sus rostros probablemente fundidos en un beso apasionado. Si eso no confirmaba sus sospechas, no sabía qué lo haría.

—¡Izuku!

—Ah, mamá. —Ladeó el rostro para verla, inocente de todo lo que cavilaba después de hallar la pestaña que molestaba a (T/N). Al notar su rostro de horror, analizó la escena y la posición comprometedora, empezando a sonrojarse mientras se separaba como si (T/N) fuera un agente infeccioso andante—. N-no es lo que piensas.

—¿No es lo que pienso? —Alzó las cejas, optando por la pose de una madre a segundos de sermonear a su hijo. Sin esperar más explicaciones, le mostró la tira de cinco modestos preservativos, sin evitar ruborizarse—. ¿Y qué se supone que piense de esto?

—Mamá, deja que te explique... —Midoriya cayó de trasero sobre el mueble cuando (T/N) haló su camiseta, preparándose para el sermón de forma obediente y con cierta resignación, siempre supo que hubiera sido mejor botarlos.

—Nada, Izuku. Si ibas a traer a tu novia a casa, me hubieras avisado con tiempo. Enterarme de este modo es un poco engorroso. —Inko posó la mirada en (T/N), logrando que se hundiera entre los cojines.

—Se-señora... —intentó hablar, tan solo para ser interrumpida.

—Déjame terminar, querida —pidió, dirigiéndose de nuevo a su hijo—. Yo no te crie así, Izuku. No sé quién de los dos pensó que podrían... —La palabra no quiso salir de sus labios, notando a ambos muchachos abochornados—. Sin embargo, deben saber que esto no es un juego.

—E-espera, mamá, en serio no es lo que crees —habló con vehemencia.

—Es cierto —acotó (T/N), queriendo salvarse de la explicación que creía iba a proseguir a todo ese malentendido.

—Después de esto, no sé si pueda creerte en cuanto respecte a este tema, Izuku —dictaminó Inko, luciendo dolida—. En fin, no digo que esté mal querer ampliar sus horizontes, están en esa edad y es natural querer experimentar; pero no pueden andar por allí creyendo que son capaces de devorar el mundo por tener un par de condones en las manos.

(T/N) creía poder escuchar gritar a Midoriya mentalmente, y no lo culpaba, ella misma quería ir a lanzarse de un puente por toda la vergüenza que estaba experimentando, a pesar de que era incapaz de no sentir un poco de diversión por la variedad de tonalidades rojizas que experimentaba el rostro de su supuesto novio.

—Mi deber como adulto responsable y como tu madre, Izuku, es explicarte cómo funciona todo esto. —Su rostro tomó una expresión seria, asustando a ambos adolescentes—. Iré por la banana.

Se puso de pie para buscar la fruta en el mesón. (T/N), finalmente, se asustó al ver cómo Midoriya hacía cortocircuito como si se tratara de Kaminari y ella también se vio tentada a hacerlo cuando Inko empezó a explicarles que un preservativo no se debía abrir con los dientes ni con tijeras.

:-:

(T/N) ayudaba a Izuku arreglando el futón donde dormiría después de que Inko les informara que no dormirían juntos por la tentación que eso implicaba. En ese punto, ambos decidieron que explicarle lo que realmente había ocurrido hubiera dado lo mismo, ya habían acabado traumados.

—Fue un día caótico —comentó (T/N).

—Sí... —Izuku sonrió débilmente.

—Lamento haber venido —dijo (T/N), acomodando una almohada con funda de All Might.

—¿Eh? ¿No te has divertido? —Alzó la cabeza, preocupado.

—No es eso; es decir, ha pasado de todo hoy. Pero es porque estoy aquí que Inko-san habló de todo eso, y que tú terminaste durmiendo aquí.

—No te preocupes por eso. —Agitó la cabeza, acercándose para tomar sus manos—. Me hace feliz que estés aquí hoy, conmigo.

—A mí también. —Ella curvó los labios—. Aún no termino de procesar todo lo que ocurrió en la tarde, pero fue interesante.

—Fue vergonzoso.

—Pero instructivo —agregó, sonriendo un poco sonrojada.

—Me gustas más cuando sonríes. —Izuku acarició su mejilla—. Aunque eso no significa que no me gustes cuando no lo haces; o sea, me gustas siempre que seas tú. Yo... No sé qué estoy diciendo... Lo siento.

—A mí también me gusta todo de Izuku —replicó, ruborizándose al escuchar las sinceras palabras.

—No podía dejarte sola en U.A. por eso pensé que si te invitaba estaría bien, a pesar de que mis habilidades para ser anfitrión son pésimas.

—No, aprecio tu gesto. —Le sonrió, separándose por si Inko se paseaba por allí para monitorearlos.

—¡Ah! (T/N), tengo un regalo para ti. —Buscó detrás del televisor y sacó un pequeño obsequio rectangular que, por todos lados, gritaba que era un libro.

—¡Yo también! —Le extendió el pequeño presente que estaba guardado en el bolsillo de su suéter.

Ambos intercambiaron sus regalos y los abrieron. Sin poder expresar alguna palabra, se vieron y se sonrieron enormemente.

—Mancuernas, y es de la edición especial de All Might, ¿cómo las conseguiste?

—Tengo mis contactos. —Le guiñó un ojo, haciéndolo sonrojar un poco—. Como escuché que rompiste las tuyas, pensé que te sería útil.

—Sí, muchas gracias. Pensaba comprar unas para estas vacaciones. Las cuidaré mucho.

—Procura no usar tu kosei cuando las utilices. Por cierto, no sé cómo encontraste el primer tomo de este manga, pensé que estaba agotado.

—No fue tan complicado —dijo, procurando olvidar cómo había recorrido toda la ciudad en busca del manga favorito de ella.

—En serio, gracias. —Le sonrió, pasando las hojas, emocionándose por ver una vez más a los personajes inolvidables de la serie.

—Me alegra que te haya gustado. —Se acercó y posó los labios sobre su mejilla, desconcertándola un poco.

(T/N) parpadeó un par de veces, a medida que se sonrojaba al recordar el beso. Sin saber qué más hacer, también lo besó, quizás calculando mal para aterrizar en la comisura de sus labios.

Otra vez uno frente al otro, sonrieron para luego desearse buenas noches. Sin mediar palabras, como si fueran capaces de comunicarse telepáticamente, se prometieron seguir alimentado su relación porque estaban seguros que de allí surgiría un sentimiento que sabían estaban destinados a experimentar por el otro.

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Y le doy final al Especial de Navidad que se extendió más de lo que se suponía xD Espero que les haya gustado, yo creo que editaré los capítulos luego, hay algunas cosas que no me convencen del todo...

Quisiera hacer un AU o un crossover para un capítulo, ¿alguna idea? Aunque no creo que sea pronto.

Ya tengo en mente tres personajes de los cuales subiré los siguientes tres capítulos, son: Shinsou, Dabi y Toshinori. Aún no los he escrito ni he decidido el orden, pero espero poder hacerlo pronto.

¡Cuídense mucho! Yo moriré esta semana por la carga de pruebas jajaja...

¡Plus ultra! >.<

P.D.: Wattpad me ha estado trolleando desde hace tres días...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro