Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tiramisú - Bakugou Katsuki


La radio tocaba el último éxito de After the Rain. Una voz femenina se desvivía alcanzando notas inhumanas mientras su acompañante tarareaba la canción con desinterés. De repente y para disgusto de la muchacha, el sonido de la batidora interrumpió la cadencia del ambiente; le lanzó una mirada de reproche.

—¿Qué tal va todo en la academia? —preguntó después de unos segundos—. Oí que te volvieron a secuestrar. —Esta vez, su voz se tornó burlona.

—... —Sus ojos carmesí centellearon, pero, sorprendentemente, logró no explotar—. No me secuestraron, más bien, me reclutaron... en algún tipo de alianza criminal de mierda.

—¿Así que se dieron cuenta de tu verdadera naturaleza? —bromeó.

—De verdad quieres morir joven, ¿no?

—Bueno, Katsuki-kun, es que tienes ese aire de malote que...

—Ya para con esa mierda si no quieres que te mutile la lengua.

—Lo siento —cantó con una sonrisa—, pero no puedo tomarte en serio con ese delantal rosado de conejitos.

—¡Pues es tu maldita culpa que lo esté usando, (T/N)! —gruñó mientras su brazo agitaba frenéticamente la batidora manual.

—Ka... Katsuki-kun, se te va a cortar.

—¡Ah, mierda! —Apagó la máquina y esperó a que la mezcla se asentara—. Por eso odio hacer tiramisús.

—Pues creo que el esfuerzo vale la pena por ver la sonrisa de tu mamá.

—Sí, sí, lo que sea —murmuró mientras las mejillas se le coloreaban levemente.

—Y es aquí cuando todos se dan cuenta de que tienes un complejo con Mitsuki-san.

—¡Carajo, no! ¡Ugh! ¡A veces eres...!

—¿Insoportable? Vaya que lo soy y no me arrepiento de nada.

—Lo que sea. —Puso los ojos en blanco—. Pásame los bizcochos... ¿Por qué mi vieja no podía ser normal? Tu mamá se conforma con cualquier cosa, pero ella... me saca de quicio.

—¿A ti qué no te saca de quicio, Katsuki-kun? —dijo mientras lavaba los tenedores de la batidora.

Bakugou prefirió quedarse callado. Llevaban siendo amigos tanto tiempo como llevaba conociendo a Deku, o sea, desde siempre, con la diferencia de que, por raro que sonara, (T/N) se había ganado el respeto de Bakugou después de que pelearon como par de gatos a la tierna edad de cinco y cuatro y, sorprendentemente, esta lograra atacarlo y defenderse con la misma fiereza de él a pesar de ser un año menor. Desde entonces, sus peleas se habían vuelto más verbales y menos explosivas, sobre todo después de que ambas madres lo prohibieron. Aun así, Bakugou sentía que podía confiar plenamente en (T/N) y viceversa.

—Finalmente, ¿qué decidiste hacer? —Katsuki mojó el bizcocho en café unos segundos.

—No iré. Ser un héroe no es lo mío.

—¿Serás villana, entonces? —bromeó.

—Nah, seré una ciudadana normal y corriente que llame a un héroe cuando haya algún problema.

—Qué patético...

—¡Oye! Agradece que te daré trabajo. Espero que seas tú el que venga a rescatarme.

—¿Quién querría secuestrar a una fea como tú?

A pesar de decir eso, si se lo preguntaran, la chica más linda que había conocido era ella y eso contaba mucho cuando todas le parecían desagradables.

—Katsuki-kun, me lastimas —fingió dolor y sonrió—. Además, si fuera a Yuei, te opacaría.

—¡Atrévete! —ladró mientras un bizcocho explotaba.

—Tranquilo. Con mi kosei, probablemente terminaría siendo expulsada.

—... Tu kosei no es tan malo.

—Mi padre murió por él. —Se encogió de hombros y suspiró.

—Tengo un compañero de clases que tiene un kosei similar —mencionó, rememorando a Tokoyami con su Dark Shadow.

—¿Que te consume la cordura y la vida? Lo dudo.

—Pero tienes que admitir que es sorprendente eso de controlar la sangre de los demás.

—Más sorprendente es crear explosiones como tú. Me pregunto qué pasa cuando te lanzas un pedo...

Bakugou la observó unos segundos sin poderse creer cómo pudo llegar su conversación a un tema tan trivial como ese. Sin embargo, sintió la necesidad de aclarar su duda.

—No pasa nada...

—¿Eh? —La muchacha parpadeó al no poderlo escuchar.

—¡Que no pasa nada, mierda!

—¿En serio? Bueno, no me sorprende; después de todo, no eres ese tipo de chico —habló decepcionada mientras prendía el horno—. Da miedo que nuestras madres cumplan años para la misma fecha, ¿no crees, Kat...?

Cuando se puso en pie con un giro para dirigirse al otro lado de la cocina, se sorprendió al chocarse con el amplio pecho del joven. No es como si estuviera tan pendiente de ello, pero bajo la ligera y, debía admitirlo, pecaminosa camiseta, pudo sentir la evolución de su cuerpo en esos pocos meses entrenándose para ser un héroe. Inevitablemente, se sonrojó violentamente a la par que él la sostenía de los codos para evitar un accidente.

—Ten más cuidado.

—Ah, sí...

—¿Estás bien? Estás muy roja.

—Cla-¡Claro que estoy bien! —Le dio un empujón y salió corriendo como alma que lleva el diablo mientras se reprendía mentalmente por permitir que sus acciones la delataran.

—¡Oye! —Katsuki se sobó la espalda mientras sentía la rabia subirle desde los tobillos hasta la cabeza ya que en un intento de no pegarse tan duro con el mesón, había terminado metiendo la mano en el maldito tiramisú—. ¡Te voy a matar, (T/N)!

—Estoy jodida —musitó en pánico, aun así, sonrió—. ¡Atrápame si puedes!

—¡Créeme que lo haré! —vociferó, saltándose el mesón mientras un aura de los mil demonios lo rodeaba.

Estaban en la casa de (T/N) y, por el bien de ambos, tuvieron la sensatez de hacer su pequeña persecución en el patio. Dieron varias vueltas a la casa del árbol, a los columpios y al tobogán. (T/N), más pequeña, lograba escabullirse por los sitios más minúsculos por los que su cuerpo entraba; mientras que Bakugou realizaba maniobras dignas de un traceur. Finalmente, Katsuki la tacleó bajo la casa del árbol.

Los rayos solares se colaban por los resquicios que dejaban las frondosas hojas de un cerezo a tan solo semanas de teñirse de rosado. La visión que Bakugou le obsequiaba a (T/N) era espléndida. La luz, amarilla, y con cierto brillo celestial, se mezclaba con el cabello rubio del mayor, como si él fuera la fuente del brillante halo dorado que lo rodeaba, mientras sentía cómo sus pupilas la observaban solo a ella y sus manos apresaban sus muñecas con firmeza y suavidad a la vez.

—Como quitarle un dulce a un bebé —cantó victoria y ella sonrió.

—Te creo capaz de hacerlo —repuso y él chasqueó la lengua—. Sin embargo, Katsuki-kun, es mi victoria.

Logró zafarse de su agarre y tomarlo por el cuello de la camiseta. Katsuki nunca, ni siquiera con el más indefenso de sus compañeros, bajaba la guardia y se sorprendió cuando ella logró realizar todos esos movimientos sin él poder responder.

Bakugou se ruborizó violentamente al darse cuenta de lo que pasaba. Ella había juntado sus labios con los suyos en un casto beso que no duró más de dos segundos. Sentía una ligera bruma formarse en su cabeza mientras su corazón se aceleraba y empezaba a sentirse raro. Casi de manera inconsciente, se inclinó hacia ella para volver a besarla, esta vez con más atrevimiento. (T/N) pasó los brazos por su cuello, acercándolo más mientras sentía las mejillas a segundos de explotarle y su corazón saltando en su pecho de puro regocijo.

Bien, eso había salido mejor de lo esperado.

Bakugo se separó y la contempló unos segundos, dándose cuenta de los sentimientos que guardaba por ella. Sintió que las orejas se le ponían rojas y se levantó como si recordara algo muy importante que tenía que atender en ese preciso instante.

—Katsuki-kun... —Intentó llamar (T/N) y luego suspiró—. Es como un niño.

Sonrió y acarició sus labios. Así que era cierto eso de que a Bakugo le salía bien todo, y es que la suavidad de sus labios era casi surreal. Hacía un par de años había descubierto que le gustaba un idiota como él y, por el bien de ambos, había mantenido bajo perfil. Sin embargo, tanto tiempo conteniéndose había empezado a pasarle factura entrada en la pubertad. Aunque no se arrepentía de nada y menos cuando parecía haber despertado algo dentro de él.

.

.

—Estás rojo.

—¡Que no lo estoy! ¡Maldición!

—Sí, claro. Que conste que eres tú el que está sosteniendo mi mano.

—No, eres tú la que lo hace.

—Sí, claro, porque como es cómodo preparar un pastel sin una mano...

Bakugou masculló algo y afianzó su agarre, evadiendo la mirada de (T/N). Creía que era hora de ver a su amiga de la infancia como algo más que eso, y una vez que empezaba a pensarlo, sentía que sería incapaz de dejarla ir.

.

.

.

N/A: ¡Muchas gracias por leer! Espero que les haya gustado. Creo que Bakugou estuvo un poco OoC, pero es que después de leer en el manga que era bueno en la cocina, no pude resistir imaginarlo con un delantal de chica preparando un pastel. Se suponía que (T/N) sería más dócil, no sé qué pasó... Pero, al final, fue muy divertido escribirlo.

Con eso me despido,

¡Plus Ultra! >.<

P.D: Es mi primera vez escribiendo en Wattpad, y debo admitir que estoy MUY nerviosa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro