Sentimientos - Shinsou Hitoshi
Pedido por: Kaisumi (Lamento los eones de espera >.<)
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Decir que la odiaba era demasiado para expresar el desdén que sentía cada vez que sus caminos se encontraban en U.A., porque no era odio, era un sentimiento que había tildado de desdén sin serlo, y quizás eso era lo que le molestaba, la incapacidad de otorgarle un adjetivo concreto a sus emociones.
Ese día, de nuevo, apenas había podido dormir por estar estudiando las leyes que amparaban a los ciudadanos respecto al trato de los héroes; para colmo, las pocas horas que dedicó a dormir habían estado repletas de sueños donde seguía estudiando la maldita ley de amparo. Y no era como si fuera tonto e incapaz de aprenderse la materia, era simplemente que quería saberlo a la perfección, porque le gustaba.
Además, como su padre siempre le recordaba, no era bueno tener como meta única el pasar al curso de héroes, también debía tener un plan por si no lo lograba. Era una suerte que su madre siempre lo apoyara, caso contrario, probablemente ya hubiera abandonado sus sueños.
Shinsou caminaba por un largo pasillo de U.A., admirando todos los héroes que pasaban junto a él, con la esperanza de alcanzar sus sueños si ponía un poco más de empeño. Solo ese pensamiento era necesario para convencerlo de ir a clases todos los días.
Hitoshi no podía asegurarlo porque no había investigado suficiente, pero creía haber escuchado que Aizawa, el mismísimo Eraserhead que pasaba siempre desapercibido, había sido transferido de los Estudios Generales, al Curso de Héroes. Si él pudo, Shinsou también lo lograría, solo era cuestión de tiempo.
Sin embargo, no estaba seguro de cuáles eran los requisitos para hacerlo —porque U.A. lo mantenía en secreto—, suponía que ser el mejor estudiante era uno de ellos. Así que eso también se sumaba al 'sentimiento' que le provocaba la joven de discreta sonrisa y brillantes pupilas. (T/N) era una excelente estudiante, al punto que era normal hallar el puesto de primer y segundo lugar en notas debatido entre ambos.
Shinsou agradecía la poca capacidad expresiva de su rostro, porque no creía poder ocultar sus emociones cada vez que sus caminos se cruzaban, pero estas lo traicionaron cuando el profesor llamó sus nombres para que formaran un equipo en la siguiente práctica de koseis. A pesar de que las quejas de sus compañeros por unir a los mejores estudiantes resonaban en el aula, Shinsou no podía evitar sentirse como con náuseas, pero sin tener realmente ganas de vomitar. De nuevo, como siempre cuando se trataba de ella, no sabía bien qué le pasaba.
—Les daré toda la mañana para que planeen una estrategia conjunta. —El profesor sonrió, recostándose del escritorio—. Solo les adelantaré que tendremos invitados de la clase 1-B, así que pueden hacerse una mejor idea de con quiénes se enfrentaran.
Ante esas palabras, todos se quedaron callados, con lo ojos bien abiertos. De pronto, como si se hubiera desatado el apocalipsis, empezaron a gritar por la emoción de tener la chance de demostrar su valía frente al departamento de héroes.
Sin darse cuenta, Shinsou se halló buscando el rostro de (T/N) para ver cuál era su expresión. Separó los labios y sonrió luego al notar la mirada de confianza que irradiaba. Con movimientos fluidos, como si danzara con el sonido que invadía la estancia, se acercó a él. Hitoshi, esperando que dijera algo, se exasperó al notar sus ojos a la espera de que él pronunciara algo.
—No hay mucho que planear cuando no sabemos quiénes son nuestros contrincantes, considerando que hay 20 koseis que analizar —susurró, poniéndose en pie en un intento vano de intimidarla—. Con tal de que no te interpongas en mi camino, estaremos bien.
—... —(T/N) lo observó unos segundos sin parpadear y luego sonrió, asintiendo—. No te preocupes. Después de todo, debemos seguir siendo los mejores estudiantes de la clase.
Hitoshi arrugó un poco el entrecejo. El comentario no le había hecho gracia, pero que haya replicado algo era suficiente para ponerle uso a su kosei. Sin embargo, cuando la vio igual que siempre, con las ideas tan lúcidas y la irritante sonrisa, no entendió cómo su particularidad no le había afectado.
¿Anulación como Eraserhead? No lo creía. Entonces, qué diablos había sido eso. Es decir, había respondido, estaba seguro; entonces, su kosei debió haber funcionado...
—¿Ocurre algo?
Shinsou apretó la mandíbula y salió del salón, dejando a (T/N) totalmente sin palabras.
Que fuera tan enigmática lo volvería loco. Ni siquiera sabía por qué jamás se había molestado en prestarle atención a su kosei, quizás así lo comprendería todo. De tan solo pensar que no tenía idea de cuál era su particularidad, o si siquiera tenía uno, se puso nervioso. Pelearía con dos estudiantes del curso de héroes que, probablemente, serían mucho más experimentados que ellos en las peleas en la vida real.
Tal vez, en vez de estarse molestando irracionalmente, debía ir donde (T/N) para planear algo, lo que fuera. Estaba a punto de girar sobre sus talones, cuando un par de ojos verdes captaron su figura y su atención.
—Midoriya Izuku.
—Shinsou, ¿qué haces por aquí? —Alzó las cejas, genuinamente interesado.
—Tomaba aire. Supongo que tú estás entrenando.
—Algo así. De hecho, hice molestar a Aizawa-sensei y me mandó a correr cinco veces por la academia.
—Entonces, no te interrumpo.
—No, ya terminé. —Izuku lo tomó de la muñeca cuando intentó alejarse—. Es solo que pareces preocupado, y creí que necesitabas hablarlo con alguien. Sé que no soy tu mejor opción, pero...
Hitoshi alzó una ceja. Tenía un punto, quizás un muy buen punto, a su favor; pero sentía que doblegarse a su ayuda era un poco... ¿denigrante?
—Soy todo oídos. —Y allí estaba otra sonrisa que lo exasperada, pero no podía odiar.
Con un prolongado suspiro, los ojos de Midoriya mirándolo expectante, como si pudiera escanear su alma, y sintiendo el peso del desvelo de la noche pasada, cedió:
—Tenemos una práctica conjunta con la clase 1-B... Me preguntaba cuál sería la mejor manera de conseguir la victoria.
Por alguna extraña razón, Hitoshi sabía que Izuku lo ayudaría; es decir, Midoriya era como una Heropedia andante.
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Después de una informativa charla por parte de Midoriya, donde tuvo que regresarlo al tema en varias ocasiones, Shinsou tenía una mejor idea de qué iban las habilidades de los otros estudiantes. De paso, estaba más calmado respecto a lo de (T/N) después de consultarlo con Izuku. Le había dicho que, quizás, sí se trataba de un kosei de anulación después de que le explicara por qué era imposible que fuera otra cosa, y había sonado ridículamente convincente.
Así que, cuando se encontraron con toda la clase 1-B en una de las canchas de entrenamiento de la academia, se sintió tranquilo. Notó cómo (T/N) se posicionaba a su lado después de desearle buena suerte a sus amigas.
—¿Estás nervioso?
—¿Por qué lo estaría? —Ella giró a verlo, sorprendida y le sonrió.
—Me alegra tu seguridad. Me tranquiliza —susurró.
Shinsou parpadeó varias veces, sintiendo las náuseas de nuevo y las mejillas un poco febriles. Lo que faltaba era que tuviera que irse a la enfermería por algún malestar extraño.
A los pocos minutos, les asignaron a sus contrincantes: Monoma Neito y Tetsutetsu Tetsutetsu. Para su suerte, los había visto en el Festival Deportivo, y Midoriya le había dado un resumen bastante decente sobre sus habilidades. Podía decir, finalmente, que se sentía seguro.
(T/N) fijó sus pupilas en ambos muchachos. Monoma portaba una sonrisa condescendiente mientras Tetsutetsu parecía lleno de confianza.
—Shinsou, conocen sobre tu kosei... —dijo, captando frases sueltas de la conversación—. No responderán a tus provocaciones.
—Es natural, pero lograré que lo hagan.
—En caso de que no... —(T/N) clavó sus ojos en los de él y, al notar la molestia en los ajenos, rectificó—: No digo que no seas capaz, solo que es bueno tener un plan B.
—Bien, dilo.
—Verás, mi kosei...
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La arena era similar a la de un coliseo. Las sillas donde estaban ubicados los demás estudiantes estaba a varios metros para salvaguardarlos de algún kosei que pudiera dañarlos. Los profesores estaban ubicados cerca del sitio del encuentro para que nada se saliera de sus manos —como solía pasar con la clase 1-A cuando se emocionaban demasiado—. El suelo estaba un poco destruido por los encuentros anteriores, pero no era un gran problema. Al parecer, Cementoss no había podido acudir ya que estaba enfermo.
Shinsou creía, no, estaba seguro que podría contener a Tetsutetsu el tiempo necesario para que (T/N) noqueara a Monoma. Sin embargo, en ese preciso momento, Tetsutetsu le estaba dando la paliza de su vida, dándole apenas chance de esquivar.
El punto de la práctica era noquear o imposibilitar a ambos, tarea fácil si los malditos estudiantes de la clase 1-B no se negaran a responder a sus provocaciones. Demonios, ni siquiera Monoma había pronunciado una palabra, y empezaba a temer que fuera el fin del mundo.
Por su lado, (T/N) se la manejaba bien manteniendo alejado a Monoma de Shinsou. Estaba consciente de que no podían jugar tanto a la defensiva, pero tenían que lograr algo antes de usar su última carta, sino, entonces cómo podrían llamar su victoria como una verdadera.
(T/N) podía condensar las ondas sonoras al punto de hacer retroceder a Monoma, pero quizás era ese su error. Tal vez, si permitía que él la tocara, finalmente hablaría y Shinsou podría usar su kosei en él. Era arriesgado, pero no se le ocurría nada más.
—Oh, ¿ya te diste por vencida? —musitó Neito, cargando contra ella mientras (T/N) afirmaba los talones en el suelo.
(T/N) recibió las manos de Monoma como algún tipo de jugador de lucha libre, cosa que asustó un poco al futuro héroe.
—Gracias por el kosei. —Sonrió de forma maniaca, notando cómo la estancia adoptaba varias tonalidades.
—Es un buen kosei, ¿verdad?
—Sí, más de lo que... —Monoma palideció—. Mierda...
Shinsou sonrió victorioso. Después de notar que Monoma se aproximaba a su compañera, había corrido hasta acercarse a Neito para esperar el momento propicio, que había llegado tan fácilmente que no podía creérselo.
—Sal de la arena y no hagas nada —pidió, lanzándole una sonrisa casi victoriosa a (T/N)—. Solo queda uno.
—Sí, y parece un toro enfurecido. —(T/N) se separó para correr en una dirección contraria, maldiciendo cuando Tetsutetsu empezó a perseguirla.
Estaba consciente de que la condensación de ondas no conseguiría nada contra el cuerpo metálico del muchacho, también sabía que un solo golpe de él le rompería un par de huesos; y había escuchado que la reparación de huesos por Recovery Girl no era para nada placentera.
—(T/N), úsalo —gritó Shinsou desde el otro extremo.
—¿Crees que sea seguro? Digo, es el decibel mortal y...
Tetsutetsu frenó abruptamente. ¿Había escuchado mal o había dicho 'decibel mortal'?
Mor-tal...
La palabra le daba repelús, imaginándose que era algo así como un sonido que le perforaría lo sesos.
—Bien, aquí voy... —(T/N) sonrió de forma autosuficiente, dándole escalofríos al pobre muchacho.
—¿Seguro que estarás bien? —dijo Shinsou, dirigiéndose a Tetsutetsu—. Es decir, es el decibel mortal; por algo tiene mortal en su nombre, ¿no crees?
—Sí, sí lo entiendo. Así que cálma...
—Pan comido —celebró Shinsou cuando sintió a los dos jóvenes bajo los efectos de su kosei—. Puedes irte a sentar con tu amigo.
Monoma quería pegarse un tiro. De todos los encuentros hasta el momento, ellos habían sido los únicos de la clase 1-B en perder. Los vítores de la clase 1-C no hicieron más que hacerlo encoger sobre sí mismo. Por su parte, Tetsu repasaba los acontecimientos de la batalla, reconociendo sus errores y los de su compañero. Estaba seguro que, cuando se liberara del lavado cerebral, mataría a Neito.
—¿Están bien? —(T/N) extendió su mano para ayudarlos, con el estirón siendo suficiente para despertarlos de su trance.
—Sí, bien hecho —dijo Tetsu procurando mantener una buena actitud—. ¡Espero verlos pronto en el curso de héroes!
—Oh, yo no quiero ser una heroína.
Shinsou casi se torció el cuello al escuchar sus palabras. Si no quería aplicar a ser héroe, entonces ¿por qué se había esforzado tanto en ganar?
Monoma, reuniendo los pedacitos de dignidad que le quedaban desperdigados por el suelo, no pronunció palabra y se fue de forma ceremoniosa.
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Shinsou estaba recostado de un árbol, las piernas flexionadas para sostener el cuaderno de matemáticas. No lo diría en voz alta jamás, pero desde que se reunía a estudiar con (T/N), sus notas habían mejorado sorprendentemente —y las de ella también—.
Aún se sentía extraño alrededor de ella, pero podía soportarlo. Las náuseas lo matarían, pero, por alguna extraña razón, se habían vuelto placenteras. ¿Quizás se había convertido en masoquista?
—(T/N), tengo una duda.
—Sí, ¿qué ejercicio no...?
—No es eso. —Agitó la cabeza, fijando sus pupilas en las de ella, y permitiéndose perder unos segundos en estas—. ¿Por qué mi kosei no te afecta?
—Pues... —(T/N) bajó la mirada, avergonzada—. La condición de tu kosei es que te respondan, ¿verdad?
—Exacto, y tú...
—Otra condición sería que debe ser tu propia voz la que lo haga.
—Ok... Creo que me perdí. —Alzó una ceja, cerrando su cuaderno para enfocarse totalmente en ella.
—No puedo oír de nacimiento, ¿sabes? —Hizo una pausa y continuó—. Pero mi kosei me permite hablar y escuchar.
—Me explicaste que puedes ver las ondas sonoras y manejarlas a tu antojo, ¿es así que lo haces? —Arrugó un poco el entrecejo sin poder creer lo que decía.
—Sí, las veo y todas tienen distintos colores; dependiendo de la forma y el color puedo discernir las palabras.
—Por eso siempre ves a las personas que te hablan...
—Exacto. Si no puedo ver las ondas, no puedo "escuchar" ... En cuanto a cómo hablo, aplico un mecanismo similar.
—He notado que tomas varios descansos para hablar, ¿es por eso?
—Sí. Es para darle cierto timbre a mi voz... Sino, sonaría como Loquendo. —Rio tontamente, sin atreverse a mirar a Shinsou a los ojos. Se sentía avergonzada de su discapacidad y de cómo, básicamente, engañaba a todos fingiendo ser alguien que no era.
—Es genial —musitó, sorprendiéndose un poco por sus palabras—. Es decir, tu kosei es realmente un don. Me alegro de que puedas usarlo para comunicarte con todos, porque si no fuera así, no te hubiera conocido y... —Shinsou vio cómo el rostro de (T/N) se sonrojaba, contagiándolo. Abochornado, dijo—: No me prestes atención, solo estoy balbuceando.
—... —Ella sonrió levemente y tomó su mano—. Hitoshi, ¡me gustas mucho!
Shinsou sintió su rostro arder en las mismas brasas del infierno, porque si bien era cierto que consideraba angelical a (T/N), últimamente lo hacía pensar cosas que serían dignas de ser tildadas de pecaminosas. Lo volvía loco, y ahora entendía en qué sentido.
—¿Cómo se supone que debo interpretar eso? —se aclaró la garganta, una sonrisa amenazando con aparecer en sus labios.
—Uhm... Como tú quieras —Le guiñó y se puso en pie—. Papá ya vino a buscarme. Nos vemos mañana.
—Sí... —Shinsou repetía en su cabeza el gesto coqueto de su amiga, hasta por fin espabilar y poder replicar algo—. También me gustas.
(T/N) detuvo los movimientos de sus manos mientras guardaba sus cuadernos y lo miró fijamente, preguntándose si sus ojos la engañaban sobre lo que él había dicho.
—Lo sé —musitó y le sonrió—. Nos vemos.
Shinsou se sintió boquear cual pez fuera del agua. ¿Cómo que ya lo sabía?
Otro tono de rojo de sumó a su rostro.
Acaso... ¿Acaso su kosei también le permitía escuchar sus pensamientos?
Ante la simple idea, se sintió palidecer.
¡Muchas gracias por leer!
N/A: He estado tan ocupada estos días... Todavía me falta terminar una materia T_T Pero, bueno, siempre hay tiempo para escribir un poquito.
Espero les haya gustado. Debo admitir que Shinsou me costó demasiado escribirlo al igual que Tetsutetsu... Pero creo que quedó decente.
La próxima vez, traeré a Midoriya, luego a Bakugou y después a Todoroki.
Con eso me despido. ¡Que tengan una excelente semana y cuídense mucho!
¡Plus Ultra >.<!
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