Todoroki Shouto estaba seguro de una cosa: su novia era rara.

No lo decía en mal sentido ni para ofenderla, pero simplemente no podía catalogarla de otra manera.

Shouto no será la persona más avezada en cuanto a relaciones interpersonales, pero había visto en películas, animes y hasta en la vida real que las chicas siempre insistían con el asunto de ser románticos en una relación. Pero ese no era el caso de (T/N), aceptaba que caminaran agarrados de la mano y tampoco se molestaba si la abrazaba, había ocasiones donde ella se arrojaba a sus brazos como un infante. Y a él no le molestaba porque, al pedirle ser su novio, se había imaginado haciendo todo aquello —quizás un poco más de lo debido—.

Pero, vamos, tenía dieciséis años, estaba en la flor de la juventud y tenía una novia que consideraba hermosa; era normal querer subir un poco el tono de las cosas por lo menos en su imaginación.

Pero...

¡Es que en dos meses de relación no se habían besado!

Hasta el mismo Midoriya se había quedado atónito ante el estamento.

Sin embargo, Todoroki no era de los que suponía las cosas. No. Él primero investigaba cuál era el kit del asunto y luego decidía qué hacer —o por lo menos la mayoría de las veces—, así que no tenía planeado ir con el drama a preguntarle qué le ocurría, si no era buen novio y una chorrada más de excusas para luego romper. Definitivamente no, sería horrible terminar y luego tener que soportar su presencia por dos años más en la academia.

Así que, la conclusión a la que había llegado después de un par de días observándola era que su novia sentía asco por la saliva. ¿Cómo lo había conseguido? Era muy sencillo, aplicando el siempre confiable método científico.

Primero, en un movimiento que empezaba a considerar había sido muy osado, la envolvió en un fuerte abrazo para depositar leves besos en su cuello —al parecer ese tipo de besos no le molestaban por cómo reía y alegaba que le hacía cosquillas—. Luego, probando suerte, lamió lentamente un par de centímetros de su piel para, en un parpadeo, terminar en el suelo por culpa de una técnica de defensa personal que (T/N) había aprendido en sus prácticas junto a Uraraka. Algo aturdido, se había disculpado y ella igual mientras se excusaba para ir al baño. Pero ahí no acababa todo, porque Shouto la había seguido hasta ver cómo se fregaba la zona afectada hasta dejarla roja y permitir que un suspiro de alivio escapara de sus labios después de lavar el pedacito de piel que había recorrido con su lengua.

En su segundo intento, le ofreció agua de su termo después de que Aizawa les tomara un examen físico en el estadio; y, a pesar de lucir deshidratada y a punto de desfallecer, se había negado con una sonrisa, asegurándole que estaba bien. En ese punto, Todoroki empezó a cuestionarse si le tenía asco, pero, para su suerte, Jiro también le había ofrecido agua de su termo, asegurándole que la refrescaría, para ser rechazada con la misma sonrisa cargada de disculpa.

La tercera prueba fue cuando, en una práctica de rescate, (T/N), sin querer, resbaló en un deslizamiento de tierra y Asui enrolló su lengua alrededor de ella para evitar su caída. Todoroki nunca la había visto tan pálida y, en cuanto Tsuyu la dejó libre, se acercó a Cementoss para decirle algo y luego correr a las duchas.

Y, por último, Todoroki había intentado besarla después de manifestarle que quería hacerlo, y ella había aceptado. Sin embargo, cuando estaba a milímetros de conseguirlo, ella colocó la mano sobre sus propios labios, sonrojada y negando repetidas veces a la par que se disculpaba.

Con todo eso, Todoroki podía asegurar que ocurría algo y, uniendo todos los factores que provocaban reacciones violentas en ella, concluía que se trataba de cierto terror a la saliva que no comprendía muy bien aún.

:-:

Todos los estudiantes del salón A-1 estaban en el edificio donde se hallaban sus dormitorios, cada uno ocupado en sus asuntos. Sin embargo, unos cuantos estaban en la sala común, hablando tonterías a la par que unían sus lazos de amistad.

—¡¿En serio?! —exclamó Sero.

—Que sí, hombre —asintió varias veces Kaminari.

—Quién iba a pensar que a Aizawa-sensei le gustaran los gatos hasta ese punto... —comentó (T/N), abrazando un cojín.

—Pero no le veo nada de malo que entre a un café de gatos —opinó Uraraka.

—Suena un poco tentador —agregó Kirishima, imaginándose rodeado de miles de felinos que buscaban que los mimaran, sería como el paraíso.

—Además —sonrió Midoriya—, creo que es bueno para él el desestresarse un poco de vez en cuando.

—En eso tienes razón —apoyó Sero mientras Denki asentía de forma vigorosa.

—Pues yo quisiera ir a un café de gatos de maids. —Saltó Mineta que había permanecido callado, maquinando toda clase de escenarios censurables.

—Tenías que salir con tus cosas. —Rodó los ojos (T/N) para luego sonreír al ver a Shouto llegar por la puerta principal.

—Qué bien que regresas, Todoroki —saludó Kirishima con una de sus sonrisas refrescantes—. Te guardamos una rebanada del pastel de manzana que hizo Rikido. Está en el horno.

—Sonaste como una madre —se burló Kaminari a lo que su amigo le dio un codazo para que se callara.

—Gracias. —Todoroki asintió y dirigió sus pupilas a (T/N), acercándose a ella para decirle—: ¿Podemos hablar? —cuestionó y, después de percatarse de todas las miradas indiscretas de sus compañeros, agregó—: A solas.

—De acuerdo. —Asintió, dubitativa mientras buscaba apoyo en los ojos de Uraraka que solo le había dado un par de pulgares en alto.

La pareja dejó la sala en silencio y con un deje de incomodidad que le llegó a todos los presentes. El primero en hablar fue Mineta:

—No sé ustedes, pero yo huelo a ruptura... Quizás así pueda consolar a (T/N)-chan y entonces...

—¡Solo cállate! —Kirishima le arrojó un cojín, preocupado por ambos.

—Aunque es cierto que las cosas son complicadas entre ellos —acotó Midoriya, seguro de que Todoroki había tomado la decisión más acertada.

—Uhm... ¿No quieren ir a ver qué pasa? Digo, están justo al frente de la ventana —mencionó Kaminari mientras buscaba una buena posición para ser testigo de todo el drama que ocurriría.

—¡No! —Uraraka se interpuso en su camino, protegiendo a toda costa el orgullo de su amiga.

—No sean aguafiestas —bromeó Sero, viendo cómo Midoriya y Kirishima se le unían.

Al parecer serían tres contra tres, pero... ¿Mineta contaba?

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(T/N) estrujaba sus manos, incapaz de enfrentarse a la mirada de Todoroki. Se preguntaba qué reflejarían sus ojos, ¿hastío? ¿Decepción? ¿Dolor? Ni siquiera quería imaginarse lastimándolo, no cuando él había hecho tanto por ella.

—(T/N).

—S-¿sí? —Se hundió entre sus hombros, deseando ser tragada por el suelo.

—No sé cómo decirlo, pero...

No, no, no, no, no... Le terminaría, ya lo veía venir, pero jamás pensó que sería así de aterrador. Empezaba a creer que ese sentimiento era casi tan desesperante como tener a un Nomu frente a ella —y vaya que lo había tenido—. Ya sentía hasta los ojos anegados.

—Por casualidad, ¿le tienes asco a la saliva? —dijo por fin.

—¿Eh? —(T/N) alzó la cabeza, dejando que una rebelde lágrima se deslizara por su mejilla.

—¿Estás bien? No pensé que...

—Lo... Lo siento. —Parpadeó varias veces, secándose cualquier rastro de un posible llanto—. Pensé que querías que rompiéramos.

—¿Por qué? —Todoroki alzó una ceja.

—Pues porque ha pasado tanto tiempo y no he dejado que me beses...

—Jamás acabaría nuestra relación por algo así. —Inclinó la cabeza para luego esbozar una muy leve sonrisa a la par que acariciaba su mejilla.

—Ya veo. —Ella rio avergonzada por haber pensado semejante estupidez—. Pero ¿cómo descubriste que no me gusta la saliva ajena?

—Una vez te observé bien, me pude dar cuenta de cómo evitabas ese tipo de contacto.

—Debes estar preguntándote por qué acepté tu confesión, ¿no?

—Me causa curiosidad, sí. Sin embargo, quiero pensar que querías darte una oportunidad de superar tu temor conmigo.

—¡Eso es ser optimista! —Rio con diversión—. A pesar de que tienes algo de razón, también influye que en serio me gustas y sí he imaginado muchos escenarios en los cuales me besas, pero la simple idea de que en realidad ocurra me aterroriza...

—Entiendo. —Asintió comprensivo y la miró profundamente—. ¿Si cierras los ojos y me dejas hacerlo?

—¡N-no! —Agitó la cabeza—. De solo imaginarlo se me eriza la piel porque sentiré tu aliento cerca de mí y luego me besarás y tu saliva entrará en mi boca junto a miles de microorganismos como estreptococos mutans, estafilococos y sus miles de cepas, además de virus como el de la hepatitis, la mononucleosis, y súmale a eso las ITS*...

—¿Es que fuiste a un curso de microbiología, (T/N)? —Rio Todoroki.

—No... Solo me informé muy bien. —Hizo un puchero y bajó la mirada.

—Aun así, creo que mi higiene bucal es aceptable, eres mi primera novia y la mayoría de los microorganismos son parte de flora normal, así que no hay nada que temer.

—¡Lo sé! ¡Lo sé! —Hizo aspavientos, enrojeciendo por la vergüenza que le causaba toda esa conversación—. Olvidé mencionar a los parásitos...

—Ya, ya. —Todoroki acarició su cabeza, intentando calmarla.

—A veces me asusta pensar que por todo eso seré incapaz de besarte y luego tú cansarás de mí y decidirás irte con otra chica que sí pueda complacerte. En ese momento, no tendré más opción que...

Shouto, cansado de escucharla murmurar como si se tratara de una obsesiva compulsiva, estrelló sus labios contra los de ella de forma torpe. (T/N) se había quedado petrificada mientras su rostro no sabía si lividecer por el contacto o enrojecer de pura vergüenza. Todoroki, creyendo que estaban en una posición anormal, acomodó sus rostros. Delineó lentamente la línea de su mandíbula a la par que con su mano libre la tomaba de la nuca, acariciando con la yema de sus dedos la piel expuesta.

Se separó para que respirara porque, al parecer, su novia había olvidado hacerlo. (T/N) estuvo a milisegundos de reclamarle, pero Todoroki volvió a arremeter contra su labios entreabiertos, asustándola un poco más de lo que ya. Sin embargo, se dejó llevar por el cálido sentimiento que se expandía por su pecho y el suave cosquilleo del tacto de él sobre su piel. Se sentía bien, y sus manos también buscaron acariciar los brazos descubiertos de Shouto, acercándose más.

La respuesta positiva que le estaba dando había embargado a Todoroki de osadía, como si se sintiera capaz de ir más allá de los límites que se había propuesto. Con toda la delicadeza que pudo reunir, le pidió permiso para profundizar el beso hasta poder acariciar suavemente la lengua ajena por menos de medio segundo. Tan solo eso compensó todo el tiempo que había esperado por ese instante, así que, una vez satisfecho, se separó de ella, clavando sus heterocromáticos irises en los ajenos.

—¿Qué tal estuvo?

—Agh, no preguntes... —Infló las mejillas sonrosadas a la par que evadía su mirada, presa del bochorno—. Pero se sintió bien...

—¿Verdad? —(T/N) rio cuando las pupilas de Todoroki brillaron con emoción.

—Sí, pero también fue asqueroso.

—Admito que se sintió raro... —apoyó Shouto—. Pero lo haría de nuevo.

—... —(T/N) dejó chocar la cabeza contra su pecho, tan roja como podía, tanto que el rubor cubría hasta sus orejas—. Quizás yo también.

Todoroki curvó los labios con alegría y la envolvió en sus brazos con cariño, sabiendo que ese era un gran paso para un brillante futuro juntos.

:-:

Cuando Todoroki y (T/N) regresaron a los dormitorios, se encontraron con Iida intentando dar con el motivo por el cual Uraraka, Kirishima, Midoriya y Sero estaban tan rojos, mientras Mineta se desangraba por la nariz y Kaminari trataba de reanimarlo igual de sonrojado. De momento, Iida tan solo optó por llevar a Mineta a la enfermería a la par que ignoraba su intento de mantra.

—Fue con lengua, fue con lengua —repetía hasta ver a Shouto—. ¡Maldito suertudo!

—¿Eh? ¿Y ahora qué le pasa? —bufó (T/N) mientras prefería no prestarle demasiada atención a las miradas que recibían por parte de los demás.

—Tengo una duda, (T/N). —Todoroki inclinó la cabeza, curioso—. Solo no te gusta la saliva, ¿verdad? ¿O también otros fluidos?

—No lo había pensado... —Parpadeó como si hubiera sido iluminada—. Supongo que se aplica a cualquier fluido ajeno; es decir, los mocos, la sangre, el cerumen y la orina son asquerosas. ¡Ah! También el sudor, pero creo que lo tolero más...

—Ya veo. —Todoroki se frotó la barbilla y suspiró suavemente—. Entonces, supongo que eso también será un problema.

(T/N) alzó una ceja sin entender a qué se refería. Por otro lado, Midoriya, quien había escuchado todo, se ruborizó aún más, comprendiendo una vez más que Todoroki Shouto estaba a miles de niveles por encima de él en variopintos campos.

¡Muchas gracias por leer!

*ITS: Infecciones de transmisión sexual.

N/A: Y quería cerrar con broche de oro mi cumpleaños con mi personaje favorito >.< ¿Qué les diré? Basado en hechos reales (¿pseudo-reales?) Personalmente, le tengo pánico a la saliva ajena a excepción de la de algunas personas, aunque lo exageré un poco aquí, creo...

En fin, no sé cuándo vaya a publicar otro capítulo. Ya tengo una idea medio decente para Fatgum y ya se me medio ocurrió cómo terminar las segundas partes de Bakugou y Todoroki; también quiero escribir sobre Shinsou y tengo una muy vaga idea de cómo lo desarrollaré. Sin embargo, la universidad me llama y Farmacología (y las demás materias :P) no se pasará sola xD

Así que me despido y espero nos podamos volver a leer pronto.

¡Plus ultra! >.<