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Lolicon - Todoroki Shouto

Iba a recortar al gato... Pero no lo hice porque quería preguntar si eso detrás del gato era caquita... Creo que sí xD

:-:

Cuando se le venía a la mente la palabra lolicon, se imaginaba todo tipo de personajes retorcidos, quizás presentados en los animes y mangas como personajes cómicos.

Por ejemplo, si Mineta saliera de repente y dijera que era un lolicon, no se sorprendería.

Demonios, si Midoriya dijera de la nada que le gustaba Eri, tal y como había implicado Mirio, podía aceptarlo.

Pero si era su novio...

Si era Shouto, todo se volvía complicado.

No es que estuviera condenando de antemano a las personas. No. Es decir, estaba mal ser lolicon; era, suponía, como ser pedófilo. Sin embargo, pensar que Todoroki, tan serio como era, pudiera serlo llegaba a ser descabellado, rayano en inverosímil.

Aunque ¿qué podía hacer cuando lo veía mirando niños de primaria cuando salían juntos? Entrar en pánico era lo mínimo, preocuparse lo natural. Ni siquiera tenía el valor de encararlo y preguntarle si algo estaba mal.

Por un tiempo quiso convencerse de que era su sexto sentido de héroe trabajando, pero, rayos, ella también lo tenía; y juraba por todos los cielos que los niños que Todoroki se detenía a ver estaban más que bien con sonrisas en los rostros y expresiones joviales.

Así que, con ojeras por el insomnio que le causaba la intriga, tuvo que contenerse de gritar cuando, de nuevo, Todoroki, quien muy caballerosamente le había cedido el asiento en el tren, miraba con curiosidad a una pequeña.

Shouto desvió su mirada a su novia, observándola con curiosidad y cuestionándose qué la tenía al borde de un colapso nervioso. ¿Tal vez no quería estar en Hosu? Había sido su idea, después de todo, invitarla a desayunar un sábado por la mañana, lejos del bullicio de los dormitorios.

—¿Ocurre algo?

—Ya llegamos. —Ella se puso en pie de forma enérgica, tomándolo de la mano para arrastrarlo fuera del vagón, lejos de los niños.

Shouto afianzó el agarre y disminuyó el ritmo con el que caminaban para quedar uno al lado del otro, rozando sus hombros entre la inesperada concurrencia de la estación.

—¿Estás bien?

—Sí —musitó, arrepintiéndose de haber visto la suave sonrisa que adornaba sus labios, porque ese gesto era suficiente para desarmarla totalmente y olvidar cualquier problema que pudiera tener.

Shouto la guio hasta una cafetería pequeña y cálida, perfecta para resguardarse del frío de finales de otoño. Anteriormente, con todo el incidente de Stain, había terminado en ese lugar por azares del destino, y la comida lucía tan deliciosa que se prometió regresar. Así que, contra todo pronóstico, estaba ansioso por saber qué tal eran los desayunos allí; además, no quería defraudar a (T/N).

Pero la muchacha lo menos que le preocupaba era la comida, porque allí estaba otra niña con su uniforme escolar, de espaldas a Todoroki y zapándose un sándwich demasiado grande para ella sola. De nuevo, sintió ganas de gritar.

—¿En serio estás bien? —Shouto arrugó el entrecejo, aceptando la carta que le tendía el mesero—. ¿Hay algo detrás de...?

—¡Está bien! —Lo tomó de las manos para que le prestara atención—. Todo bien, solo soy yo siendo yo...

—Pues estás actuando extraño. Si no te sientes bien, podemos regresar.

—No. —Bajó la mirada, sintiéndose estúpida por arruinar la cita que por fin podía tener—. Lo siento. Me portaré bien.

Shouto alzó una ceja y se cubrió los labios para reírse discretamente, ante la expresión atónita de ella. Aún con una alegre sonrisa bailándole en el rostro, se dispuso a leer el menú.

—¿Qué quieres ordenar?

—El desayuno americano suena bien, aunque el desayuno de la casa también...

—Yo estaba entre esos dos también —coincidió Shouto—. ¿Te parece si compartimos?

(T/N) asintió, sintiendo las mejillas arderle. Compartir con Shouto sonaba a un sueño hecho realidad. No llevaban mucho saliendo, después de confesarle sus sentimientos en el festival cultural, tuvieron que pasar varios días hasta obtener una respuesta afirmativa. Así que ser partícipe de la vida de Todoroki, junto a la confianza que eso conllevaba, la hacía realmente feliz.

Sin embargo, al destino le gustaba verla sufrir.

Aun cuando Todoroki estaba ordenando, fue incapaz de desviar la mirada cuando la niña pasó a su lado. Y la siguió hasta que dejó la cafetería.

(T/N) lo escrudiñó. Vale, conocer varios aspectos de la persona que le gustaba era bueno; pero el factor lolicon era tan inesperado que no tenía la menor idea de cómo reaccionar.

De nuevo, fue inevitable olvidar el enojo cuando Shouto hizo despliegue de su lado más tímido, ruborizándose al sentir cómo ella lo miraba.

—N-no era mi intención —titubeó, cubriéndose el rostro—. Todo es tu culpa, Shouto.

—¿Mi culpa?

—¿O quizás es mía? —parpadeó, meditabunda—. Si no me gustarás, tal vez no...

—¿(T/N)?

—¡Pero sí me gustas! —exclamó al notar el significado de sus palabras.

Los pocos clientes que había se quedaron observando a la pareja hasta después de que ambos se disculparan. Shouto suspiró y tomó su mano con firmeza, viéndola tan fijamente que creía que podía vislumbrar todos los pensamientos pecaminosos que tenía sobre él.

—Te pasa algo, y puedes decírmelo.

—... —Infló las mejillas de forma obstinada, pero cuando él alzó su ceja roja, cedió—: A ti es al que le pasa algo.

—¿Sigues insistiendo en echarme la culpa?

—Es que ¿qué quieres que te diga cuando tú te quedas mirando a cada niño que pasa? —habló finalmente, apretando tanto la mano de su novio que los dedos se le estaban poniendo morados.

—¿Es eso lo que te preocupa?

—¡Claro que me preocupa! Si eres lolicon, pues es serio.

—(T/N), me romperás la mano.

—Lo siento. —Ella hizo amago de retirarse, pero él la sostuvo con la misma suavidad de siempre y con una sonrisa condescendiente.

—No soy lolicon... Ni que fuera Mineta. Es solo... —Bajó la mirada, con las mejillas ligeramente teñidas de rojo.

—Espera, ¿Mineta es...?

—No sé, supongo.

—Tiene más pinta de que le gustan mayores...

—Considerando el altercado con Midnight-sensei... —coincidió Todoroki.

—Qué feo que lo estemos estereotipando —susurró (T/N)—. ¡Espera! Nos estamos desviando del tema.

—Cierto. —Asintió, esta vez con más convicción—. Lo diré una sola vez, ¿de acuerdo?

—¿Estás teniendo un desliz tipo Bakugou?

—No, solo que es vergonzoso —repuso de inmediato—. Cuando acepté salir contigo, dije que quería tener una relación seria porque no quiero perder el tiempo, ni el tuyo, ni el mío, ¿cierto?

—Sí.

—Bien... He estado pensando.

—Vale.

—No me interrumpas —pidió con una sonrisa divertida—. Nunca me dejarás terminar de hablar. La cuestión es que siempre que veo a un niño, me pregunto si... —Pasó saliva, sintiendo entumecidas las mejillas.

—¡Aquí está su orden! Disculpen la demora —interrumpió el mesero, haciendo que ambos se separaran para que pudiera disponer los platos.

La joven reprimió un poema de improperios, mordiéndose la lengua. Por supuesto que tenía que venir alguien a cortarlo en media oración, porque el maldito destino la detestaba y siempre tenía que recordárselo en la menor de las oportunidades.

—¡Oh! Se ve bien —comentó Todoroki, sin inmutarse por todo lo acontecido—. Te dejo la mitad.

—Sí... —lloriqueó.

Ambos empezaron a comer, hablando sobre temas distintos al problema de lolicon de Todoroki. Debía admitir que todo estaba bueno, desde la comida hasta la conversación de su novio quien, después de empezar a salir, se había abierto un poco más con ella.

Notó que él la miraba fija y profundamente, dejando de comer.

—¿Pasa algo?

—¿No vas a dejarme? —señaló el desayuno que prácticamente había devorado.

—... —(T/N) abrió los ojos más de lo normal—. ¡Lo siento! Estaba demasiado bueno y yo...

—Podemos venir de nuevo —dijo con amabilidad, conteniendo una carcajada por la expresión abatida de su acompañante—. No te preocupes, pero me alegro que te haya gustado.

—Sé que siempre puedo confiar en el paladar de Shouto —replicó con convicción.

—Sí. —Todoroki dejó escapar su risa, sorprendiéndose por lo bien que se la pasaba junto a ella—. Respecto lo que te decía antes de que nos interrumpieran.

—Te quedaste en: 'La cuestión es que siempre que veo a un niño, me pregunto si...'

—Si... No vayas a pensar que soy raro, ¿de acuerdo?

—Jamás lo haría, pero no me dejes con la intriga.

—Bien. Me pregunto si nuestros hijos serán así.

Todoroki habló en voz baja, pero lo suficientemente alto como para que ella pudiera hallarles sentido a sus palabras. Dejó caer el cubierto, verdaderamente tomada desprevenida. Poco a poco, se sintió sonrojar.

—Lo siento por pensar que eras un lolicon —lloriqueó, cubriéndose el rostro—. Me siento tan tonta y mal. Por supuesto que jamás verías a un niño así... Quizás soy yo la depravada.

—No, no. Es comprensible. —Agitó la cabeza—. Lamento haberte preocupado. Pero quiero saber qué piensas al respecto.

—Me alegra que pienses que podemos tener un futuro juntos. —Le sonrió—. Aunque todavía debemos esperar para que eso pase.

—Por supuesto. —Dejó salir el aire que había estado conteniendo—. Pensé que te asustaría que yo nos viera juntos por tanto tiempo.

(T/N) tomó sus manos y negó con la cabeza. Dulcemente, depositó un beso en sus dedos, mirándolo con todo el cariño que podía reunir.

—Tus palabras me dan la esperanza de desear un futuro hermoso junto a ti.

:-:

Todoroki se afianzó de las cadenas, sorprendido por la fuerza con la que su novia lo columpiaba.

—¡Salta!

—¡¿Quieres que salte desde esta altura?!

—¿Tienes miedo?

Tocando una fibra sensible, Shouto no esperó más y se lanzó hacia adelante, usando su kosei para frenar el impacto.

—¡Eso es trampa!

—Lo aprendí en el curso para retomar el examen. —Se encogió de hombros, regalándole una sonrisa pícara.

—Olvidé preguntártelo. —Se dejó caer en uno de los columpios después de cerciorarse de que no se lo estaba quitando a ningún niño—. ¿Cómo imaginas a nuestros hijos?

—Uhm... —Todoroki empezó a balancearla suavemente—. No estoy seguro. Solo quiero que sean muy felices; que tengan una infancia distinta a la mía. Deseo que cuando tengan mi edad, sean capaces de mirar hacia atrás sin remordimientos.

(T/N) frenó y echó la cabeza para atrás para mirarlo.

—Nos aseguraremos de eso, ¿no? Tendrán un padre excelente.

Todoroki curvó los labios y se inclinó para besarla brevemente, disfrutando de la caricia como si fuera la primera vez.

—Y eso me recuerda algo muy importante —dijo (T/N) después de que se separaron—. Antes de tener hijos, debemos...

—Graduarnos, ya lo sé; y tener un trabajo estable.

—Ah... —Bajó la mirada, ruborizada—. Sí, por supuesto... ¡Pero también debemos practicar mucho!

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Pos... ¿Qué les diré? Prometí Aizawa y traje Todoroki... Pero... ¡Pero mi excusa es que estaba escrito antes de darme cuenta! >.<

No pregunten que clase de porro me fumé, que ni yo sé. Todo salió tan extraño, pero espero que les haya gustado xD

Con eso, regresaré a las profundidades del Inframundo. ¡Tengan una excelente semana!

¡Plus...! ¡Ah! ¡Por fin empezó la tercera temporada y sigo emocionada!

Ahora sí, ¡Plus ultra! >.<

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