Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Conversaciones - Iida Tenya

Para la familia Iida era un honor servir a la realeza. Lo habían hecho por generaciones y para Tenya solo era natural seguir los pasos de su hermano y llevar a cabo su trabajo a la perfección. De ese modo, fue asignado como guardia personal de Momo, quien era la princesa heredera al trono y cuyo temple y buen juicio hacía que se enorgulleciera de su puesto y de pertenecer a ese reino.

—¡Te ves preciosa, Yaomomo!

Tenya estaba apostado del otro lado de la puerta, cuestionándose, como siempre, si era buena idea escuchar lo que las dos chicas hablaban en el interior, pero no era su culpa que se oyera todo. Y, muy en el fondo, se conformaba con escucharla trabajando, asegurándose de que Momo tuviera todo cuanto necesitaba.

(T/N) era la dama de compañía de la princesa, pese a su casta baja, y se empeñaba en realizar todas sus actividades a cabalidad y con los mejores resultados. Detrás de su actitud jocosa, era diligente, meticulosa y, sobre todo, leal. Además, cuando le sonreía, Tenya sentía que sus días eran un poco mejores.

En esa ocasión, el reino había realizado un baile en celebración del centenario de su fundación. Acudirían invitados de otros reinos y nobles que podrían participar en los eventos del salón principal, y, en los jardines del palacio, el pueblo podría disfrutar de todos los puestos de comida y actividades que el rey había organizado.

Cuando ambas chicas salieron, Tenya las saludó con formalidad, notando que realmente Momo se veía muy bonita. Sin embargo, sus ojos viajaron a (T/N) y al elaborado peinado que se había hecho, pese a que iba ataviada con su usual uniforme.

Momo se adelantó un par de pasos y ellos la siguieron, hombro con hombro. Tenya se inclinó apenas y dijo:

—Te ves bien.

—¡Gracias! Veo que hoy no llevas tu armadura —comentó ella, tocándose una de las flores que Momo le había colocado en el cabello.

—La princesa solicitó que intentara ser... menos formal, así que esto fue lo único que se me ocurrió. Aludió a que quería que disfrutara del festival porque ella iba a estar con el príncipe Shouto y que él era capaz de cuidarla. Aunque no dudo de las habilidades del príncipe y sus buenos sentimientos, no me siento cómodo con...

—Son amigos desde hace muchos años, ¡claro que podrá cuidarla! Yo también creo que deberías divertirte. Siempre te veo trabajando.

—Lo mismo va para ti.

—Es que para mí es divertido cuidar de Yaomomo —repuso ella.

—Para mí también —repuso Tenya, curvando los labios con orgullo.

La chica rio suavemente y Tenya se halló de nuevo incapaz de apartar la mirada de ella. Iida estaba seguro de que le gustaba. Habían pasado por demasiadas cosas juntos como para serle indiferente. Se habían mostrado sus virtudes y defectos, aunque él apreciaba más los momentos en los que se habían permitido ser vulnerable frente al otro. Sin embargo, no era el momento para enfrascarse en perseguir esos dulces sentimientos.

Pese a las insistencias de Momo para que se divirtieran, la acompañaron hasta que las celebraciones dieron inicio y Shouto empezó a escoltarla mientras el héroe Midoriya se les unía, acompañado de la maga Ochaco y la arquera Jirou. De ese modo, (T/N) se escabulló a la cocina para robarse un pequeño banquete personal y, Tenya, por su lado, prefirió disfrutar del agradable clima de la noche mientras se paseaba —inspeccionaba—, los corredores del palacio.

Cerca de uno de los pasillos que daba a la habitación de Momo, se percató de una sombra que cruzó el hall anexo con pasos ágiles. Inconscientemente, llevó la mano a la empuñadura de su espada mientras avanzaba con cautela. No lo sorprendería si se encontraba con un mercenario, abundaban últimamente, aunque los Yaoyorozu no se habían granjeado enemigos aún.

Sin embargo, exhaló todo el aire que había estado conteniendo cuando se encontró con (T/N) hecha un ovillo en uno de los muebles de la pequeña sala de bienvenida de Momo, comiendo pastelillos de cerezas mientras leía un libro. La chica respingó al percatarse de que Iida había entrado sigilosamente.

—¡Qué susto me diste!

—El susto me lo has dado tú. Pensé que se había colado alguien. —Tenya dejó caer los hombros.

—Es que no quería que nadie me pidiera ayuda, así que deduje que este sería el mejor lugar para desaparecer. —Apartó la mirada—. ¿Quieres sentarte? Te puedo ofrecer pie de nueces, tartaletas de jamón y queso, cerezas...

Tenya tomó una tartaleta y se sentó al otro extremo del sofá, su espalda erguida. Sin querer, volvió a dedicarle un vistazo, encontrándose con sus pupilas seguidas de una tenue sonrisa. Iida se ruborizó por haber sido atrapado in fraganti, así que se concentró en detallar el papel tapiz.

—¿Quieres leer? —ofreció ella.

—... Si estás tú aquí, preferiría que habláramos, si no es mucha molestia.

—¡No lo es! ¿Qué te gustaría saber de mí?

Tenya apretó los labios, sin comprender cómo su voz y la forma en la que lo miraba era capaz de desarmarlo de ese modo. Sin embargo, quiso aprovechar la oportunidad para conocerla mejor porque casi nunca tenían oportunidades como esa.

—¿Siempre quisiste atender a la princesa?

—Bueno... —Ella apartó el libro y apoyó el mentón de sus rodillas—. Siempre la he cuidado. Soy un par de años mayor, así que hemos estado juntas casi que desde que tengo memoria. Solo fue algo natural ocupar este puesto a largo plazo. ¿Y tú? ¿Siempre quisiste ser caballero?

—Sí. —Tenya miró el techo abovedado y curvó los labios—. En mi familia nos dan la opción de seguir este camino o no, pero admiro profundamente a mi hermano y encuentro esta labor encomiable.

—Pues lo cierto es que es difícil verte haciendo otra cosa. Siempre eres tan correcto, confiable y responsable. Te admiro mucho. No me imagino cuidar de Yaomomo con alguien más que no seas tú.

Iida se ruborizó un poco más, pero intentó mantener el temple. Le dirigió una tenue sonrisa.

—P-pero basta de mí —farfulló Tenya y ella se rio entre dientes—. ¿Te hubiera gustado hacer algo más?

Tenya curvó una ceja al no escuchar respuesta de ella ni siquiera cuando se terminó de comer un mini pie de nueces. ¿Quizás había sonado demasiado entrometido?

—Discúlpame, si no quieres hablar de eso...

—No es eso —repuso ella con cuidado—. Es que, si te pones a pensar en muchas otras doncellas en mi posición, yo lo tengo fácil: Yaomomo tiene una buena actitud, me ve como su igual, al punto en el que he podido estudiar gracias a ella. Desear algo más que eso es egoísta, creo...

—Pues yo creo que está bien que te sientas agradecida, pero tu vida no se limita a esto si eso no es lo que quieres.

—Uhm... Es... —Ella bajó la mirada, queriendo serle fiel a Momo, pero también sincera consigo mismo. Respingó cuando Tenya posó su mano, por un instante, sobre las de ellas que rodeaban sus piernas—. Me hubiera gustado estudiar más, quizás aprender magia y salir en una aventura. Admiro mucho a Ochaco, aunque admito que aquí estoy más tranquila de lo que hubiera podido aspirar.

—Estudiar, ¿eh? —Tenya la observó bajo una nueva luz—. Ahora comprendo los rumores.

—¿Qué rumores?

Iida se cubrió la boca y la miró con reticencia, pero ella le sonrió y dijo:

—Ah, ¿de que soy creída porque cuido de la princesa? No me voy a quedar callada porque hablen mal de las personas que me importan y tampoco cuando veo que se van a equivocar. No hay mejor manera de callar la ignorancia que con hechos comprobados, y para estar actualizada, tengo que leer. Y la única manera en la que alguien como yo tiene la oportunidad para hacerlo es porque le sirvo a Yaomomo.

Tenya no se había detenido a pensarlo tan a profundidad como ella. Lo cierto era que, mientras estuviera dentro de los márgenes explícitos de la ley, él no les prestaba demasiada atención a las clases sociales. Apenas en ese instante se percataba de la envergadura de la brecha que separaba a los nobles del pueblo.

—Pero, en serio estoy bien con...

—¿Has pensado en tomarte unas vacaciones? Todos estos años en los que hemos trabajado juntos nunca lo has hecho.

—Tú tampoco. —Ella le sonrió, divertida, para después levantarse y estirarse.

Tenya, después de atraparse viendo de más las formas que se dejaban entrever por su vestido, se obligó a apartar la mirada, azorado. Sin embargo, antes de que alguno pudiera agregar más a la conversación, elaborando las ideas que cruzaban sus mentes, escucharon varios pasos aproximándose por el corredor.

Iida se levantó como un resorte, regresando a su postura correcta durante el trabajo y la chica solo curvó los labios y guardó la bandeja con restos de bocadillos. Al mismo tiempo, Momo abrió la puerta de la habitación, deteniendo sus pasos al percatarse de que los dos estaban dentro.

—Oh, ¿interrumpo? —Les dedicó una leve sonrisa, sus pupilas brillando mientras pasaban de uno a otro.

—Claro que no, el Mayor Iida y yo solo conversábamos un poco. ¡Es importante confiar en las personas con las que trabajamos!

—Es una lástima... —musitó Momo, haciendo que sus amigos pasaran.

—¿Disculpe? —dijo Tenya, parpadeando con confusión.

—No es nada. —Momo le sonrió con suavidad, disfrutando de cómo ambos eran tan densos cuando se trataban de sus sentimientos.

—¡Iida! —interrumpió Midoriya, esgrimiendo una resplandeciente sonrisa al reencontrarse con su compañero de armas durante sus aventuras juveniles.

(T/N) inclinó la cabeza apenas, saludando a cada uno de los recién llegados. Escuchó que Shouto le agradecía brevemente por cuidar de Momo, a la par que Ochaco la invitaba a quedarse, pero ella se negó. No quería molestarlos, así que se excusó y le dijo a la princesa que, de necesitar algo, la llamara.

Empezó a alejarse por el corredor hacia su habitación compartida, cuando escuchó pasos tras ella. Ladeó el rostro cuando sintió la mano de Tenya, firme, pero amable, sobre su hombro.

—¡Deberíamos tomarnos unas vacaciones!

—¿Eh?

Tenya le sonreía, una idea brillante refulgiendo en sus ojos. Ni siquiera pudo reclamarle a su corazón el vuelco que dio.

—Vayamos a algún sitio alejado del palacio para vacaciones. Los dos. Será divertido.

—E-está bien...

—Lo conversaré con la princesa para planificar el cambio de personal temporal. Y luego también podemos discutir qué haremos con más calma.

—Sí...

Tenya le sonrió, sus facciones mucho más relajadas que la mayoría de las veces en las que estaba siguiendo a la princesa a todos lados. Habiendo dicho lo que quería, se preparó para marcharse, pero ella lo tomó de la mano, sorprendiéndolo.

—Solo quería agradecerte, Tenya.

—Es un placer serte de asistencia.

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Por ahí pidieron a Tenya y ya había planeado este OS para él, pero no salió como quería y casi me dio bloqueo. Es que no sé por qué, desde que empecé esta serie de OS en 2017, siento que me cuesta escribir tanto a Iida, pero hice lo que pude xD

Por culpa de él me atrasé mi intento de Flufftober jaja

En fin, espero que lo hayan disfrutado, quería ir por un poco de mutual pining y este fue el resultado.

Tomen agüita~

¡Plus Ultra! >.<

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro