Ella era una heroína que aparecía muy pocas veces en las noticias; pero cuando lo hacía, era en grande. Las personas lloraban y le agradecían mientras ella intentaba apaciguarlos con una sonrisa tímida. No le gustaba tener una cámara en su rostro, y tampoco era de cargar el celular de arriba abajo por lo que era difícil contactar con ellas. Si Hawks tuviera que describirla, diría que era un alma libre que viajaba alrededor del mundo en su peculiar rama de trabajo, al punto que ella había sido la primera persona en dedicarse a tal profesión.

Rescatar naufragios daba muy poco que hacer, pero con el paso de los años ella se había vuelto experta en rastrear vuelos y barcos. Los rumores decían que había ido al Triángulo de las Bermudas para rescatar un escuadrón de las fuerzas aéreas estadounidenses, y había regresado con vida y tres hombres.

Hawks la admiraba porque, mientras él era un héroe de la comunidad, refugiado tras las fronteras de la ciudad que terminaría traicionando, ella estaba haciendo realmente un cambio allá afuera.

Aun después de percatarse de sus sentimientos al hallarse buscando información sobre sus últimas hazañas en su tiempo libre cual acosador, o de comprar toda la mercancía limitada que sacaban sobre ella, no se había atrevido a confesarle sus sentimientos.

Se veían una o dos veces al año, en la reunión con otros héroes de su promoción escolar donde casi siempre Hawks preguntaba si ella estaría presente antes de poder confirmar. Ese año irían al festival de verano, y esperaba no dejar pasar otro año sin poder decirle cuánto le gustaba.

Las estrellas iluminaban el firmamento, la luna menguante brillaba tenuemente, el calor de las calles y la muchedumbre hacían que se soltará un poco más el cuello de su yukata. Como era usual, sonreía a los transeúntes que lo reconocían, mientras escuchaba a sus amigos poniéndose al día. Sin embargo, ella, siempre puntual, no estaba allí a pesar de haber confirmado su asistencia previamente; y empezaba a creer que pasaría de nuevo el círculo vicioso que le impedía expresarle sus sentimientos. Su mano envolvía el celular fuertemente, a la espera de la señal de notificación de LINE que le dijera que ella ya estaba en camino.

Se separó del grupo con la excusa de tomar algo de aire, saliéndose de la multitud y suspirando al por fin sentir la piel fresca sin el sudor del calor ajeno. Se recostó de una simple baranda que se quejó por su peso. Las luces de la ciudad parecían pequeñas luciérnagas lejanas, y, se recordó una vez más, que debía protegerla a toda costa. Después de todo, él era el tipo de hombre que velaba más por los resultados que por los medios. Lástima que el buró superior de héroes se había percatado de ese rasgo distintivo.

Ladeó el rostro cuando sintió una mano envolviéndose en un puñado de plumas de sus alas. Parpadeó varias veces al percatarse que era ella. Ambos se sonrieron.

—Pensé que la multitud jamás me dejaría acercarme a ti...

—Pudiste haberme escrito. —Curvó los labios, ofreciéndole la mano para que estabilizara su postura.

—Ah... —Desvió la mirada avergonzada, apretando su mano de forma afectuosa—. Es muy gracioso. Me robaron mi celular...

Hawks separó los labios y dejó escapar una carcajada.

—Eres una heroína, ¿no? Es ridículamente irónico.

—Sí... No te burles, no me di cuenta en qué momento me lo sacaron del bolsillo.

—Pero, ¿estás bien?

Asintió y se recostó de la baranda también, dándole una mirada apreciativa mientras Hawks sentía que podía dejarse envolver por la calidez de sus transparentes pupilas.

—Te ves muy apuesto —mencionó, tamborileando los dedos contra la madera, a la par que admiraba el paisaje.

Hawks le echó una mirada rápida. Ella vestía simple ropa de civil, bermudas y una camiseta, no era un atuendo sensual, pero a él le encantaba, resaltaba sus curvas y dejaba un poquito más de piel expuesta de lo normal.

—Y tú estás bronceada. —Pinchó su hombro y ella rio—. Pronto vas a empezar a pelarte como un cacahuate.

—Como un... ¿Cacahuate?

Hawks se quería dar un golpe por su mal chiste, pero ella empezó a reírse de esa manera que hacía pensar a los demás que le habían contado el mejor chiste de la historia. Él sonrió, ruborizándose y casi tentado a dejar que otro año pasara; porque le bastaba estar simplemente a su lado, admirándola.

Sin embargo, los fuegos artificiales que indicaban el final de la velada empezaron a retumbar en sus tímpanos. El cielo nocturno era ocupado por miles de pétalos de fuego danzante, formando figuras y avivando el ánimo de las personas. Ella continuaba carcajeándose, cada vez más tranquila.

Y no pudo soportarlo más.

Al parecer no dejaría pasar otro año.

Hawks agitó sus alas para llamar su atención, consiguiéndolo casi de inmediato. Con un simple movimiento precalculado, se inclinó hacia la chica y acarició sus labios con timidez. Separándose en menos de un segundo y riendo al ver cómo había cambiado de color tan radicalmente.

—Me gustas, (T/N) —susurró, dejando que sus palabras se difuminaran en el ruido del paisaje.

Ella lo observó y asintió. Él alzó una ceja y sonrió. Iba a preguntar qué se suponía que era esa respuesta, pero la muchacha consiguió enmarcar sus facciones y acercarlo a su altura. Lo besó suavemente, acariciando sus facciones con los pulgares y permitiendo que la distancia entre ambos disminuyera de a poco a medida que Hawks rodeaba su cintura con ambos brazos.

Hawks dejó caer los párpados y, a pesar de que (T/N) no poseía alas que pudieran envolverlos para proteger su frágil corazón, se sentía a salvo de los fantasmas que lo atormentaban sin darle respiro.

¡Muchas gracias!

N/A: Aquí, casual, haciéndole honor a los comentarios de los cacahuates del OS de Bakugou xD

No sé por qué, pero me parece que Hawks se presta mucho para el drama, la tragedia y la angustia. Me gustó cómo quedó este OS. Como dije, me inspiré en la canción 'Kimi Iroiro Utsuri' de Mafumafu.

Más tarde les traeré a Shinsou o a Tamaki.

¡Tengan un excelente día y...!

¡Plus Ultra! >.<