Abrazo - Shoji Mezo
Pedido por: DEMON7373748 (Espero que te guste ^^)
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Se escabulló por la ventana, saltándose la baranda que separaba sus departamentos contiguos. De hecho, así se habían conocido, y no era nada nuevo para ellos hacerlo de ese modo. Excepto que ahora era diferente, totalmente.
Para Shoji ser un héroe implicaba estar ocupado casi todo el tiempo, poniendo la vida en línea e intentando lidiar con las injusticias de un mundo que sería mejor sin tanta maldad junta. Y para (T/N) trabajar en una librería representaba uno de los placeres de su vida.
Eran diferentes y a la vez muy parecidos. Por ejemplo, a ambos les gustaba observar la lluvia caer a través de la ventana, pero mientras Shoji solía mantener su vida minimalista, (T/N) no podía dejar de acumular libros mientras los leía con avidez, sumergiéndose en mundos que jamás podría explorar en la vida real.
Sin embargo, sus destinos de habían entrelazado aquel día que el joven héroe había olvidado las llaves dentro de la casa.
Tocó la puerta de madera de su vecina, a quien pocas veces había visto. Siempre vestía suéteres y tenía la nariz metida en un libro con los audífonos puestos, ni siquiera sabía cómo no se rodaba las escaleras al bajarlas mientras leía. Ni siquiera estaba seguro de si ella atendería al llamado de la puerta a esas horas de la noche, a pesar de haberse cerciorado de que la luz estuviera encendida por fuera del complejo de apartamentos.
-¿Sí? -La chica se dejó ver por un diminuto resquicio de la puerta, lista para cerrarla ante algún movimiento extraño.
-Vivo al lado. -Empezó, mostrándole su licencia de héroe-. Olvidé mis llaves dentro de mi casa y me preguntaba si podías dejarme acceder a través del balcón de aquí, por favor.
La joven le lanzó una mirada suspicaz, evaluando la tarjeta reluciente con el nombre de su interlocutor, a quien no había reconocido de ninguna noticia; aunque estas estaban atestadas de imágenes de Shouto, Deku, Creati y Explosion Hero. La verdad era que su apariencia era poco reconfortante, pero no leyó malas intenciones en sus ojos.
-Espera un momento -dijo, cerrando la puerta para pasar el pestillo y dejarle entrar.
Shoji se esperaba, quizás, un sitio más organizado. Así que no pudo evitar fijarse en las pilas de libros amenazando con derrumbarse, ni el montón de bolas de papel tiradas en una esquina de la cocina. Sin mediar más que un 'gracias', ella lo escrudiñó, como si supiera de antemano la imagen estereotipada que se había hecho de la casa de una chica.
-¿Vas a saltar?
-Sí; no es difícil. -Sonrió por debajo de la mascarilla en un intento de aligerar el ambiente, pero ella no parecía inmutarse.
-Ten cuidado -dijo con la voz en un hilillo al verlo trepándose al delgado barandal negro cuando su cuerpo era tan colosal.
En menos de un segundo, el héroe desapareció. Había sido tan raudo que fue incapaz de distinguir si se había caído o había logrado su cometido. Preocupada, corrió para asomarse al balcón contiguo. Ahogó un grito cuando se encontró de lleno con la cara de él.
-¿Estás bien? -preguntaron al unísono, sorprendiéndose al coincidir.
La muchacha rio un poco, mientras Shoji la imitaba en menor medida. Ella asintió y dijo:
-Soy (T/N). Tú eres Shoji Mezo, ¿cierto? ¿Lo leí bien?
-Sí. Un placer. -Extendió uno de sus múltiples brazos y estrechó con suavidad su mano-. Por cierto, no intentes lo que acabo de hacer, ¿de acuerdo?
-No suelo olvidar mis llaves. -Alzó una ceja, apreciando el sentimiento de preocupación desinteresada-. Me siento más tranquila sabiendo que un héroe vive a mi lado.
-No dudes en llamar si necesitas ayuda. Te debo una, después de todo.
(T/N) asintió, teniendo en mente sus palabras. Ambos se desearon buenas noches y desaparecieron tras los respectivos ventanales corredizos de sus balcones, pensando en su impresión sobre el otro.
Cuando Shoji comentó el incidente con sus compañeros, Mineta había saltado diciendo alguna babosada sobre 'aprovechar el bug', mientras Todoroki, más sensato, le aconsejaba decirle a la chica que no dejara entrar extraños a su hogar. Midoriya fue el último en opinar de forma pueril que era bueno que hiciera amigos en la residencia donde vivía.
Shoji quería verlo así. Quería imaginar que podrían ser buenos amigos como con cualquiera de sus compañeras de U.A., pero con ella sentía algo distinto, algo que le impedía catalogar sus deseos como una simple y llana amistad.
Era, al fin, día de descanso. Estaba relajado en la sala, leyendo una novela ligera ambientada en la posguerra que le había prestado Koda, cuando un grito lo alarmó. Un portazo hizo que se pusiera de pie, y una sucesión de golpes en su propia puerta finalmente lo hizo reaccionar.
-¡¿Ocurrió algo?! -exclamó al ver a su vecina en pleno ataque de pánico.
-¡Hay dos cucarachas copulando en el mesón de mi cocina! -lloriqueó con las mejillas enrojecidas-. No quiero que dejen sus huevos por allí...
Shoji parpadeó y suspiró, sintiendo cómo la opresión en su pecho bajaba un poco. Podía lidiar con un par de cucarachas, eso era mejor que tener que enfrentarse a un villano en su día libre. Abrió la puerta y dirigió las pupilas al simple mesón de granito que separaba la cocina de la sala. No había rastro de ningún insecto.
-Aquí no...
-¡Allí! -señaló la pared y, antes de que Shoji pudiera hacer algo, la muchacha salió huyendo.
Lo siguiente que supo Shoji fue que la cucaracha no estaba en la pared, sino que se acercaba amenazadoramente hacia él.
Las muy malditas volaban...
VO-LA-BAN.
...
Shoji salió del apartamento con un sonoro suspiro. Se percató de (T/N), hecha un ovillo en el medio de ambas puertas.
-Ya está. Las boté en la basura del baño, ¿te molesta?
-Está bien. Gracias -musitó, aceptando la mano que él le ofrecía para levantarse-. Creo que con eso está pagado lo de la llave.
-No. Puedes llamarme cuando quieras que haga de exterminador; aunque creo que lo más sensato sería pedir que fumiguen todo. Odiaría ver más cucarachas por aquí.
-Lo siento. Realmente las aborrezco al punto de parecer dramática.
-Está bi...
Sin querer -quizás por influencia de Mineta-, sus pupilas se deslizaron hacia el pecho de la muchacha. (T/N) se sonrojó con violencia al trazar la línea de visión del joven y al recodarse a sí misma que estaba en pijama sin un maldito sostén que mantuviera las cosas en su lugar. En su ceguera por idealizar a Shoji como un héroe, había olvidado que era un hombre.
Sin esperar demasiado, le dio un empujón y se metió corriendo a su hogar, indignada por los pensamientos que había escuchado perfectamente en su mente.
-¡No fue mi intención! -Tocó la puerta sin obtener ninguna respuesta.
Definitivamente, había metido todas sus extremidades, no solo la pata...
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(T/N) lo evitaba, demasiado avergonzada por el incidente anterior. Aunque debía admitir que no estaba enojada, solo un poco sorprendida porque alguien tan serio actuara de ese modo. Era un desliz que no se hubiera esperado, pero tampoco le molestaba.
Era de noche. Estaba sentada en el kotatsu para abrigarse del frío mientras esgrimía un portaminas en un intento de escribir un relato para el concurso nacional. No se le ocurría nada, así que decidió leer historias por internet para probar suerte y encontrar algo de inspiración. De soslayo, se percató de algo moviéndose; temiendo otro incidente con insectos, se armó de una sandalia.
Sin embargo, no eran insectos, solo un ramo de flores campestres que "flotaba" en el balcón. Rio divertida y se acercó, asomando la cabeza hacia el balcón contiguo.
-¿Cómo rayos haces eso? -Señaló la extremidad alargada y lo suficientemente flexible para alcanzarla.
-Es mi kosei.
-Eso lo sé, genio. -Recibió el ramo de camelias mezcladas con aliento de bebé.
-Puedo manejar mis extremidades a voluntad, eso incluye moverlas y transformarlas.
-Suena útil. -Percibió el aroma dulzón de las flores.
-Lo es contra los villanos; aunque suelen temerme por mi aspecto, en especial los niños.
-Pareces personaje de sacado de una película de serie B.
-... -Shoji finalmente asomó la cabeza, observándola incrédulo-. Yo venía a pedir disculpas, pero creo que tú ahora también me debes unas.
-Lo siento. -Rio, mientras él mismo se carcajeaba en menor medida, sus ojos achinándose un poco-. Y no estoy molesta, quizás reaccioné de mala manera. ¿Pasas?
-Un amigo me dijo que no deberías dejar entrar a tu hogar a cualquier persona. -Se saltó la baranda con agilidad, siguiéndola al interior mientras apreciaba que todo estuviera más ordenado.
-No eres un desconocido. -Sacó un florero de una repisa y lo llenó con agua-. Deja de pensar sobre mi organización, por favor.
-¿Qué?
-Que... Oh, rayos -maldijo, arreglando las flores para que no se aplastaran unas con otras-. Es... Es mi kosei.
-¿Leer mentes?
-De hecho, son pensamientos dirigidos hacia mí cuando esa persona está parada al frente mío o tocándome.
-Entonces, tú... -Shoji se cubrió el rostro, sin querer creerse sus palabras.
-Uhm, sí... -Se recostó del mesón-. Me alegra que pienses que soy linda, pero creo que fue extraño en el momento que lo pensaste.
-Yo... -Se sonrojó, agradeciendo que el cubre bocas que usaba siempre disimulara su estado catatónico-. No me refería a eso, ¿sí? Era tu pijama, me pareció lindo que usaras pijamas con diseños de zorros. No fue porque...
-Lo estás pensando ahora mismo. -Rio, ruborizándose-. Aunque está bien que pienses que mi pecho no está mal.
-Lo siento -dijo finalmente, sin poderse creer que semejante kosei existiera. Básicamente, no podía ocultarle sus sentimientos a la muchacha.
-No, no puedes. -Sonrió con sorna, pasándole por al lado-. Y no me molesta, me parece que eres un buen chico. Además, eres atento; quizás a otro no le hubiera interesado tener de buen humor a su vecina. Como héroe, debes ser popular, así que podrías...
-No es lo mismo. -Agitó la cabeza, desplomándose en uno de los muebles, meditabundo-. No voy a decir que me gustas porque sería demasiado apresurado; pero quiero conocerte.
-Yo también. -Ella le sonrió, sentándose de nuevo dentro del kotatsu-. Pienso que eres muy amable conmigo, y eso lo aprecio mucho. De hecho, es la primera vez que me regalan flores y me hace muy feliz. Sería bueno que nos conociéramos mejor y quizás...
-Sí. -Shoji asintió, tan tranquilo como la situación lo requería, no quería seguir entrando en pánico por cada palabra que ella dijera que lo pusiera en evidencia-. Solo tengo una condición.
-¿Qué es?
-Has como si no pudieras leer mi mente, por favor.
-Me pides algo imposible. -Se carcajeó, divertida por lo incómodo que se veía-. Es muy divertido ponerte en evidencia.
-Yo siento que voy a botar el corazón por la garganta...
(T/N) rio y movió la cabeza. Sentía que, por su kosei, el chico podía ser mucho más honesto con ella que con cualquier otro, y eso le permitía ahorrarse el tener que guardar apariencias a su alrededor, a pesar de que por sí Shoji no era alguien malicioso.
Luego de eso, quedaron en salir en sus días libres juntos, o pasarla en la casa de uno de los dos. Ambos hacían buen equipo en la cocina, y eran capaces de interesarse en los gustos del otro por el simple hecho de descubrir la fascinación ajena de la actividad. Así que fue cuestión de semanas que, como algo natural, buscaran la compañía del otro y el calor de sus manos asidas.
-Ya solo dilo...
-No leas mi mente.
-Si no lo dices tú, lo haré yo; por mucho que tú quieras hacerlo.
-¡No!
-Acepto.
-¡(T/N)! -reclamó, sonrojándose mientras ella lo imitaba entre risas.
-¿Qué? Yo no he dicho nada.
-Daré por hecho que quieres ser mi novia, entonces -musitó, poniendo los ojos en blanco.
-Eso era un hecho desde antes, ¿sabes? -Le sonrió, tomando su mano mientras caminaban por el parque.
-No si ninguno de los dos le preguntaba al otro. Tú puedes saber cómo me siento, pero yo no.
-¿Y eso te preocupa?
-... No mucho -susurró, besando su coronilla con cariño.
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Los brazos acurrucaron su cuerpo más pequeño. Había escuchado cuando, su ahora prometido, había entrado por el balcón, tan furtivo como siempre. Rio cuando su rebelde cabello le hizo cosquillas en el cuello mientras intentaba acomodarse en la cama demasiado pequeña para ambos cuerpos adultos.
-Estás despierta.
-Estaba esperándote.
-Sabes que no es necesario que lo hagas.
-Me gusta escuchar tu voz antes de dormir.
-Eres adorable. -Suspiró con una sonrisa en los labios-. ¿Están bien?
-Sí. -Ella acarició su mano posada sobre su vientre, apoyando la cabeza de su pecho-. Aún no empiezo con los síntomas del embarazo, lo que me hace dudar que realmente esté embarazada.
-Las pruebas salieron positivas, y a mí no me molestaría que nuestra familia empiece a tomar más forma.
-Lo sé. -Sonrió, dejándose llevar por la calidez del cuerpo del héroe-. Serás un padre genial; nuestro hijo podrá alardear porque eres un héroe.
-Y tú le enseñarás a disfrutar de la lectura, ¿no?
-Eso no suena tan genial como decir que tu papá es un héroe -bromeó.
-Pero es importante. Creo que ese tipo de memorias son las que más perduran junto a las personas. Yo aún recuerdo cuando mamá me leía cuentos antes de dormir.
-Supongo que tendrá de dónde elegir, ¿no? Algo activo como ser héroe, tal vez bombero o algo semejante; o un oficio más pasivo como el mío... No sé si me haría feliz verlo corriendo a todos lados. Contigo tengo suficiente preocupación por que regreses a casa vivo.
-Estará bien, sea como sea, será maravilloso -aseguró, su brazo ejerciendo más presión sobre la cintura de (T/N) a medida que el sueño lo vencía-. Hablando de casas, sería bueno, ya sabes, establecernos en una en especial. Quizás algo más grande podría ser mejor; estaba revisando una zona segura y de fácil acceso para ambos.
-Sí vi el link que me enviaste. -La joven se acurrucó más entre sus múltiples brazos-. Creo que cerca de un parque estaría bien... Para sacarlo a pasear y todo eso.
-No es un perro, (T/N). -Rio bajito, como si temiera romper la perfecta atmósfera que los envolvía.
-... -Ella se carcajeó-. Casi lo es. Solo que los perros son más lindos.
Shoji se quedó en silencio, aunque ella era capaz de sentir su pecho subiendo y bajando, su cuerpo estremeciéndose presa de la risa a la par que sus pensamientos no paraban de incriminarle que no tenía remedio y, con todo y eso, la amaba profusamente. Al menos se tomaba de buen humor el hecho de que le causaba pánico agregar a un nuevo miembro a su familia, a pesar de que sabía que a la larga lo aceptaría.
-Oye, me he estado preguntando...
-Dime.
-Cuando tú naciste, ¿tenías tu kosei? Es uno físico, pero...
-Sí; nací así. -Parpadeó, separándose un poco para verla mejor-. No fui un niño normal, ahora que lo pienso.
-No lo pongas así. Tienes un corazón que vale la pena, no me juzgaste por mi precaria manera de vivir; y eres lindo. -Besó rápidamente su barbilla y lo miró varios segundos, circunspecta-. Entonces, si naciste con todas esas extremidades, supongo que tendremos que empezar a ahorrar para la cesárea.
¡Muchas gracias por leer!
N/A: No sé si me gustaría tener el kosei de leer pensamientos dirigidos hacia mí... ¿A ustedes?
Por cierto, me nominaron a un reto y, pos, challenge accepted xD Debía cumplirlo hace cinco días, pero mejor tarde que nunca :P
Me nominó: payorla (Eres genial >.<)
Sobre mí, aparte de que no sabía qué poner aquí:
1. Sé hablar español, inglés y estoy aprendiendo japonés en mis vacaciones. A veces suelo olvidar si leí algo en inglés o en español, y también se me cruzan las palabras en ambos idiomas.
2. Como varios deben saber, estudio medicina. Voy a mitad del sexto semestre y soy becada, por eso no actualizo mucho durante clases.
3. Estoy seriamente obsesionada con After the Rain, como se podrá notar en el primer capítulo de este libro (El cual no pensé que llegaría tan lejos, ¡gracias!)
4. Sé muchos datos interesantes de animales xD
5. Soy del tipo de personas que no hablará a menos que le hablen primero.
6. Nunca me he roto un hueso (He decepcionado a Midoriya, lo sé)
7. En menos de una semana me han dicho que soy cruel más de cinco veces; además, del hecho de parecer un persona tranquila, pero no serlo (No es mi culpa tener un sentido del humor tan negro)
8. Mi estatura estaría entre Ashido y Midoriya (Adivinen xD)
9. Una de las frases que más digo es: "Llévame, Diosito. Llévame a casa, por favor" xD
10. Lloro por todo, pero solo cuando estoy en mi cuarto a solas. Literal, se muere alguien, lloro; Karasuno gana el partido, lloro; la pareja principal confiesa sus sentimientos, lloro... Curiosamente, aún no me han hecho llorar en la carrera, casi tres veces, pero no derramé ni una sola lágrima xD
Uhm... Spoilers de algo... Yo... Uh... Supongo que el especial de Navidad comenzará con un capítulo para Midoriya porque es el protagonista del manga y mi pequeño brocoli xD Además, estoy escribiendo una historia con Todoroki que espero publicar pronto; aún no tengo muy claro a dónde quiero llegar, pero quiero escribir una historia linda de amor ^^
Y... No escribiré las reglas porque seguirlas es de débiles >.<
Con eso, me despido. ¡Espero que empiecen las vacaciones de buen ánimo! ¡Cuídense mucho!
¡Plus Ultra! >.<
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