Las puertas del local se abrieron dando pasó a craig y su pequeña niña. Tweek sonrió enormemente al verlos y salió de detrás de la barra para recibirlos.

-¡Vaya! Hablando del rey de Roma -comentó bebe quien se encontraba platicando antes con el rubio.

Sophie corrió de inmediato a los brazos de su padre y esté encantado la sostuvo, dándole un abrazo y algunos besos paternales en la mejilla.

-Bebe, que sorpresa verte aquí -dijo craig mirando a la chica.

Bebe se levantó de la silla y se acercó a estos con una sonrisa.

-Solo vine a Denver por unas cosas. Y a ver a mi maravilloso amigo, por supuesto -le respondió.

-Genial, ¿Y qué tal va tu distinguida marca de maquillaje?

-¡Muy bien! Jeje de hecho es bastante trabajo así que debería volver lo antes posible -rió un poco apenada.

-Entiendo, fue agradable verte por aquí de nuevo.

-Lose, es que soy admirable -dijo la confianzuda rubia en modo de broma. Su relación con craig siempre había sido buena y se tenían un notable apreció -. Ohh, pero no pienso irme sin antes saludar a la preciosa Sophie -mencionó a la pequeña mientras se le acercaba.

La niña era algo tímida por lo que se acurrucó en el pecho de su papá y veía a la mujer fijamente.

-Oh vamos, ya me conoces, soy tu linda tía bebe -hablo de forma Infantil, tratando de ganarse nuevamente su confianza, pero no resultó.

-Cariño, bebe es una amiga. Se educada y saludala -dijo tweek acariciandole un poco la cabeza.

-Nhn, hola -dijo Sophie con voz bajita pero al parecer lo suficientemente audible para alegrar a la mujer.

-Oww, eres tan tierna.

-Papi, ¿Porque usa tanto maquillaje? -alzo la vista para preguntarle.

Tweek sólo rió y miró a su esposo divertido, a Craig también se le hacía adorable las ocurrencias de su hija.

-Es que trabaja con cosméticos. Bueno, maquillaje.

-Ohh.

-Asi es linda, debo lucir mis productos -le dijo.

-Mm, bueno, aunque sea mucho te ves bonita.

-Aww gracias -se derritió de ternura ante las palabras de la niña.

-Sophie, ¿quieres obsequiarle un ramo a bebe antes de que se vaya? -pregunto tweek y está lo miró interesada.

Asintió rápidamente con la cabeza y tweek la bajo para que escogiera algunas flores para bebe.

-Tweek, no tienes que...

-Descuida. Además adora escoger flores para los demás -dijo tweek viendo a su hija tomar un par de rosas y margaritas.

-Ahh, con que entrenándola cómo futura florista ¿eh? -alzo una ceja mirándolo.

-Ella ha mostrado mucho interés así que... -se encogió de hombros.

-Le gusta ayudar a tweek en sus días libres -añadio craig tocándole el hombro a su pareja y viendo a Sophie orgulloso.

-Ustedes dos si que lo están haciendo bien -dijo bebe Feliz por sus dos amigos -. A pesar de que estaban tan asustados al principio jeje.

-Ngh, es verdad.

En eso volvío la niña con un pequeño ramo de flores en sus manos y veía específicamente a la rubia.

-Ten -extendio sus brazitos hacia ella y bebe la miró facsinada.

-Santo dios, ¡gracias! que hermosa combinación. Tienes talento para esto Sophie -se inclinó y sujeto el ramo -. Esto se verá hermoso sobre la mesa de mi sala.

-Que bueno que te guste -sonrio muy levemente la niña.

Bebe quería abrazarla y apretarle las mejillas cómo toda tía cariñosa, pero por la tímida actitud de Sophie prefirió dejarlo así. Al contrario solo se despidió de está con una dulce sonrisa y le prometió que volvería con un regalo para ella. Luego se despidió de ambos padres diciéndo que volvería pronto y salió del local.

-Papi.

-¿Si amor? -tweek la miró.

-Se fue sin pagar -recalco la niña viéndolo.

Tweek se echó a reír y después se agachó a la altura de está para arreglarle un poco las coletas, mientras le preguntaba cómo había estado su día en el kindergaden.

La escena era de lo más hermosa a la vista del azabache, quién los veía con un profundo cariño y luego se les unía para formar parte.

Para ambos, su hija era su tesoro más preciado. Desde su nacimiento, le habían dado el mejor cuidado posible, y bebe tenía razón. Lo estaban haciendo bastante bien.

Vivían en una decente casa con patio trasero y dos pisos. La cuál habían adquirido después de cumplir cinco años de noviazgo, claro, después de trabajar mucho y hacer grandes sacrificios en sus vidas, al final no fue fácil, pero lo lograron. Y estaban felices de eso.

Al llegar Sophie corrió por la sala y empezó a subir las escaleras. Lo que más le gustaba al volver a casa era jugar con sus juguetes y seguidamente hacer su tarea.

-Sophie, espera, primero necesitas tomar un baño, hueles a plastilina -decia el rubio apresurado mientras la seguía, y antes de subir las escaleras miró a su esposo -. Ngh, cariño ¿me ayudas con la cena?

-Claro amor-respondio sin problema -. Ve a atender a Sophie, yo me encargo de la comida.

-Gracias -dijo tweek sonriendo aliviado y subiendo las escaleras.

Craig lo siguió con la vista hasta perderlo y luego se dio la vuelta. Su expresión serena y tranquila pasó a ser más sería mientras se dirigía a la cocina. ¿La razón? Aún podía sentir esa fuerte aura a pesar de la distancia. Casi cómo sí lo estuvieran vigilando, y no le gustaba en lo absoluto, así que se mantuvo atento y alerta a que cualquier intruso irrumpiera en su casa.

-¿Puedo bañarme con Nina, papi? -pregunto la niña sosteníendo su peluche de unicornio. Pero tweek la miró con duda.

-Si Mojas a Nina no podrás dormir con ella, cariño. Tardará en secarse. Mejor elige uno de tus juguetes de baño -le explicó tomando el peluche y viendo su expresión desanimada.

-Nhn bueno.

Sophie camino hacia su caja de juguetes y buscó elegir el indicado para su baño. Mientras hacia éso tweek dejó el peluche sobré la cama y observó la ventana.

El corazón casi se le sale del pecho al ver una mano alejarse detrás del vidrio apenas lo vió. ¿O acaso lo había imaginado? ¿Su mente le había jugado una mala broma? Estaban en el segundo piso. No era posible ver a alguien ahí afuera.

Cómo sea, por alguna razón ahora se sentía inquieto, y observado.

-Papi, ya estoy lista -escucho la tierna voz de su hija y en eso reaccionó. Viéndola sostener un par de juguetes en sus brazos y esperándo por él.

-Ugh, bien cariño. Vamos -respondio el padre tocándole suavemente la cabeza y dirigiéndose ahora al baño con la niña. Por un momento tuvo un incómodo escalofrío y le comenzaba asustar su propia mente. No era normal alucinar cosas.

Shopie se metió a la bañera con ayuda de su padre y jugaba con sus juguetes en el agua. Mientras tweek le mojaba su rubia cabellera y colocaba algo de shampoo para enjuagarlo.

-Me gusta cuando lavas mi cabello, papi. Se siente muy relajante -decia sonriente.

-Jeje, si, imagino que si cariño.

-Y me gusta mucho mi cabello. Porque es rubio y bonito cómo el tuyo.

-Aww ¿En verdad te gusta mi cabello? -dijo enternecido.

-Sii. Mucho.

-Gracias amor.

-Aunque también se me vería bonito el cabello negro, cómo el de mi papá -dijo la niña al imaginarselo -. ¿Verdad que sí?

-Si amor, te verías igual de hermosa con el cabello oscuro.

Sophie comenzó a reír y después a jugar tranquilamente mientras le preguntaba cosas al azar a su padre. Siempre era así a la hora de tomar el baño, ya fuera su papi tweek o craig él que se lo diera. Éstos siempre le daban la atención necesaria.

Cuando el olor a plastilina se fue por completo y su hija estaba lo suficientemente limpia, tweek la sacó y envolvió con una toalla mientras le ayudaba a secar su cabello. Luego regresaron a la habitación para buscar que ropa ponerse y cuando por fin quedó lista está busco sujetar su preciado peluche, el cuál casi nunca soltaba y le dijo a su papá que ya era hora de hacer su tarea. Tweek le asintió con una sonrisa y dijo que fuera por su mochila, mientras él se acercó nuevamente a la ventana y la abrió por un instante, asomándose hacia afuera a pesar de que la nieve caía lentamente. No había nada fuera de lo normal, pero aún así se quedó pensativo.

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-Papi dijo que me vería igual de bonita con tu color de cabello -comentaba shopie en la mesa mientras cenaban.

Craig miró al rubio y a su hija con una sonrisa, eso no lo negaba.

-Y no miente. Te verías muy bien, sin embargo ya eres perfecta así cómo estás -dijo craig.

-Pero mis ojos si son cómo los tuyos papi.

-Si hija, eres una hermosa combinación de los dos, es por eso que eres tan perfecta.

La niña ya estaba más que acostumbrada a los alagos de sus padres, y si ellos lo decían obviamente no podía ser mentira. Sabía que era bonita, sin embargo nunca sentía la necesidad de decírselo a nadie más o presumirlo. Estaba bien consigo misma y eso le bastaba.

-Y shopie, ¿Hoy si jugaste mucho con tus compañeritos? -pregunto Tweek con mirada atenta.

La niña lo miró fijamente, tratándo de recordar si había hecho eso en todo el día. Y la respuesta era siempre la misma.

-No. Jugué sola cómo siempre papi.

-Ngh, pero dijiste que habías compartido la plastilina con tus amigos.

-Si, eso hice. Les di la mitad y se fueron a jugar a otra parte, mientras yo hacía mis propias figuras -respondio la pequeña inocente.

A tweek no le sorprendió para nada su respuesta. Ya era casi costumbre, y no sabía si era muy tímida o simplemente reservada.

Craig tenía la esperanza de que su hija se relacionara con los demás niños de forma normal, que se diviertiera y jugarán cómo todo infante feliz. Muy a diferencia de él en su infancia, no quería ver a su niña siendo de la misma manera.

-¿Los otros niños te tratan bien, shopie? -tweek le hacía está pregunta con demasiada frecuencia.

La niña asintió, con la boca llena mientras los veía.

-¿Te obligaron a decir que si? -pregunto está vez craig.

Shopie negó.

-No papi. A mí, me gusta jugar sola. Los demás niños nunca se meten conmigo.

-Bien, confiamos en tu palabra, cariño -dijo tweek siendo comprensivo.

-Y aunque te guste jugar sola, puedes intentar jugar con otros niños de vez en cuando shopie -dijo craig mirando los verdosos ojos de su hija. A ella no parecía preocuparle en lo absoluto. Y sin percatarse mucho habló en un tono más estricto-. Quién sabe, a lo mejor uno de ellos te caiga bien y quiera ser tu amigo. Eso sería lo mejor que podría pasarte, ya que no pasarías todo el día sola. Por más que te guste no debería.

Tweek sonreía medio apenado por la insistencia de su esposo con el tema. Sabía que su hija era tímida y callada, asi que tampoco quería presionarla a nada. Las cosas irían a su ritmo, y apenas estába en el kindergaden. Shopie mantuvo la cabeza gacha el resto de la cena.

-Craig, recuerda que shopie es una niña sensible -dijo tweek mientras lavaba los trastes. Craig seguía sentado en la mesa y shopie había subido a su habitación.

Su esposo lo miró sin entender.

-Eso lose muy bien, cariño. ¿Por que me lo dices?

-Es que creó que shopie se sintió algo regañada por todo ese tema de hacer amigos.

-No lo decía con intención de regañarla. Perdón si mi tono de voz no fue el adecuado -respondio con pesar y pensando en su hija.

Al terminar se secó las manos y se volteo a ver a su esposo, esté son los codos en la mesa y cabeza gacha.

-Craig, shopie apenas tiene cinco años, aún le falta mucho por crecer. Y, socializar con otros niños no es algo en lo que se le deba presionar. Estoy seguro de que tendrá sus razones para no hacerlo.

Craig suspiró y en eso sintió las manos de Tweek sujetarle los hombros.

-No deberías regañarla por eso. Hazlo cuando haga algo indebido o te desobedesca, pero no por no querer juntarse con otros niños aún siendo tan pequeña -le habló el rubio cerca de la oreja y luego se alejó.

-Amor.

-Jugare con ella un rato antes de que se duerma.

-Espera por favor -se levantó de su silla y lo siguió, viéndolo directamente a los ojos en el momento que se detuvo -. Adoro a mi hija tal y cómo es, quiero que éso te quedé claro. Y si, talvez esté exagerando debido a su corta edad, pero no quiero que crezca, ya sabes, sintiéndose sola o apartada de los demás.

Tweek le mostró una sonrisa comprensiva.

-Pero craig, shopie ni siquiera se siente sola ni apartada. Al contrario, dice que le gusta estar así. ¿No es éso lo que importa? ¿Que ella esté bien?

Craig dudo al principio pero su pareja tenía razón.

-Si. No importa lo demás.

-Ngh, me cuesta creer que sea yo el que te esté diciendo esto pero, tranquilizate ¿si? Que tu hija sea así no tiene nada de malo ni anormal.

-Si, tienes razón, perdón por pensar que si.

-No pasa nada. Vamos, subamos a estar con ella -le sujetó la mejilla con cariño y craig asintió.

Después subieron por las escaleras y fueron a la habitación de la niña, en dónde la encontraron sentada en su cama abrazando su peluche favorito. Craig se acercó primero sentándose a su lado y se disculpó por su actitud de antes. Le dijo que no se preocupara más, que no estaba molesto ni nada, y que la amaba sin importar su forma de ser. Tweek los veía hablar con una pequeña sonrisa feliz y después se les acercó. La pequeña se mostró más animada luego de eso y los abrazo contenta.

-¿Se quedan a jugar conmigo? -los miró.

-Claro que si cariño, pero cuando sean las nueve, a dormir -dijo craig viendola asentir.

-Yo pido al osito Lenny -dijo tweek sujetando dicho peluche.

Shopie rió.

-Siempre eliges a Lenny, papi.

-Es cierto, déjame ser Lenny está vez -dijo craig viéndolo.

-Ngh, está bien, está vez voy a ser... -le entregó el oso a su marido y miró los demás juguetes, en eso sujeto una linda muñeca de trapo -. La bonita jessy, ¡hola! -saludo infantilmente moviendo el brazo de la muñeca y estos rieron.

-Bien, entonces yo seré... ¡issy! La valiente gatita astronauta -exclamó la dulce niña mientras alzaba a su peluche en el aire.

-Oh, ¿no serás Nina? Esto si que es nuevo -dijo craig viendo su otro peluche de unicornio.

-Nina será mi asistente en la cabina espacial ¡iremos a la luna! Y ustedes también pueden venir -los invitó ilusionada.

-¡Será el mejor viaje del mundo! -dijo tweek aún metido en el papel de la muñeca.

Craig también le siguió el juego y se unieron a está inocente aventura espacial con su pequeña. Acompañándola así toda la noche hasta que finalmente llegó la hora de irse a dormir y éstos la cubrieron con las sábanas y luego le dieron las buenas noches con un beso en la frente.

Tweek apagó las luces de la habitación y al salir respiró hondo. Vió a craig con una sonrisa cansada y le abrazó el brazo mientras se dirigían a su respectiva habitación. Aún tenía cierta inquietud y no tardó en comentárselo a su esposo luego de que se dieron un relajante baño juntos.

-¿Observado? -dijo craig viendo la expresión nerviosa del rubio.

La pareja se encontraba ya recostada en la cama con su ropa de dormir y la sábana cubría la mitad de sus cuerpos. Tweek lo veía algo serio y decidió ser lo más sincero posible.

-Si, y también en el local, noté a un hombre viéndome fijamente.

-Tweek, ¿estás completamente seguro de que te veía a ti?

-Si craig, no estoy inventando nada. Si se tratara de un cliente lo notaría al instante, pero el tipo estaba más atento a mí que a las flores. Ngh, hasta me dió algo de escalofríos.

-En ese caso hay que estar alerta, nunca se sabe que tipo de persona puede entrar al local.

-Ugh ¿crees que se trate de un ladrón? O peor aún, ¿un acosador? -lo veía preocupado.

-No lo se cariño, pero cualquier cosa extraña que veas busca tener el número de la policía a la mano y no bajes la guardia. Sé que no tienes problema con defenderte a ti mismo pero aún así puede ser peligroso.

-Ngh por buda -expresó intranquilo y en eso se acercó más a su pareja para abrazarlo y sentirse protegido.

-Estaremos bien, cariño -dijo Craig sintiendo su calidez y besándole la frente.

Y por supuesto que estarían bien. El también se sentía observado y le molestaba, así que se haría cargo esa misma noche.

A la media noche craig observó a su pareja completamente dormida y con mucho cuidado se separó de esté. Se bajó de la cama y salió de la habitación para irse por el pasillo y abrir la puerta que lo llevaba al patio trasero de la casa. El viento soplaba fuerte y hacía frío, pero eso no afectaba a su cuerpo en lo absoluto. El hombre miró las hojas de los árboles moverse por la brisa y de nuevo sintió esa poderosa aura cerca. Seguido, una conocida voz.

-Cuanto tiempo craig -habló un misterioso sujetó montado en el techo del cobertizo.

Craig lo miró sin ningún agrado. Kenny era un tipo de lo más molesto.

-¿Que mierda quieres? ¿Por que has venido aquí? Y lo que más me molesta, ¿por qué has Estado acosando a mi esposo? -pregunto sin rodeos.

El de ojos café sonrió ladinamente y bajó al suelo para verlo directo a la cara. En todos estos años no había cambiado en nada.

-Solo tenía curiosidad de ver lo que habías hecho con tu vida. Y vaya que me lleve una gran sorpresa al ver que formaste tu propia familia. Mm, felicidades.

-No te quiero cerca de mi familia Kenny. Ambos sabemos que no eres de fiar -dijo bastante serío.

-Tranquilo, no busco hacerles daño.

-Pues ya lograste asustar a mi esposo. Sabe que lo acosas porque ni siquiera te molestas en disimular.

-Perdon, es que está muy guapo -confeso descaradamente. Cosa que no le gusto nada a craig.

-Es enserio imbécil, lárgate por dónde viniste y no vuelvas nunca.

-Si si, muy rudo y todo, pero no tienes que fingir que te importan delante de mi. Mejor dime de una vez craig, ¿cuando dejarás este jueguito de la familia feliz? -dijo Kenny acercandose peligrosamente a este -. Se que es divertido tener sexo con los humanos aunque no puedes sacarle mucho provecho, y se ve que lo disfrutas mucho a él.

Craig le dirigió una mirada más molesta al percatarse de lo que había dicho.

-Asi es, ya te he visto cogiendotelo. ¿Y sabes? -lo miró más de cerca-. A mí también me gustaría probarlo.

Decir eso fue suficiente para cavar su propia tumba. En un rápido movimiento craig lo sacudió de su lado con un fuerte golpe y el rubio salió disparado hacia los árboles que se encontraban detrás, chocando con varios por la velocidad en que iba y chocando al final contra un auto que se encontraba estacionado en alguna calle de ahí.

El rubio se incorporó como pudo del destrozado auto, el cuál al parecer se encontraba frente a una ruidosa fiesta y por la fuerte música nadie escuchó el impacto.

-Ugh, mierda.

Al levantar la cabeza vió a Craig caer justo frente a él, este aún con esa expresión amenazante.

-No lo diré una vez más, aléjate de mí familia, asqueroso bastardo.

-Tsk, ¿por qué insistes tanto en vivir este tipo de vida? Sabes que no eres cómo ellos.

-Ese no es tú maldito problema. Si quiero vivir de esta manera y en paz. Así soy feliz, y no porqué hayas llegado de nosé donde carajo voy a cambiar de opinión.

-El no sabe quién eres en realidad ¿verdad? -se bajo del auto y lo retaba con la mirada.

Craig no respondió a eso.

-Pero ¿Que pasaría si se enterara?

-Voy a matarte si sigues abriendo la bocota -le advirtió.

-Adelante, házlo. Sabes que no vas a poder.

-Pero será satisfactorio de todas formas, y luego, si te vuelvo a ver haré que desaparezcas para siempre de la tierra.

Kenny lo veía sereno.

-Puede que seas inmortal, pero yo soy más fuerte que tú y se bien que puedes sentir el dolor. Eso es jodidamente molesto, así que tomalo cómo una segunda advertencia.

Al decir eso le agarró de cuello con fuerza y lo apretó lentamente mientras lo veía agonizar y se lo llevaba a otro lado. Kenny le sostenía las manos tratando de librarse pero sabía que no tendría resultado.

Antes de que pudiera seguir luchando su cuello ya había sido destrozado por el agarré de craig y para que su muerte fuera más rápida le volteó la cabeza en un sólo movimiento, haciendo que sus huesos crujieran y su cuerpo quedará inmóvil y cayera violentamente al suelo.

Craig lo veía fijamente y resopló, miró a su alrededor dándose cuenta de que probablemente todos los vecinos dormían y se alejó rápidamente de ahí. Ahora regresaría a la calidez de su hogar y esperaba que Kenny dejará de joder. Maldijo por lo bajo al ver que se había roto un poco la cerca de su patio. Todo era culpa de ese imbécil.

Ya lo arreglaría mañana.

Continuará...