Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30

Que sí, que no, que nunca te decides. Que me tienes hasta los mismos catalines de decirme siempre lo mismo.

Enserio, le he pedido dos veces por día durante tres semanas que se case conmigo y la tía sigue tan terca como una mula que no quiere casarse conmigo. Por favor, que soy Evan Zabat, un gran empresario, sexy, bien dotado y no es por lo diga yo queriendo  echarme flores.
Es porque recientemente me lo ha dicho varios socios del señor Konin felicitándome por mi entrega a la empresa además de mis ideas aportadas al nuevo proyecto que está siendo todo un éxito.
Y no es por presumir, es obvio que soy un máquina en todos los aspectos. Pero hoy en especial, quiero dejar a un lado el trabajo y tomarme unas vacaciones. Hablé hace una semana con el señor Konin comunicándole que me iría de nuevo a Luxemburgo, aquí en Japón me siento bien, pero le dejado encima de su mesa el expediente de Kenji para que se quede al frente de la empresa ocupando así mi lugar. Yo aquí ya he cumplido durante semanas trabajando duro para irme cuanto antes a mi país.

Me despido de los novios de Toledo haciéndoles prometer que volveré a su boda que será en cuatro meses. Kenji me abraza fuerte llorando como un niño, agradeciéndome todo lo que he hecho por él. Casi le cuesta hasta hablar al pobrecito mío. Umi, no puede apartar sus lágrimas de su rostro, repitiéndome como le he cambiado la vida. Por supuesto ella seguirá trabajando como secretaria para el que será su marido.
¿Puede haber una despedida más feliz que esta a pesar de estar los tres llorando a moco tendido?

Me marcho para Luxemburgo, nadie sabe qué voy para allá, quiero darles una sorpresa a todos con mi regreso y en especial a mi bruja.

Madreé, cuantas ganas tengo de verla a ella y mi hijo. Ellos ahora son mi prioridad,  el motivo por el cual regreso a mi país, y donde cumpliré con mi palabra.

Me pongo cómodo en el asiento puesto que el viaje será más largo que un día sin luz. A mi lado se sienta un hombre el cual capta toda mi atención porque lo veo llorando.
En un principio no sé si preguntar o no, después de un buen rato viéndolo llorar me atrevo a preguntarle qué es lo que le ocurre. Él me cuenta su trágica historia. Me da tanta pena por él, de que haya perdido a su esposa justo una semana después de casarse. Pero lo que más me impresiona de su historia, es cuando me cuenta que después de nueve años de novios a su pareja le detectaron cáncer. Estuvo a su lado luchando sin soltarle la mano hasta que un día decidió improvisar una boda en el mismo hospital donde llevaba varias semanas ingresada. Él se casó con ella para hacerla feliz expresándole cuanto la ama. Lamentablemente, su esposa falleció y ahora él viaja de nuevo a su país para comenzar una nueva vida sin la mujer que tanto amó.
No lo puedo evitar y se me llenan los ojos de agua al pensar todo lo que una persona puede llegar a hacer por amor. Para este pobre hombre, enfermero de profesión, no ha tenido suerte por haber perdido para siempre a esa mujer que un día juraron unir sus vidas.
Escucho con atención todo lo que me cuenta mi compañero de viaje, yo también le cuento algo sobre mi vida, y evidentemente me aconseja luchar por la terca de mi secretaria, no darme por vencido y seguir tenaz ante mi idea.
Como el viaje es muy largo, conozco más a fondo a Gilberto. Al final el viaje no se me ha hecho tan pesado y hemos podido intercambiar opiniones y reflexiones sobre lo que cada uno piensa sobre la vida.

Al llegar al aeropuerto me despido de Gilberto deseándole que en futuro pueda cumplir con sus sueños. Él me estrecha su mano agradeciéndome el habernos conocido y haber podido hablar de un tema tan triste y bonito al mismo tiempo.

Nada más salir del aeropuerto empujando el carro de las maletas, busco un taxi para que éste me lleve a mi apartamento. Espero no encontrarme de nuevo a mi hermana y el Richard en acción.
Entonces sí que lo capo por cabrón.

Bueno, hogar dulce hogar. Horas han debido de pasar para que al fin esté despanzurrado en el sofá intentando relajarme hasta que aparecen por la puerta Epi y Blas.

— ¿Evan eres tú? — Sí, el Richard tiene menos luces que caperucita roja por confundir al lobo con la abuela.

—No, soy su hermano gemelo atontao.

—Pero dame un abrazo Evan, no sabes la alegría que me da de verte cuñado. —Cuñado, pero este indongo de que va. Verás que me las veo venir y me tienen algo que contar el par de descerebrados.

—Te voy a dar un patá en los huevos pedazo de cabrón. Dime que le has hecho a mi hermana, responde porque  voy ahora mismo a coger el bate de béisbol.

—Evan deja el bate y escúchame.

—Sara, ¿Te gusta mi casa? Porque cada vez que me voy de viaje cuando regreso os encuentro aquí.

—Evan, hemos venido aquí para hablar. Yo tengo que contaros algo.
—Me parezco a mi padre. Saco el bate de beisbol sentándome mirando con mala gana a mi amigo antes de meterle una paliza.

—Habla Sara, te escucho con atención. —Golpeo el bate en el suelo sin apartar mis ojos del Richard.

—Veras...yo...llevo sintiéndome mal desde hace unos días y he ido al médico sin que nadie se entere. Cuando me han dado los resultados me han dicho que no tengo nada malo, salvo que estoy embarazada.

¿He oído embarazada? Richard juro que lo mato. Me levanto con la intención de arrearle al Richard pero es mi hermana quien me lo impide poniéndose por medio.

—Quítate Sara que te juro que este no pasa de hoy. Has dejado a mi hermana pequeña embarazada, es que tú no puedes comprar condones gilipollas. Mira que te mato, te juro que mato.

—Evan para ya de una vez. No mates a Richard, yo también tengo mi culpa.

—Tú, tú eres peor que él. Mira que no cuidarte. ¿De verdad, para que vais al colegio?

—Evan, amigo alégrate por mí voy a ser padre. Vamos a ser cuñados.

—No sé qué es peor, que hayas dejado a mi hermana embarazada o tenerte como cuñado. Pero enserio Sara, ¿Tú quieres casarte con este adefesio? Mira que si quieres ser madre soltera cuentas con todo mi apoyo. Pero tú Richard, ya tendremos una conversación de hombre a hombre cuando se entere mis padres.

—Claro que me quiero casar con él. Y...Evan gracias por tu apoyo. Ahora te pido un favor, cuéntaselo tú a mamá y a papá yo siento mucha vergüenza.

—No tienes que sentir vergüenza, papá y mamá estarán muy felices de que al fin uno de los tres le dé un nieto. Ala, tira y díselo a papi y mami.

—Pasa algo si se lo decimos más adelante.

—No, si te quedan nueve meses todavía para pensarlo, cuando nazca el niño se lo presentas.

—Evan ya te vale, yo mismo me encargaré de decirle a tus padres que voy a casarme con Sara y vamos a ser padres.

—Richard, primero cuéntale a mi madre que va ser abuela, te ganas a la suegra y después ya le dices que vas a casarte. Creo que va ser mejor que se lo digas en ese orden.

Mientras hablo con mi hermana y el capullo del Richard, les cuento mis intenciones de casarme con Alysa. Ellos me felicitan incluso mi hermana me abraza llorando porque al fin me dado cuenta de lo valiosa que es Alysa.
Para ello, decidimos entre los tres elaborar un plan. Mi hermana para darle la noticia a mis padres, y yo para pedirle en matrimonio a la terca de Alysa.
Para eso organizamos una barbacoa en casa de mis padres donde nos reunimos todos.

A la hora acordada vamos llegando todos como buenos hermanos nos saludamos, hace mucho tiempo que no veía a Paty, y al parecer ella me cuenta que se va por un tiempo a Italia porque le han contratado para organizar la boda de la hija del presidente del país. Sara y Richard siguen en silencio sin soltarse la mano mirándose uno al otro. Yo mientras tanto espero impaciente la llegada de mi flor.
Cuando la veo pasar al salón, una sonrisa se me planta en mi rostro, mis nervios empiezan a jugar a la comba y ganas de cogerla y llevarla a mi habitación para hacerle el amor no me faltan.
Ella me saluda dejándome coger Aarón, el cual nada más verme se echa a mis brazos apoyando su cabeza en mi hombro. Mi hijo, lo estrecho contra mi pecho más fuerte. No, ya no puedo soportar este dolor de ver a mi hijo y no poder decir la verdad.
Esta arpía que se joda, yo quiero a mi hijo y a ella a mi lado, si le gusta bien y si no que eche a correr.

Mi padre empieza hablar feliz por ver a todos sus hijos reunidos incluyendo Alysa que es una más de la familia. Qué guapa está con ese vestido azul cielo, su pelo suelto y se ve tan hermosa jugando con Aarón, que hasta la baba se me cae.

Comenzamos a comer, ni mi hermana ni yo hemos abierto aún la boca para decir que queremos casarnos, ella con el Richard y yo con Alysa.
Un momento, Alysa se ha puesto blanca. Rosi sale en su auxilio, seguido yo y los demás preocupándonos por ella. Vomita y dice que se marea. Inmediatamente la llevo hasta mi habitación para que así pueda recostarse y que la examine un médico. Total yo no soy médico y sé lo que le pasa.

Me salgo fuera donde todos estamos en silencio preocupados por Alysa, yo estoy más bien pensando que voy hacer cuando la bomba estalle.

El médico se va diciéndonos que no es nada grave, simplemente es normal por su estado.
Sí, Alysa está esperando otro hijo mío. De verdad esta mujer no deja de sorprenderme y hacerme más feliz cada vez que me anuncia que espera un hijo mío.
Yo estoy súper contento, orgulloso porque mi plan haya salido bien. Ahora debo prepararme para lo mejor, la clara discusión que voy a tener con ella.
Prepárate Evan que el hit comienza ya.

— Evan Zabat, eres el mayor desgraciado que pueda existir en la faz de la tierra. Lo has hecho a propósito, ¿cómo has podido hacerme esto?

— ¿Yo? A mí que me registren, y deja de insultarme porque yo no he hecho nada que tú no hayas querido. Porque bien cuando estabas encima me decías sigue no pares dale más duro. Y ahora vienes y me reprochas que estés embarazada. ¿Acaso tú no has podido tomarte la píldora? No que va, es mejor acusarme a mí. No cuela Alysa, lo siento pero no me acuses de algo que tú misma has querido. —Qué listo me parió mi madre, si ella es terca yo soy más.– Tú y Aarón y el bebé que estás esperando vais a ser mi familia. Sí o sí.

— Yo me tomo seis pastillas diariamente, y para una vez que me da por echar un polvo contigo vas  y me dejas preñá. Lo has hecho aposta Evan. Lo sé porque te conozco perfectamente.

— Sí, lo hice aposta porque quiero que recapacites y veas que estoy dispuesto a casarme contigo. Y no solo hacerte mi esposa, si no a cuidarte en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe. Eres la mujer que amo, me arrepiento de todo lo malo que te he hecho, me siento culpable por no haber hecho las cosas bien contigo, por haber estado perdiendo mi tiempo con otra mujer teniéndote a ti a mi lado. Soy consciente de lo mucho que te amo, de que quiero seguir cuidándote hasta que tenga fuerzas porque te quiero, te necesito y eres la madre de mis hijos. Ahora querida víbora, debes aceptar casarte conmigo.

— Evan, recapacita. Yo...soy una carga para ti, tú te mereces otra mujer como Venus. Ella es la adecuada para ti.

— Venus es mi amiga. La quiero mucho, pero no la amo. Y otra cosa, no hay mujer que pueda soportarme mejor que tú. Ah y otra cosa, para mí no eres una carga porque he estado apoyándote desde el primer día que tuviste el accidente, he permanecido a tú lado cuando me has necesitado. Para mí no supone ningún problema tener que lavarte, cargarte en brazos y hacerte el amor cada vez que lo deseemos. Eres una mujer como otra cualquiera Alysa, estar sentada en tu silla de ruedas no te hace diferente, si no especial y valiosa.

— Evan, no sé qué decir.

— Dile que sí Alysa que sabemos que lo amas. —Se supone que estaba hablando en privado con Alysa, pero por lo que me acabo de enterar están todos con la oreja pegada en la puerta escuchando la conversación.

— Sí Evan, te amo desde siempre. Debido a mi invalidez he sentido miedo de que no me aceptes en tú vida. Te he visto con algunas mujeres tan bonitas que siempre me he preguntado si alguna vez pudiera estar en su lugar. Nunca he querido que sientan pena por mí, por eso trato de luchar diariamente para salir adelante con la ayuda de Rosi. Quise ser madre soltera porque si tenía un hijo tuyo, era como si tuviera algo de ti. Nunca dejé de amarte, y aunque pensaba que mi amor hacia ti se quedaría guardado en mi corazón, solo anhelaba este hijo para sentir que te tengo a mi lado..

— Y me vas a tener. Tarde me he dado cuenta, porque he sido un estúpido en no aceptar lo mucho que te amaba. Y para que se entere mi madre, Aarón es su nieto y va ser abuela de otro nieto. ¿Verdad Sara?

— ¿Sara? — Pregunta Alysa asombrada mientras yo aprovecho para besarla. Al menos he conseguido que dejen de cotillear y ahora le toca comerse el marrón al Richard para que a mí me dé tiempo de poder desnudar a mi querida secretaria y hacerle el amor expresando a través de mis caricias, mis besos esparcidos por cada rincón de su cuerpo cuanto la quiero.

Al rato bajamos Alysa y yo al salón donde me cruzo con la mirada asesina de mi hermana Sara. Mi madre para no variar está medio tumbada en el sofá con el pañuelo en mano, mi padre la coge de la mano dándole pequeños golpes y la pobre de la Rosi le pasa el algodón con el alcohol por la nariz.

—Ya te vale Evan, has podido haber tenido más tacto para darle la noticia a madre.

—Lo que no entiendo es como está ahí medio tirada en el sofá aguantando el equilibrio. Mi madre está hecha de goma.

—Menos pitorreo Evan que a mí no me hace gracia.

— ¡Ay que disgusto me han dado! Rosi tráeme una taza de tila y un trozo de pastel de chocolate a ver si se me pasa este disgusto que me han dado.

Mi madre y sus actuaciones dramáticas, mi padre nos mira a mí y mi hermana con cara de querer estrangularnos. Pero como es un trozo de pan, se levanta para estrechar la mano a Richard dándole la enhorabuena y la bienvenida a la familia. A mí no me da la mano, simplemente me dice que debo casarme mañana mismo regañándome por haberle ocultado la verdad.
Aunque mi padre está cabreado, sé que se alegra de la noticia. Solo hay que verlo como juega con Aarón.
Por supuesto el día no lo íbamos a terminar sin que mi madre nos echara un rapapolvo.
A mí me da una cachetada por no haberle dicho que Aarón es su nieto, después me exige que deba casarme con Alysa cuanto antes. Será por si se arrepiente y no me acepta.
Acto seguido se dirige a Richard pegándole una charla que tarda una hora en terminar. Sara me mira de vez en cuando, a lo que yo le respondo que no sé de qué se queja mi madre si tenía tantas ganas de ser abuela, ahora ya tiene tres nietos. Bueno dos vienen en camino. Y encima están embarazadas del mismo tiempo.
Pero aún así mi madre sigue con su discurso finalizando por hablar con Paty para que antes de que se vaya a Italia organice mi boda.
Bueno un poco rápido va ser la cosa, pero eso a mí me da igual. Contra antes me case con mi adorable secretaria antes completaré el puzle de mi gran y único sueño. Formar un hogar junto a la mujer que me enloquece, me desafía, me lleva la contraria todo el tiempo, me conoce bien, me da lecciones de vida, me hace feliz y consigue que la desee cada vez más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro