Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29

Todo me resulta tan vacío sin ellos. El silencio me da miedo, ya no busco esa tranquilidad de estar solo, necesito escuchar la risa de mi hijo y sobretodo, preciso de acostarme y levantarme con Alysa.
Me enamorado de ella con tanta intensidad que mi vida ya no es la misma sin ellos.

Comienzo a preparar la cena para cuando vengan Umi y Kenji.
Supuestamente hoy íbamos a cenar todos juntos, pero al parecer le ha dado una ventolera a la loca los huevos esta, que no se le ha ocurrido otra cosa mejor que hacer que empacar sus cosas  y salir huyendo de mí. ¿Por qué?
No lo sé exactamente qué es lo que le haya llevado a tomar esa decisión.

Durante todas estas semanas que hemos estado viviendo en el mismo techo y compartiendo el cariño de Aarón, además de hacer el amor en la cama y donde nos pillaba a mano porque uno cuando se le endereza la herramienta de trabajo, no puedo evitar poseerla en cualquier lugar.
Y ahora me hace esto.
Se va, así. Sin anestesia, sin ni siquiera mandarme un guasa diciéndome que me voy o que no tengo tiempo para despedirme.
Claro, la muy bruja sabe perfectamente cómo voy a sacar mi talento de seductor y convencerla para que no se vaya. Por eso ha preferido irse a las callandas.
Pues sabes lo que te digo Alysa, que no voy a perder el culo por correr por salir a detrás de ti. Solo debo ser paciente y esperar hasta que pasen unas semanas y entonces...
¡Ay, como me rio... La que te va esperar querida víbora!

Mierda, se me quemó la cena. Eso me pasa por pensar en hacer maldades. Bueno como aún me sobra tiempo, llamo a un restaurante para que me traigan la cena.
Anda que, mira que me quería lucir yo preparando un asado sabroso y me ha salido el pollo más negro y duro que la suela un alpargate.

Perfecto la cena llega en el momento que acuden mis invitados. Rápidamente coloco la comida en los platos mientras pongo el vino a enfriar un poco, escucho que llaman a la puerta.
Saludo a Umi y Kenji haciéndole un gesto para que pasen y podamos cenar.

—Uhm, esto está delicioso Evan, no sabía que cocinabas tan bien la comida japonesa.

—Bueno no me halagues tanto Umi, solo he tenido que seguir los pasos del libro de cocina traducido claro está.
—Qué hacha estoy hecho para mentir.

—Y...una pregunta Evan, ¿Dónde está Alysa? —Miro a mi asistento como queriéndole decir con la mirada, calladito estás más hermoso.

—Alysa se ha marchado. Y que conste que yo no le he hecho nada malo. Solo que no quiere que me case con ella, es tan cabezona que no quiere que formemos una familia como Dios quiere y manda mi corazón.

—No entiendo ¿Por qué ha salido huyendo de esa forma? Además Alysa se veía muy feliz contigo.

—Kenji cállate hermoso que las lágrimas empiezan a formarse en mis ojos oculares.

—Yo creo saber porque Alysa haya tomado esa decisión.

—Umi, habla porque yo intento hacer el cubo de rugby y no consigo hacerlo.

—Evan debes de saber que cuando nos vemos sentadas en una silla de ruedas, nada para nosotras es fácil. Lo que para una persona normal es fácil escalar, para nosotras un pequeño peldaño es muy difícil subirlo. Alysa te ama, de eso no me cabe la menor duda. Pero ella no quiere atarte a ella porque siente que eres una carga para ella. Estar en esta situación no es para un tiempo y todo se volverá a la normalidad. Es una lucha constante hasta que llegue tú día. Ella se ha sacrificado para que tú seas feliz junto a otra mujer a pesar de amarte.

—Es bonito lo que me has dicho Umi. Pero yo también debo decirte que no sé lo que es que te quiten todo de la noche a la mañana. Verte de pie y al día siguiente descubrir que todo por lo que se lucha se ha esfumado. Ya no te queda nada salvo acostumbrarte a tu nueva vida. Sé perfectamente por todo el mal trago que ha debido pasar Alysa hasta verse así, con nuestro hijo en brazos, trabajando como una persona cualificada para ello. Y todo eso lo ha conseguido gracias a mi apoyo y el de las personas que la queremos porque nunca la hemos dejado sola. Aunque ella se niegue por orgullo, debe entender que necesita alguien en quien apoyarse, y ese hombre quiero ser yo. Yo he sido testigo del cambio de su vida, le di la oportunidad de ser madre, y quiero que sea mi esposa. Porque la amo, me desquicia, me vuelve loco, me dan ganas de matarla muchas veces. Sin embargo no soy nada sin ella.

— ¿Entonces por qué no has salido detrás de ella? — Otro igual que los niños, porqué, porqué...A que le arreo con el plato en la cabeza.

—Porque tengo un plan. Solo debo ser paciente y cuando llegue la oportunidad ahí me va tener. No te pienses que porque se haya ido no voy a seguir insistiéndole. Lo único que lo voy hacer a mi manera.

Tanto Umi como Kenji me miran como si tuviera dos cabezas. Y no es para menos, tengo algo en mente y pienso llevarlo hasta el final.

Durante la primera semana en la que no estoy sin Alysa, siento que mi vida va de culo cuesta bajo y sin frenos. Me paso más tiempo en la oficina que en el apartamento. No quiero ir y no verlos, se me parte el corazón y me da dolor de huevos al recordar en todos los lugares que lo hemos hecho y ahora no tengo su cuerpo para sobarlo, no tengo con quien discutir y tampoco veo corretear a mi hijo.
Me siento como un prisionero buscando su libertad, siento como he ido cambiando de idea conforme he escuchado mi corazón. Ahora caigo en la cuenta que nunca dejé de amar Alysa, ella fue y será mi primer y único amor. La mujer con la cual quiero compartir mis días y mis horas de sueño, la cual pueda hacerle el amor expresándole con el alma cuanto la deseo. Sostener su mano cuando me necesite y cogerla en brazos para así poder iniciar ese camino que dejé atrás hace años. El pasado no se puede recuperar, pero para eso sirve equivocarse y admitir donde cometí el error. Para mi suerte, ella aún sigue estando ahí esperándome, ya no volveré a ignorarla, si no a quererla como debí hacer años atrás.

Como me siento aburrido, llamo a mi madre, estoy seguro que mi madre me tiene pegado al teléfono al menos dos horas.

—Vaya al fin te dignas de llamar a tu pobre madre que se preocupa por ti.

—No cambies nunca mamá, si lo haces sentiré que soy buen hijo.

—Eres un mal hijo, mira que estoy aquí haciendo ganchillo para hacerle un gorrito de lana para mi nieto.

—¿Tú nieto? —A que se ha enterado. No creo, conociendo a mi madre hubiera puesto el grito en el cielo o hubiera venido arrastrando a mi padre hasta Japón para darme un par de hostias bien das.

—Es para Aaron, ya sabes yo lo considero mi nieto. Lo quiero tanto, mira que ya tenía yo ganas de tener un nieto. Vergüenza deberías tener por no hacer mi sueño realidad, tres hijos y cada cual solo piensa en su vida sin importarle que yo quiero pasear con el carrito de mi nieto mientras se lo muestro a mis amigas.

—Mamá no llores por favor, te prometo que hablo con un colega que conozco que fabrica robot, y le digo que te haga un nieto. El único problema es que no va crecer y te vas ahorrar la comida y cuando quieras que se calle, simplemente desconéctalo.

—Eres de lo peor Evan, igualito que tu padre. Insensible, ya te vale a tu edad y todavía sigues ahí empanado sin buscarme una nuera.

—Madre, le recuerdo que tiene dos hijas más, no me cargue a mí solo con el muerto. Pienso que si habla con Paty y Sara fijo que le dicen que pronto serán mamás.

—Esas. Otra tal que bailan. Una porque no tiene tiempo con el trabajo organizando bodas para otros, Sara no creo que vaya a tener novio fijo, no tiene ni contrato de teléfono. Menuda cruz me ha caído con vosotros malos hijos.

Rectifico. No estaba aburrido, estaba deseando de escuchar a mi madre como me pone fino filipino mientras le hecha más arte y poderío a la cosa de ser abuela. Pero el caso, es que ya tiene un nieto, pero claro como no debe enterarse ni la tierra cualquiera se pone a decírselo a mi madre. Entonces sí que tengo que ir cavando mi propia tumba.

Nada más terminar de hablar con mi madre, recibo la llamada de mi amiga Venus. Me invita a comer mañana para despedirnos, al parecer se vuelve a Florida.
Acepto encantado de poder hablar nuevamente con mi amiga.

Después del trabajo me reúno con Venus en el restaurante que me dice.

Nada más verla me quedo mirándola de arriba abajo lo guapa que se ve. Quien diría que hace quince años atrás esta mujer que tengo ahora enfrente era un hombre. Me gusta más ahora, todo hay que decirlo. Y no lo digo por ese cuerpo de escándalo que luce como una diosa, me refiero más bien a como luce de hermosa con esa sonrisa en su rostro muy segura de sí misma. Atrás quedó aquel hombre que se escondía debajo de la cama porque sentía miedo de otros compañeros porque se metían todo el tiempo con él.

—Venus que linda te ves. Estaba pensando ahora mismo en cuando nos conocimos y como te escondías debajo de la cama por esos idiotas que la tomaban todo el rato contigo.

—Eso ya es pasado Evan. Aquellos días que pasé en la universidad rodeada de personas que no comprendían mi situación y se la dedicaban a lastimarme. Afortunadamente también hice muy buenos amigos. Uno de ellos eres tú. Siempre estuviste ahí para defenderme apoyándome en mi decisión de cambiar de sexo.

—Tiene que ser difícil ocultar quien eres por temor a otras personas. Pero mírate, diste el paso quitándote todos tus miedos y mostrando quien eres en realidad. Y yo lo que veo es a una bella dama físicamente y una mujer emprendedora y decidida atreviéndose a enfrentarse a todo por conseguir tu propósito. Y no sabes que feliz me hace que al fin tomaras la decisión correcta.

—Y yo también me siento ahora mismo más feliz que nunca. Ojalá hubiera tomado esta decisión antes porque ser transexual no es un delito, es sentirse bien contigo misma, los comentarios de la gente van y vienen, pero si tú misma te sientes imperfecta, nunca podrás demostrar quién eres. Todas las mujeres tenemos nuestros valores y en ocasiones si queremos ponerlos en su lugar, hay que enfrentar todos los miedos e inseguridades que por distintos motivos se van creando dentro de nosotras.

—Es cierto, a mí me pasa igual. Estoy tan solo porque nadie me quiere, y para una que encuentro que me puede querer va y me deja plantado. ¿Qué hago Venus para expresarle Alysa que la amo y que no le pondré los cuernos?

—Evan, admite que un poco mujeriego si eres. Pero también eres un hombre sincero y humilde dispuesto ayudar al más necesitado. Tú has sido un hombre que has tenido todo en la vida. Y aun así nunca has discriminado a nadie. Todo lo contrario, a mí personalmente me ayudaste para poder gritar a todo el mundo que soy transexual, algo que no te importó desde que nos conocimos. Ayudas a la gente con pocos recursos aunque no las conozcas. Tú humildad te hace de ser un gran hombre. Estoy segura de que Alysa te ama por tu manera de ser, y sobre los cuernos, puedo decirte que debes esforzarte más para que ella vea como cambias por tener una vida feliz a su lado. Si la amas, lucha por los dos Evan. La inseguridad no es nuestra mejor aliada. Alysa te necesita, no la dejes escapar nuevamente.

—Claro que lo haré. Ya me canso de estar siempre con la soledad, es mejor tener tu propia familia y estar rodeado de aquellas personas que te hacen dichoso. Quiero que sepas que nada más me acepte para casarme, tú serás mi dama de honor, junto a Luis Mario, Kenji y Umi. Bueno Umi creo que se irá con Alysa. Bueno da igual, quiero que estés a mi lado el día que Alysa decida de una puñetera vez casarme conmigo. Y prepárate porque pronto te daré la noticia.

Venus se echa a reír brindando por nuestra dicha. Y así es como realmente me siento, feliz por estar hablando con una vieja amiga expresándole cuanto amo aquella adolescente que no le hice caso en su momento y ahora estoy dispuesto hacer cualquier cosa, bueno ya lo he hecho para que se case conmigo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro