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Letter

Pasaron tres días de la desaparición de Dolores. La familia confiaba en que Bruno volvería con Dolores o al menos con noticias de ella. Camilo no entendía la decisión de su hermana. Tiene muchas dudas, ¿por qué esconder al otro chico? ¿Si ya estaba con Mariano por qué había otra opción? ¿Por qué Mariano encontró la carta y no Mirabel? ¿Por qué la persona que está leyendo esto no se baña?. Eran preguntas sin respuestas.

Pov Camilo

—¿Mariano encontró la carta?. —Arrugue mi entrecejo.

—Exactamente —afirma tranquila.

—¡Mujer!. ¿Acaso no utilizas el coco?. —La tomé de los hombros y la sacudí nervioso—. Mariano pudo haber puesto esa carta ahí fingiendo que la encontró.

—No digas tonterías Camilo. Él estaba muy preocupado cuando se entero que Dolores desapareció, incluso le dio consuelo a mi tío. ¿Por qué haría tal cosa como dejar una carta falsa?.

—Buen punto. ¡RAYOS!. —Solté a Mirabel y me volví a sentar.

—Tienes que tomar en cuenta que cualquiera pudo haber hallado la carta.

—Y sin embargo, justo fue Mariano —insinuó molesto.

—Camilo, si yo hubiese pillado la carta, ¿Sería mi culpa?, O si mi Tío lo hubiese hecho ¿Sería eso sospechoso? —cuestionó con los brazos cruzados.

—Es diferente. Dolores desapareció después de intentar estar con él, tengo derecho a dudar.

—Lo que no tienes son motivos. —Volcó los ojos.

—¡OYE! Se supone que tu primo soy yo, deberías apoyarme a mí y no al viejo. Te apoye cuando no recibiste un don. ¿Recuerdas lo que me pediste?. —Me acerque para tomar las manos de Mirabel.

—Como podría olvidar ese día, fue nefasto para la abuela Alma. —Suspiro cansada.

—Lloramos juntos y me dijiste que sin importar que no tengas un don no debería tratarte diferente al resto, y jamás lo hice. Hoy te pido que me apoyes a averiguar si Mariano tiene algo que ver con la desaparición de mi hermana.

—Ok, ok, ok, pero si no encontramos nada vas a descartar a Mariano y te dejarás crecer el cabello para que pueda practicar peinados, ¿trato?.

—Mamá se enojará mucho, pero si yo gano, la que se dejará crecer el cabello serás tú y te pondrás un vestido que tenga bordado la frase "Camilo tenía razón y yo no".

—Me parece bien, es un trato. —Nos abrazamos para cerrar el trato.

Pov Mariano

Regrese a casa con Bruno. Tendré que empezar a organizarme, si no paro mucho tiempo en casa o no voy a trabajar, levantaré sospechas. No quiero dejar tanto tiempo solo a mi conejito... Debe acostumbrarse a mi presencia y mi cariño.

No puedo llevarlo a casa. Mi Madre puede llegar de sorpresa, aún no avisa cuando volverá. Es mucho riesgo. Tengo que mantenerlo aquí y pedir vacaciones por lo menos tres semanas.

Seria mejor que vaya ahora, pero tengo muchas ganas de ver a mi gatito... Mejor voy a verlo primero.

Entre a la casa con emoción de ver a Bruno. Tomé las llaves y abrí su habitación, seguía recostado sin haber tocado el desayuno que le hice. Me senté en la cama y lo moví suavemente para despertarlo.

—Bruno, amor mío, despierta. Ya van a ser las once y todavía no comes. —Poco a poco abrió los ojos. Su reacción es alejarse de mí asustado.

—Ya no me hagas nada... Por favor... Dolió... Dolió... Dolió... Ya no quiero. —Se agarro la cabeza mientras temblaba.

—¡Shhh!, Tranquilo. —Agarre su mano y lo atraje hacia mí, aunque se resistió terminó cediendo. Lo envolví en un abrazo y acaricie su cabeza—. Lo siento, Brunito. A veces me enojo y no puedo controlarme porque desesperado busco tu amor cuando sólo recibo rechazo de tu parte.

—Desearía... Estar... Muerto —expreso Bruno con lágrimas.

—Jamás digas eso mi amor. Tú eres mi vida, eres la razón por la que haría cualquier cosa sin importar que fuera sólo para estar contigo. Quiero estar a tu lado por siempre... Dame la oportunidad.

—¿Una oportunidad?. Después de todo lo que hiciste... Utilizaste a mi sobrina para luego matarla, me secuestraste, me violaste, me amenazas con mi familia y... ¿Quieres una oportunidad?. —Me miro desconcertado.

—Todo lo hice por ti y si te hice daño prometo cambiar. Hoy hable con Mirabel, me dio consejos para ser mejor.

—¿Te acercaste a Mirabel?. Prometí no escapar si no hacías daño a mi familia, no quiero que te acerques a mis sobrinos —agregua con molestia.

—Nunca le haría daño a Mirabel, es como mi hija. Planeaba decirle la verdad de mis sentimientos hacia a ti, pero Dolores hizo que cambiará mis planes... Bruno, si tú me amas o al menos lo intentas yo te prometo obedecer en lo que me pidas; sin embargo, no quiero que te vayas ni que tu familia se meta. ¿Si?.

Mire expectante a Bruno, temía que dijera que no, porque sino me molestaría y podría hacerle más daño.

Pov Bruno

Esta situación me tiene agobiado, ya no podré volver a ver a mi familia, aunque eso significa que estarán bien... Mariano me demostró que puede matar a quien sea. La mejor opción es aceptar y encontrar una oportunidad para escapar cuando se haga presente.

—Intentaré amarte, pero tienes que darme tiempo para poder hacerlo y me tienes que jurar que no lastimaras a nadie.

Mariano se puso muy contento.

—Te lo juro por mi Madre que no haré nada a menos que me lo pidas. —Tomo mis manos y le dio varios besitos.

Mi estómago gruñó por hambre. Rápidamente Mariano se levantó y trajo la bandeja que estaba en la mesita de noche, tomó la cuchara y me la acercó diciendo "Di ¡Ah!, mi amor". Deje que me diera de comer. Es raro ver este cambio en su comportamiento tan abruptamente... Me deja confundido.

Pov Camilo

—Ya tengo el apoyo de mi prima. Ahora necesito pruebas, algo que se vea sospechoso ya que, todos cometemos errores y tú no eres la excepción Mariano Guzmán. ¡HA, HA, HA!.

—¿Sabes que lo dijiste en voz alta? — preguntó Mirabel con una voz aburrida.

—Quería dar drama a la narrativa, porque estoy muy seguro de que pillaremos algo. Pensé en comenzar por entrar a su casa, mientras no se este ahí.

—¡¿QUÉ?!. Si nos pillan, la Abuela nos hará cavar nuestra tumba. ¡ENLOQUECISTE HOMBRE!. —Mirabel entró en pánico.

—Genial. ¿Por qué no se lo gritas al pueblo para que también se enteré?. Sólo necesitamos entrar en un horario en que no esté Mariano. Él suele trabajar desde las siete hasta las seis de la tarde. Yo entraré y tú vas a vigilar, nada puede malir sal. —Le sonreí para motivar.

—¿Al menos sabes que buscar?.

—Tú tranquila, yo nervioso, será obvio ver una pista o algo fuera de lugar. —La tomé de la mano—. ¡AY! ¡WACALA!. Estas sudada.

—¡TARADO!. —Me golpeó el hombro.

Al día siguiente

Pov Bruno

Mariano durmió conmigo anoche, sus brazos rodeaban mi cintura y varias veces sentí que me dio besos en el cuello, me abrazo toda la noche, así que no pude averiguar si la puerta estaba abierta o no.

En el desayuno, ya no comí en mi cuarto sino en el comedor junto a Mariano. Me preparo revuelto de huevo con su taza de café, hoy también me dio de comer.

No sé porqué le gusta hacer eso, pero con cada bocado que doy se pone contento.

Le quite la cuchara, tome un pedazo del huevo revuelto y se lo di de la misma manera en la que él lo hacía conmigo, quería que se diera cuenta que es vergonzoso que haga eso, pero en lugar de eso se puso mas feliz y me dio besitos por toda mi cara.

—No hagas eso, aún no me acostumbró a las muestras de afecto... Es complicado. —Deje la cuchara en el plato.

—Lo que tú digas mi corazoncito de melón. No quiero irme, pero tengo que trabajar hoy. Intentaré venir lo mas temprano posible para hacer la cena. Te deje todo listo para que te hagas el almuerzo, disculpa por no poder hacerlo yo, sólo será esta vez. ¿Bien, mi vida?.

—No te preocupes, aprendí a cocinar junto a mis hermanas. —La amabilidad de Mariano me pone muy nervioso... Hace dos días me golpeaba y gritaba... Ahora actúa muy diferente.

—Me preocupa. Podrías quemarte o lastimarte de otra manera. Me voy retirando, porque se me hace tarde. ¿Me puedes dar un beso de despedida?. Puede ser donde tú quieras. —ofrece con ojos de perrito suplicante.

—¡EEEM! Cuando llegues del trabajo te recibiré con un beso en la mejilla.

—Esta bien... ¿Al menos puedes decirme algo lindo antes de irme?.

Esta vez note tristeza en su voz.

—¡Mmm!. Que te vaya bien... Mi amor... Vuelve a casa... Sano y salvo. —Me sentí patético después de decir esas palabras.

—¡HA, HA!. No sonó muy convincente, pero gracias por intentarlo. Te amo Bruno. —Formó un corazón con sus manos y salió cerrando la puerta con llave.

Pov Mirabel

Toda la mañana hice lo posible por actuar normal y en lo único que podía pensar era que entraríamos a la casa de Mariano, sin permiso. Si nos pillan, todos pensaran mal y recibiremos un castigo.

—Mirabel quita esa cara —bromeó Camilo.

—No puedo, el miedo me está ganando. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?.

—Es muy sencillo, sólo tienes que pensar que hacemos esto por Dolores.

—El motivo no es malo, lo malo son los métodos que usamos.

—¡ASH!. Si algo pasa échale la culpa a Isabella. Ya estamos fuera de la casa de Mariano, no te puedes retractar.

—Ve y hazlo rápido. —ordené nerviosa. Me sudaban mucho las manos.

—Voy y vuelvo. No te preocupes y actúa normal.

Camilo se subió por la terraza para entrar a la casa. Pude escuchar como hacía caer algunas cosas, se demoró más de cinco minutos y no salía. Los nervios me estaban consumiendo y casi me da un infarto cuando vi a Mariano dirigirse a su casa, iba a detenerlo hasta que alguien me tomó del brazo, era mi abuela.

—Mirabel te estuve buscando desde la mañana, Julieta me dijo que saliste apresurada. Quiero presentarte a alguien, es un...

—Abuela Alma —interrumpí—. Necesito hacer algo primero. —Volteé y vi que Mariano ya estaba abriendo la puerta. Entre en pánico y empecé a llorar gritando, lo hice lo más escandaloso posible, conseguí que Mariano se distrajera y viniera hacia mí.

Mariano: ¿Qué sucede Mirabel?.

Abuela Alma: ¿Por qué gritas de esa manera?.

Mirabel: Es que... Es que... El chico que me gusta me acaba de rechazar.

Mariano: ¿Qué?.

Abuela Alma: ¿Qué?.

Mirabel: ¡YA NO CREO EN EL AMOR! ¡WAAA! ¡ME QUEDARÉ SOLA POR SIEMPRE! ¡Y ME CAMBIARE EL NOMBRE A SOLEDAD!.

Vi a Camilo escapar por los techos y me fui llorando a casa.

Pov Camilo

Busque en toda la casa y no encontraba algo sospechoso, ni una pista. Volví a buscar en el cuarto de Mariano, encontré poemas de amor. Eran muchas cartas hasta que de la nada escuché un grito muy horrible de afuera. Me asomé a la ventana, vi a Mariano, a la Abuela y a Mirabel hacer el ridículo, después me voy a reir de eso. Salí por la terraza y me subí al techo, así fui saltando en los techos hasta que pude bajar y correr a la casa.

—¡HA, HA, HA, HA!. Me siento muy orgulloso de mi primita, que si sabe actuar. Mereces un premio. —Aplaudo con sarcasmo.

—¡TONTO!. ¿Valió la pena pasar la vergüenza de afuera?. —Soplo su nariz en un pañuelo.

—Pude pillar esto. —Saque un montón de cartas de mi bolsillo y abrí una—. Son poemas de amor, sin embargo, no parecen ser para una chica.

Abrimos y leímos los poemas de amor que parecían ser dedicados a un chico.

—Tal vez Mariano está cobrando por hacer poemas y se lo pidieron unas chicas. —Supone Mirabel.

—Puede ser... Falta una carta y terminamos. —Abrí esa carta y la leí—. No puede ser, escucha esto Mirabel.

Hay amores como el nuestro
Que sólo pueden vivir en nuestro corazón y no en nuestra vida.

Eres esa tentación que nunca pude evitar, ese torbellino que me hipnotiza, me atrae y me enloquece.

Yo te quiero a ti como se quiere lo prohibido, como se desea lo ajeno, como nadie quiere hoy en día.

Me enamore de ti como se enamoro el Sol de la Luna, aún sabiendo que no podrían estar juntos.

Te amo, aunque seas mi amor imposible Bruno Madrigal.

Mirabel y yo nos miramos al mismo tiempo con la boca abierta.

—El Tío Bruno tiene una admiradora secreta. ¡Wuuu!. —Se alegra Mirabel.

—Es eso o Mariano es el admirador secreto. —Ambos nos miramos para después soltar carcajadas.

—Te contaré algo, pero no se lo vas a decir a nadie. El día que vino Mariano me confesó que esta enamorado de alguien.

—¡Hum!. Te dije que, ese, sólo utilizaba a mi hermana para olvidar a Isabella o esa chica nueva. Bueno, Mirabu, ganaste. Me dejaré crecer el cabello.

—Ya quiero practicar en tu cabello ¡Hi,Hi!. Voy a la cocina, el susto me hizo dar hambre.

Mirabel se fue y yo me quedé en mi cuarto a mirar las cartas. Saqué la carta de Dolores y al juntarse con las demás me di cuenta que era la misma letra. Como si fuera un rompecabezas mi mente empezó a unir las piezas.
"Mariano encontró la carta" "Consoló al tío Bruno" "Le dijo a Mirabel que estaba enamorado de alguien" "Esta carta es para Tío Bruno" "Amor imposible" "Dolores, ha desaparecido misteriosamente".

Él es responsable de la desaparición de mi hermana, lo sabía.

Salí de mi cuarto a toda velocidad gritando el nombre de Mirabel varias veces hasta que llegué a la cocina.

—¡MIRABEL! Ese imbécil si tuvo que... Ver... ¡Ay, no!

—Hola Camilo.

Continuará...

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