¡Hola mis cositas bellas! la esperanza es lo ultimo que se pierde asi que ya solo me queda el capitulo final.  Admito que este fue mi favorito uwu <3 gracias a todos por leer y si quieren escuchar una cancion les dejo la de color rush, vean ese dorama porfi es hermosisimo.

— ¿Cómo es que terminamos aquí?— Eiji aún no comprendía como es que terminó siendo arrastrado por el rubio a una bonita exposición de fotos.

—Yo quería algo para comer, vimos la galería, compré las entradas, y aquí estamos—aquel lugar era arte. La fotografía definitivamente le apasionaba.

—Ash, entraste como un torbellino en mi vida, todavía no sé como estamos aquí, pero quiero agradecerte por estar a mi lado en este ultimo tiempo— ver al lince de New York sonrojado era algo digno de admirar. El definitivamente no esperaba esas palabras provenientes del japonés.

—N..o tienes nada que agradecer..d.espues de todo...soy genial— cada vez que le fallaba el Windows solía decir estupideces pero al azabache lejos de molestarle le parecía tierno.

—Pasó todo este tiempo y no pude confesarme. Shorter jamás sabrá de mis sentimientos— el americano vio tanta tristeza en esos ojos que no pudo evitar sentirse mal. Si lo hubiese ayudado con todas sus fuerzas quizás él y su amigo estarían juntos.

Por más que lo quisiera y que le gustara no quería obligarlo a tener sentimientos por él. Eiji se merecía la oportunidad de confesarse.

"Viejo debes venir. Hay algo importante que tengo que decirte"

Crearía la oportunidad, después de todo si el japonés era feliz, él también lo sería. A pesar que esa confesión le doliese como el infierno.

"De acuerdo, en unos momentos estaré en la ubicación que me mandaste"

Por ello aprovecharía cada minuto que le quedaba en esa fantasía, siendo ellos dos solamente.

— ¡Mira Ash! Una cabina de fotos. Vamos a sacarnos algunas— ambos ingresaron al pequeño cubículo y luego de leer las instrucciones hicieron poses distintas para cada una de las fotos.

—Eiji....yo...— cuando el más pequeño iba a decir algo la ultima foto se disparó y cuando la vieron no pudo evitar avergonzarse ya que se encontraba mirando a Eiji con mucha ternura y a la vez se encontraba tomándole la mano al contrario.

—Vaya...esta es buena—jamás podría esconder la vergüenza que estaba sintiendo en esos momentos.

—Así es mi amor por ti onichaan— aunque parecía que bromeaba, en realidad no lo hacía.

—Cállate y vamos por unas bebidas. Estoy sediento— sin más el mayor le tomó la mano a Aslan y así caminaron por toda la exposición. En ningún momento se dió cuenta de lo que estaba haciendo pero es que sus manos entrelazadas se sentían tan bien que no había necesidad de separarlas.

— ¡Ash¡ Eiji! Que bueno que los encontré— pero tuvieron que hacerlo, Ash no quería ser egoísta.

—Yo... tengo asuntos que resolver así que Shorter me reemplazara. Nos vemos— no quería sentir su corazón rompiéndose más por lo que se alejó de allí. Eiji por fin tendría su momento y él no lo arruinaría.

Mientras tanto Shorter Wong y Eiji Okumura se encontraban rodeados de un silencio muy incomodo. Ninguno de los dos decía nada y eso ponía nervioso al de cabello morado.

—Hace mucho no hablamos Eiji-chan— debía calmar sus nervios. Esta era la última chance que tendría.

—Shorter...voy a ser claro y preciso. Me gustas desde hace un tiempo...—aunque ahora no sonaba tan convencido. No entendía porque Ash se había ido así de la nada cuando la estaban pasando tan bien juntos.

—Eiji...yo...estoy con alguien más, lo siento mucho—lejos de llorar el japones se sentía aliviado. Aún tenía que resolver sus sentimientos que estaban hechos un desastre pero al menos cerró un capitulo importante de su vida.

— ¿Sabes? nunca vi a Ash tan apegado con alguien. De pequeño era arisco y no quería socializar con nadie más que no fuese yo pero...verlo contigo tan animado y tan infantil...me hizo muy feliz. Él es una gran persona y...creo que le gustas— ¿Gustar de él? ¿Alguien como Ash?

—Eso...es imposible—no sabía en que momento su rostro se sonrojó de tal manera que parecía un tomate vivo.

—Claro que no lo es. Después de todo eres genial— el mas alto lo envolvió en sus brazos, pero...no sintió nada.

—Espero que sobrevivas a Yut Lung Lee. Nos vemos Shorter yo...tengo que buscar a alguien— sin más el japonés corrió y corrió en busca de su acompañante. Quería verlo, necesitaba de su sonrisa, de sus comentarios tontos, de su apoyo emocional. Estaba tan ciego por su objetivo que nunca notó lo bien que se sentía al lado del americano, lo cómodo que era no tener que aparentar un papel, simplemente ser él.

Cuando lo encontró, sin otro plan en mente lo abrazó y allí noto la diferencia. En esos brazos se sentía como en su hogar. No quería salir de ellos.

—¡Eiji! ¿Ocurrió algo?— quizás debía confesar sus sentimientos a la persona correcta.

—Nada...solo... déjame estar así— a pesar de ser dos hombres abrazándose en medio de la multitud el rubio no lo soltó ni por un minuto. Ambos corazones latían sincronizadamente porque estaban en donde debían estar.