—Hoseok, alguien pregunta por ti— La voz de su compañera lo sacó de su feliz ensoñación, dónde se imaginaba una larga y feliz vida al lado del infantil chico que lo busca en la puerta de su salón.

Por un segundo creyó que podía ser Yoongi en busca de pedir su ayuda para el club de musica, pero su rostro se iluminó cómo nunca cuando vio a Jungkook, tenía que ser a él, de no ser así su compañera le hubiera informado que Namjoon no se encontraba en el salón.

Se levantó sin dudar, agradeció que le avisaran, se dirigió hasta la puerta evitando correr hasta arrojarse a sus brazos y terminó por saludarlo con una sonrisa que fue correspondida de inmediato.

—Jungkook... Que bueno verte, ¿ocurrió algo?

—No mucho, solo creí que podríamos almorzar juntos...— Lo estaba intentando y su recompensa era ver como Hoseok se sonrojo totalmente por su simple pedido.

Aceptó de inmediato, solo le tomó segundos buscar su almuerzo y volver a él, a la espera de empezar su camino hasta el mejor lugar para comer juntos.

Jungkook no estuvo seguro de cómo terminaron en la azotea, sentados uno al lado del otro, viendo a otros alumnos almorzando mientras Hoseok le hablaba de su día y le invitaba de su comida.

—¿Te gusta?— Esperaba expectante su respuesta apesar de que sus gestos sorprendidos eran suficientes para explicarle que sí y hasta que quería saber qué era —Es pan relleno...— Estaba alegre, desbordaba energía y en su mirada habia un brillo que solo relucía junto a Jungkook.

Le dió de comer, de verdad lo hizo, no solo eso, fue natural, con una confianza tan única que no lo podía creer, era un completo logró para él, su corazón palpitaba acelerado y un sonrojo bañaba sus mejillas y orejas.

—Gracias...— Hubo una repentino silencio entre ellos, uno que Hoseok usó para apreciar sus palabras y momento, mientras sin saberlo, era observado con cuidado por Jungkook

Llamó su atención lo feliz que le hacía estar a su lado y desde su confesión el día de ayer, recordó que debía preguntarle algo que no tenía una respuesta concreta o razonable para él.

—Hoseok, ¿por qué te gusto?— No podía mirarlo, de un momento a otro sus piernas ya se habían pegado a su pecho y apoyó su rostro sobre sus rodillas, mirando al lado contrario de donde se encontraba el animado chico.

—Soy muy curioso— No era claro, lo sabía pero no estaba muy seguro de si debía continuar con su relató —Cuando te conocí realmente te veías muy misterioso, solo... Llamaste mi atención y quise saber más sobre ti...— No pudo decir más, porque continuar era afirmar que toda esa curiosidad nació de no ver una pizca de dolor tras ser rechazado por Namjoon y mencionarlo era lo último que quería hacer en ese momento.

—Oh ¿por eso me besaste en la fiesta de Jin?— La sorpresa lo invadió al ver que ni siquiera midió sus palabras al mencionar ese suceso.

—No... Olvidé que te conocí allí, Jungkook... Yo no estoy seguro de por qué lo hice... No recuerdo que pasó esa noche— Apenado, se detuvo a pensar en ello mirando fijamente a su comida, cuando la respuesta cayó como sin nada en su mente y la idea repentina, le obligó a cubrir su rostro con una de sus manos en busca de ocultar su brusco sonrojo—Oh, creo que no era curiosidad y solo me gustas desde el primer momento...

Se sentía tonto por descubrirlo de ese modo y recordaba con miedo todo lo vergonzoso que había hecho en esa etapa de confusión, desde olvidar su beso hasta actuar como un idiota el día que lo vio llorando, casi entendía mejor porque Jungkook no se había enamorado de él.

En su momento más desconectado, su mentón fue sostenido de repente, Jungkook lo acercó a su espacio personal y dejó un cálido beso sobre su mejilla, sutil y apresurado. Al devolver su mirada, ambos se encontraron con la pena del otro y sonrieron divertidos por ello.

—Sé que es tonto, pero a veces pienso que no podría gustarle a nadie... Así que, gracias— Su rostro se mostró como lo más hermoso que había visto, su ojos grandes y bonitos brillaban, su sonrisa lo cegaba y su ánimo era conmovedor.

—Jungkook, por favor se mi novio...— La campana sonó de repente, lo vio levantarse de su lugar junto con varios estudiantes a su alrededor y seguidamente, le ofreció ayuda para hacer lo mismo.

—No, pero si traes de nuevo ese pan relleno, tal vez pueda decir que sí— Asintió frenético, sostuvo su manos sin temor y no la soltó hasta que bajaron las escalera, mientras le explicaba que él había hecho ese pan y que con tal de que aceptara, haría decenas y decenas solo para él.

Hoseok no se daría por vencido, no cuando las posibilidades de que aceptara, cada vez eran mayores.

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El mayor secreto aquí es que a Hoseok le interesó Jungkook desde la famosa fiesta de Jin en Cartas Anónimas y siempre quiso ocultarlo con curiosidad jaja.

Espero les gustara, nos leemos pronto, besitos, besos y gracias por leer.❤️