Se me hace tarde y tengo clases, «también mis compromisos de trabajo», me recuerdo y sin más remedio me baño con el agua fría. Al menos eso ayudará a despejarme. Al salir me cambio rápido, no tengo que hacerme gran cosa solo secar mi cabello y sacudirlo, es la ventaja de llevarlo corto. A Adam no le gustó cuando decidí cortar mi larga melena; y aunque me dolió hacerlo porque sé que le encantaba, a veces simplemente tienes que hacer un cambio para ti y no para los demás. Estoy bien con ello.

Mis mejores amigos Gavin y Candace me apoyaron, aunque ella se burla diciéndome que parezco un machito sexi. Que ocurrencias las suyas; pero ella es así de alocada con su vida y sus pensamientos. Y pensando en ellos, después de mi último trabajo con el profesor Corbus, pasaré por ella para ir al bar donde trabaja Gav y relajarme un poco.

Lo haré para pasar el tiempo, es seguro que Adam no venga porque cuando inicia una nueva conquista, logra entretenerse hasta que descubre que no es la indicada. Y es algo que pasa siempre. Quisiera quejarme del lugar al que me he relegado, pero no puedo evitar ponerme feliz cuando pasa, porque a la final, vuelve a mí. Pensamientos que Cand desaprueba y cada que hablamos del tema Adam, ella amenaza con darme un sopapo en la cabeza.

Es la razón por la que evito lo más posible mencionar el asunto, aunque es difícil que no esté en nuestros temas de conversación cuando Adam es como mi pan de cada día. Suspiro hondo para descargarme y no perder más el tiempo pensando en esas cosas, tampoco poniéndome maquillaje porque el retratista a donde voy a las diez prefiere que me vea natural. De todos modos, no me molesta salir con la cara lavada, tampoco soy asidua a los colorines y desde que empecé a ser modelo de artistas, la naturalidad es algo que se ha quedado conmigo.

Aparte solía perder mucho tiempo cuando lo hacía, y mucho más quitándomelo luego del regaño porque solo iba a posar, no a desfilar. Algunos maestros suelen ser exigentes; pero no me quejo, la paga por horas es buena. Termino mi cháchara mental y salgó rápido.

Abajo en el garaje saco mi bici, meto mis cosas en la canasta y empiezo a pedalear. La academia Wallace queda cerca y en unos minutos ya estoy guardando mi bici en la zona de bicicletas. Miro la hora y faltan quince minutos para que comience mi clase de arte abstraccionista con el profesor Bledel. Comienza a las ocho y a pesar de que es casi el más joven de los catedráticos de arte, es bastante estricto y puntual con su clase. Diría que en extremo rígido con su materia. Razón por la cual le apodan a sus espaldas: "el profesor nerd".

Corro hasta mi taquilla para tomar mi libreta de bocetos y al abrirla un papel cae de ella aleteando hasta el piso. Me fijo en que es una tarjeta de esas de presentación, y su diseño llama mi atención. Me acuclillo para tomarla y leo que en el reverso solo hay impreso un nombre: "Leroux". Leerlo hace que abra los ojos y levante las cejas. Sé quién es, así que le doy rápido vuelta y leo lo que dice en el anverso.

"Deseo contratarte para que poses para mí dos horas por las siguientes doce noches. Comunícate al número de la tarjeta para ultimar los detalles del contrato con mi secretaria".

Es lo único que dice y después de leerlo me quedo más que un poco sorprendida. Vuelvo a mirar el nombre y luego a todos lados, y solo pienso que tiene que ser una broma estúpida de alguna de mis compañeras. Leroux es tan famoso que se da el lujo de mostrar su arte y no su cara, y aun así ser el top en ventas con sus cuadros. Dudo mucho que se tome la molestia de venir a mi taquilla y meter una tarjeta para hacerme una invitación así y tan informal.

Sí, es una broma, y seguro esperan que salga por allí gritándolo para luego hacerme quedar en ridículo. Lo cierto es que ser número uno en opciones para modelos de clase me ha creado unas cuantas enemigas, por no decir envidiosas que creen que soy la que ruega por ser la modelo de un profesor.

Me pienso si arrugarla y botarla o meterla en el casillero de al lado, pero luego simplemente decido tirarla dentro de mi bolso para pedirle después a Cand que me ayude a descubrir quién está detrás de esa broma, ya que ser escogida por Leroux es una soberana utopía.

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