Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23. Viaje

¿Es él? ¡Es él!

A pesar de lo extraño de todo, no puedo evitar sentir una diáfana excitación que me hace querer gritar. Sin embargo, no sé si reír o llorar, tengo tanta emoción por descubrir que a la final no era mentira lo de aquella extraña tarjeta y he terminado aquí.

Con él.

No puedo verlo, pero puedo escucharlo. También puedo oler la pintura mezclada con el aroma suave del vino que debe estar tomando.

Tête haute*.

Su voz retumba con una exquisites en mi oído. No entiendo nada, pero me gusta su sonoridad, y no puedo evitar sobresaltarme cuando siento sus dedos debajo de mi mentón llevándolo hacia arriba, como si deseara que le viera, pero no puedo hacerlo. La boca y los labios se me resecan y tengo que tragar grueso y remojarlos. Sin embargo, no me importa. Sus dedos trasmiten una electricidad casi sensual en todo mi cuerpo.

Me pongo un poco rígida cuando recuerdo que estoy desnuda debajo de la túnica, y yo no puedo verlo, pero él a mí sí. Casi que hiperventilo con la idea recordando que es algo que no hubiera hecho en mis cinco sentidos. Lo he rechazado tantas veces que ahora me siento insulsa por sentirme bien con esto.

Será el objeto de su inspiración.

Recuerdo las palabras de esa mujer y me enardecen.

Lo que haga y lo que diga.

No sé si tiene algún poder, pero es mágico y no necesita nada para que esté a su merced. Tal vez es porque se trata de él. No le entiendo, pero, sé que haré lo que diga y eso hago cuando sus dedos empiezan a palparme sobre la delicada túnica. Es casi como sentirlo tocándome la piel. No sé qué hace, pero me hace mover de tal forma que ni siquiera sé que posición adquiero, pero sé que no es incomoda.

No obstante, hay algo malo que si logra en mí y es que empiezo a percibir con demasía cada roce, y cada toque. Me avergüenzo cuando mis terminaciones nerviosas despiertan humedeciendo algunas partes y poniendo rígidas otras, como mis pezones.

Diablos, no.

Relaxer*.

Eso lo entiendo, se ha dado cuenta, ahora me quiero morir de vergüenza cuando siento como aparta la suave tela de mi pecho, exponiéndolo. Y ni siquiera sé si se está divirtiendo con mis tontas reacciones. Creo que voy a hiperventilar si no deja de... tocarme. Pero tampoco quiero que lo deje de hacer.

Nunca nadie me ha tocado así y aunque no tiene nada de sexual o romántico, se siente como si lo fuera. Como una conexión entre sus dedos de pintor y yo como su modelo.

C'est ça, reste comme ça* ―habla palmeando mi hombro suavemente como si deseara que me quedara así.

No lo entiendo, pero termino haciéndolo, quedándome en esa posición. Después siento que se aleja y lo siguiente que escucho es el rasgar del grafito de un lápiz sobre un rústico papel.

«Está bosquejando», me digo como si enterarme de eso me diera una grata satisfacción. Después de esa realización solo me dedico a escucharlo mientras pongo en práctica lo que he aprendido en mis poses de trabajo.

«Voy a ser su inspiración». Pensar eso, me causa alegría y llena mi pecho de una inusitada emoción, tanto que no me importa que no lo esté viendo porque él me está apreciando a mí. No sé cuánto tiempo pasa, sé que llevo mucho en esa posición, pero no quiero que acabe.

Nous avons terminé pour ce soir, j'espère vous voir au prochain, Miss Campbell.*

Después de esas palabras percibo que se mueve y sus pasos se alejan. Eso me quita la respiración y aunque debería estar agotada, siento que puedo soportar por mucho más. No quiero que acabe y deseo volver a escuchar su voz.

―Ya ha terminado por esta noche. ―Escucho la voz de Madame Amelie poniendo fin a ese ruego. Siento que toma mi mano y me saca de allí. Lo último que percibo es como se cierra una puerta a mi espalda, mientras nosotras seguimos avanzando sobre el camino de vuelta hasta que nos detenemos―. Le quitaré la venda ―me dice y cuando lo hace me fijo en que estamos de nuevo en el vestidor―. Vístase, el conductor le llevará de regreso a casa ―anuncia y no me queda más que ir tras el biombo por mi ropa y vestirme.

Cuando estoy de vuelta en el auto y alejándome de allí, no puedo evitar tener la misma sensación del comienzo, donde ahora voy de vuelta de ese viaje silencioso y desconocido pero que no me asusta para nada.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ❈- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

*Levanta el mentón

*Relájese

*Ya está, quédese así.

*Terminamos por esta noche, espero verla en la siguiente, señorita Campbell.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro