Capítulo dedicado a @IvnSalvatierraVillan que quería que se lo dedicara, aquí está, sí me acordé y para nada fue porque lo anoté, jaja... 

Besos, vuelve a estar en curso la historia, wiiii. 

Ross out. 

... 

—¿Él dijo eso? No puedo creerlo.

Ty está boquiabierto a la anécdota que le acabo de contar, todavía no puede creerse las palabras que Ryu me dijo en la cocina de los Rogers. Yo tampoco y dudé en contárselo, no quería escuchar una excusa de parte de nadie puesto que sé cuanto Ty adora a Ryu y estaba segura de que lo iba a cubrir en esto pero ahora que lo veo, él también está enojado e indignado. Aún así toma un sorbo del cóctel en su mano y respira profundo.

Estamos tomando el sol en la piscina de la casa de los padres de Ty, él alegó que yo estaba muy pálida y necesitaba broncearme para la boda, lo cual es cierto porque debido a mi trabajo paso mucho tiempo detrás de un escenario, sin exponer mi piel a los rayos del sol, estoy tan pálida como un fantasma y quiero verme despampanante para la boda. Por suerte, el sol de Arizona podrá cambiar eso.

—Pues créelo, él realmente lo dijo, muy a mi pesar —afirmo.

—Ryu realmente necesita una buena paliza —dice Ty sacudiendo su cabeza mientras toma su celular para escribir algo en él—. Voy a insultarlo cuando lo vea, voy a golpear ese perfecto trasero con fuerza, ¿Cómo se atreve a ser tan irrespetuoso?

—Se lo merece —espeto cruzándome de brazos—, Dios, me molesta ¿Sabes cuánta esperanza tenía en Ryu? Era mi chico ideal, siempre lo fue.

—Bueno, no te lo tomes a mal cariño pero necesitas avanzar, justo como él lo hizo, si es que de verdad lo hizo —Ty me mira haciendo una mueca mientras baja su celular—. Al menos Ryu intenta engañarse a sí mismo, no es que sea bueno pero es algo... no es adecuado para los dos, siendo adultos, seguir aferrados al pasado, menos a una versión de ustedes mismos del pasado, es obvio que han cambiado y para bien o para mal ambos son diferentes a lo que eran.

—Lo sé, creo que fue ridículo pensar que él fuera el mismo de antes... pero no esperaba esos comentarios saliendo de él.

—Pues él estaba especialmente molesto en la fiesta, lo noté, también había bebido y se pone un poco intenso con el alcohol, tal vez fue eso —Ty se encoge de hombros—. Aun así voy a hablar con él para que se disculpe, no podemos dejarlo así, él es mi pequeño y adorable Ryu, no dejaré que me decepcione de nuevo.

No digo nada al respecto porque secretamente quiero una disculpa de su parte, quiero que sepa que me hizo sentir mal aunque lo escondí al principio. Estaba un poco mareada en ese momento y también me metí un poco con él. También debería decir que lo siento, pero seguramente nos evitaremos hasta la boda debido a eso y no quiero esperar tanto tiempo. Tengo entendido que él volverá a California en dos semanas cuando la boda termine y tengo solo esa cantidad de tiempo para meterme en su corazón de nuevo, aunque sea como una nueva amiga. No quiero que esto se vuelva romántico porque él tiene una pareja y solo el señor sabe que no soy esa clase de chica, pero quiero ser su amiga, quiero ser amiga del nuevo Ryu y quiero hacer las paces con el viejo.

—Hablando del otro asunto... —Ty cruza sus delgadas y brillantes piernas y me mira a través de sus costosas gafas de sol con una sonrisa en sus labios, sus manos con perfecta manicura sostienen el coctel como si él fuera una jodida modelo—. El hermano de Xavier ¿Eh?

—Bueno —me encojo de hombros—. Es caliente.

—Oh, cariño, y con un infierno que él lo es —Ty suspira—. No le digas a Declan, Xavier o a Eric pero nosotros amamos cuando él se presenta a cualquier lado, Dios, es un bombón, adoramos verlo y escucharlo y es divino haciendo conversación, un chico muy inteligente.

—¿Todos ustedes? ¿Mahony, Benjamin, tú y Rachel?

—¡Desde luego! No podemos ordenar pero aun así podemos mirar el menú —Ty se echa a reír—. Desde que Eddie pisó la pubertad es nuestro idol personal, siempre digo esto pero si yo no hubiese escogido a Eric tan rápido...

—¡Taesung, ¿quieres por favor dejar de hablar de la gente con la que estarías si no estuvieses conmigo?! —exclama Eric sentándose a su lado y poniendo en la mano de Tae un coctel nuevo para reemplazar la copa casi vacía en la mano del asiático—. No me gusta, usualmente son personas a las que tengo que ver seguido ¿Vale? No es bonito.

—Ay por favor —Tae rueda los ojos—. Creo que hemos establecido que mi trasero es tuyo pero si no lo fuera hubiera estado abierto al público y todos aquí lo saben ¿De acuerdo? No soy un santo.

—Amén —yo choco su copa con la mía—. Ty, me agradas mucho, eres honesto.

—Tal vez demasiado —Eric rueda los ojos—. Gracias Dios mío por dejarme haberlo encontrado antes de que se volviera loco —dice él mirando hacia el cielo.

—La desgracia de un hombre es el milagro de otro —Ty rueda los ojos.

—Ustedes son tan lindos —yo río, sacudiendo la cabeza—. ¿Cuándo piensan casarse? Será mi siguiente excusa para volver al pueblo, ya que Declan y Mahony no piensan hacerlo nunca, entonces... espero que sea pronto.

—No hemos hablado de matrimonio —Ty resopla dándole una mirada a Eric—. Tengo que graduarme primero y ambos tenemos otro montón de proyectos por separado tanto como juntos, una boda ahora sería demasiado en nuestros horarios, pero seguramente en el futuro cercano.

—¿Y qué hay de los niños? —cruzo mis piernas, apoyo mi codo sobre mi rodilla y mi barbilla sobre la palma de mi mano para mirarlos con interés—. ¿No los ha inspirado el ejemplo y Reed y Dom?

—Bueno, si no hemos hablado de boda mucho menos de niños —Ty suelta una risa—. ¿Quieres niños, cariño? —él mira a Eric.

—Sí —Eric asiente con seriedad, Ty parece sorprendido y un poco más enamorado de Eric que de costumbre—. Hablando de niños ¿Ya está ella aquí? —él pregunta entonces mirando a Ty, él sonríe dejando atrás su anterior expresión.

—Mamá la está preparando para la piscina, llegaron pocos minutos antes de que tú llegaras —Ty se levanta—. Iré por ella.

—¿De quién hablan? —interrogo, totalmente perdida—. ¿Alguien más vendrá?

—La hermanita de Ty.

—¡Oh por Dios es cierto! —exclamo con emoción y un poco de vergüenza—. ¡Es cierto, es cierto! No puedo creer que lo haya olvidado.

Sigo a Ty desde hace mucho tiempo, antes de dejar Payson incluso y cuando él llegó aquí era hijo único así que olvidé completamente que durante estos seis años él obtuvo una hermanita. Supongo que no lo recordaba por lo poco que él sube fotos de ella a sus redes sociales, dado que tiene un montón de seguidores y un grupo de haters desadaptados, así que por la seguridad de la pequeña y para ahorrarse comentarios que no quiere leer, él no la muestra casi, pero si no me equivoco ella debe tener tres o cuatro años.

Cuando Ty sale con la pequeña en sus brazos muero de amor al ver lo linda que es, con su traje de baño rosa brillante y sus dos pequeñas coletas de cabello lacio, una sonrisa de dientes infantiles y los mismos ojos de Ty y su madre. Supongo que son los genes asiáticos, pero ningún hijo del señor Webber se parece realmente a él.

—Dile hola a Amber, Sunny —Ty se sienta frente a mí con la pequeña en sus piernas.

—Hola —ella sonríe y extiende sus manos hacia mí para saludar.

—Hola dulzura —yo tomo sus manitos—. Mírate, eres tan linda ¿Acaso no eres la cosita más linda?

—Oh, ella lo es —Ty le besa la mejilla—. Sunny ¿Quieres nadar? Eric te llevará.

—Eri —ella extiende sus manos hacia el chico que la toma en sus brazos e inmediatamente la llena de besos en las mejillas, ella se echa hacia atrás con una risa infantil.

—¿Me extrañaste, solecito? —Eric le pregunta a la pequeña.

—¡Sí, mucho! —ella levanta sus brazos.

—Yo también, ¿Quieres ir en el flotador? —ambos se meten en la piscina con cuidado y Eric la pone sobre el flotador en forma de cocodrilo—. Eso es, ahí vas, luces bien... Ty, toma una foto.

Ty toma un par de fotos y luego se vuelve a sentar.

Él y yo miramos la escena con detenimiento y estoy segura de que ambos pensamos lo mismo; Eric se ve malditamente caliente en su papel de padre cariñoso. Ty puede bromear cuanto quiera acerca de estar con otras personas pero esa mirada en su rostro cuando mira a Eric no puede dársela a nadie más. Es algo hermoso de ver, el amor desbordando de los ojos de alguien por otra persona, sentir la manera en que ambos se atraen y ver todo el amor que comparten entre sí... me pregunto si algún día va a pasarme. Soy joven, estoy consciente de que tengo tiempo para que ocurra pero... ¿Qué pasa si lo quiero ahora? Quiero tener niños antes de los veintiocho y solo me faltan cuatro años para estar allí, siento como el tiempo corre y estoy aquí sentada, con una cita próxima con un chico cinco años menor que apenas ha entrado en la adultez y que debería olvidar por mi bien.

Suelto un gran suspiro.

—¿Algo está mal? —Ty interroga.

—Solo pienso que... el tiempo es una perra —digo, ladeando mi boca y dejándome caer sobre la silla para estirarme un poco—. Estoy envejeciendo rápido, quiero tener bebés y no tengo un hombre para ello ¿No es triste?

—No necesitas un hombre si quieres bebés —Ty me sonríe—. Existe la fertilización in vitro, podrías ser madre soltera... podrías conseguir un donador.

—No —yo hago una mueca—, sé que es anticuado y todo pero quiero un maldito esposo ¿Sabes? Yo... tuve una vida difícil con mi familia, eran totalmente horribles y la peor familia que hubieras podido desear pero no lo sé... tal vez quiero demostrar que ellos no me arruinaron, que puedo tener una familia también y hacerlo mejor.

—No hay nada de malo en desear tener una familia —Ty pone su mano sobre mi pierna de manera comprensiva—. Y estoy seguro que serás una madre y esposa increíble, tu familia no te define, Amber... sin embargo, para ser felices con tu futuro marido, tienes que dejar de esperar por él o el maldito se va a tardar toda la vida.

—Es así ¿no? Cuando realmente no lo necesitas, ellos aparecen.

—Siempre es así, cuando menos lo esperas... pero la vida es sabia, algunas veces, aunque también es un poco perra.

—Lo sé —murmuro.

—Entiendo tu deseo por niños —él mira hacia la piscina de nuevo, donde Eric está paseando a Sunny sobre el flotador por toda la piscina y ambos están riendo—. A veces los veo juntos y deseo poder darle bebés a Eric, para que los malcríe y consienta, aunque también es muy bueno disciplinando... sería un padre grandioso.

—¿Cómo es que nunca habían hablado de niños? —pregunto con curiosidad—, parece que ustedes podrían haber considerado pasando tanto tiempo con tu hermana y Marco incluso.

—Bueno, la verdad es justo por eso que no lo hemos hablado, con Sunny viviendo tan cerca y pasando tanto tiempo con ella y Marco se siente como si ya los tuviéramos —él se encoge de hombros—. Y Eric tampoco lo mencionó pero realmente voy a hacer un plan al respecto pronto... sin embargo, tengo veintidós años, hay mucho que considerar todavía, tal vez después de los treinta lo hablemos seriamente.

—Es mucho tiempo pero entiendo su posición —yo asiento—. Por ahora, él se ve súper apegado a Sunny.

—Son inseparables, creo que él actúa más como su hermano mayor de lo que yo lo hago —Ty suelta una risa adorable—, pero es lindo así que no me molesta, Eric realmente la quiere.

Después de pasar algún tiempo bronceándome y consiguiendo un color perfecto, doy algunas vueltas en la piscina y tomo más cocteles junto a Tae, luego de un rato todos volvemos adentro, yo cambio mi traje de baño por un vestido corto y me siento en la sala a jugar con Sunny, Coco y Babe mientras Tae prepara la cena, Eric está dándose una ducha y los padres de Ty han aprovechado para salir a cenar a solas.

Sunny y yo jugamos construir cosas con sus bloques de construcción solo para que Babe y Coco pasen a través de nuestras creaciones y las derriben. Ella parece encontrarlo graciosísimo. Es una niña adorable y bien vestida; Ty le peinó el cabello que ahora trae suelto, lacio pero con algunos rizos en las puntas, está usando una tiara con un pequeño lazo blanco a un lado y un vestido azul marino, con un pequeño suéter, con zapatos y medias a juego. Con la asesoría de Ty, ella se viste mejor que yo.

El timbre suena de repente.

—Oh, yo voy —dice Ty, saliendo de la cocina.

—¿Esperas a alguien? —le pregunto.

—Sí, lo hago —él me guiña un ojo—. Precisamente, tú y yo lo esperábamos.

No entiendo que dice hasta que va a abrir la puerta y escucho una voz familiar, trago duro y puedo sentir mis mejillas calentarse. En cuanto el aparece en la sala, Sunny va directamente a saludarlo, extendiendo sus brazos hacia él. Ryu la saluda levantándola del suelo para darle un beso.

—Bien, ya que estás aquí ¿Por qué no ustedes hablan? —Ty toma a Sunny de los brazos de Ryu y se la entrega a Eric que viene bajando de las escaleras ya vestido y secándose el cabello con una toalla—. Ustedes vayan a ver caricaturas o algo ¿Vale? —les dice—. Los adultos deben hablar.

—Maravillosa idea —suelto con sarcasmo mientras me levanto del piso.

Eric y Tyler se retiran de la sala, dejándonos solos y la tensión crece, aplastándome y haciéndome sentir incómoda. Ryu se ve como que la está pasando igual durante los segundos en que guardamos silencio sin saber que decir, solo mirándonos el uno al otro. Pero maldita sea, él se ve bien; el estilo de los jeans holgados, botas de trabajo, camisetas simples, chaqueta militar y una gorra con su cabello negro sobresaliendo por debajo le queda tan bien.

Apenas puedo creer que él es dos cabezas más alto que yo, siempre peleábamos porque yo era dos centímetros más alta que él y ahora podría levantarme con un solo brazo ¿De dónde siquiera sacó todo eso? Demonios.

Él suspira.

—Sé que me comporté como un idiota —me dice—, sé que no es una excusa pero estaba borracho y borracho yo... pierdo un poco la vergüenza.

—Borracho dices lo que piensas ¿No? —alzo mis cejas—. Bueno, no importa, dijiste lo que querías decir...

—No —él resopla—. Solo dije una tontería, tal vez sí lo pensé pero estoy consciente de que es estúpido ¿Vale? Reflexioné sobre ello, no tendría que importarme lo que hagas y eso es todo.

—Tienes razón —yo asiento—. Solo... no sé, no esperaba nada de eso, cambiaste mucho.

—Bueno, sí —él se mete las manos en los bolsillos—. ¿Esperabas ver al mismo niño que dejaste aquí hace seis años?

—Tal vez lo hacía —me encojo de hombros—. ¿Es eso malo?

—Tú fuiste la que dijiste que debía madurar.

—Pues exageraste.

Él suelta una risa encantadora y profunda.

—No es gracioso, creciste como si hubieses tomado un galón de leche por día y encima ya no eres... bueno, ya sabes, inocente.

—¿Por qué un hombre de veintidós años sería inocente? —él se cruza de brazos—. He hecho muchas cosas, dijiste que debía experimentar y eso estuve haciendo, simplemente aprendí, estuve saliendo por ahí y obtuve buenas experiencias.

—Me alegra —respondo.

Es verdad que lo dije eso, no sabía que me iba a sentir un poco celosa, pero solo es un poco porque en el fondo estoy consciente de que es algo bueno. Ryu tenía quince años y no había dado su primer beso con lengua, no había ido a una fiesta alocada, no había probado el alcohol. No que hubiese algo malo con eso, pero en comparación a mi él era tan inocente y me enamoré de esa característica suya, él era todo lo que estaba bien en mi vida en ese momento. Sabía que no sería así para siempre pero tal vez esperaba que conservara algo de ello.

Sin embargo, no puedo dejar de suspirar por él... aunque haya cambiado, hay algo sobre él que me atrae.

—Para tu información... no salgo con chicas mayores porque quiera evocar tu recuerdo o lo que sea, simplemente me quedó el gusto, lo admito —él me dice, mirando hacia el piso—. Salí con algunas chicas de mi edad pero no era lo mismo, aunque ellas fueran maduras... es el sentimiento de estar con alguien más experimentado, supongo.

Él se sienta en un sillón frente al sofá, así que yo también lo hago y Babe sube al sofá para sentarse conmigo.

—Entiendo —yo quiero reírme pero no lo hago—, yo siento lo mismo acerca de los chicos jóvenes.

—Lo sé —él me mira debajo de su gorra, su mirada es intensa—, lo recuerdo.

Me hace estremecerme así que alejo la mirada.

—¿Es tuyo? —él pregunta, apuntando hacia Babe.

—Sí —asiento, acariciando el pelaje de mi perro—. Su nombre es Babe.

—Es lindo —él sonríe—. Al fin conseguiste tener una mascota, me alegro.

Me sorprende que recuerde que siempre quise un perro y nunca pude conseguir ni siquiera un pez de mascota porque mis padres odiaban las responsabilidades y su mejor manera de no asumirlas era no tenerlas en lo absoluto.

—Oí que estás trabajando en el teatro —él dice, juntando sus manos—. ¿Qué tal es?

—Es increíble —yo sonrío—. Estoy muy satisfecha con mi trabajo realmente, soy buena en ello... estoy en lo de la escenografía y también la iluminación y esas cosas, de verdad soy feliz con ello.

—Eso es bueno, felicidades —me sonríe de vuelta amplia y genuinamente—. No me sorprende, siempre te gustó el teatro.

—Sí... —mi corazón se hunde cada vez que me doy cuenta de que recuerda cosas sobre mí—. ¿Tú qué haces? ¿Qué tal la universidad?

—Voy a conseguir mi licenciatura muy pronto —dice—. Arquitectura.

—Eso es genial, siempre fuiste bueno en esas cosas, como tu papá —yo suelta una risa recordando las incontables veces que me ayudó con mi tarea a pesar de estar dos años más abajo—. ¿Trabajarás con el padre de Ty?

—Estábamos hablando sobre eso, él sin duda me dará una oportunidad y realmente agradezco eso —él aprieta sus labios—. Sin embargo, Dana quiere que me quede en Los Angeles y no sé sobre eso.

—Tu novia...

—Sí, aun estoy pensándolo.

—Bueno... supongo que quiere empezar a sentar cabeza o algo.

—Realmente no... —Ryu suspira—. Dana odia la idea del matrimonio, los niños... o la monogamia.

Abro los ojos de par en par. No es que me sorprenda escuchar de alguien así, yo tengo todo tipo de amigos con todo tipo de ideas y las apoyo todas pero ¿Ryu en una relación abierta? Es extraño que lo aceptara, aun cuando él era muy joven él se ponía celoso... mucho. Es algo que nunca mostraba abiertamente pero solía reclamar cuando estábamos a solas. Tal vez ha madurado, pero siendo naturalmente propenso a ponerse celoso, me sorprende que haya sido lo suficiente como para aceptar estar en una relación abierta.

—Así que ella... y tú ¿Están en una relación abierta? —interrogo, alzando las cejas.

—No, esta es la primera vez que intenta estar en una —él dice—. Ella quería salir conmigo y no acepté al principio porque sabía cómo era, eso simplemente no es para mí pero realmente no tengo nada en contra.

—Entonces ella dijo que intentaría por ti ser monógama por primera vez en su vida...

—Sí —él asiente—. Lo prometió así que le di una oportunidad, dijo que yo era especial... supongo que le creí.

—¿Supones?

—Llevaba tiempo sin salir con alguien, solo acepté porque me sentía un poco solo, sin embargo, con el tiempo le tomé cariño —él se cruza de brazos y recarga su espalda del sillón, colocando su tobillo sobre su rodilla.

—No suena como que estés enamorado...

—No lo estoy, pero ella tampoco, no hay ningún delito en eso —él suena algo a la defensiva—. ¿Qué hay de ti?

Yo parpadeo repetidamente ante la rapidez de ese cambio de tema, muy sutilmente acaba de decirme que no quiere discutir ese asunto.

—Bueno... ya sabes, todo es diversión sin compromiso —me encojo de hombros levantando las manos—. Babe es mi único compañero fijo por el momento... sin embargo, tal vez quiera una relación pronto, tengo que ser madre antes de los treinta sí o sí, no hay opción.

—Tú realmente no has cambiado —él me mira con una sonrisa, extrañamente—. ¿Y qué pasa con Eddie Watson?

—Yo solo saldré con él, no es nada serio.

—Supongo, es algo joven para querer niños, no lo sé...

—Él lo es, quiero decir, diecinueve años, debería estar de fiesta y no saliendo con una anciana como yo.

Me río nerviosamente pero él no consigue mi chiste gracioso y me mira fijamente antes de levantarse del sillón y decir—: Realmente no veo donde hayas envejecido, Amber, te ves muy bien —él empieza a dirigirse hacia la cocina donde se encuentra Ty—. ¿Vienes? Por el olor supongo que él ya está terminando.

Yo me levanto y entro en la cocina también, con mi corazón corriendo como loco, obligándome a mi misma a actuar con normalidad y a no dejar subir mis esperanzas porque sé que eso no se ha significado nada y él solo quiere ser amable. Ha estado lindo, él sin duda es uno de esos "moja-bragas" ahora. No sé si me molesta o realmente moja mis bragas.

Ty efectivamente ha terminado ya la cena y va por Eric a la habitación. Cuando vuelven, solo son ellos dos.

—No debiste haber dejado que se durmiera, ella debería comer primero —le reclama Ty mientras ambos vienen a sentarse a la mesa—. Se supone que cenamos temprano para que ella pueda ir a la cama temprano y no esté despierta hasta tarde, ahora se levantará alrededor de las nueve y no dormirá hasta media noche.

—No tenía el corazón para decirle que no se durmiera —dijo él—. Yo la cuidaré, tranquilo.

—Mamá va a estar enojada, Eric —Ty suspira—. Pero ¿Qué más da? Vamos a comer.

—Así que ¿ustedes hablaron? —Eric pregunta al vernos a Ryu y a mí, sentados en la mesa—. ¿Se disculpó contigo por haber sido un niño malo, eh?

—Córtalo —Ryu rueda los ojos y Ty y yo reímos.

—No, es mi oportunidad para vengarme de ti por todos estos años de tu comportamiento insolente hacia mi —Eric suelta una risa—. Amber ¿Quieres escuchar sobre las aventuras de Ryu? Es bastante interesante lo que ha hecho estos años en tu ausencia.

—No, ella no quiere saberlo —Ryu espeta.

—No, yo sí quiero saberlo —digo, mirándolo—. ¿Qué tan mal te has portado?

—Oh, él ha sido un niño muy malo —Eric junta sus manos sobre la mesa—. ¿Te contó que le gustan los tríos homosexuales?

Casi escupo un pedazo de pollo que estaba a punto de irse por mi garganta; veo a Ryu resoplar y bajar la cabeza. Ty se escuda con su vaso de agua y yo no sé qué decir. Eso sí que no me lo esperaba. De acuerdo, si él puede tener un trío con otros dos hombres entonces él está listo para graduarse en sorprenderme, mierda. No sé si estoy sorprendida o genuinamente curiosa acerca de eso.

—¿Qué? —miro a Ryu—. ¿En serio?

—Solo fue un par de veces —él susurra, su cara volviéndose roja—. Nada especial, tengo un gusto por ciertos chicos pero no es la gran cosa, prefiero a las chicas.

—No te hace especial —Eric rueda los ojos.

—Bueno, no te culpo, también lo he hecho, es bueno experimentar —yo suelto una risa y salto emocionada hacia él—. ¿Con quién? ¿Fue en la universidad?

Ryu mira directamente hacia Ty y Eric y mientras Eric come casualmente como si no hubiera dicho lo que ha dicho, Ty sigue tratando de evitar la mirada de Ryu, luciendo totalmente culpable y entonces lo entiendo todo. Sabía que ellos habían tenido tríos, Mahony me lo contó, pero ella olvidó mencionar que había sido con Ryu, supongo que no quería alarmarme ¡Pero ella definitivamente debió habérmelo contado, maldita sea, eso es caliente!

—¿¡Ustedes tres!? —interrogo abriendo mis ojos de par en par—. ¡No jueguen!

—Estábamos borrachos —excusa Ty.

—Eres un maldito afortunado, te odio —espeto, golpeándolo en el hombro—. ¡Tienes que contarme los detalles!

—Lo haré si quieres —él me da una sonrisa pícara—. Fue algo increíble, no puedo negarlo.

—¿Cómo aceptaste eso? —le pregunto a Eric—. ¿No estás constantemente evitando que Ryu se quede solo con Ty?

—Precisamente —Eric asiente—. Si iban follar alguna vez mejor que fuera en frente de mí.

—Oh por Dios... —suelto una risa—. Ustedes son increíble, quiero ser como ustedes cuando crezca —bromeo, haciendo un puchero—. ¿Cómo manejan los celos?

—Supongo que es todo acerca de saber que nos pertenecemos románticamente hablando —Eric responde—. Ya sabes, hay una cosa hermosa en ver a alguien intentar satisfacer a Tae, sabiendo que él nunca podrá querer a más nadie que sea yo... es jodido pero supongo que tienes que probarlo para entender que tan genial es.

—¿Dónde firmo para obtener clases? —interrogo con diversión y vuelvo a mirar a Ryu—. ¿Y se hizo una costumbre?

—No —él resopla—. Yo solo lo hice una vez más con dos chicos en la universidad, mi compañero de cuarto y su amigo, eso es todo, creo que sacié mi curiosidad —él se encoge de hombros.

—¿Lo harías de nuevo? —yo interrogo, alzando las cejas e inclinándome para hostigarlo y hacerlo sonrojar como en los viejos tiempos—. ¿Ves que exageraste? Hiciste demasiado.

—Dijiste que también lo habías hecho —él me reprocha, mirándome de reojo.

—En Paris, tuve algunos encuentros con ciertas actrices, pueden ponerse locas en las fiestas de trabajo —me encojo de hombros—. Fue divertido... pero responde ¿Lo harías de nuevo?

—Tal vez, no lo sé, depende —él parece querer evitar responder que sí—. ¿Quieres saber algo gracioso? Eric me odia pero él me besó y le gustó.

—Lo que sea que te ayude a dormir de noche, Ryu —espeta Eric.

Ty y yo soltamos una gran carcajada; son realmente lindos fingiendo que se odian cuando creo que no tienen ninguna razón para hacerlo solo porque les gusta pelear y rivalizar con el otro, ambos debería admitir que solo se divierten peleando entre sí y que realmente no hay rencor.

—¿Lo harían de nuevo? ¿Puedo verlo? —interrogo con curiosidad, haciendo un puchero.

—No —ambos contestan al mismo tiempo.

—Aburridos —hago un puchero—. Ty ¿No quieres besar a una chica de casualidad?

—Sería interesante, nunca he tocado a una de esa manera —Ty ríe—, pero no tengo permitido besar a nadie más, Eric tampoco, él solo rompió las reglas esa vez.

—Él quería besarme —susurra Ryu.

—Si tanto te gusta pensar eso, bien —Eric rueda los ojos—. ¿Quieres escuchar más cosas vergonzosas, Amber? Aun no te he contado sobre su sugar mommy.

—¡Oh por Dios! —cubro mi boca con mi mano—. ¿Cuántos años?

—Diez más que él —Eric responde con sorna—. Ella estuvo a punto de comprarle un auto.

Yo me echo a reír de nuevo... si Eric lo cuenta de esa manera no es tan difícil de escuchar, son cosas que ya pasaron... sin embargo, el hecho de que Ryu tenga una novia ahora me molesta, cuando dijo que no estaba en una relación abierta yo sentí que perdía una oportunidad ¿Por qué? ¿Por qué sigo guardando estos sentimientos que deberían haber desaparecido? Se supone que debería crecer y olvidar pero eso no funcionó conmigo. Tal vez soy demasiado estúpida.

Pero mirándolo bien... tal vez él es solo demasiado adorable.