💗: ochenta y siete
SooBin observaba con curiosidad el movimiento inquieto de sus pequeños hermanos. Bahiyyih y HueningKai habían levantado temprano, tomaron un baño rápido, y ahora la pequeña omega se encargaba de peinar los cabellos rebeldes del cachorro. Todo bajo la curiosa mirada del rubiecito.
—¿Por qué se levantaron tan temprano cuando ya entraron en época de vacaciones? —no pudo evitar preguntar, la duda lo estaba matando.
—Iremos a visitar a YeonJun oppa a su trabajo —respondió la omega, sin dejar de lado su tarea de peinar al menor.
SooBin dió vueltas en el amplio colchón hasta que su cabeza quedó colgando en el aire; los menores habían irrumpido en su habitación y la verdad que no le molestaba, aunque sí estaba en demasía confundido.
—¿A YeonJun? —frunció el ceño.
Bahiyyih terminó de peinar a HueningKai y procedió a hacer lo mismo con su larga cabellera.
—Sí, lo hablamos anoche y el señor Taeyong nos llevará —informó la omega.
—Déjame ayudarte —SooBin se levantó de su lugar para iniciar a peinar a su hermana; Bahiyyih asintió, permaneciendo quieta y dejándose mimar.
HueningKai se sentó en la cama del mayor, se sentía muy inquieto porque ya quería ver al señor bonito, así que para calmarse empezó a mover sus cortas piernas con efusividad.
—El aroma de Binie hyung está muy dulce —mencionó, ronroneando gustoso porque él amaba lo dulce.
SooBin sonrió con ternura. —Es por mi estado, pequeño HueningKai.
—¡Sí! —el mencionado se mostraba bastante enérgico y feliz—. ¡Hyung tiene un pastelito dentro de su pancita!
—Es un bebé —corrigió Bahiyyih.
—Es muy dulce, así que pastelito le queda mejor —debatió el menor.
El omega soltó una carcajada. —Es un bebé pastelito.
Bahiyyih y HueningKai asintieron mostrándose conformes con la resolución de su hermano. SooBin colocó una peineta de cerezos en la cabellera oscura de su hermana, sonriendo por lo bonita que la omega lucía.
—Ya está —anunció, dejando un beso sonoro en la mejilla derecha de Bahiyyih.
La omega se sonrojó y desvió la mirada hacia su hermano menor. HueningKai ya estaba al lado de la puerta y dispuesto a partir, luciendo impaciente por ver al alfa.
—¿Puedo saber el motivo de su salida? —indagó SooBin, siguiendo a sus hermanos hacia la sala donde su padre les esperaba.
SeungHyun besó la frente de cada uno de los cachorros, haciendo lo mismo con SooBin. Bahiyyih tomó la mano izquierda del alfa, mientras HueningKai tomaba la derecha.
—Eso es secreto —respondió el menor de todos con una risita.
El rubiecito formó un puchero. —No sabía que tenían secretos con su hermano mayor.
—Secretos temporales —aclaró la omega—. Cuando hablemos con YeonJun pppa te contaremos.
SooBin iba a refutar, pero sabía que no habría nada ni nadie que hiciera hablar a los pequeños; así que, con un último suspiro asintió, sonriéndoles mínimamente.
—Los estaré esperando —se acercó y dejó un cariñoso beso en la cabellera de ambos.
SeungHyun sonrió hacia su hijo. —Ireme está desayunando en el jardín por si quieres unirte.
—Lo haré —asintió el omega, corriendo escaleras arriba.
—¡Con cuidado! —chilló el alfa, aquel niño le causaría un infarto.
Bahiyyih y HueningKai rieron mientras instaban al mayor a caminar hacia la salida.
—¡Vamos a ver al señor bonito! —chilló el cachorro.
El alfa suspiró, sonrió a los pequeños y los guió a su auto para por fin llevarlos a su destino. A diferencia de su hijo, SeungHyun sí conocía el motivo que los hermanos Choi tenían para ver a YeonJun, y admite que se siente emocionado al mismo nivel que los menores.
—¿Cinturones de seguridad? —preguntó.
—¡Listos! —exclamaron ambos al unísono.
El mayor sonrió. —Entonces, vamos.
—¿Están seguros que no quieren que los lleve hasta la oficina de YeonJun? —preguntó SeungHyun por tercera vez, el auto estaba estacionado frente al edificio y dudaba mucho si dejar a los cachorros en la entrada era buena idea.
Bahiyyih salió y ayudó a HueningKai a hacer lo mismo. Ambos miraron la enorme estructura y no pudieron evitar abrir la boca en asombro; sin embargo, los dos estaban seguros de poder llegar hasta la oficina del alfa sin la ayuda de SeungHyun.
—Gracias por traernos, señor Choi —la omega hizo una reverencia, siendo imitada por su hermano—. Desde aquí nosotros nos encargaremos.
—El edificio es muy grande para dos cachorros, ¿Están seguros? —preguntó con duda.
Bahiyyih asintió. —Pediremos indicaciones en la entrada, no nos perderemos y no soltaré la mano de HueningKai.
—No importa lo que diga, no me dejarán que les lleve hasta la oficina, ¿O me equivoco?
Los menores sonrieron ampliamente con un rastro de culpa, pero también con seguridad.
—Usted sabe que es algo importante para nosotros y queremos hacerlo por nuestra cuenta —respondió Bahiyyih—. Estaremos bien, lo prometo.
SeungHyun entrecerró los ojos. —De acuerdo, pero no me pienso mover de aquí hasta ver que ingresaron al edificio.
Los menores corrieron hacia la entrada lujosa de aquel enorme lugar, sonriendo cuando desde el interior pudieron ver al lujoso auto negro marcharse. Los dos soltaron el aire que tenían retenido, y los próximos minutos los dedicaron a ver el enorme salón en el que estaban.
¡Aquello era más grande de lo que imaginaron!
—¿Qué haremos ahora, noona? —indagó el cachorro, tomando con fuerza la mano de su hermana.
—Preguntaremos por YeonJun oppa, es lo mejor que podemos hacer para no perdernos —comunicó, guiando a su hermano a través de las personas que se desplazaban por el lugar, hasta que ambos llegaron hacia donde una sonriente rubia que estaba con una placa que decía “Recepción”.
La beta miró con curiosidad al par de cachorros que se acercaban a ella de manera tímida, no pudiendo evitar sonreír cuando notó que estaban tomados de la mano.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarles? —preguntó con cortesía.
Bahiyyih asintió. —Necesitamos hablar con el señorMChoi YeonJun por favor.
—¿Me dan sus nombres? —inquirió la beta, tomando el teléfono y esperando por una respuesta.
—Choi Bahiyyih y Choi HueningKai.
Ella asintió mientras hacía la llamada, la cual fue respondida en el mismo instante.
—Raina, notifícale al señor Choi que Choi Bahiyyih y Choi HueningKai solicitan verlo.
Los menores esperaron con paciencia a que la mujer terminara con la llamada, rogando que el alfa tuviera tiempo para ellos. Supieron que así era cuando la beta colocó el teléfono en su lugar para verles con una sonrisa amable.
—El señor Choi los recibirá —anunció—. Por favor tomen el ascensor hasta el piso trece, salen al pasillo e ingresan por la única puerta roja del lugar.
Los hermanos agradecieron e hicieron una reverencia. Se dirigieron hacia uno de los ascensores, marcando el número indicado y esperaron pacientemente hasta llegar.
—Ojalá el señor bonito acepte —murmuró HueningKai, rompiendo el silencio del lugar.
Bahiyyih solamente sonrió; ambos estaban nerviosos porque se habían esforzado, y ahora que estaban a días de realizar aquel sueño que siempre tuvieron querían que el alfa también formara parte de ello, estando presente, al igual que su hermano y nueva familia.
Salieron del ascensor cuando éste marcó el número indicado. El pasillo que los recibió era amplio y lujoso con muchos cuadros llamativos y grandes ventanales de cristal.
—Recuerda que es una puerta roja la que debemos buscar —indicó la mayor, caminando con lentitud a través del lugar.
Los ojitos de Kai se ampliaron cuando miró una cara conocida.
—¡Señorita Raina! —corrió hacia ella, haciendo sonreír a la beta.
Ambos hermanos habían tenido el gusto de conocerla durante el cumpleaños de SooBin. Raina fue muy agradable con ellos, haciendo que la confianza se creara con suma facilidad.
—Hola, pequeños —sonrió con cariño, recibiendo gustosa el abrazo de ellos.
—Unnie, ¿Yeonjun oppa nos recibirá? —preguntó Bahiyyih.
La pelirroja asintió. —Los está esperando, pueden pasar.
Los hermanos sonrieron y rápidamente corrieron hacia la llamativa puerta roja. Tocaron porque tenían modales, y tras escuchar la voz ronca del alfa fue que se permitieron ingresar.
YeonJun estaba sentado frente a su escritorio, luciendo un imponente traje negro que hacía juego con sus lentes de marco oscuro; ambas manos apoyadas en el escritorio y con sus ojos fijos en los dos pequeños que ingresaban a su oficina.
—¡Señor bonito! —HueningKai chilló al verlo.
El alfa sonrió cuando el cachorro corrió a sentarse en su regazo. Bahiyyih rodó los ojos por el comportamiento tan enérgico de su hermano, y con suma tranquilidad tomó uno de los asientos que estaban frente al mayor.
—Es bueno verlo YeonJun oppa.
El pelinegro asintió, dejando que el inquieto cachorro jugara con todo lo que estaba esparcido sobre el escritorio.
—¿Vinieron solos? —indagó con una mueca de preocupación.
—El señor SeungHyun nos dejó en la entrada —tranquilizó la omega.
—¡De ahí nos vinimos solitos! —contó el cachorro, luciendo orgulloso.
YeonJun revolvió los cabellos del menor con cariño. —¿Es así, Hyuka?
—¡Sí! —exclamó.
—Estamos aquí porque debíamos entregarle algo importante, oppa —habló Bahiyyih.
HueningKai se levantó de su lugar y corrió a sentarse al lado de su hermana. Ambos cachorros le veían con ojitos brillantes y YeonJun no entendía lo que estaba pasando.
—¿De qué se trata? —inquirió, inclinándose sobre el escritorio y sintiendo mucha curiosidad.
Los hermanos Choi compartieron una última mirada y asintieron a la vez. Bahiyyih sacó de su bolso un pequeño sobre de color azul marino con detalles plateados y se lo entregó al alfa.
—Es para usted —informó con las mejillas rojas.
YeonJun abrió el sobre sintiendo demasiada intriga; desdobló la hoja delicada que tenía impresa una bonita letra de color dorado e inició a leer con un poco de ansiedad.
Recital de invierno:
El comité de artes de nuestro colegio Misul; tiene el honor de hacerle la cordial invitación para que sea participe de nuestro décimo recital, donde nuestros estimados estudiantes presentarán sus dotes artísticos para que usted sea fiel testigo del arte que la disciplina y esfuerzo crean.
Desde ya agradecemos por su participación.
Atte: Choi Bahiyyih y Choi HueningKai, participantes oficiales del recital.
YeonJun levantó la mirada, encontrándose con los rostros expectantes de los cachorros.
—¿Recital? —fue lo único que se le ocurrió decir.
—Es la primera vez que participaremos —los ojos de Bahiyyih brillaban emocionados—. El señor SeungHyun pagó por las inscripciones de ambos, y todos estos meses nos hemos esforzado para hacer una gran presentación.
—Bahiyyih presentará sus pinturas y explicará el proceso de elaboración de cada una de ellas, mientras que yo bailaré —dijo HueningKai.
—Como participantes del recital podíamos invitar a las personas que quisiéramos, es por eso que nos atrevimos a invitarle, porque queremos que esté presente —agregó la omega.
YeonJun se sintió conmovido porque los pequeños lo estaban tomando en cuenta en algo que era muy importante para ellos; y eso significaba demasiado para el alfa.
El menor de los hermanos movía sus piecitos, esperando con impaciencia la respuesta del señor bonito. YeonJun se había quedado en silencio, mientras una sonrisa enorme cubría su rostro, con sus dedos acariciando aquella invitación que le hizo sentir especial.
—Entonces... —la voz dudosa de la omega hizo que los demás le miraran—. ¿Asistirá al recital?
—Señor bonito, ¿Verdad que lo hará? —insistió el menor.
El mayor les sonrió con una mezcla extraña de ternura, cariño y agradecimiento.
—Por supuesto que sí —aceptó, provocando enormes sonrisas en los menores—. Ahí estaré para ver el enorme talento que mostrarán.
Y solo entonces, los cachorros se sintieron verdaderamente emocionados por hacer sus presentaciones.
Cambié el cap que no era, so doble cap por mi error, igual, ya pronto termina uwu
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