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Capítulo 37, pío! 🐥


Deteniéndose en el mismo lugar de siempre en el estacionamiento del hospital en el cual trabajaba su pollito, Yoongi apagó el motor de su auto y sacó su celular de su bolsillo.

Yendo directamente hacia el chat de su contacto, el shifter jaguar chasqueó su lengua con molestia al no encontrar absolutamente nada.

Llamándolo, solo logró frustrarse aún más cuando su llamada no fue contestada, sin importar cuántas veces lo intentó.

—Maldición —exclamó enojado, golpeando el manubrio.

¿Qué se suponía que iba a hacer ahora?

Un estúpido estaba detrás de su pollito, y la única persona que podría culpar y a la vez quien le daría información al respecto, no contestaba ni sus mensajes ni llamadas.

No podía dejar solo a Jimin por miedo de que ese idiota que se escapó pudiera volver e intentar llevárselo nuevamente, y su pollito ciertamente se encontraba asustado por aquel estúpido lobo que intentó secuestrarlo.

En realidad, Min habría preferido no contarle nada al respecto a su dulce omega, ya que su pequeño pollito no tenía por qué estar preocupado por ese tipo de cosas, pero la verdad era que no podía dejarle salir sin saber del peligro que le buscaba, solo lo volvería más vulnerable y accesible.

Cerrando sus ojos, los labios del alfa se torcieron al recordar la expresión de su pareja tras explicarle que el tipo que había entrado en su casa, no se trataba de otro más que un cambiaformas como ello, que lo había estado buscando por ser un omega.

Su pollito había estado tan aterrado, que Min prefirió retener la parte en que su nombre estaba en una lista del consejo, después de todo, cuando Mino averiguara el error, este debería de salir.

Pero, que alguien hubiera interrumpido tan fácilmente en el pequeño departamento y casi lograra su propósito, había provocado que Jimin no quisiera volver a ese lugar, sin sentirse seguro allí.

Y por supuesto que Yoongi no había dudado en llevárselo a su departamento, aprovechando cada momento para recordarle a su hombrecito que con él ahí, no tenía nada de que temer ni asustarse.

Pero claro que era más fácil decirlo que hacerlo, su dulce cosita bonita saltaba hasta con el más mínimo ruido y odiaba quedarse solo, era un verdadero milagro que pudiera seguir presentándose al hospital para trabajar así, pero a pesar de tener miedo, su pareja se rehusaba a detener toda su vida por ello.

Y eso era algo de lo cual Yoongi se enorgullecía por su pareja y le apoyaba completamente, aunque eso significaba ir al hospital cada vez que su pollito le necesitara, estuviera o no en su hora de descanso.

Pero bueno, considerando que lo único que estaba haciendo era rastrear al estúpido lobo, tenía tiempo para ir con su omega.

Contemplando nuevamente la pantalla de su teléfono sin ninguna señal de vida por parte de Mino, el alfa chasqueó su lengua aún molesto y lo guardó antes de bajarse de su auto.

Cerrando la puerta, Yoongi se detuvo cuando sintió cálidos sentimientos preocupados recorrer su cuerpo y una pequeña sonrisa automática creció en sus labios al recordar a su pareja.

Sin intensión, le había transmitido parte de sus sentimientos a su pareja, quien le respondió con un destello de preocupación por él.

Sonriendo, el alfa le envió sentimientos tranquilos y luego le escribió, informándole que ya estaba ahí.

Saliendo del estacionamiento, Min entró en el hospital buscando a su pollito, ignorando las personas que seguían haciéndole ojitos en la recepción.

No estaba para nada interesado en esas moscas.

Observando a Jungkook conversando con alguien en un pasillo, quiso ignorarlo y alejarse para buscar a su pareja, pero en vez de ello, se acercó muy a su pesar para preguntar sobre su omega.

—¿Cómo estuvo Jimin hoy? —preguntó.

Jeon le observó y terminó su conversación con la otra persona, ordenándole retirarse.

—Está bien, ha tenido menos accidentes hoy y no salta cada vez que algo lo sorprende —comentó—. Tengo que preguntarte algo —anunció.

—Sé rápido, quedé en ir a almorzar con él —pronunció cruzando sus brazos.

—¿Le dijiste a Minnie aquello? —preguntó.

—Sí, el mismo día en que ocurrió aquello —asintió—. Preguntó por el gato negro que lo salvó y tuve que contarle todo, se lo tomó bastante bien afortunadamente, pero le llevo algo de tiempo digerir todo, incluido sobre tu mascota o la de Namjoon —sonrió.

—¿Le dijiste también sobre nosotros? —frunció el ceño.

—Sí —asintió sin culpa—. Estaba algo preocupado de que cierto perro apareciera en el hospital persiguiéndolo, así que le conté de sus dos amigos iguales a nosotros que lo protegerían mientras yo no estaba cerca —sonrió ladino.

—Bueno, ahora entiendo sus miradas curiosas estos días —resopló y le observó como si intentara tomar una decisión.

—Si eso es todo, tengo que irme —anunció.

—Espera, ¿podemos ir a tu casa? —preguntó deteniéndole.

—¿Mi departamento? ¿Por qué? —cuestionó frunciendo el ceño.

—Porque me gustaría que Jimin hablara con Tae para facilitarle un poco más las cosas —respondió—. Siento que será más fácil para él desde que son amigos.

—No estoy seguro de ello —pronunció con su nariz arrugada.

—¿Le dijiste a Minnie también sobre las parejas?

—Por supuesto que lo hice —exclamó—. Mordí su cuello, le expliqué todas las maravillas de nuestra unión y de las parejas.

—Entonces si no me ayudas, le diré a Minnie y él lo hará de todas formas —sonrió satisfecho.

—Bien, aparece en mi departamento con tu humano —resopló y se alejó para buscar a su pollito nuevamente.

—Por cierto, tengo una duda —pronunció el otro alfa, siguiéndolo.

—¿Respecto a qué? —preguntó.

—¿Ustedes se cuidaron durante el celo? —preguntó directamente, logrando que Yoongi frunciera el ceño.

—¿Cuidar?

—Utilizar condón, tomar anticonceptivos —respondió obvio.

—¿Por qué haríamos algo como eso? —expresó—. No somos la misma especie —le recordó.

—Importa desde que es un omega y pueda tener la marca —indicó con seriedad.

—Me aseguré de revisar los lugares indicados y no había ninguna marca de luna —anunció Yoongi.

—Dime que lo revisaste en todos los lugares y no solo en su espalda, muslo o cuello —pidió, deteniéndose.

—¿Por qué revisaría los otros lugares? —expresó confundido, imitándolo.

—Mierda, se ha demostrado últimamente que la marca no necesariamente tiene que estar en esos lugares, pueden estar en cualquiera e incluso escuché de un caso donde a un chico le apareció en la mano de un día para otro tras encontrar a su pareja y completar la unión —explicó en voz baja—. Es un caso nuevo y no se han presentado más, pero...

—Mierda —exclamó el alfa jaguar, e inmediatamente se alejó en busca de su pollito, con el intenso deseo de observar minuciosamente su hermoso cuerpo pequeño.

Apresurándose por los pasillos, el alfa jaguar los recorrió con rapidez, hasta que finalmente encontró a su dulce pareja conversando con su hermano mientras caminaba lentamente en dirección a la cafetería.

Jimin fue el primero en sentir su presencia e inmediatamente le observó con una sonrisa alegre.

—Yoonie —musitó cuando lo tuvo cerca.

—Lo siento, tenemos algo importante de que hablar —anunció y lo tomó entre sus brazos para alejarse rápidamente, sin siquiera darle la oportunidad a SeokJin de decir algo o saludarle.

—Uh... ¿Está ocurriendo algo muy malo? —preguntó parpadeándole confundido a su alfa—. ¿Es por el lobo? ¿Está aquí, pío? —cuestionó bajando su voz.

—No, bonito, no es por eso —respondió alejándose y observando a su alrededor—. ¿Sabes un lugar donde nadie nos molestaría? —preguntó deteniéndose repentinamente.

—Bueno —pronunció, parpadeando todavía con expresión confundida—. Dando la vuelta hay una habitación donde se guardan implementos médicos, pero casi nunca alguien entra ahí —explicó.

—Es perfecta —anunció el alfa, siguiendo rápidamente la indicación de su omega.

Deteniéndose frente a la puerta, Yoongi frunció el ceño cuando giró de la manilla y esta simplemente no abrió.

—Aquí, pío —pronunció su bonito pollito, alzando una llave—. Me entregaron la llave hace poco —explicó.

—Perfecto —le sonrió su alfa, colocándolo cuidadosamente sobre sus pies antes de abrir la puerta.

Indicándole a su omega que entrara primero, Yoongi observó que nadie los hubiera visto antes de entrar también y cerrar la puerta con llave nuevamente.

—¿Yoonie? —preguntó el hombrecito, observándole curioso—. ¿Qué ocurre, pío?

—Necesito saber si tienes una marca que tiene forma de media luna en alguna parte de tu cuerpo —anunció parándose frente a él.

—¿Una marca con forma de media luna? —repitió, juntando sus cejas.

—Si —asintió el alfa, distrayéndose un poco por la forma en que esos abultados labios se fruncían pensativamente.

—Nop, no tengo ninguna marca así, pío —anunció finalmente.

Lo que le produjo un instantáneo alivio a Yoongi.

—Aunque tengo un lunar así —anunció de forma reflexiva, logrando que el alivio del alfa se esfumara instantáneamente.

—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó, colocando sus manos en los hombros de su pollito.

—Bueno, es un lunar pequeño, no más grande que la yema de mi meñique y casi no se ve, pío —explicó, alzando su dedo para mostrarle—. Si mi padre no me hubiera dicho, nunca lo habría visto —contó.

—¿Dónde está?

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó, con aquel dulce rubor recorriendo sus mofletes y pintando también sus orejas.

—Necesito verlo, bebé, es urgente —anunció.

—Pero... Es un lugar, uhg, íntimo, pío —explicó con bochorno, llamando la atención del alfa.

—Sabes que no te presionaría a menos que fuera realmente importante, bonito —le recordó, atrapando su rostro entre sus manos—. Pero realmente necesito verlo con mis propios ojos.

—¿Por qué? —preguntó cómo sus rellenos labios fruncidos por la presión en sus mejillas.

—Es un tema del mundo de los cambiaformas —reveló, picoteando esos gorditos labios en forma de piquito—. No es nada realmente malo —tranquilizó—. Pero, necesito verlo.

Observándolo, el dulce hombrecito soltó un profundo suspiro y asintió.

—De acuerdo, te mostraré —expresó y retrocedió un poco.

Con sus manos algo nerviosas, Jimin desabrochó su pantalón y tiró de este hacia abajo, sacándolo de una pierna y luego alzó levemente la derecha.

—No veo nada ahí, bebé —expresó Yoongi, agachándose sobre sus rodillas.

—Uh, está aquí —anunció y corrió el borde de su bóxer, mostrando aún más el interior de su muslo, muy cerca de su ingle y miembro.

Entrecerrando sus ojos, el alfa tomó su teléfono y alumbró con este, finalmente revelando un pequeño lunar con la indistinguible forma de una media luna.

—Mierda —exclamó Min, tomando el muslo de su pareja para observarla con más detalle—. Doble mierda —volvió a maldecir, recargando su frente en la cadera de su omega mientras pensaba en las consecuencias de sus actos.

Había hecho el amor con su pareja durante su celo e incluso después de este, llenando el interior de su omega cada una de ellas, y lo más importante de todo, es que lo hizo en pleno calor de su pollito, cuando eran más altas las probabilidades de quedar embarazado.

—Joder... —murmuró, sabiendo perfectamente lo que eso significaba—. ¿Cómo no la vi antes? —se quejó.

Aunque si había tenido dificultades en ese momento para verla, no le sorprendía que lo hubiera pasado por alto antes cuando sus prioridades eran otras y estaban directamente relacionadas con el placer.

—¿Yoonie? —pronunció la dulce voz de su omega, al mismo tiempo que le expresaba su preocupación a través de su lazo.

—Todo está bien, bebé —anunció enderezándose levemente, observándolo desde el suelo.

—No parece ser así, pío —indicó con sus labios torcidos en forma preocupada.

—Es solo... Es un tema de cambiaformas —anunció, volviendo a observar la marca, acariciando con sus dedos el lunar con forma de luna—. Hay una cosa que todavía no te he contado, y que incluye directamente esta marca —reveló, alzando su mirada para observarle—. ¿Minnie? —llamó, cuando le encontró con sus ojos cerrados y un fuerte sonrojo en sus rostro.

—Lo siento —chilló repentinamente, girando su rostro, avergonzado.

—¿Lo siento? —repitió el alfa, confundido.

Y entonces, una lenta sonrisa creció entre sus labios cuando sintió que el dulce aroma de su pareja era invadido por la excitación.

Bajando la mirada, la sonrisa de Yoongi no hizo más que crecer al encontrar una bonita erección atrapada en aquella ropa interior ajustada, dejando lentamente una mancha húmeda.

—Oh, bebé, pero qué cosa más bonita tenemos aquí —exclamó, presionando sus labios en el miembro duro de su omega.

Jadeando, el dulce omega abrió bien grande sus ojos y le contempló con sorpresa.

—¡Pio! —chilló su pollito, alzando sus manos para tapar su boquita.

—No podemos dejar que salgas en esta condición —ronroneó el alfa jaguar, bajando lentamente el bóxer de su pareja.

—Y-yoonie —musitó nerviosamente, su mirada viajando hasta la puerta.

—Descuida, dejé cerrado —anunció, con su mirada fija en la bonita erección con pre-semen en la punta—. Será un trabajo rápido —prometió guiñándole un ojo.

Observándole confundido, el hombrecito tuvo que presionar con más fuerza sus manos en su boca para ocultar sus gemidos cuando su pareja chupó su erección, llevándolo hasta el fondo de su garganta directamente.

—Uhm, sabes tan bien como la primera vez —expresó Yoongi, lamiendo sus labios antes de volver a chuparle, utilizando su lengua mientras subía y bajaba por su garganta.

Escuchando los soniditos ahogados de su pollito, su jaguar sintió algo de irritación por no poder escucharle abiertamente, pero a la vez, Yoongi entendía por qué lo hacía, estaban en medio de su trabajo.

Aun así, eso no le impidió desear más.

—No, pío —exclamó su omega en voz baja cuando lo liberó de su boca.

—Un momento, bonito —pidió Min, rodeando la húmeda erección con una mano con la cual movió de arriba hacia abajo para seguir dándole placer.

Y mientras hacia eso, Yoongi humedeció un par de dedos con su propia saliva, consiguiendo que la mirada de su pollito quedara prendada en él.

Volviendo a dirigir esa bonita polla a su boca, el alfa jaguar llevó su otra mano hacia atrás del pequeño cuerpo.

Lentamente, empujó uno de los dedos entre aquellos glúteos y rozó esa pequeña entrada, logrando que un dulce gemido bajo se le escapara a su pareja.

—Oh Dios... —gimoteó su pollito cuando introdujo lentamente un dedo en la pequeña abertura.

Entonces, Yoongi lo atormentó penetrándole con ese único dígito mientras su boca seguía dándole placer en el frente.

—Y-yoonie... Y-yo... Pío —balbuceaba la bonita cosita dulce, con sus manos presionando fuertemente en su boca y su cuerpo semi inclinado.

Esforzándose un poco más, pronto, el alfa jaguar se vio recompensado degustando la semilla de su pareja por montones, la cual trago ávidamente sin desperdiciar nada.

—Delicioso —ronroneó su pareja, observando ese bonito rostro sonrojado y jadeante.

Con las rodillas del hombrecito cediendo, Yoongi rápidamente lo atrapó y le rodeó con sus brazos, sosteniéndole todo el tiempo que su pollito necesito para recomponerse.

—Por qué... Buscabas esa marca, pío —preguntó segundos después.

—Solo necesitaba comprobar algo —respondió, besando su frente—. Te contaré al llegar a casa —prometió y su pollito asintió relajándose contra él por un momento más.

Ahora, Yoongi tenía que pensar cómo es que le contaría a su pareja que podría quedar embarazado, cuando ya le había asegurado que entre especies diferentes no se podían.

Realmente, esperaba que se lo tomara tan bien como todo lo demás.

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