Capítulo 2
Así lo hice mujeres, niños, y hombres fueron asesinados cruelmente, se abalanzaron sobre ellos, cual leones hambrientos sobre su presa, fue una carnicería humana.
No podía dormir, nunca había visto o sido el anfitrión de ello, me sentía miserable siendo la segunda familia más importante de la Élite, no podía tener culpa, dolor o remordimiento.
Liam-Padre está mal no quiero continuar con tu legado.
Padre-Mi único hijo no renunciará nos matarán a todos.—¿Crees que para mí ha sido fácil? He luchado toda mi vida y matado sin piedad, no lo perderé todo por tí.
Liam—He tomado mi decisión no continuaré por este camino.
El padre da la vuelta se dirige presuroso a él con sus ojos inyectados en furia, su hijo el cual está de rodillas al suelo recibe patadas y golpes con los puños en su rostro de veinticinco años.
El traje antes blanco se tiñe de rojo, la pálida piel, es un lienzo colorado.
Madre—¡Detente idiota ya es suficiente lo matarás es tú hijo!
Padre—Morirá de cualquier forma, si alguien lo escucha diciendo esas estupideces lo matarán y a nosotros, al menos con la golpiza que le propiné limpiaré mi nombre.
Madre—¡Es tú hijo Jack!
Padre—¿Mi hijo? Un débil, misericordioso y cobarde si no cambias de opinión lárgate, para mí estarás muerto. Rachel vámonos tú hijo debe reflexionar.
Madre—No puede moverse Jack, debo cuidar de mi niño.
Padre-Dije vámonos o terminarás igual que él.
Recuerdo aún mi cuerpo débil tirado en el frío piso de madera, los coágulos se sentían pesados, quizás explotaría mi cabeza, mis ojos borrosos veían con dificultad pensé que iba a morir. Yo Liam hijo de la segunda familia más poderosa de la Élite muerto ¿Por manos de mi padre? A quién no le importó en lo absoluto, patético ahora siento como los rebeldes mueren por manos de sus familias lo merezco es un pago justo.
Elena sobreviviente de las primeras rebeliones de hace unos años atrás, observa la escena del chico tirado en el piso. Exponiendo su vida toma valor y decide ayudarlo, lava sus heridas coloca vendas y permanece con él, todo el tiempo hasta que recupera la consciencia.
Recuerdo haber despertado y la primer imagen que ví fue un rizado cabello dorado, cayendo delicadamente al pecho, la piel más pálida, fina y delicada que he visto, unos gloriosos y penetrantes ojos grises que parecían destellar fue la mirada más dulce y angelical que pueda recordar.
Cuando abrí los ojos me sonrió dulcemente apenas iba a hablar y dijo.
Elena—Shhh tranquilo yo te cuidare, estaré contigo hasta tú recuperación toma está pastilla.
La tomé dormí y unos días después me recuperé, como lo prometió estuvo ahí hasta ese día que desapareció.
La chica de la foto, es nuestra querida "Elena"
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