Porque yo estoy afligido y necesitado,
Y mi corazón está herido dentro de mí.
Salmos 109:22

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El cielo comenzó a nublarse, nubes negras y grises cubrían el brillo del sol, apenas eran las 11 de la mañana.

Las personas ya se habían retirado del funeral que se había llevado a cabo hace un pequeño lapso de tiempo atrás.
Solo dos jóvenes habían quedado, el chico la abrazaba con fuerzas mientras que ella permanecía inmóvil.

De pronto la chica apartó bruscamente al joven que tenía enfrente. Él no entendía porqué lo hizo:

— Alin solo quiero ayudarte — dijo

Ella permaneció en silencio por varios segundos, hasta que logró decir:

— ¡No quiero volver a verte! ¡aléjate de mi!

— ¿por qué? ¿Qué sucede? — frunció el ceño

— ¡Me mentiste Dan! — exclamó molesta

— ¿en qué? — Dan intentó acercarse a ella — ¿en qué te mentí, Aly? — acarició una de sus mejillas, ella lo apartó.

— nada estará bien...— dijo con una voz fría y apagada.

La lluvia comenzó a caer lentamente. Y el olor a tierra húmeda comenzó a percibirse.

— Aly — susurró Dan con una suave voz — tranquila, confía en Dios, él puede ayudarte y yo también estaré a tu lado.

Alin no podía creer todo lo que él decía, su corazón estaba lleno de rencor, no quería saber nada acerca de Dios. No quería que nadie la ayudara.

— ¡vete de aquí! — gritó — ¡tu no entiendes lo que estoy pasando!

— claro que te entiendo, se lo que sientes, yo también lo viví...perder a alguien que amas es muy doloroso...

— No, nadie me entiende

— Yo si, recuerda que yo perdí a mi hermana, se lo que se siente...

Comenzó a llover más fuertemente, ambos jóvenes se estaban mojando.

— ¡eso fue por tu culpa! — exclamó ella furiosa — ¡si tu no hubieras ido a aquel lugar ella no te hubiera seguido y no habría muerto!

Alin se dió cuenta de que había sido un error decir eso, el dolor le impedía pensar con claridad y no se dió cuenta de que al decir aquello podría herir a Dan.

Dan sintió como su corazón se quebraba en mil pedazos. Intentó ser fuerte y no sentirse afectado por eso, pero somos humanos y sentimos, sentimos el dolor, el sufrimiento...

— Dan, yo, no quise decir eso... — susurró ella

— Esta bien, creo que tienes razón, fue mi culpa — dijo con un nudo en la garganta — será mejor que me vaya...— se dió la vuelta para irse

— ¡No! Espera, no te vayas — intentó detenerlo

— Adiós Alin

— ¡por favor quédate conmigo! — suplicó

— no — respondió él de una manera fría

— ¡por favor! ¡perdóname! ¡no quiero que te vayas!

— ¡Tu misma lo dijiste, todo es mi culpa! — exclamó alterado

— ¡no quise decir eso!

— ¡pues ya lo dijiste! ¡no puedes cambiar el pasado! — dijo recitando las mismas palabras que ella había dicho tiempo atrás.

— ¡pues vete! ¡vete ya! ¡no quiero volver a verte! ¡te odio! ¡desearía nunca haberte conocido! — gritó ella desquitando todo su sufrimiento con el pobre chico que solo quería ayudarla.

— ¡Me voy! ¡nunca más volveras a verme! — comenzó a alejarse — ¡yo igual, desearía nunca haberte conocido!

La chica Cayó al suelo de rodillas y comenzó a llorar.

<¿por qué? ¿Por qué?...mi abuela murió, Dan no quiere volver a verme, todo es mi culpa>

Alin se sentía la peor persona del mundo, había lastimado a Dan y ahora estaba sola...

Mientras Dan caminaba las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Él solo quería ayudarla pero no sabía cómo.
Nunca pensó que ella podría hacerle daño, pero lo hizo, él comprendía que era por la situación que estaba atravesando, la entendía, pero aún así sus palabras atravesaron hasta lo más profundo de su corazón.

Una y otra vez en su mente se repetía la escena donde su hermana moría frente a él, sentía que su mundo se derrumbaba, había perdido a su hermana y ahora la chica que él quería lo había alejado.

Cuando Dan llegó a su casa, subió a su habitación, cerró la puerta, se acostó en su cama y comenzó a llorar fuertemente.

Su corazón estaba destrozado. En su mente las palabras de Alin retumbaban aumentando más el dolor que sentia.

<desearía nunca haberte conocido>

Él había actuado por impulso al responder de la misma forma, ahora mismo se arrepentía por eso.

<Alin, te quiero, perdóname por decir aquello, yo jamás me arrepentiría de haberte conocido, una y mil veces te escogería a ti...jamás podría alejarme de ti...perdóname >

Y así, pensando y pensando se quedó profundamente dormido.

[.....]

Al día siguiente los padres de Alin se dirigieron hasta la casa de Elena.
Abrieron la puerta y entraron, encontraron a Alin dormida en el sofá.
La despertaron.

— Alin — habló su padre — prepara tus cosas volverás a casa con nosotros

— no quiero — respondió la castaña

— no te estamos preguntando si quieres, es una orden — exclamó su madre

— no pueden obligarme a irme con ustedes — comenzó a llorar

— si podemos, somos tus padres y lo haremos — dijo

— no mamá, por favor, no me quiero ir de aquí...

— prepara tus cosas, esta decidido — sentenció su mamá

Alin subió corriendo las escaleras hasta llegar a la habitación en la que se quedaba. Se tiró a la cama y comenzó a llorar.
No quería irse, no quería volver con sus padres, ellos no la querían y ella lo sabía.

Sabia que si volvía todo sería como antes de vivir con su abuela, días tristes, ella sola, sin nadie con quien contar.

Minutos después con el corazón destrozado comenzó a hacer su equipaje. Suspiró, extrañaría aquel lugar al que si tuvo la oportunidad de llamar "hogar", extrañaría cada mañana antes de irse a la escuela desayunando en compañía de su abuelita, extrañaría cada tarde al regresar y comer juntas, cada noche en la cena conversando y riendo.

Extrañaría todo aquel lugar que le dio esperanzas para vivir.

Cerró los ojos y los recuerdos vividos en aquella casa comenzaron a proyectarse en su mente.

Dió una última vista antes de cerrar la habitación, se dirijió al cuarto de su abuela, entró y en la mesa pudo divisar un pequeño sobre con su nombre, lo tomó y lo guardó en uno de los bolsillos de su suéter.

Despues se dispuso a bajar a la parte de abajo donde sus padres la esperaban.
Cuando llegó rápidamente salió hacia el coche, metió sus maletas y se subió en la parte de atrás.

Sus padres ingresaron poco después y comenzó el recorrido de vuelta a casa.

Alin miraba a través de la ventana con una expresión triste, todo su mundo se había venido abajo...

[.....]

— Dan ¿qué es lo que haces? — preguntó su madre sorprendida al ver a su hijo en su habitación llorando y completamente borracho. Hace unos minutos había despertado.

Hace mucho tiempo que Dan no ingería bebidas alcohólicas, y ahora había vuelto a hacerlo.

Se acercó a él y lo abrazo.

— ¿qué sucede hijo? ¿Dime que tienes?

— mamá...— dijo entre llantos — fue mi culpa que Venessie muriera...

— no es así, nadie es culpable — trató de calmarlo.

— Perdi a Venessie y ahora también la perdi a ella...

Su madre sabía a quien se refería al decir "ella", puesto que en innumerables ocasiones Dan le había platicado de Alin y sus sentimientos hacia ella.

— ¿qué fue lo que ocurrió?

— Dijo que no quería volver a verme...dijo que me odiaba...que...que...preferiría nunca haberme conocido — explicó el joven con el corazón hecho pedazos.

— hay hijo — lo abrazo aún más fuerte — Sabes que esta pasando por un momento difícil, dale tiempo, de seguro solo lo dijo sin pensar...

— pero yo también le dije lo mismo, le dije que me arrepentía de haberla conocido...
Mamá, yo la amo, la amo con todo mi corazón, me duele no estar junto a ella apoyando la, no se que hacer, no se que hacer para que me perdone...

Su madre no sabía que hacer o que decir, así que solamente se puso a orar por su hijo pidiendo a Dios que sanara su corazón y que las cosas se restauraran.

La oración es el sitio de refugio para nuestras almas, es donde Dios puede restaurar nuestros corazones rotos...