Eres tú...

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Viernes

7:00 a.m

Alin se encontraba caminando hacia el colegio.
Llevaba casi una semana viviendo en casa de su abuela.

En el transcurso de este tiempo había estado llendo a la escuela como de costumbre, los insultos y bromas de Hania y sus amigas continuaban, solo que en esta ocasión ya no le prestaba demasiada atención y además Angie se encargaba de defenderla.

Después de caminar por varios minutos por fin llegó hasta su destino.
Se encontraba A tan solo unos cuantos metros cuando escuchó el sonido de una motocicleta detrás de ella.
Volteó y lo vió a él...

Ambos se miraron fijamente por varios segundos e intercambiaron sonrisas.

Dan se sentía sumamente feliz de poder verla, se veía tan diferente a la primera vez que la vio, ahora su rostro tenia una enorme sonrisa feliz y sus ojos tenían un brillo tan especial.
Lo que Dan no sabia era que él era el motivo de esa sonrisa.

— Hola Dan — saludó ella

— Hola Aly — respondió, la chica se sonrojo al escuchar ese apodo, Él lo notó y solo sonrió aún más.

— ¿qué haces aquí? ¿No tendrías que estar en el colegio?

— Hoy no tengo clases

— Wow que bien por ti — dijo la castaña

— Lo se — Pasó sus manos por su cabello — y con respecto a que hago aquí, pues vine a verte — bajó la mirada.

Alin lo miró y sonrió nerviosamente.

— ¿Enserio?

— Si, y también quería invitarte a un servicio de jóvenes en la iglesia

— claro ¿cuándo?

— De verdad Aly, no quiero que te sientas obligada a venir

— Hablo en serio Dan — sonrió mientras lo miraba — De verdad quiero ir

— oh, genial, bueno ¿te mando la dirección por mensaje? — preguntó el chico

— me parece perfecto — exclamó Alin y entonces se dio cuenta de que no tenía su número de teléfono, pero había olvidado que anteriormente el le había dicho que tenía su número, Dan frunció el ceño al notar su expresión y preguntó:

— ¿qué pasa?

— ¿cómo me mandaras la dirección si no tienes mi número?

Sonrió — oh es verdad, bueno ¿me pasas tu número? — puso una carita tan tierna suplicando, sabiendo que él ya tenía el número, sin embargo le pareció lindo que ella se lo diera.

Alin comenzó a reírse al ver su cara tan graciosa.

— Tienes una risa muy hermosa — le dijó él, ella sintió como sus mejillas comenzaban a calentarse.

— Gracias — murmuró

— Entonces...

— oh si claro, mi número — la joven comenzó a dictar los dígitos mientras Dan lo anotaba en su celular.

— ¡Listo Aly!

Los chicos se despidieron después de terminar de conversar.

Alin se dirigió hacia el interior del colegio a tomar sus clases,  mientras que Dan fue a su trabajo.

— Hola Paola, buen día — saludó en cuanto ingresó al local

— Hola Dan ¿cómo estás? — respondió la rubia

— súper súper bien — afirmó con una enorme sonrisa en su rostro

— ¿y a qué se debe eso?

— ¿qué? — frunció el ceño sin entender

— es que nunca te había visto así, tienes un brillo especial en tus ojos

— bueno — el chico comenzó a decir nerviosamente — es que...amm....Hace unos momentos.....yo.....amm...fui a ver a Alin...

— Oh, increíble

— ¿si?

— hay amigo, de verdad que estas enamorado

— claro que...no — respondió

— ¿por qué no lo admites?

— Tengo miedo...— confesó

— ¿miedo a qué? — preguntó Paola

— a que la misma historia se repita otra vez

— Dan, lo que paso es pasado, tienes que vivir el presente, dale vuelta a la página y concéntrate en las nuevas oportunidades que Dios tiene para ti...

Dan se quedo pensativo ante las palabras de su amiga.
En verdad se había enamorado profundo de Alin, pero tenía miedo, miedo de que ella no sintiera lo mismo.

Sacó su celular y le escribió un mensaje:

DAN:

— Hola...fue lindo verte

Segundos después recibió una respuesta de parte de ella.

ALY❤:

— ¿eres Dan cierto?

— el mismo😌

— también fue lindo verte

— ¿en serio?

— Si❤

— te veo en el culto, al rato?

— ¿me das la dirección?

— No hace falta
Pasare a buscarte a
casa de tu abuela

— ¿okey?

— Te veo al rato Aly...

— Esta bien Dan...

Alin se encontraba en la cafetería, hace varios días que había estado almorzando ahí en compañía de Angie.

La peli negra la miro y se dió cuenta de que estaba perdida en el celular con una sonrisa y sin haber probado sus alimentos.

— ¿Alin? ¿Estas aquí?

— ¿qué? — reaccionó rápidamente — si aquí estoy, no me he ido a ningún lado — dejó su celular a un lado

— Estabas en las nubes

— claro que no

— que si, y apuesto a que estabas hablando con Dan — Angie le guiñó el ojo

— ¿cómo lo sabes?

— por que se nota, tienes una enorme sonrisa en el rostro, y estoy segura que él es el motivo de esa sonrisa ¿cierto? — alzó las cejas

—si, bueno si es cierto — admitió la castaña

— te lo dije...— sonrió victoriosa

— me invitó a la iglesia hoy en la tarde...

— ¿y? ¡Dime que aceptaste!

— si...acepte ir, dijo que pasaría por mi

— Genial

— Lo se — bajó la mirada — pero, no se como vestirme

— solo se tu misma, ponte algo con lo que te sientas cómoda...

— ¿y si a él no le gusta?

— Estoy segura que si, es obvio que le gustas

— bueno de eso no estamos seguras

— yo si, estoy segura que si — ambas rieron

Hania se acercó a las dos chicas, junto a Karla y cecilia con la finalidad de molestarlas.

— ¡Alin que gusto verte! — sonrió maliciosamente

— ¿qué haces aquí?

— ¡Ay Alin que grosera eres! ¡Yo solo pasaba para saludarte y tu me tratas así! — la rubia puso su mano en su pecho dramáticamente

— ¡Hania por favor vete¡ — pidió Alin

— Es que no pude evitar oír su conversación — Dijo mientras se sentaba a en una silla a lado de ellas — entonces....

— ¿entonces qué?

— Le gustas a alguien ¿es verdad?

— Eso a ti no te importa, por favor vete — Habló Angie, La rubia solo sonrió pero no se marchó

— Entonces es verdad...

— Si es verdad o no, no es tu problema — exclamó exaltada Alin

— Claro que si es mi problema, mi problema es que ¿cómo alguien tan Lindo como Dan pude fijarse en alguien como tú? — la miró con desprecio

Alin no entendía como ella sabía que se trataba de Dan.

— Eres horrible — agregó Karla — Él chico debe estar cegado para no darse cuenta...

— Jamás podrás ser Hermosa ¿de verdad crees que el hijo de un gran empresario se enamoraría de ti? — Se burló Cecilia

Varios pensamientos surcaron por la mente de Alin:

<¿Dan es hijo de un empresario? Si eso es cierto ¿por qué trabaja en aquella tienda?>

— Espera ¿él no te lo había dicho? — Dijo Hania — Oh que pena, ahora ya lo sabes, Dan es hijo de un gran empresario, tu a su lado no vales nada, seguro esta contigo por lástima...

— ¡por favor Vayanse! — pidió la castaña mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse

— ¡Vamonos Chicas, dejemos a Alin con su ilusión por Dan! — las tres se alejaron de aquel lugar.

Angie se sentó a lado de su amiga y puso su mano en su hombro.

— ¿estás bien?

— No...

— No les hagas caso

— es que ellas tienen razón ¿cómo un chico como Dan podría fijarse en mi? Yo no valgo nada — sollozó

— No digas eso Alin, tu vales mucho...Vales mucho para Dios, y estoy segura de que si Dan es el chico indicado para ti, se dará cuenta de tu valor — sonrió...