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Capitulo 29: Voy a matarte

-Una fiesta estupenda Richard –Uno de los socios de Blade palmeo su espalda sonriendo

-Idea de mi chica –El paso un brazo por la cintura de Diana mientras la pegaba a el

-Detrás de todo gran hombre –el tomo la mano de Diana y la llevo a sus labios –Hay una gran mujer

-Si me disculpan, señores –ella sonrio complacida –Voy a revisar que todo siga en orden

La música inundaba la gigantesca mansión, la gente bailaba, bebía y reia, se bañaban en la piscina y tomaban sol.

Atraveso el jardín saludando y sonriendo a los invitados, entro a la casa y dejo su copa sobre la bandeja de uno de los camareros.

Se paro en la entrada al pasillo y miro a su alrededor, comprobó que no había nadie a su alrededor y camino por el a prisa. Abrio la puerta del despacho con cuidado y después entro a el.

Se acerco a la mesa, descolgó el teléfono y abrió el auricular, después saco el pequeño micrófono que guardaba en el interior de la parte superior de su biquini. Lo coloco en el teléfono y volvió a montar este. Lo dejo todo tal cual.

-Diane –Richard se quedo parado en la puerta, observándola con el ceño fruncido -¿Qué haces aquí?

-Rikie –sonrio dulcemente -¿no pensaras que soy tonta? –camino hacia el despacio, mirándolo fijamente –vi como guardabas esta mañana el paquete de una joyería aquí –apoyo la mano en su pecho y lo acaricio –No pude aguantar las ganas

-¿De verlo? –el alzo una ceja -¿O dudabas si era para otra?

-Esta bien –bufo mientras se alejaba caminando hacia la mesa -¿Por qué no me lo has dado ya? Dime la verdad, ¿Para quién es?

-Me encanta que seas tan celosa –Richard se acerco a ella y la empujo contra la mesa, obligándola a apoyarse contra ella, beso sus labios lentamente -¿Para quién iba a ser?

-Dimelo tu –Diana lo miro fijamente

-Para nosotros gatita –Richard sonrio divertido

-¿Para nosotros? –ella frunció el ceño

-Si, para nosotros –el se alejo y camino hacia la caja fuerte, la abrió y saco la bolsa, la dejo sobre la mesa y saco el estuche. Lo abrió y lo giro hacia ella. Alli sobre el terciopelo había dos alianzas de oro blanco. –Ya esperamos demasiado ¿no crees?

-¿Lo dices en serio? –Diana miro fijamente los anillos, después a el

-Por supuesto –Richard sonrio decidido

-¡¡Siii!! –Diana salto  hacia el, enganchándose a su cuello y besando sus labios –Dejame probármela –tomo una de las alianzas y se la coloco

-¿Qué celebran? –el socio de Richard entro en el despacho mirándoles

-Esto –y ella alzo la mano enseñando la alianza –Pronto sere la señora Blade

-No se si felicitarte o darte el pesame Richard –el rio mirándolos –Supongo que lo primero

-Por supuesto –Diana se quito el anillo y lo guardo en su estuche, después volvió a dar un beso a Richard en los labios

-¿Y que te trae a mi despacho? –Richard frunció el ceño

-Queria hablar un asunto contigo –el cerro la puerta y se dirigió a uno de los sillones, se sento y les miro serio –Supe, que tuviste un pequeño problema con la policía, con uno de tus chicos.

-Ahora estoy limpio –Richard se puso serio –Puedo asegurarte que no tengo ningún policía cerca

-¿Cómo estas tan seguro? –El lo miro fijamente

-Me encargue de que recibieran el mensaje –Richard sonrio mientras se sentaba en el otro sillón

-¿Le mataste? –sonrio con maldad

-Mucho mas –Richard hablo pensativo –Lo torture, le hice gritar hasta que su garganta no pudo mas y después –sonrio –Lo deje desangrándose allí, como un cerdo.

Diana permanecia de pie junto a la mesa, aun con el estuche entre sus manos, apretándolo con fuerza, clavando las uñas en el terciopelo, mientras sus ojos ardían de rabia y sus labios se apretaban en una fina línea.

-Bien –el asintió sonriente –Bueno, habrá que celebrar ¿no?

-Ven gatita –Richard estiro la mano hacia ella y sonrio

Diana forzó su sonrisa, dejo el estuche sobre la mesa y se acerco tomando su mano. Se sento a su lado y fijo la vista en la mesa, donde ya estaban dispuestas las tres finas líneas de polvo blanco.

-Las damas primeros –el socio la miro a los ojos y sonrio

-Gracias –se incorporo hacia delante, tapo un lado de su nariz y aspiro con fuerza. Limpiando su nariz se apoyo en el sofá, cerrando los ojos con fuerza.

-¿Y ahora un brindis? –Richard alzo su copa –Mañana será un gran dia

Cinco horas mas tarde, Diana estaba aparcando su auto en el garaje de su apartamento. Se bajo de el y apoyo la cabeza contra el capo, con los ojos cerrados.  Camino hacia el ascensor despacio y cuando este se abrió en su planta atravesó el lugar hasta su puerta. Abrio y entro cerrando la puerta. Camino rápidamente hasta la habitación, abrió el cajón de la comoda y saco el estuche, con la jeringuilla.

Cuando estaba todo listo, el timbre de su apartamento sono, salió de la habitación cerrando la puerta y se dirigió a la entrada. Al abrir se encontró con un Zain preocupado.

-No supimos de ti en todo el dia –el hablo nervioso

-Estoy bien –abrio los brazos mostrándose -¿Ves?

-¿Dónde estabas? –el frunció el ceño mirándola a los ojos

-Richard dio una fiesta –sonrio mirándole a los ojos –Tengo algo interesante para ti –alzo ambas cejas –La nave de la fabrica de carbón a las afueras de la ciudad, esta preparada  y todo organizado. Mañana a las seis de la tarde.

-Perfecto entonces –El asintió -¿Seguro estas bien?

-Perfectamente –ella asintió –Voy a darme una ducha y descansar

-De acuerdo –el suspiro, entonces alzo una mano y acaricio su rostro –Todo va a terminar

-Si –respondio no muy convencida. 

Le observo alejarse por el pasillo y cerro la puerta de la casa.

Ninguno fue consciente de que no habían estado solos, de que había alguien escuchándoles, alguien que no entendía a que se referían, pero que estaba dispuesto a haberiguarlo.

Diana camino de nuevo hacia el cuarto, con manos temblorosas tomo la jeringuilla y se pincho, después se dejo caer contra la comoda, hasta llegar al suelo. Apoyo la cabeza contra ella y se abrazo el cuerpo conteniendo los temblores.

“Lo torture. Le hice gritar hasta que su garganta no pudo mas. Y después, le deje desangrándose como un cerdo”

 

-Voy a matarte –las lagrimas salieron de sus ojos –Voy a arrancarte el corazón con mis propias manos Richard Blade –apreto la mandibula –y después, escupiré sobre el.

TENGO UNA PREGUNTA QUE HACEROS

PRONTO LLEGARA EL FINAL DE LA HISTORIA Y TENGO DOS OPCIONES, QUIERO VUESTRA ELECCION Y ESCOGERE LA QUE MAS VOTOS TENGA:

FINAL FELIZ    O    FINAL DIFERENTE

VOSOTROS ESCOGEREIS COMO ACABA LA HIISTORIA DE DIANA 

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