Capitulo 24: Una prueba
-No pienses que voy a olvidar todo porque se te ocurra sacarme una noche –Diana hablo mirando por la ventanilla del vehículo –Y tampoco por los ramos de flores, ni el abrigo, ni el collar.
-Se que no será tan fácil –Richard poso la mano en su rodilla con delicadeza –Esta noche estas radiante
-No me has sacado una sonrisa con un collar de esmeralda –ella lo miro con una ceja alzada -¿Creer que me la sacaras con un alago?
-Vuelves a ser tu –Richard sonrio acomodándose en el asiento
-Siempre he sido yo Richard –ella volvió a mirar hacia la ventanilla –Solo que no tuviste tiempo de venir en mi busquedad
-Diane –el suspiro
-Hemos llegado señores –El chofer hablo precavido y antes de que Richard dijera nada mas, ella abrió la puerta del coche y salió cerrando rápidamente
-Mujeres –Richard salió del vehiculo y lo rodeo hasta pararse a su lado -¿Y bien?
-Un restaurante muy lujoso –hablo aburrida
-Vamos –el colco una mano en su espalda y la guio al interior. Por supuesto tenían mesa reservada y el camarero les guio hasta ella.
El techo del restaurante era tremendamente alto y grandes lámparas de cristal colgaban de el, música clásica amenizaba la velada en una sala iluminada por la tenue luz. Diana miro de reojo a Richard y vio la sonrisa en el rostro de este, dirigió la mirada hacia donde el estaba viendo y su rostro se congelo.
Alli en una de las mesas del fondo se encontraba sentado Marco Le Blanc y no estaba solo. Estaba acompañado de su secretaria, de su amante, de la mujer que el había despedido por exigencia de ella.
-¿Todo bien querida? –Richard le hablo en voz baja señalando el pasillo entre las mesas.
Entonces ella lo vio claro. Richard Blade no terminaba de confiar en la mujer que había vuelto a su lado y ella debía demostrarle que se equivocaba.
-Estupendamente –sonrio caminando hacia la mesa -¿Ya viste quien esta en el restaurante?
-¿Quién? –el alzo ambas cejas
-Mi supuesto marido –hizo una mueca mientras se sentaba en la silla y señalaba con la cabeza –puede ser una velada interesante después de todo
-¿Y la que le acompaña es? –Richard fijo la vista en ella, en sus ojos.
-Su secretaria –ella se encogió de hombros –Y supongo que algo mas
El camarero llego para tomar nota de su pedido y Richard se dispuso a elegir por ambos, ella aprovecho ese instante para mirar al hombre que se encontraba al otro lado de la sala. Y entonces sus miradas se encontraron. Pero Diana vio algo distinto en Marco, frialdad, la misma que el había tenido hacia ella al principio, en el hospital y al llevarla a la casa.
Volvia a ser el impasible, frio y recto señor Le Blanc.
-¿Brindamos? –Richard tomo su mano y alzo la copa
Ella le miro por un instante descolocada y se recompuso rápidamente. Tomo su copa de vino y la alzo mirándole fijamente
-¿Y por que brindamos? –alzo una ceja -¿Por tu aventura con esa furcia?
-Diane –el negó con la cabeza dejando la copa –Ya te dije que no significo nada, absolutamente nada. –alargo la mano para tomar su barbilla –Tu eres la única a la que quiero, tu eres la única importante. Tu eres mi prometida
-Demuestralo –ella lo miro desafiante
-¿Cómo? –el sonrio levemente
-Despidela –y Diana alzo el rostro con orgullo –La quiero lejos.
-Es una de las mejores bailarinas del club –el hablo dudoso
-Yo soy tu estrella –Diana se incorporo sobre la mesa para dejar su rostro muy cerca –Y no me gusta que pisen mi territorio. Tu eres mio Richard y si no la alejas –sonrio –La matare
-Me encanta verte como una gata por mi –el acerco su rostro los milímetros que faltaban y beso sus labios levemente
-Pues esta gata, se retira al baño –se levanto despacio y le miro una ultima vez –Piensalo, cuando vuelva quiero mi respuesta.
Richard se quedo mirando el balanceo de sus caderas, mientras con seguridad y sensualidad Diana salía del salón dirección al servicio.
Entro al baño y se acerco al espejo, dejo el bolso sobre el mueble y lo abrió, saco el pintalabios y retoco su maquillaje. Estaba acomodando su pelo cuando la puerta se abrió.
-Veo que has regresado al lugar que te corresponde –Luisa entro cerrando la puerta y apoyándose en esta, mientras la miraba sonriendo –Si señor, ahora si pareces lo que eres.
Diana termino de arreglar su pelo y guardo las cosas en el bolso, lo tomo en su mano y se giro hacia ella, camino hacia la puerta y se paro mirándola.
-¿Me permites? –hablo mirándola fijamente
-¿No vas a contestarme? –Luisa sonrio ampliamente –Mirate, eres una autentica prostituta, lo que siempre has sido.
-¿Y que me diferencia de ti? –Diana alzo una ceja observándola –Tu vas detrás de Marco por su dinero
-Y si no te hubieras entrometido, yo seria la señora Le Black –Luisa la miro con desprecio
-Lo peor es que te lo crees –rio mirándola con lastima –Tu no eres mas que su juguetito, su pasatiempo. Jamas seras su esposa.
-¿Y que crees que fuiste tu? –Ella apretó la mandibula
-¿Yo? –sonrio dulcemente –Yo fui y aun soy la señora Le Blanc. Y no necesite meterme bajo su mesa para eso.
-No, solo tuviste que drogarte, prostituirte y dios sabe que mas –Luisa hizo una mueca –Para que el pobre de Marco tuviera que hacerle un favor a tu papi, convirtiéndote en una señora respetable.
-Sin embargo esta –Diana se señalo a si misma –Prostituta drogadicta consiguió mucho mas de lo que tu sueñas. –avanzo un paso y le hablo al oído –Vivi en su casa, dormi en su cama, me hizo el amor entre sus sabanas, disfrute de su baño…
-Callate –Luisa alzo la mano y la abofeteo.
Diana apretó la mandibula, alargo el brazo y tomandola por la garganta la empujo contra la puerta. Ella la observo con los ojos abiertos de par en par mientras sentía como apretaba su garganta.
-Escuchame bien cucaracha inmunda, no vuelvas a entrometerte en mi camino porque no dudare en pisotearte –apreto aun mas y se acerco a susurrarle al oído –Y no dudes que disfrutare haciéndolo –la solto y Lusia cayó contra la pared que había junto a la puerta, llevando una mano a su garganta y tosiendo asustada. –Ahora con permiso, me esperan. Que disfrutes de tu cena.-y volviendo a poner su dulce voz, Diana salió del baño acomodando su pelo.
Cuando entro en el salón fue consciente de la mirada de Marco fija en ella. Se acerco a la mesa y se sento frente a Richard.
-Lubina –El sonrio mirando el plato –Como a ti te gusta
-Siempre sabes que escoger –ella le devolvió la sonrisa
-Yo nunca me equivoco gatita –y Richard la miro fijamente –Por eso te escogí a ti
Diana tomo la paleta y la clavo en el pescado despacio, mirando a Richard.
“Y fue tu peor equivocación”
UNA CENA LLENA DE SORPRESAS…
RICHARD NO SE FIA TOTALMENTE DE DIANA ¿TIENE MOTIVOS? BUENO, CONVIVIO DURANTE UN TIEMPO CON UN HOMBRE QUE DECIA SER SU ESPOSO ¿COMO PUEDE ESTAR EL SEGURO DE QUE NO SURGIO NADA ENTRE ELLOS?
ME PARECE QUE LUISA SE ASUSTO BASTANTE…. VAYA CON DIANE.. TIENE SU GENIO ESCONDIDO
OS DEJO UNA FOTO DE DIANA CON SU VESTIDO SEXY PARA SALIR A CENAR CON RICHARD
¿COMO NO IBA A TENER LA MIRADA DE MARCO PUESTA EN ELLA?
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