El teléfono comenzó a sonar, rápidamente atravesó la habitación y lo tomo de la mesilla de noche. No hizo falta contestar, nada mas descolgar hablaron.

-Esta subiendo –Julio hablo al otro lado. Inmediatamente la llamada se corto.

Camino hacia la comoda abrió el ultimo cajón y tras apagar el teléfono lo guardo en el interior, bajo toda la ropa posible. Tras cerrarlo se incorporo y se observeo en el espejo, miro su cuerpo, su pelo, sus labios.

-Comienza el juego –y deslizo suavemente la bata de seda rosa por su piel, hasta que esta cayó a sus pies.

El timbre sono.

El silencio se hizo en el lugar, solo roto por el sonido de los pasos de ella, dirigiéndose a la puerta.

La abrió quedando a un lado, apoyada sobre el pomo y sonriendo.

-¿Por qué has tardado tanto? –se mordió el labio sensualmente mientras el la miraba de arriba abajo

-Me estabas esperando –los ojos de Richard brillaron

-Y has tardado demasiado –y con altanería Diana giro sobre sus talones y camino hacia el salón, se sento en el sofá, ofreciéndole unas perfectas vistas de sus piernas.

-Y yo puedo preguntarme –Richard dio varios pasos hasta pararse ante ella -¿Por qué viniste aquí en lugar de ir en mi busca?

-Ya que estamos con preguntas –alzo una ceja -¿Por qué no viniste por mi antes? ¿Por qué hasta hora no has aparecido?

-Estas enfada –sonrio satisfecho –eres tu. Lo recuerdas todo.

-No, no todo –lo miro a los ojos –Pero lo recordare

-¿Y que es lo que recuerdas? –fruncio el ceño

-Por ejemplo –se levanto del sillón despacio, quedando ante el, paso las manos por sus brazos hasta parar en sus hobros y acerco su rostro para besar sus labios. Sensualmente probocandole –esto –lo empujo haciéndole caer en el sofá, sentado ante ella –esto –se movio ante sus ojos, balanceando su cuerpo, acariciando su piel

-No sabes como te he echado de menos –Richard la tomo de la mano y tiro de ella para sentarla en sus piernas, tomo su nuca con fuerza y apodero de su boca en un beso voraz.

-Aaaa –Diana se aparto después de unos segundos –No creas que se me olvida el enfado

-Oh, Diane cariño –Richard resoplo observando como ella se levantaba y caminaba por la sala

-¿Cariño? –ella lo miro con una ceja alzada –Resulta que llevo casi dos malditos meses, vistiendo como una muñequita pija, dejándome manejar por mi padre y por… ese hombre que ni siquiera se quien es.

-De el ya me encargare yo –Richard entrecerró los ojos –Nadie toca lo que es mio

-¿No me creeras tan estúpida verdad? –Diana lo miro de reojo mientras servia dos copas, acerco una a Richard y se sento en el filo del sofá, a su lado –No le conocía, no iba a permitir que me tocara.

-¿Estas segura de eso? –El la miro a los ojos, una mirada llena de odio

-Por supuesto –y ella respondió sosteniéndosela –Tu deberías saber que no me entrego tan fácilmente

-Y ahora pienso –Richard dejo su copa sobre la mesa y se acerco a ella, acaricio su hombro y siguo por su cuello –Que después de estar separados tanto tiempo, quiezas creas que ya…

-Aun no tengo todos mis recuerdos Richard –bebio de su copa tranquilamente –Y el que me dejaras tanto tiempo en manos de ellos no ayuda

-Lo siento –deposito un beso en su hombro –Intente acercarme, pero no podía. Luego pensé en mandar unos hombres y cargármelos pero… la policía empezaría a investigar.

-Lo importante es que ya estoy aquí –lo miro sonriendo –Soy yo

-Eso espero –el tomo su mano y observo con una sonrisa el anillo –Seguimos prometidos

-Ya te dije una vez Richard –acaricio su rostro –Que estare a tu lado, hasta que la muerte nos separe –y lo miro a los ojos mientras decía esa palabra –te lo juro –y deposito un suave beso en los labios

-Tengo que salir de la ciudad, unos asuntos –el acaricio su brazo, después saco dinero de su bolsillo y lo dejo sobre la mesa –Para lo que necesites

-Lo que necesito es regresar a mi trabajo –Aun asi tomo el dinero y sonrio acariciándolo, sabiendo que el disfrutaba viendo su ambicion. –Quiero regresar al club

-Muy bien –sonrio satisfecho –Regreso mañana, asi que te espero en la noche. Veremos si sigues siendo mi estrella

-No lo dudes Richard –se levanto y lo acompaño a la puerta, la abrió y antes de que el saliera se acerco y beso sus labios despacio, pasando la lengua por ellos –Nunca encontraras una mujer como yo –se mordió el labio y se alejo dejando que se marchara

-Hasta mañana gatita –Richard salió del apartamento sonriendo

-Hasta mañana  -Diana cerro la puerta y se quedo mirándola –Imbecil

Respiro profundamente y camino hasta el salón, observo las dos copas en la mesa y el dinero sobre ella.  El timbre volvió a sonar y de nuevo forzó su rostro para mostrar una gran sonrisa sensual.

Camino hacia la puerta y abrió.

Su sonrisa desapareció, su cuerpo se tenso y antes de poder reaccionar Marco ya había entrado.

-¡¿Qué haces aquí?! –Le siguió furiosa -¡Fuera!

-Acabo de verle salir –se giro y la miro de arriba abajo –Estas con el –apreto los puños y su vista quedo fija en la mesa, en las copas y el dinero. En dos zancadas estuvo junto a ella, tomo el dinero y lo alzo en el aire -¿Esto? ¿Esto es lo que te interesa? ¡¡¿Por esto te vendes?!!

-¡Yo hago lo que me da la gana! –Diana respondió caminando hacia el –Sal de mi apartamento ahora

-¿Por qué? –tiro el dinero al suelo y metió la mano en su bolsillo, saco su cartera y después un fajo de billetes. Lo arrojo a sus pies -¿Es bastante para pagar tu tiempo? ¿O quieres mas? Sabes que tengo

Alzo la mano en el aire y le giro el rostro de una cachetada.

Marco, se quedo paralizado por un momento, con su rostro girado después del golpe.

-Sal ahora mismo de mi casa –Diana lo miraba fijamente a los ojos –Fuera

-Me das asco –El respondió en voz baja, mirándola con furia. Paso por su lado empujándola con su hombro y salió dando un fuerte portazo.

Diana contuvo el aliento, segundos, minutos… no sabria decir cuanto tiempo.

Hasta que estallo.

-¡AHH! –agarro la copa que había sobre la mesa y la lanzo contra la pared del fondo, las lagrimas desbordaron sus ojos y se dejo caer en el suelo, de rodillas. Tapo su rostro con las manos.

-¡¡Diana!! –Zain entro en la casa y corrió hacia ella, se arrodillo a su lado -¿Estas bien? ¿te ha hecho algo? –aparto las manos de su rostro y observo sus lagrimas –Lo siento, no pudimos avisarte

-Hay que alejarle de mi –hablo para si misma –Necesito tenerlo lejos

DIANA PARECE UNA MUJER TOTALMENTE DISTINTA CUANDO ESTA CON RICHARD…..

ESTA CLARO QUE ACTUA MUY BIEN.

PERO ESTA SOMETIDA A MUCHA PRESION Y SOLO MARCO ES CAPAZ DE HACER QUE TODO ESTALLE.

OS DEJO UNA FOTO DE DIANE,,, CON SU CONJUNTO PARA RECIBIR A RICHARD.