Capitulo 13: Sangre
El sol apenas estaba saliendo, el cielo estaba anaranjado, una leve brisa movia las hojas de los arboles, la carretera estaba practicamente vacia. La musica inundaba sus oidos, marcando un ritmo, un ritmo constante que ella seguia.
“una cualquiera, una mujerzuela que no vale nada. Eso es lo que eres, una basura que no hacia mas que meterse mierda y por mucho que ahora te las des de ser la alta mujer de sociedad, no dejas de ser la misma tipa bulgar ¿Amenazada? ¿por ti? No cielo, tu no dejas de ser una mierda en el camino. Nunca mejor dicho ¿o? ¿Qué vas ha hacer? ¿Vas a sacar tu lado bajuno? Zorra ¡Alejate de el estupida! ¡Regresa a tu vida de mierda drogata! “
Las gotas de sudor bajaban por su rostro, descendian por su cuello hasta perderse en el escote de su top, su cola se valanceba al ritmo que ella corria, sus zancadas cada vez eran mas grandes, su repiracion acelerada.
“ME PERTENECES”
Apreto la mandibula, entrecerro los ojos, con rabia, con rencor y acelero el ritmo. Cualquiera que la viera diria que era una loca, eso parecia. A las siete de la mañana corriendo por la ciudad, como si persiguiera algo. ¿Quizas lo hacia?
“Diane”
-Diane –repitio el nombre como si al hacerlo pudiera recordar -¿Qué voy ha hacer?
Tenia que hablar con Marco. ¿Tenia que hablar?
Se paro en seco, atraveo la acera hasta el parque y se sento en el cesped. Estaba a unos minutos de la casa, una casa en la que la esperaba su marido. El hombre que habia despedido a la secretaria para tenerla contenta, el hombre que le compraba todo lo que quisiera, el hombre que…. El hombre que habia estado casi toda la noche haciendole el amor.
¿Es que no era eso prueba suficiente de que era su esposo?
-No –se respondio a si misma. No lo era. Estaban sus sueños, la habitacion, los analisis, esa ropa, la tarjeta. ¿Qué era lo que estaba pasando? –Aunque quizas –miro al cielo –Lo mejor es no saber nada. –suspiro y bajo la vista. Y entonces lo vio, de nuevo el, aquel policia. Estaba en un coche gris, aparcado ante el parque, con unas gafas de sol. -¿Qué demonios quieren? –Se levanto de su lugar y camino decidida hacia el coche. Se paro en la puerta mirandole y vio el desconcierto en su rostro. –Ya les dije todo lo que sabia, dejenme en paz –se giro y comenzo a caminar
-¡Espera! –El bajo del coche y la siguio -¡Señorita!
-Señora –le respondio bruscamente –Señora Le Blanc para usted
-¿Esta segura de eso? –y el apreto los labios despues de decir aquello
-De lo unico que estoy segura es de que estoy arta de tener vigilantes –lo miro a los ojos –Si vuelvo a verle molestandome se lo dire a mi marido. Y le aseguro que no le gustara nada.
Y se marcho dejando a aquel hombre con la palabra en la boca. Camino con decision hacia la casa y entro con paso firme, pero la estaban esperando.
-Señora –Lucia la miro nerviosa –Debio decir que iba a salir
-Solo fui a correr un poco –respondio cansada
-Al señor no le ha hecho gracia que saliera sola –respondio bajando la vista al suelo
-¿Hay algo que le guste al señor? –pregunto mientras subia las escaleras
Cuando llego a la planta alta, Diana atraveso el pasillo y finalmente abrio la puerta de su habitacion para entrar a ella, sin imaginar lo que la esperaba dentro.
-Me dijo Estela que te molesto que…-no siguio hablando. Su mirada estaba fija en la cama, sobre la cual estaban esparcidas sus cosas. La ropa que encontro en el hospital, los analisis, las fotos. Alzo la vista y ahí estaba el, mirandola furioso
-¿Qué es todo esto? –no apartaba la vista de ella
-Eso…-Trago saliva y le miro con decision –Esto es lo que he logrado descubrir de mi pasado
-Tu pasado –Marco respiro profundamente -¡Tu maldito pasado!
-¡Si Marco! ¡Maldito o no! ¡Es mi pasado! ¡Mis recuerdos! –camino hacia el -¡Y necesito conocerlo!
-¡Me has mentido! ¡Has estado investigando a mis espaldas! ¡A escondidas de tu padre! –apretaba los puños furioso -¡Te has visto con Zain! ¡Y no lo niegues!
-¡Por supuesto que no lo niego! ¡Si me vi con el! ¡Desayune con el! ¡¿Qué tiene de malo?! –abrio los brazos -¡Desayunamos! ¡Hablamos! ¡No hicimos nada malo!
-¡Despedi a Luisa! ¡Tu querias que lo hiciera y lo hice! ¡Y tu te dedicas a ir con el y …! –la agarro de los hombros
-¡¿Y que?! ¡¿Y pedirle ayuda?! ¡Si! ¡Se la pedi! –Estaban muy cerca, mirandose con rabia -¡Porque tu no me ayudarias! ¡Ni tu ni mi padre! –las lagrimas se agolparon en sus ojos -¡Porque me mienten! ¡Porque me ocultan las cosas!
-¡Tu padre solo quiere tu bien! ¡Y yo..! ¡Yo…! –apreto su agarre
-¿Y que hay de lo que yo quiero Marco? ¿Qué hay de lo que yo necesito? –tiro de sus brazos liberandose, se acerco a la cama y tomo los analisis -¡Esto dice que iba drogada el dia del accidente! –tomo la ropa -¡Esta no es la ropa que esta en ese vestidor! –la lanzo al suelo con raiba -¡Y estas fotos! ¡Estas no son las fotos de mi vida contigo! –respiraba agitada -¡¿Qué es todo esto?! ¡¡¿Qué es entonces?!!
-¡¿Quieres saber lo que es?! –y el estallo, parecia fuera de si -¡La vida de una cualquiera eso es lo que es! ¡La vida de una mujer que no se valoraba una mierda! –al oirlo contuvo el aliento -¡De una drogadicta! ¡Una… Una!
-¡¿Una que?! ¡¿Una que?! –Diana lloraba sin poder evitarlo -¡Dilo! ¡Di quien soy!
-Eres mi mujer –volvio a ser el hombre frio y distante
-¿Y antes? –lo miro a los ojos fijamente -¿Antes lo era?
-Si –respondio decidido –Te metiste en esa mierda, en ese mundo. Nos engañaste a todos
-¿Estas diciendo que yo, tu esposa, te engañaba? ¿Qué…? –aquella realidad era horrible, aquella persona que Marco decribia ¿era ella? -¿Por qué me mentiste?
-¡¿Por qué?! –el sonrio con ironia -¡¿A caso prefieres seguir siendo quien eras?!
-¡Son mis recuerdos Marco! ¡Para bien o para mal esa soy yo! ¡Esa era yo! –quiso hacerle entender, quiso explicarle que se sentia vacia.
-¡Pues si tanto los quieres aquí los tienes! –camino hacia el vestidor, abrio los armarios y regres a la habitacion para lanzar su ropa al suelo -¡Vuelve a tu vida! ¡Deja todo esto! ¡Todo lo que te he dado! ¡¿Eso es lo que quieres?!
-¡Marco! –se acerco a el -¡Para!
-¡Esto es lo que buscas! –la agarro del brazo con furia, apretando -¡Te gusta ser una cualquiera! ¡Usar tu maldito cuerpo! –vio en el una mirada de asco, de reproche
-¡Marco! –le grito llorando
-¡Nada de esto vale una mierda para ti! –la tiro en la cama y camino furioso por la habitacion, lanzo el sillon al otro lado, empujo el mueble tirandolo al suelo, descolgo el espejo dejandolo caer contra el suelo -¡No vas a dejar de ser lo que eras!
-¡Ya basta! –lo observaba desde la cama con rabia, con dolor. Se levanto de la cama y se acerco a el -¡Para!
-¡¡¿Por qué?!! ¡¿No es esto lo que te gusta?!! ¡Los hombres asi! –dio una patada al mueble, se agacho y tomo las fotografias que ella guardaba
-¡No! –se avalanzo sobre el para impedir que las rompiera
-¡Tus malditos recuerdos! –y el la empujo.
Diana cayó al suelo, apoyando las manos para impedir el golpe y al instante sintio el dolor en estas, el pinchazo. Arrodillada junto al mueble alzo sus manos para miraralas. Los cristales del espejo se habian clabado en ellas, la sangre las teñia y caia al suelo gota por gota.
-¡Diana! –Al verla Marco se arrodillo rapidamente a su lado y tomo sus manos -¿Estas bien?
Pero ella no respondia, solo podia mirar la sangre en sus manos.
Sangre, sangre, sangre. En el suelo, en la ropa, en su cara, en su cuerpo. Solo habia sangre.
-¡no! ¡no! ¡Mirame! –pero por mas que tocaba su rostro, el no la miraba. Sus ojos estaban vacios. Su cuerpo estaba sin vida.
La tomaron de la cintura y la alejaron, la arrastraon por el suelo mientras seguia gritando, pataleando, con los brazos extendidos hacia aquel cuerpo sin vida.
Hasta que al fin lo comprendio.
No quedaba nada de el alli, solo su sangre.
Fijo la vista en sus manos y el color rojo quedo grabado en su mente, en su corazon y en su alma.
CAPITULO INTENSO… MARCO HA DESCUBIERTO QUE ELLA INVESTIGA ¿Por qué HA REACCIONADO ASI? ¿ES CIERTO LO QUE LE HA CONTADO? ¿ELLA LE ENGAÑABA? ¿ELLA SE ENGANCHO A ESA VIDA? PARECE QUE TODO CUADRA ¿No? PERO… ¿Por qué EL HA PERDIDO LOS PAPELES DE ESA FORMA?
OS DEJO UNA FOTO DEL POLICIA JOVEN QUE PARECE SEGUIRLA
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