Capitulo 12: Diane
“Voy a poner el mundo a tus pies, pero no olvides una cosa. Tu eres mia”
La musica retumbaba en la sala, la sala de una casa, podria ser mas bien de una mansion, decorada lujosamente. Podia verlo todo como si lo sobrevolara, el salon con la lafombra persa en gris, el sofa negro, la mesa de cristal…
Un arma, sobre aquella mesa habia un arma y junto a ella, el polvo clanco se extendia en lineas marcadas, el paquete abierto a su lado. Escucho los pasos, escucho la puerta abrirse y vio…
Se vio a ella, ella misma.
Con un vestido amarllo ajustado, el sujetardor negro viendose por el escote, unas altas votas de cuero negro y el pelo ondulado. Camino tranquilamente por la sala y se sento al sofa, mirando la mesa. Como si no fuera importante, como si estuviera acostumbrada a ver aquello ante ella.
-¿Quién eres? –pregunto pero no la oian ¿a caso no era su sueño? ¿Por qué no podia entenderlo? -¿Quién soy?
Y tuvo una respuesta.
-Eres mia –ya no estaba viendo todo desde arriba, sentia el sillon bajo sus muslos, las botas de cuero en sus piernas, estaba alli sentada. Y a su espalda habia un hombre, un hombre que le susurraba al oido –Me perteneces Diane
ME PERTENECES
-¡No! –se incorporo de golpe en la cama, aun llevaba el vestido de la fiesta, ni siquiera se habia cambiado. Se arrastro por el colchon hasta apoyar los pies en la alfombra y paso las manos por su pelo. -¿Quién era ese hombre? –cerro los ojos y recordo lo que habia descubierto la noche anterior. Como si acabara de volver a la realidad se levanto de golpe y giro mirando la cama. Su esposo no estaba y tampoco habia señales de que hubiera venido a dormir. Fijo la vista en el vestidor, camino hacia el y tomo la carpeta que la noche anterior habia dejado en el suelo. Volvio mirar los papeles, con la esperanza de que hubiera podido ser un sueño, pero no lo era. Estaba alli, el resultado. “POSITIVO” –Yo no soy asi, yo no soy esta. –apreto la carpeta en sus manos -¿Quién soy?
Por mucho que deseara encarar a Marco, preguntarle sobre esos analisis, sabia que de el no obtendria respuestas. Al menos no ciertas. Guardo de nuevo la carpeta en el lugar donde la encontro y volvio a cerrar el cajon, sorprendiendose a si misma al poder asegurarlo de nuevo igual que lo abrio.
Se levanto y camino hacia la cama, tomo el telefono de la mesa de noche y mando un mensaje.
-Averiguare la verdad –dejo el telefono sobre la cama –Lo hare –y camino hacia el baño
Una hora mas tarde escucho el timbre de la casa sonar, tomo el bolso y salio corriendo de la habitacion. Bajo las escaleras justo al tiempo que Estela abria la puerta.
-Buenos días –Zain saludo a la empleada y entro tranquilamente
-Disculpe señor –ella fruncio el ceño –El señor Le Blanc no esta y la señora esta …
-Estoy aquí –Diana acabo de bajar las escaleras y se acerco a el sonriendo –Hola Zain –le dio dos besos
-Vaya te veo –la miro con el ceño fruncido y sonrio –Distinta
-Espero que para mejor –miro a Estela –Zain y yo hemos quedado Estela, ya puedes retirarte
-¿Va a algun sitio señora? –le pregunto mirandola desconcertada
-Si, voy a desayunar fuera –la miro a los ojos -¿Es que hay algun problema?
-No –respondio dudosa –Si va acompañada
-¿Y que soy yo? ¿Una calabaza? –Zain alzo una ceja divertido
-Me refiero a ….-Estela se sonrojo
-Nos llevara el chofer, no te preocupes –Diana respondio tranquilamente mientras abria la puerta –Vamonos
-Claro –el asintio confundido
En el exterior el chofer esperaba para llevarlos. Diana dio instrucciones de la cafeteria a la que queria que la llevara. En el coche apenas hablo con Zain y el entendio que se debia a la presencia del chofer. Al llegar, ella dio indicaciones al hombre de que se quedara en el coche esperandoles.
-Pense que tambien entraria a desayunar con nosotros –el hizo una mueca apartando la silla para que se sentara
-Gracias –nerviosa tomo asiento, aun con su bolso sujeto
-¿Estas bien? –el fruncio el ceño observandola -¿Estas tan nerviosa por ese favor que me tenias que pedir?
-En realidad ya lo has hecho –se quedo pensativa –Una parte
-Ah –el la miro desconcertado
-Gracias a ti he salido de casa y ahora no tengo al chofer aquí mirandome –miro hacia la ventana –Necesito que te quedes aquí hasta que regrese
-Supongo que no me vas a decir porque –el alzo una ceja sonriendo
-Puede que algun dia –se levanto rapidamente-Pide para mi, prometo no tardar.
Y salio rapidamente de la cafeteria por la otra puerta. Se habia asegurado de encontrar una cafeteria con dos puertas y cercana al hospital. Alli era a donde iba. Puede que se estuviera equivocando, pero algo le decia que podria encontrar respuestas. No iba a preguntar a los medicos, sentia que ellos no le darian respuestas. Pero seria ella misma las que se las daria.
Entro en el hospital con paso seguro, se acerco al mostrador de informacion y cuando la mujer la miro trato de sonreir.
-Disculpe –cruzo los dedos nerviosa –Hace unas semanas estuve aquí ingresada, por un accidente de coche. Vera, cuando me fui olvide recoger mis efectos personales.
Y esperaba que funcionara.
-Digame su nombre por favor –la mujer se fijo en la pantalla del ordenador para teclear
-Diana Le Blanc –respondio inclinandose para mirar la pantalla
-No tenemos ningun ingreso con ese nombre –la mujer la miro desconfiada
-Ah –se mordio el labio nerviosa –Espere, pruebe con Velez, Diana Velez. Mi apellido de soltera
-Aquí esta –asintio y se giro –Un minuto por favor
Un minuto que se le hizo eterno, miraba constantemente la puerta por la que esa mujer habia entrado y despues miraba su reloj. ¿Por qué tardaba tanto?
-Aquí esta –paro ante ella y coloco la bolsa azul sobre el mostrador –Necesito que firme esto por favor –le tendio un papel
-Eh, si –firmo rapidamente y tomo la bolsa –Gracias
Salio del hospital con la bolsa contra su pecho, sujeta fuertemente como si temiera que se la quitaran. Indecisa miro a su alrededor y se quedo paralizada, entrecerro los ojos mirando un coche. En el estaba aquel policia, el joven que habia ido a su casa a interrogarla. Se quedo mirandolo por unos instantes y cuando sus ojos se cruzaron, el arranco el vehiculo y desaparecio rapidamente.
-Me estan siguiendo –se sintio como una paranoica, corrio por la acera y cruzo la calle. Entro a un parque y se sento en un banco impaciente. Abrio la bolsa rompiendola y fruncio el ceño al mirar al interior. Saco el pantalon, demasiado ajustado, el cinturon, las botas negras, el top negro con bastante escote -¿Esta es mi ropa? –urgo en el fondo de la bolsa, una argolla gigantesca y al fin –Una cartera –la abrio rapidamente, saco el dinero, bastante dinero y busco alguna documentacion. Pero no habia nada, ni dni, ni carnet de conducier –Nada, no hay nada ¿Por qué? –un filo blanco que sobresalia llamo su atencion, saco aquella tarjeta blanca con letras en lila resaltadas y un rostro en gris, de perfil. ¡Su rostro! Acaricio el grabado de las letras y leyo –Diane –alzo el rostro –Yo.. yo.. ¿yo soy Diane?
El llanto de un niño al caerse la trajo de vuelta a la realidad, movio la cabeza a ambos lados y guardo todo en la bolsa, escondio las cosas en su bolso y se marcho de alli a paso ligero.
Cuando llego a la cafeteria Zain la estaba esperando impaciente, pero no le hizo ninguna pregunta. Incluso tuvo la amabilidad de tomarse otro café mientras ella desayunaba.
Acordaron ir a mirar distintas diversiones para la pequeña feria benefica que Zain iba a montar en ayuda a un orfanato, despues de todo esa era la excusa que ella tendria para haber quedado con el. Comieron juntos, siempre escoltados por el chofer y ya pasadas las seis de la tarde Diana regreso a la casa.
Cuando entro en la habitacion, los recuerdos de los analisis de estupefacientes llegaron a su mente. Eso junto con lo que habia descubierto hoy y esos sueños que estaba teniendo.
Entro al vestidor y saco las cosas de su bolso. Las dejo sobre la silla, a la vista. Pues estaba decidida a lanzarselas a Marco Le Blanc a la cara en cuanto llegara. Y fue antes de lo que pensaba.
-Diana –la voz de el retumbo en la habitacion
-¿Qué? –respondio bruscamente mientras salia del vestidor y se lo encontro quitandose la chaqueta y la corbata
-Yo ..-el la miro de arriba abajo con el ceño fruncido -¿Qué haces asi vestida?
-¿No te gusta? –lo miro con los ojos entrecerrados -¿Qué mas es lo que no te gusta de mi Marco? Espera… quizas necesites ayuda –se giro hacia el vestidor para ir por las cosas
-La he despedido –y paro en seco. Se giro despacio, para mirarle a la cara
-¿Qué has dicho? –le observo desabrocharse la camisa
-He despedido a Luisa –Lo repitio mirandola a los ojos
-¿Has despedido a tu secretaria? –se sintio fuera de lugar. Totalmente desconcertada
-Es lo que querias ¿no? –camino hacia ella hasta alcanzarla y acaricio su mejilla –Siento mucho lo de anoche Diana –acerco su rostro y le dio un leve beso en los labios –Yo solo quiero que esto funcione
¿Qué se suponia que debia decir? ¿Abri tu cajon cerrado y encontre los papeles que escondias? ¿Fui al hospital a investigar? Por cierto, gracias por despedir a esa puta.
¿Qué hacia ahora?
-¿Vas a ducharte? –y la pregunta salio de sus labios antes de pensarla
-Si –el la miro confundido
-Ve –sonrio nerviosa –Yo te llevo la ropa ahora
-Esta bien –con el ceño fruncido, Marco entro al baño. Y no fue hasta que Diana escucho el agua de la ducha hasta que respiro aliviada. Corrio al vestidor y abrio su armario, abrio el cajon de su ropa interior, aquel en el que estaban escondidas las fotos y junto con ellas guardo todo lo demas. Lo cerro rapidamente y cerro el ropero. Se apoyo en el respirando agitada
-¿Qué estoy haciendo? –paso la mano por su pelo –Son ellos los que me mienten
-¡Diana! –se tenso al oirle llamarla
-¡va! –corrio hacia la salida del vestidor y freno en seco, se giro y busco la ropa. Cuando se dio cuenta que estaba urgando en la ropa interior de su marido no pudo evitar sonrojarse. Finalmente con toda la ropa en la mano entro al baño –Aquí es…-las palabras se atascaron en su garganta al ver a Marco, con una toalla rodeando su cintura, su pelo mojado y algunas gotas de agua resbalando por su torso.
-Gracias –se acerco a ella sonriendo con satisfaccion, le quito la ropa de las manos y las dejo sobre el mueble
-¿Necesitas algo mas? –y se dio cuenta del doble sentid de su pregunta cuando la sonrisa de el se amplio mas y sus ojos brillaron con lujuria
-A ti – y sin mas la tomo de la cintura, la pego a su cuerpo y se apodero de sus labios.
El lado racional de Diana le decia que lo apartara, que lo mirara a los ojos y le pidiera la verdad, el lado astuto le decia que siguiera investigando, que el no seria capaz de decirle lo que era cierto y ninguno de ellos lograba anteponerse a su lado salvaje. Que simplemente le decia que se dejara llevar y viviera una noche completa de pasion en los brazos de aquel hombre.
¿Qué habria hecho Diane? ….
BUENO ALGO MAS DESCUBIERTO…. ESE SUEÑO,,, UN ARMA, DROGA, UN HOMBRE ¿Quién ES? DICE QUE ES SUYA, QUE LE PERTENECE ¿ES ESO CIERTO?
LA ROPA, ROPA NO MUY PARECIDA A LA QUE DEBERIA USAR DIANA LE BLANC …
OS DEJO UNA FOTO DE DIANA COMO IBA VESTIDA HOY
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