Capitulo 1: Diana Le Blanc
“Estas exquisita esta noche. ¡Menudo cochazo que te ha regalado! A mi quien me traiciona me paga con su vida. Traidora, el jefe sabra esto. Debes tener cuidado. Cada dia me gustas mas, no se como lo haces. Voy a sacarte las entrañas despacio para que sientas cada segundo el dolor que te puedo causar. ¡Matadle! Te amo, nunca lo olvides. No sabes donde te estas metiendo, pero necesito demasiado tu ayuda para negarme. Este sera tu secreto, tuyo y de nadie mas. “
Todas las voces se mezclaban en su cabeza, pero ninguna con claridad, no sabia quienes eran, no sabia que querian, pero no se callaban, no habia silencio.
-Um –Un pequeño gemido salio de sus labios entreabiertos y sus ojos se abrieron para cerrarse ante la luz fluorescente que habia sobre ella
-Diana –sintio como tomaban su mano –Diana ¿Estas bien?
-Ah –quiso moverse pero su cuerpo no respondia, volvio a abrir los ojos y vio un rostro ante ella. Un hombre mayor, la miraba preocupado
-¿Qué te duele? –acaricio su mejilla y ella se aparto bruscamente
-¿Do…donde eee..estoy? –se incorporo ignorando el dolor de su cuerpo
-Tranquila hija –el alargo la mano y fruncio el ceño al ver como se alejaba
-¿Quién es usted? ¿Qué quiere? –lo miro asustada. Los oidos le pitaban, la habitacion le daba vueltas. –Quiero irme
-No puedes –el la observo confundido –Estas en un hospital
-¡No! ¡Quiero irme! –quiso levantarse de la cama pero el la agarro –¡No me toque!
-¡Diana! –giro el rostro hacia la puerta -¡un medico! ¡Un medico por favor!
-¡¿Qué pasa?! –La puerta se abrio de golpe y una enfermera entro –Tranquila
-¡No dejenme! ¡Quiero irme! –lucho contra las manos que la agarraban -¡¿Qué hago aquí?! ¡Sueltenme!
-Un calmante –el doctor entro y se acerco a ella, la sujeto mientras la enfermera clavaba la aguja en el brazo de Diana. Ella siguio moviendose sujeta por los brazos del medico hasta que finalmente se calmo –Muy bien, tranquila –encendio la linternita que llevaba con el y la coloco ante sus ojos, mientras le abria los parpados -¿Cómo te llamas? –al ver que no respondia apago la luz y la miro –Mirame ¿Cómo te llamas?
-Yo… -hablo en voz baja, sentia como los parpados le pesaban.
-¿Sabes quien eres? –el doctor fruncio el ceño y la recosto bien en la cama –Descansa
-¿Cuándo despertara? –Andres miro al medico preocupado
-En unas horas –el miro a la enfermera –Aprovecha para sacarle sangre y preparad todo para un TAC
-¿Un TAC? –Andres fruncio el ceño
-Todo parece indicar que su hija no sabe quien es señor Velez –miro a la chica que estaba dormida en la cama y de nuevo al padre –Diana ha perdido la memoria
-No me reconoce –el miro a su hija –No me ha reconocido
-Necesito hacerle pruebas pero –suspiro –Estoy casi seguro de que su hija padece amnesia debido al fuerte traumatismo que sufrio en el accidente
-¿Y entonces? –miro al doctor a los ojos -¿Cuándo recuperara la memoria?
-Puede que en semanas, puede que en meses, años –bajo la vista al suelo –O nunca
-Nunca –se quedo pensativo y cuando vio que el doctor se marchaba se giro para mirarle –Espere. –camino hacia el –Todo lo que usted y yo hemos hablado quedara entre nosostros, no contara nada a mi hija
-Es mi paciente –el fruncio el ceño
-Le pagare el triple y usted mantendra la boca cerrada, desagase de las pruebas que le hizo y cambie a los enfermero s que la atienden. –miro a la cama
-¿Qué pretende? –El medico siguio su mirada hacia la paciente
-Usted haga lo que le digo –apreto los puños –Y digales a la policia que mi hija perdi o la memoria y no puede relatarles lo sucedido en el accidente. –cuando el medico salio de la habitacion camino hacia la cama y se paro a su lado –Voy a darte la vida que te mereces
Sus ojos se abrieron y parpadeo varias veces, aun sentia sueño, pero sabia que no debia dormir, giro el rostro hacia la derecha y vio el gran ramo de flores junto a su cama.
-Ya esta despierta –La enfermera se acerco a ella sonriendo –Su padre salio a comer algo y su ma…
-Buenas –La puerta se abrio y el doctor camino hacia la cama mirandola precabido –Hola. ¿Cómo te encuentras?
-¿Qué ha pasado? –Diana miro su brazo vendado
-Sufriste un accidente de trafico –el la miro esperando su reaccion -¿Lo recuerdas? –ella nego con la cabeza -¿Sabrias decirme tu nombre?
-Yo…-sus ojos se inundaron de lagrimas –No, no lo se, no lo se
-Tranquila –le tomo la mano y la apreto con fuerza –Te llamas Diana –desvio la vista incapaz de mirarla a los ojos –Diana Le Blanc
-¿Diana Le Blanc? –ella cerro los ojos intentando que es nombre le dijera algo
-Debido al golpe que sufriste en el accidente has perdido la memoria Diana –el doctor le solto la mano –Yo soy Francis, tu medico. Te vamos a hacer un TAC para ver que tan grave es, pero no creo que sea nada mas
-¿Nada mas? –ella lo miro mientras las lagrimas salian de sus ojos –No se quien soy . ¿Quién soy?
-Eres Diana Le Blanc –Andres entro a la habitacion decidido y se acerco a la cama en la que se encontraba su hija –Yo soy tu padre, Andres Velez. –la miro a los ojos –Eres mi hija, mi niña, la luz de mis ojos. Eres la chica mas dulce y obediente que he conocido.
-¿Yo..? –lo miraba sin entender nada, era como si le estuvieran hablando de otra persona. Escucho el sonido de la puerta abrirse y miro hacia alli. Un hombre vestido con traje chaqueta se encontraba en el umbral, mirandola de una forma intensa, fria, dura. Un escalofrio recorrio su cuerpo y a pesar de eso no pudo apartar la mirada de sus ojos azules. En ellos parecia ver reproches, enfado, decepcion. -¿El..?
-Es tu marido –Andres sonrio mirando hacia la puerta –Marco Le Blanc
-¿Mi…? ¿mi marido? –nego con la cabeza nerviosa –No, yo, yo no –le costaba respirar –Yo no estoy casada, no
-Tranquilizate Diana –Francis la obligo a tumbarse en la cama y miro a los hombres que estaban en la habitacion –Necesita descansar
-Esta bien –Andres asintio y echo una mirada a la puerta, despues miro a su hija –Vendremos mañana –se acerco y le dio un beso en la frente –descansa
Marco dio un paso adelante con indecision, su mirada se cruzo con la de Andres y finalmente avanzo hasta la cama. Tomo la mano de ella y la llevo a sus labios para besarla delicadamente, despues la solto sobre el colchon.
-Duerme –cerro los ojos y suspiro –Mañana volvere, querida -y giro hacia la puerta y salio de alli a paso rapido
-Ese hombre no es mi marido, no, no lo es –Observaba la mano que el acababa de besar, miro a su doctor con lagirmas en los ojos –Ayudeme ¿Quién soy?
-Lo siento –el aguanto la respiracion –No puedo hacer nada. Tu eres Diana Le Blanc
ELLA ES DIANA LE BLANC…. AL MENOS ESO ES LO QUE LE DICEN
¿POR QUE SU PADRE HA QUERIDO BORRAR TODO? ¿LAS PRUEBAS QUE LE HICIERON? ¿QUE QUIERE OCULTAR? Y SOBRE TODO ¿QUE LE ESTA OCULTANDO A ELLA?
MARCO LE BLANC, SU MARIDO…
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro