⟦19⟧

➵ Emily is over party

—APPLE—
—AVERY—

—E-Em, van a escucharnos —Mi jadeante voz distrajo a Emily, pausando los beso que estaba dejando en mi cuello.

—¿Y? —Siguio besándome, con todas las ganas de quitarme ropa.

—Emilia, por favor. —suplique para hacerla parar.

Se separó de mí. Sus pupilas estaban dilatadas, iluminando su rostro en deseo, oscureciendo sus pupilas en lujuria.

—Vamos a ser rápidas, manzanita —trato de convencerme—. No nos escucharán.

Subí una ceja.

—Ni tú te crees eso.

Arremetió nuevamente en mis caderas, un estúpido jadeo salió de mis labios y solo me dio más ganas de ser follada sobre este maldito escritorio.

—Te quiero aquí y ahora, Apple Avery —gruñó cerca de mi oído. Tomó con fuerza su cintura y me pego más a ella—. Mierda, de verdad te necesito.

Miré hacia otro lado, totalmente sonrojada. La cara me ardía y la entrepierna me palpitaba. Yo también la deseaba.

Dejo besos por toda mi mandíbula, bajando por mi cuello, mientras sus manos se abrían paso por mi cadera.

—Déjate querer.

Oh, mierda...

Tome la valentía y fuerza, para ser yo quien la besara. Nuestras bocas se peleaban por a cuál tomaba el control, pero hoy no sería Emily.

¿Ella me deseaba?

Ella iba a tenerme.

Mientras nos besábamos, me baje del escritorio. Aproveche el momento y metí mis manos debajo de su blusa, toque toda su espalda, viaje hasta su abdomen acariciándolo a mi antojo. La hice sentarse en el escritorio, ahora quién tenía todo el control era yo. Y me gusta mucho.

Emily hoy se vistió de una falda peganda y una blusa sencilla, no era mucho a lo que tenía acostumbrados a sus espectadores de la universidad, pero seguía viéndose sexy la muy condenada. Así que sin previo aviso, y aprovechando que ella estaba encima del escritorio, mis manos fluyeron entre su falda, calentando un poco más. Saqué mis manos y subí su blusa, dejándome ver su sujetador negro, así que sin previo aviso lo baje. Sus bonitos senos café claro, con uno que otro lunar del mismo color, rebotaron; estuve encontra de mi voluntad pero los besé, bueno, prácticamente los devoré. Chocaba mi lengua en sus pezones endurecidos mientras ella me tomaba del pelo.

—C-Cuando dije que te quería, no me refería a esto —pare de comerme sus pechos—. Pero no me estoy quejando.

—Eso pensé —respondí, aún con uno de sus senos en mi boca.

Me di un buen festín jugando con sus pechos, consintiendolos con besos, torturandolos con pequeñas mordidas, mientras ella gruñía. Con sumo cuidado, fuí metiendo mis manos en su falda dejando marcas de fuego por dónde iba. Necesitaba probar el terreno antes de meterme en ella. Sus bragas estaban empapadas, pero podía apostar que no estaban más que las mías. Simplemente las hice a un lado y fui explorando el terreno con calma. No nos dejábamos de besar, éramos dos bestias que rogabamos por la boca de la otra. Paseaba las yemas de mis dedos por su sube carne, yendo lentamente a buscar su entrada. La muy atrevida me mordió el labio. Gemí de dolor y placer, más de placer que de dolor.

—¿Puedo? —le pregunté.

A este punto, estaba escondida en mi cuello, gracias a eso, solo pude sentir como asentía lentamente.

—Sí, ¿Qué? —jugue con ella como una pequeña venganza

Levantó su cabeza de golpe. El cabello se le había hecho para adelante, así que no podía ver por completo sus ojos celestes verdoso, pero estaba algo indignada.

—¿Te atreves a usar mis propios hechizos contra mí, Avery?

—¿Asustada, Brownbear?

—Ni un...—

Se mordió los labios, ahogando el gemido que salió a medias de su garganta cuando mi dedo anular tocó la pared rugosa en su interior. Adentro, afuera, y siempre el mismo sonido melódico que sus cuerdas vocales me regalaban. Por el tiempo y obviamente el espacio, no podíamos hacer todo lo que queríamos la una con la otra, y hasta cierto punto eso me molestaba. Pero en esta semana, este momento se volvió lo único que teníamos para disfrutarnos un poco.

Metí mi dedo corazón para acompañar al anular en mis esfuerzos de complacer a Emily, el gemido se volvió un pequeño grito qué, a decir verdad, me tomo por sorpresa. Por un microsegundo me había dado un infarto pensando que nos habían descubierto. Gracias a Dios no fue así.

Con mi mano libre le tape la boca, asustada. Ella me vio de la misma manera, pero lo atribuyo al hecho de que es ella quien me tapa la boca y no al revés.

—Shh —prácticamente rogué su silencio. Pensé en algo atrevido—. ¿Quieres más, Em?

Sus cejas se fruncieron, haciéndola lucir enojada pero sus caderas la deltaban pidiendo más de mi tacto. Antes de darle tiempo me baje, lleve su falda más arriba y lleve mi boca a su centro solo para hacerla correrse más rápido. De verdad estaba cardíaca, no quería otro infarto. Yo degustaba de su delicioso sabor y los gemidos salían de su garganta sin ningún pudor hasta que sus manos tomaron mi cabello, llevándome a sus labios para darme un agresivo beso. Sentí sus piernas temblar un poco mientras descansaban sobre mi cadera. Pegue mi frente a su cuello, descansando un rato.

—Ser pillow princess no es tan lo mío —dijo la inglesa caliente en una risita, mientras me acariciaba el cabello.

—¿Lo hice bien?

Mierda, ¿Así o más insegura?

—Niña, lo haces excelente —beso mi frente y pego su mejilla a ésta.

Emily no era tan "agradable" en general, siempre era distante y fría conmigo. Pero después del sexo era tan cálida, incluso amorosa. Yo sabía que solo quería hacerme sentir mejor, pero el estúpido de mi corazón no sabe eso.

Volví a verla, sus ojos arremetieron contra mi alma; tomo mi mano derechay beso mis dedos, justamente los que habían estado dentro de ella, sin apartar sus ojos de los míos. Juro que sentí toda mi entrepierna vibrar solo de verla hacer eso. Me empujó un poco, se bajó del escritorio, acomodó su blusa, su falda y busco algo en su bolso; eran unas toallitas húmedas, de las cuales me pasó unas dos. También saco un pequeño espejo, se miró en él mientras acomodaba su cabello.

—¿Nos vamos, manzanita?

—Tengo ensayo —dije, con la cabeza baja. Por culpa de mis ensayos y mi tiempo de estudio no habíamos podido vernos más tiempo.

—Oh, está bien, igual creo que veré unas cosas de la cafetería —Una sonrisa genuina se le dibujo en el rostro.

Tomo mi mentón y me besó, esta vez más suave. Y otra vez mi corazón galopó como loco en todo mi pecho. Tenía ganas pegarme y ver si se quedaba quieto un rato. Aunque nuestros labios se hayan separado, nuestras miradas se quedaron unidas.

—Emily —La nombre con terror a lo que estaba apunto de decir—. Te quiero —Palidecí por unos segundos—... Digo, quiero que vengas a la noche del estreno de la obra. El viernes.

Otra vez sonrió.
Otra vez me infarte.

—Claro que estaré aquí, manzanita —Me guiño el ojo—. No me lo perdería por nada del mundo.

Tenía unas enormes ganas de volverla a besar, pero alguien abrió la puerta. Era Megan. Mi mejor amiga. Su mirada paso de mí, a Emily, para terminar de nuevo conmigo.

—Apple, vamos por el almuerzo, nos esperan para el ensayo.

Suspiré pesado. Ya me estoy cansando, pero pronto terminará.

Volví a ver a Emily, me guiño el ojo y se dio la vuelta para irse sin decir nada. Tome mi bolso y caminé, Megan se quedó a atrás, viéndome con desaprobación.

—¿Estaban cogiendo aquí?

—¡Megan! —Las mejillas me empezaron a arder.

—Tus cachetes no mienten —entrecerró los ojos, analizandome para luego carcajearse—. Que zorra eres, Avery.

—Megan, no quiero hablar de esto, y mucho menos en el pasillo.

El silencio sólo duró unos minutos, entre lo que comprábamos el almuerzo y nos sentábamos en una mesa. Estaba pensando en como los ojos de Emily —Ese hermoso y desconocido paraíso verde Aqua— se volvía un bosque frondoso cuando el deseo oscurecía su iris. Ella era asombrosa, hermosa, fogosa...

—Tierra llamando a Apple —Paso su mano en frente de mí—. Nena, entiendelo' pa' esa jeva solo ere' un punto.

Ladeé mi cabeza al escuchar lo que Megan me dijo, por qué realmente no lo entendí. ¿Por qué derrepente me habló en otro idioma?

—De lo que me dijiste solo entendí "nena". Es más, ¿En qué idioma se supone que me hablaste?

Ella se echó a reír.

—La abuela María vino de Cuba el fin de semana y no sé, se me pegó el sentimiento patriótico. Pero ese no es el punto, lo que quise decirte es que no calcula' a esa tal Brownbear —la volví a ver confundida. Ella todo los ojos—. No sabes cómo es realmente.

Le di un sorbo a mi soda y analice a Megan. A veces olvidaba que era Cubana. Bueno, a veces me olvidaba de ella en general pero seguía siendo mi mejor amiga.

—Megan, ¿De qué estás hablando?

—Avery, no te ilusiones con esa chica.

—Pff, yo no me estoy ilusionando con Em... Perdón, Brownbear —Comí más rápido mi ensalada—. Estoy tomando distancia con ella.

—Oh, si, se nota que está tomando distancia, señorita "Quieri qui vingis i li nichi dil istrini di li ibri"—Se burló de lo que le dije a Emily.

La mire indignada.

—Es solo un invitación de amigas

—Claro, de amigas que se comen el coño.

—¡Eso si lo entendí, Montes! —Le recriminé molesta y un poco avergonzada. Se quedó callada unos segundos, pero no los suficientes.

—¿Que tal coge? ¿Es como siempre alaban los de ingeniería? —Me atragante con un pedazo de zanahoria.

—Megan Montes, ¡¿Puedes parar?!

—Hey, no es mi culpa que los de ingeniería civil se la pasen hablando de lo buena que está y de lo bien que coge. Tu eres la única mortal que me pude sacar de la duda.

Solté mi cubiertos molesta. ¿Cómo se atrevían a si quiera mencionar a mi chica?

Bueno, mi chica que no es mi chica pero con gusto soy su chica

—¿Y los de ingeniería civil como se dieron cuenta que Em... Digo, "Brownbear" coge bien? —Hasta donde yo sabía, y de lo que me fui a enterar más tarde, Emily era "exclusiva". Ella no salía con cualquiera, y menos de esta universidad.

—Simple, los de ingeniería se hablan con los de economía, los de economía se hablan con los de contaduría y uno de eso chicos tiene un primo que le dijo que su tío se había acostado con ella.

—¿Qué? ¿Cómo fue eso?

—Pues, su tío trabajaba en la empresa se los Brownbears, tenia un buen cargo, hasta que se acostó con ella y uno de sus hermanos lo despidio. Pero dijo que valió la pena.

—Que asco —arrugué la cara.

—Que hipócrita —Megan me atacó.

—¿Qué? ¿Porqué?

—Por qué te estás acostando con ella ¿No? —Le puso salsa a sus papas y devoró tres—. Si le tuvieras asco a ella no lo hicieras.

—No hablo de ella. Hablo de él.

Megan se encogió de hombros.

—Hombres.

Ensarte el tenedor en un trozo de pollo, quizás con un poco de fuerza. ¿Por qué los ingeniería hablaran tanto de Emily? Ella ni les dirige la palabra y ellos están detrás como buitres. ¿Y hablar como coge? A ellos que les importa. ¿Miden el valor de Emily por eso? Que asco.

—Caíste duro, ¿Verdad?—Megan me analizaba, mientras seguía comiendo sus papas.

—Te he dicho que no. ¿Por qué insistes?

—Cuando te dije lo de eso chicos de contaduría apuñalaste al pollo. Prácticamente le hiciste crimel pasional a la pobre ave.

—Emily ni siquiera los determina, y esos idiotas solo piensan en como coge. Emily es más que buen sexo.

Emily es una tormenta eléctrica, destruye la calma con un espectáculo de luces maravilloso. Emily es una canción que escuchas por el ritmo pero si te detienes a escuchar la letra es más que hermosa. Emily es como ver por primera vez los fuegos artificiales, hacen mucho ruido pero son los colores los que te terminan cautivando y no existe nada más.

—Ay, mi amiga, estás tragada de esa chica —Me quedé callada—. Y sabes que eso es malo, ¿Cierto? —Me volví a quedar callada—. Apple...

—¿Es malo? ¿Por qué se supone que sería malo?

—Apple, Brownbear es ingobernable. A la chica le gusta la libertad, las cosas de una sola noche. Incluso estando en una relación "formal" le era infiel al chico. Ella es todo menos para tí.

—Ella dijo que ambos eran infieles. Además, ella me dijo que no lo quería.

—¿Y a ti si?

Crack.

Ese era mi corazón rompiéndose y haciéndose añicos.

Me levanté bruscamente de la mesa. Megan me vio sorprendida. Tome mis cosas y me di la vuelta para irme, hasta que ella me detuvo.

—Apple, sabes que no lo hago con el afán de lastimarte. Pero si sigues ahí, vas a terminar peor —me mantuve callada—. Te molestaste, y eso me dice que lo que dije es cierto.

Emily es de una sola noche, yo entiendo eso,  pero, ¿Por qué ha estado en mi cama varias noches? A veces siento como si el sexo solo fuera una excusa para poder quedarse.

Megan me jalo a la mesa, con sus cejas me hizo una señal de que sugiera comiendo.

—Te siento muy estresada —según ella, desvío el tema, pero mi estrés también incluye a Emily Brownbear—. ¿Es por la obra?

—En parte.

—¿Qué más te atormenta, te molesta, o te preocupa?

—Es... La Brownbear —Volví a mí ensalada, pero solo jugué con ella—. Ella es tan... No sé ni cómo describirlo. Ella es diferente conmigo.

—¿Por qué sientes que es diferente? Según tengo entendido solo son "amigas" con derecho ¿No?

—Se queda a dormir, me cocina los lunch para las prácticas de la obra, le encanta hablarme y cantarme en italiano. Sus ojos brillan cada vez que me mira y tiene una sonrisa tonta que es contagiosa. ¡Me cantó i wanna be yours en una fiesta con un montón de desconocidos! —pegue mi frente a la mesa y tomé mi cabello con desesperación—. Megan, ya no puedo, esa mujer me va a sacar loca. Sé que no le importo... Pero con cada cosa que hace me doy el beneficio de la duda. No sé si ser romántica, si ser distante; acabar con todo o seguir. Estoy desesperada.

—Ay, Avery. Te metiste a la boca del lobo.

—La boca del oso, diría yo

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Yo: —Don Marcial! :D
Lectorxs: —Ky, la leyenda :O
Yo: —La misma que canta y baila B)

Perdón, por mi desaparición, pero es que estaba en un bloque de escritor terrible. Pero nada mejor que un buen libro para volver.

Les comento que he terminado de leer «La hija del pastor» Y PTM CLASE LIBRO TAN HERMOSO. Joder, eso sí es literatura 🤌🏻 🚬. Realmente me gusto, así que si tienen tiempo pueden leersela.

📚 Hablemos del capítulo:

🍎 Pobre Apple, la verdad si se la está pasando mal y bien a la vez :(:

¿Creen que Emily si la quiera?

Y si siente lo mismo que ella, ¿Por qué no se lo dice?

¿Que hará Emily con Jake?

Y la pregunta más importante...

¿Quien se queda con el oso?

HAGAN SUS APUESTAAASS 💵🤑

—K.