⟦17⟧

➵ Haciéndole lunch a mí NO novia

—EMILY—
—BROWNBEAR—

Mi temporizador de pollito me advirtió que era hora de ir a revisar el pay de manzana. Puse en fuego bajo la sartén donde estaba dorando las zanahorias y los espárragos. Saqué los último Nuggets de pollo con forma de dinosaurio y abrí el horno. El olor dulce del postre abrazó mi nariz. Aproveché que no tendría clases para relajarme y cocinar un rato. Deje reposar el pay para luego apagar la cocina e irme a bañar.

Desapareceré antes de que Armond o Eva me vean y graben un Tik Tok de "Haciéndole Lunch a mi esposa". Dios me ampare de que algo así pase, peor cerca de esos dos.

Hoy era un día extraño. Por alguna razón estaba muy emocionada de ir a ver a Apple a los ensayos. No habíamos pasado tanto tiempo juntas por la obra y mis responsabilidades con la cafetería. Anoche hablamos un rato por teléfono, pero estaba tan cansada que se quedó dormida. Así que, hoy llegaría y le daría una sorpresa. Me vestí con una playera negra de The smiths, unos pantalones negros holgados y mis botines blancos.

Una pequeña inspiración de mi amiguis la Kendall Jenner

Salí de la habitación de Armond mientras me ponía las gafas en la cabeza.

—¡Dios, que bien huele! —hablando del rey de Roma.

Armond, Eva y Tom pasaron por la puerta. Miraron la comida en la cocina y se emocionaron tanto como niños pequeños. Me adelante antes de que tomaran un dinosaurio.

—Esto no es para ustedes —los regañé.

—Entonces, ¿Para quién es? —Armond me miró buscando respuesta. Era como un mocoso malcriado.

—Que te importa —dije amablemente.

Me dirigí a la alacena donde tenía mis loncheras negras. Acomodé el arroz, los Nuggets de dinosaurio y las verduras mientras los ignoraba. Con un pequeño compartimiento le puse un poco de salsa agridulce.

—¿Para dónde llevas eso? —pregunto Eva mirando lo que estaba haciendo—. ¿Se lo llevas a tu chica?

Me paralice un segundo cuando ella lo descubrió. Está de más decir lo ridícula que me sentí en ese momento.

—Awww, ¿En serio se lo llevas a Apple? —Esta vez fue Armond en el habló, intento tocarme, pero lo aparte—. No pensé que fueras así de cursi, Ly.

—Awww, la extrañas—le siguió Eva, colgándose de su hombro.

—No estoy siendo cursi y no la extraño. Además, no les importa. Yo ya me voy —guarde todo en el bolsito y tomé el café helado que le había
hecho—. Les dejé pasta para que dejen de joder.

—Ly, espera —Tom me detuvo antes de salir. Puso una rosa de las que teníamos de decoración en el desayunador y la puso en la bolsa donde llevaba la comida—. Le va a gustar.

Rodé los ojos. Ugh, Que cursis son.

—Son novias, son novias, se besan, se tocan la cu...—escuche canturrear a Armond y Eva antes de cerrar la puerta y huir.

El camino hacia la universidad se me hizo corto. En unos minutos ya estaba dejando el auto en el estacionamiento. Busque el "teatro" que tenía en campus, pero con nunca había ido ahí creo que me perdí un poco. Di otro par de vueltas y llegué. Mire personas con utilería, personas leyendo y otras llevando el vestuario. Jamás pensé que le pusieran tanto esfuerzo a una simple obra. Seguí caminando hasta que a lo lejos miré el escenario.

Apple estaba sentada en la orilla, su cabello estaba atado en una moña mal hecha y sus mejillas estaban coloradas. Inconscientemente sonreí, pero la sonrisa se me borró cuando miré que el idiota de la vez pasada en el restaurante estaba a su lado. Ella se apartó de él y camino hacia otro lado, en la parte trasera del escenario. La seguí, pero la perdí de vista entre tantas personas. Vi como entraba a un cuadro, me acerqué a él.

<AVERY. A «JULIETA»>

Solté un silbido. Mi niña con camerino y todo, eso es nuevo. Toqué dos veces y al sentir que estaba sin seguro pasé. Estaba frente al espejo mientras se sostenía las sienes.

—Josh, de verdad, no me importa que tan ajustado tienen que estar tus boxers para que tú trasero se vea bien —dijo, cansada.

—Oh, qué mal —me apoyé en el marco de la puerta, haciéndome la interesada—. Porque aún no me has visto con mis boxers Versace.

Me miró sorprendida, trato de levantase, pero terminó botando algunas cosas del tocador.

—Emily —se quedó parada a unos pasos de mi—. ¿Qué haces aquí?

Me miré fingiendo buscar algo en mi ropa.

—Te aseguró que hablar del idiota de Josh y sus calzones, no. —corté la distancia entre nosotras—. Ver a mi súper estrella, sí.

—Pero... —busco las palabras mientras me veía curiosa, ladeó la cabeza como un cachorro— No te esperaba.

—¿Si sabes que las mejores cosas no se esperan, cierto? —aparté uno de sus mechones y lo llevé a su oreja, acaricié su mejilla cuando devolvía mi mano—. Si no quieres que esté aquí, puedo irme.

Ella se rio tímidamente. Mire la emoción a puro fulgor que brillaba en sus pupilas.

—No es eso, Em —retuvo mi mano en su mejilla por unos segundos más—. Solo no te esperaba aquí. Creo que tienes cosas importantes que hacer que venir a verme.

—Estas rotundamente equivocada, Manzanita.

Me tomé el atrevimiento de besarla. Escuché un suspiro de alivio cuando mis labios se sellaron con los suyos, luego fue reemplazado con un gemido cuando irrumpí en su boca con mi lengua. Abrazó mi espalda baja y me apretó contra ella, mientras nos devorábamos la boca. Nos separamos, jadeantes. Sabiendo que, a pesar de haber estado separadas unos días, me extrañaba.

—Te traje algo de comer —dije, algo bajo. Limpiando los restos de mi labial que quedaron en la comisura de sus labios.

No quería que ella pensará que era cursi, como lo habían pensado Armond y Eva. Solo estaba siendo amable. No somos nada como para que yo sea cursi con ella.  Además, yo no soy cursi, primero muerta.

—¿En serio?

Le entregué la lonchera y me fui a sentar a la silla donde estaba antes. Me senté e inspeccioné un poco lo que tenía. Maquillaje y más maquillaje, nada fuera de lo común. Ella miro la comida y luego me miró a mí. Se sentó en el tocador, apartando algunas cosas, quedó frente a mí. Aspiro el olor de la rosa que Tom me dio para ella.

—Dios, no debiste hacer nada de esto —Miro los Nuggets de dinosaurio y sus ojos parecían galaxias. Literalmente se avanzó a mí para abrazarme—. ¡Em, esto es increíble!

Sus brazos rodearon mi cuello y plantó muchos besos por toda mi cara. Mi primer instinto fue separarla, pero ella no captaba la señal cuando la estaba empujando levemente, no me quedo más de otra que dejarme querer. No se sentía mal. Pero yo me sentía mal.

Se sentó mejor sobre el tocador y empezó a devorar todo lo que le traje. Zambullía los Nuggets en la salsa agridulce, mientras pinchaba las zanahorias junto con los espárragos. Pequeños soniditos de alegría salían de sus labios mientras disfrutaba la combinación de sabores. Me recosté un poco en su rodilla, apoyando mi mejilla para verla. Partió la cabeza de un T-rex, la embarro un poco de salsa y la acercó a mí boca. Yo lo tomé sin ningún problema.

Me gustaba esto. Estar sintiendo de alguna manera su piel. Tenerla cerca y ser consentida por sus caricias. Apple era un mundo nuevo para mí. Verla simplemente existiendo era como ver un atardecer en Finale ligure comiendo duraznos y bebiendo cerveza. Su olor a manzanas y canela me hizo pensar en el postre que le prepare, mismo postre que solo me hacía recordar las memorias de una pequeña Emily que amaba cocinar junto a sus padres, pelear con sus hermanos para al final sentarse en la mesa solo a hablar.

Apple, Apple, Apple... Todo Apple.

Jugué con las mangas de uno de los vestidos de utilería, pensar en ella usando eso me hizo recordar cuando yo también hice una obra en la preparatoria.

—Puse un muro de piedra entre tu casa y la mía. Es verdad. ¿No lo recuerdas? Y cuando te vi de lejos me eché en los ojos arena. Pero montaba a caballo y el caballo iba a tu puerta —dije, recordando la línea que en algún momento me tocó decir.

—¿De qué hablas? —me pregunto, dándole un sorbo a su café.

—Cuando estaba en preparatoria actúe en una obra de Lorca. Se trataba de una novia que huía con su amante. Yo era el amante. No imaginé recordarla. Peor por haberla dicho en español.

—¿También hablas español? —preguntó sorprendida—. Dios, ¿En qué momento me metí con Barbie?

Reí por lo bajo ante su reacción.

—Sí, hablo español desde los ocho. Mi mamá me hablaba en español, mi papá me hablaba en inglés. Gracias al español fue un poco más fácil adaptarme al italiano en el internado.

—Wow, eres... Eres asombrosa.

Las mejillas se me calentaron.

—Gracias —susurré, algo tímida.

¿Algo tímida?

—Cuéntame, ¿Qué significa eso que dijiste? ¿Cómo que eras la amante de una novia? ¿Tu internado era progresista o algo sí? —me acribilló de un montón de preguntas, estaba aún más emocionada, como un pequeño Corgi.

—Una pregunta a la vez, manzanita —Reí por lo bajo ante su entusiasmo—. Bien, era la amante de la novia por qué, por obvias razones, solo éramos mujeres. Nuestra maestra era algo "open mind".

—¿Te tocó besarla?

—No tan open mind —ambas reímos—. Y la escena que te dije era sobre que el amante hizo de todo para respetar la distancia de la novia, pero era imposible para él dejarla ir. Ambos habían huido, pero la novia no estaba segura si lo que estaba haciendo era correcto.

Apple me mira totalmente concentrada. Sigo viéndola como un cachorrito pequeño que le encanta que le hables como un bebé. Pero su mirada es tan dulce disuelve mis muros, me pone tan... No lo sé.

Y como no lo sé, prefiero no describirlo.

Apartó la vista de ella, miró abajo y me centro en sus manos. Al redor de sus uñas, la piel de sus dedos estaba lastimada. Tenía las cutículas básicamente destrozadas.

Tome su mano con delicadeza, para inspeccionar mejor sus heridas.

—Niña, ¿Cómo te hiciste eso?

—Déjalo así, estoy bien —Me dio una de sus sonrisas completas y escondió sus manos de mí, poniéndolas detrás de su espalda.

Entrecerré los ojos haciendo como que le creía, pero obviamente no le creía. Mire que ya había comido todo, así que le saque la otra lonchera donde traía el pay. Se lo mostré y sus ojos volvieron a brillar.

—¿Es de manzana?

—Sip —Me miro cerrando un ojo, entendiendo mi juego—. ¿Qué? Me gustan mucho las manzanas.

Lo último lo dije pegada a su oído.

—¿Es normal que me ponga caliente eso tuyo de hacer juegos de palabras con mi nombre?

Tome un trozo del postre con el tenedor y me lo lleve a la boca. Viéndola fijamente.

—No lo sé, pero saber que te pone caliente es suficiente para mí.

Ella también se llevó un trozo, a los segundos un pequeño gemido de satisfacción salió de sus labios.

—¡Está riquísimo!

—Admito que me está poniendo algo celosa que mi comida te esté haciendo gemir más que yo.

—No seas tonta —tomo un pedazo todavía más grande—. No desayuné y solo almorcé una bolsa de papitas y una Sprite. Es más, no recuerdo que día comí una comida completa.

Fruncí el ceño.

—¿No desayunaste? —ella negó—. Niña, tienes que desayunar. No te olvides desayunar o almorzar por lo ensayos. Sabes, no me importa, enviaré un delivery o yo misma vendré. Pero de que comes, comes, Apple Avery.

Me miró fijamente, algo sorprendida.

—¿Qué? —Respondí tajante.

—Nada, solo qué... Nada.

Rodé los ojos y volví a robarle un pedazo de pay. Sentí como se acercaba a mí. Su aliento me rozó el cuello, seguido de un cálido beso en la zona. Subió los labios hasta llegar a mi mandíbula, luego llegó a mis labios y me besó. Fue un beso tranquilo, casi puro. De no ser por yo tomé el control.

Me paré. Sus piernas se enrredaron en mi cadera acercándome a ella. Mis manos traviesas se metieron bajo su camiseta, tocando su abdomen como si llevaran años haciéndolo. Suavemente fui levantando la prenda sin perder su piel.

—¡Avery! —Alguien tocaba la puerta—. Tenemos que practicar la escena del baile.

Un gruñido salió de los labios de mi chica.

—¡Ya voy! —Pego su frente sobre mi cuello—. Tengo irme.

—Vamos.

Recogí mis cosas y salimos del camerino. El imbécil de Josh la estaba esperando, esa mirada "coqueta" pero completamente irritante apareció en su rostro cada vez que miraba a mi manzanita.

Apple se giró para darme un vistazo de despedida. Pero, sin importarme quien nos estuviera viendo, le plantee un beso largo y apasionado.

Josh miró a Apple, luego me vio a mí, volvió a ver a Apple. La rubia me miró confundida. Yo mire a Josh con reproche de que no se acercará a Apple.

—¿Estás marcando territorio? Falta que me orines. —Dijo, fingiendo indignación.

—Mantente alejada de los boxers de ese idiota o no verás los míos —Conteste, dejándole un besito en los labios, caminando de espaldas a la salida, solo para ver unos segundos más su rostro.

Me fui de la universidad y me devolví al departamento. ¿Saben quién quería ir a un bar por qué estaba aburrido? Así es, Armond. Eva y Tom saldrían a pasar una de sus tontas citas de novios, y yo irá a cenar a casa de mis padres, además de dormir ahí. Armond no quería quedarse solo, así que accedí a ir con él a un bar.

Cambié mi ropa, no era la gran cosa. Una falda negra de cuero sintético que me apretaba las caderas y el culo, una blusa negra estilo corsé, un chaqueta negra, accesorios y mis botines negros. No falta especificar lo jodidamente bien que me veía. Me tomé algunas fotos en el espejo de la sala mientras espera a Armond. No pasaron tantos minutos para que aparecieran con una camiseta negra, un pantalón gris a cuadros, un saco negro, también accesorios y zapatillas.

—Dime que te quiero, sin decir que te quiero —dije, sentándome en el asiento del copiloto.

—Podría decirte que fuéramos a comer a un Seven Eleven y aún te parecería buen plan. Admitelo, Emily, me adoras.

—Cállate, estoy empezando arrepentirme de ir contigo.

—Mira el lado positivo, con tu outfit tendrás de dónde escoger esta noche.

—Creo que estás olvidando algo, Armond

—No lo creo, ¿Qué se me olvida?

—Que yo siempre tengo de dónde escoger.

Él soltó una carcajada, y aceleró por las largas calles de la ciudad. Toda la vida he sido una ingenua por no saber que a mí el destino me ama demasiado.

━━━━━━🍯━━━━━━

Muy raro eso de que Emily sea la favorita del destino, ¿no creen? 🤨📷

Oh, ¿Dónde están mis modales?

HOLAAAAAA,
CALABAZAS DE HALLOWEEN! 🎃

🍭 ¿Dulce o estabilidad emocional?

📆 Gente, octubre nos metió
11 días en cinco segundos.

Una disculpa por todas estas semanas de ausencia. Sigo ocupada con cosas de la escuela. Si alguien les pregunta estoy por matarme. Pero X, somos chavos. 🤡

Yo personalmente amo el Halloween. Creo que es mi festividad favorita, de ahí le sigue la Navidad. Por qué siempre me regalan libros.

Hablando de Halloween...
¿YA SE VIERON HOCUS POCUS? 🔮

Dios, yo la amé. Admito que el final me hizo llorar un poco. Pero como estaba con mis padres no pude llorar a gusto.

Nos vemos el mes que viene para otro capítulo. ES BROMA. Trataré de actualizar esta semana... O la otra 📚

—K.