Eran las 6 de la mañana, el sueño la estaba matando, había llegado a casa y eso la alegró por unos instantes.

Estaba emocionada de ver a su pequeña hija, oír de su linda e inocente voz la palabra "Mamá", era una de las mejores sensaciones.

Abrió la puerta con un poco de cautela, su hija estaría dormida, profundamente dormida.

Entró y dejó su bolso en un sofá cercano, suspiró con cansancio y tratando de relajarse subió las escaleras, abrió levemente la puerta de la habitación de su pequeña y para su sorpresa no estaba.

Se extrañó demasiado, aunque lo más raro era ver su dona de pelo en la mesita de al lado de la cama. Sus sandalias de noche estaban practicamente intactas y la cama toda desordenada.

Fué al baño a buscarla, no encontró nada.

A la cocina y nuevamente el mismo resultado.

A su habitación, nada

Al jardín y nada.

Era como si la pequeña se esfumara, algo no cuadraba, la dona de cabello estaba en la mesa, ella se había encargado de hacerle su trenza para antes de dormir. La infante no se la quitaba porque simplemente no podía, toda la noche dormía tranquilamente, pensando que su madre llegaría como todas las mañanas y la vería.

Comenzó a respirar con dificultad y una preocupación inmensa se hizo presente. El pánico comenzaba a invadirla.

Desesperada comenzó a llamarla, gritó su nombre en repetidas ocasiones, pero no hubo respuesta.

Tomó su celular con las manos temblorosas y revisó la hora. Aún era de mañana, muy de mañana.

Revisó los muebles, las puertas, las ventanas. Algo que le indicara que su hija había salido por su propia cuenta.

No habían robado nada, joyas, dinero, y todo lo de valor estaba intacto.

Las puertas no estaban forzadas, ni siquiera había rastro de alguna patada o golpe para abrirla.

Las ventanas normales, no habían sido abiertas, o forzadas.

¿Entonces? ¿Cómo se habían llevado a su hija?

Porque eso era, si su hija no había salido por sus propios medios, la habían robado en la noche, la habían secuestrado sin que ella pudiera haber hecho algo.

Buscó entre sus contactos, quería creer que su madre había visitado a la pequeña en la noche. Algo ridículo y estúpido, pero para ella, presa del pánico, todo era posible.

Su madre contestó. ni siquiera la saludó con el tradicional "Buenos días", fué directamente al grano.

—¿Veniste por ella? Dime que está contigo, ¡¿Mi hija está contigo?!— No pudo contenerse y gritó llena de miedo y preocupación.

Su madre trataba de calmarla, le pedía una explicación de porque le preguntaba eso con tanta urgencia y desesperación.

Mientras que ella, le preguntó nuevamente si sabía el paradero de su hija.

Su progenitora negó, no sabía ni siquiera de que hablaba, pero con un...

"No, no sé en donde esté mi nieta"

Eso confirmaba su teoría, su hija había sido secuestrada.

Colgó la llamada sin darle alguna explicación a su madre y lágrimas de emociones mezcladas se hicieron presentes.

Recordó los días anteriores, Zephyr se veía tan feliz.

¿Quién tuvo el corazón como para llevársela de su lado?

Rememoró platicas con personas, alguna en la que desconfiara.

No.

Ella no socializaba.

Fué al cuarto de su hija, buscó las pocas cosas de valor que podía tener, todo estaba ahí, sin ser tocado.

La desesperación y la culpa se apoderaron totalmente de ella.
Aventó las sábanas, las almohadas, y todo lo que estaba a su alcance.

Quería desquitarse, con lo que fuera, soltó un grito de dolor y se dejó caer en el suelo, esperando así, poder despertar de esa pesadilla, de esa pesadilla cruel, mala y desgarradora.

La vida es injusta porque no era una pesadilla, era la realidad, la actualidad y ese dolor que ella sentía era más que la verdad.

Se abrazó a si misma, buscando calmarse y tener la cabeza fría para ir a buscarla.

Pero no podía, simplemente no podía. Su mente jugaba con ella, la hacia recordar los momentos que vivió al lado de Zephyr.

Dicen que nuestro peor enemigo siempre va a ser tu mente...  porque conoce todas tus debilidades.

Hola! Wenas las tengan ustedes, si, io otra vez, aquí está el capítulo que va a hacer que empiece lo weno, la trama en sí.

Malditos exámenes, me tienen muerta, pero ia, ia se acabaron, o eso espero.

Ah si, debo informar que hice una colaboración con mi hermana -MoonlightLady  por si gustan ir a leerla, está en su perfil.

Sin más que decir...

Nos leemos luego  ฅ^•ﻌ•^ฅ