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"La curiosidad mató al gato, pero el gato murió sabiendo"

Nuestra querida rubia se encontraba sentada en un mini sofá, viendo detenidamente el arete que hace 2 días había encontrado.

Definitivamente tenía que saber quién era la dueña de ese objeto.

—Haber, otra vez, ¿A quien le gustan este tipo de aretes?— susurró para si misma con desesperación y frustración. —¿Mi madre? No, a ella no. ¿Heather? No, tampoco. ¿Brutilda? Pues... No, creo que no.— suspiró —¡Agh!— tomó un cojín y lo apretó para calmarse —¡¿A quien carajos le quedaría perfecto?!— le gritó al viento.

Tal vez dirán que es una tontería, que se está desesperando en vano, aunque la realidad es que no. El viento, su única compañía en esa casa, era testigo de la tristeza que acongojaba el corazón de esa mujer, sabía que estaba pasando por un mal momento, sabía que había llorado amargamente la noche anterior y sabía que aunque la prueba fuera muy difícil, no se rendiría.

Difícil era afrontar, fácil era mentir, pero que mejor que afrontar con sinceridad, que mentir con orgullo y culpabilidad.

Un castaño había empezado su mañana como siempre, bebió ese café dulce y caliente. Disfrutó el sorbo y dejó nuevamente la taza en su lugar.

Después de tanto tiempo podía sentir esa relajación que tanto había deseado. Esa relajación que hace que sonrías inconscientemente, que respires tranquila y serenamente, que percibas y disfrutes hasta la más mínima cosa.

Se levantó de su asiento, y con lentitud se acerquó al balcón, se recargó y miró el paisaje.

La gente caminando, los autos pasando, y la luz del sol entrando. Todo era tan perfecto, parecía que el universo estaba a su favor con su paz mental.

Suspiró cerrando los ojos.

No quería que esta paz, está relajación y está armonía se fueran.

Después de todo el estrés, la frustración e impotencia, llegó la calma que tanto anheló.

Se retiró del balcón al oír una pequeña piedra chocar contra el cristal de su ventana.

Caminó con cautela y alerta, fué hasta donde estaba la ventana. La opción de poner barrotes en ella ya no era tan descabellada.

Una hoja estaba ahí, era como una carta.

No le dió mucho sentido, tal vez se habían equivocado.

"La curiosidad mató al gato"

Se repitió la frase mentalmente, tal vez era cierto...

"Pero el gato murió sabiendo"

Okey, ahora se veía como las típicas películas americanas, un angelito a su lado izquierdo, y un ángel en su lado derecho.

Perfecto.

Que estupidez más grande, total, no podría tener esa diminuta carta alguna bomba.

Tomó la hoja. Sin importar las amenazas que posiblemente tendría.

"Hola, no se quien este lellendo pero pido ayuda. Nesesito urgentemente tu ayuda.
Ve a la caye al lado de la plaza, habra una casa amariya, entra en la casa, yo estoy adentro. Por favor ve."

Hizo una mueca de confusión, todo era tan extraño.

Vaya, quien haya escrito esto, definitivamente no estaba en sus cinco sentidos o era un analfabeto.

Si, la ortografía era estupendamente mala, pero algo le llamó la atención, la hoja no era completamente blanca, estaba sucia, como si esa persona se hubiera caído y el mismo suelo dejó su marca en el papel.

La letra no era muy visible, eran más rayones que otra cosa. Había dos opciones: La persona se apresuró a escribirla, o la tenían atada de manos y por eso la fealdad de la letra.

Eso sí, desesperarse jamás. Todo tenía una lógica, absolutamente todo.

Revisó el otro lado de la hoja, algún pista debía haber. Pero no, su mala suerte estaba volviendo.

La única pista era la suciedad de la hoja. Ir al sitio era arriesgado, pero... ¿Y si en verdad esa persona necesitaba de su ayuda?

Estaba entre la espada y la pared.

—¡Eres una tonta! ¡Haz bien tu trabajo!— una mujer le gritó a una pequeña niña.

Si, Zephyr, la cual ahora estaba asustada y temerosa de los alcances de esa tipa.

—D-de acuerdo, y-yo lo arreglo— se enderezó con dificultad, los golpes que tenía los estaba pagando muy caro.

La mujer estaba frente a ella, ocultando su sonrisa al ver a la pequeña. Ver como sufría, y le rogaba, era una de las mejores sensaciones.

La niña terminó de arreglar la tapa de el pequeño frasco que contenía el café, se aseguró que ningún grano de este se cayera, o sabía que le tocaría un castigo.

—Mas te valía no tirar nada— la amenazó la adulta por milésima vez en el día —¡Lárgate de aquí!— le gritó con mediocridad y Zephyr corrió hacia el lado contrario de la cocina.

Corrió hasta que salió de ese lugar. De ese sitio que la asfixiaba lentamente y la hacia cuestionarse que fué lo que hizo mal como para que esa mujer la tratara así.

Llegó a un pequeño patio, el patio trasero de la casa. El aire frío movió algunos mechones sueltos de su pequeña trenza.

Se sentó en el pasto, había un pequeño lugar con pasto natural, estaba bien cuidado, tal vez todavía había un poco de amor en el corazón de esa tipa, tanto, como para dejar con "vida" esa hierba.

Se abrazó a si misma por el frío, y en busca de protección. Solo se tenía a ella, a nadie más.

Todas las noches soñaba que su madre vendría, la salvaría y la abrazaría.

Nunca pasó.

A pesar de que se daba ánimos para levantarse de esa cama, no había ningún otro motivo para seguir ahí.

Moriría.

No sería la primera, no sería la última. La lista era larga, y tal vez, podría descansar por un segundo del martirio que la rodeaba.

Pequeñas lágrimas amenazaban con salir, se las limpió con rudeza, pues si esa mujer se enteraba que había llorado, tal vez le tocarían golpes de nuevo.

Una mariposa pasó, la vió con una diminuta casi invisible sonrisa. Añoraba tener la libertad de ese animal, volar por los cielos, ser libre y feliz.

Se posó en su mano. Tal como ese día.

Era tan linda que parecía mentira, sus alas cual pintura y la delicadeza la hacia perfecta.

Rió levemente, tal vez su madre la había enviado. O tal vez era una señal del universo para dejarle en claro que no estaba sola, y que no se desesperara, pues su mamá iría por ella.

No se rendiría, sin importar lo que sucediese.

El dolor y la tristeza que estaba experimentando ya era suficiente, no derramaría más lágrimas, lo haría por si misma, por su mamá, y por aquella inocencia que le fué arrebatada.




















Holis ^^ ¿Cómo están? Espero y anden bien, en sus cincos sentidos y hayan tomado awita.

Aquí vengo io, con un nuevo capitulo uwu

Ah si, y la ortografía en la "carta" es actuada  jdkdhdkdkdlle Es que debía describirla, sorry por el cáncer di ojos que pude haber provocado.

Duda existencial, ¿Ustedes tienen Wattpad modo oscuro o modo claro? 👩🏻‍🦲 io y mis preguntas random

Me despido y no se les olvide hacer la nutrición, se les ama <3






Nos leemos luego ฅ^•ﻌ•^ฅ

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