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Capítulo 22.

POV Ariana.

Dios, fue horrible lo que le hicieron, pero entiendo que todo fue un accidente, no creo que Madison hubiera ido a la cárcel, aunque esconder el cadáver en el bosque, eso sí es más fuerte.

—Algunas veces voy a dejarle flores —mencionó Elena mientras una lagrima caía por su mejilla.

No quiero ni imaginar la impotencia, ni el dolor que debió sentir al no poder hacer nada para que su amigo al menos tuviera una tumba digna.

—Luna, ¿Por qué no mencionaste que tú estabas en la fiesta? —preguntó Maritza confundida.

Luna sonrió algo nerviosa, luego sonrió.

—No lo vi conveniente, además yo nunca quise que eso pasara, solo quería olvidarlo.

—Creo que es mejor dejar sola a Elena, ella no había hablado de esto con nadie, ni siquiera conmigo —Carlos sonrió acariciando la mano de Elena.

—Carlos tiene razón —Pablo asintió.

—Sentimos mucho haber venido —dije y me puse de pie.

Elena nos agradeció por haberla escuchado, ella lo vio más como un desahogo, que como un interrogatorio, nos dirigimos a la salida de su casa.

Parece que Elena es una persona igual de millonaria que Madison, su casa de igual forma es muy grande.

Comenzamos a salir de la casa, era una casa muy grande. Decidimos ir a la casa de Alex, tendríamos que procesar todo lo que nos acaba de contar Elena.

No quiero sonar algo sangrona, pero Elena tenía todas las razones para matar a Madison, aunque ya tenemos a la mujer, Karla es la asesina.

—Si Karla no hubiera huido, yo pensaría que Elena mató a Madison —dije sin más.

—Lo mismo pensé yo, ella tenía todas las razones para odiarla —mencionó Lucas.

—Pues yo sigo pensando que Karla es inocente —Emily seguía pensando exactamente igual.

Supongo que también le daría el beneficio de la duda a Karla, pero ahora que escapó, no puedo decir lo mismo.

—Pues puede ser cualquiera, porque miren a Karla, jamás habíamos sospechado de ella —mencionó Luis.

—Ella no es una asesina, entiéndalo ya, están detrás de la persona equivocada —Emily nos miró mal y se sentó.

Asentí con la cabeza y fui a sentarme a su lado.

—El que ella huyera, la vuelve aún más sospechosa —dije.

—Recuerdo cuando dijeron que yo era sospechoso —Renato comenzó a reír.

La verdad todo esto es muy complicado, no puedo creer que nosotros también estamos haciendo lo mismo que hizo Madison.

—No quiero estar aquí —me puse de pie.

—¿Qué pasa? —preguntó Pablo.

—¿Por qué? —Juan se acercó a mi y trató de tomar mi mano, pero yo la alejé.

—Nosotros somos igual que Madison.

—¿De qué hablas? —preguntó Maritza.

—Nosotros escondimos los cuerpos, somos igual que —una pequeña lagrima deslizo por mi mejilla.

Soy igual que Madison, no puedo creerlo, Milena y Lexa están en el sótano, Manuel, Airam y Nick en el teatro, jamás los van a encontrar, jamás les podrán dar un entierro digno.

—Cálmate, Ariana, estas exagerando —Dylan comenzó a reírse de mí.

—Será mejor que nos vayamos —Pablo se puso de pie también y caminó hasta mí, me tomó de la mano y me jaló hasta la puerta.

—Esperen, vamos con ustedes —Emily y Katherine se dirigieron hasta acá.

—Sí, vamos, sirve que nos ponemos a revisar el celular de Madison —Pablo sonrió.

Salimos de la casa de Alex y de Madison, nos subimos al auto y después de unos minutos de conducir llegamos a nuestra casa, no era muy grande, pero era muy bonita.

Bajé del auto y corrí, me encerré en el cuarto, todo esto que estoy pasando es mucho, no puedo, simplemente no puedo, tal vez lo mejor es ir con la policía y decirle todo, aunque nos tachen de locos.

Mi celular comenzó a vibrar indicándome que tenía un mensaje nuevo. Al abrirlo descubrí que era un número desconocido.

Mensaje:

Desconocido: "Hola Ariana, ¿Acaso la culpa comienza a atormentarte?"

Al leer el mensaje supe que era del mismo número que le mandó mensaje a Luna hace algunos días.

Mensaje:

Ariana: ¿Quién rayos eres?

Desconocido: Soy ghostface, me conociste en casa de Madison, ¿Lo recuerdas?

Ariana: Claro que si maldito, tu mataste a Lexa y a Airam, ¿Quién eres?

Desconocido: Eso lo sabrás pronto, pero después estarás muerta.

Maldito cobarde, seguramente es la misma persona que mató a Madison, aunque no le hemos tomado mucha importancia, creo que es hora de averiguar quién es ghostface.

Después de leer el último mensaje me asusté mucho, cuando me dirigí a cerrar la ventana de mi cuarto, ghostface apareció.

Intenté gritar, pero él me cubrió la boca, forcejeé con él y logré correr hacia la puerta.

—¡Pablo, ayuda!

—¡Ariana, Ariana! —gritó Pablo, rápido supe que venía corriendo escaleras arriba.

Suspiré y comencé a llorar, no quiero morir.

—Está aquí, es ghostface.

—Ustedes quédense abajo.

Pude ver a Emily y a Katherine bajando las escaleras, mi corazón estaba latiendo muy rápido, no quiero que nada malo nos pase, ya quiero que todo termine.

Pablo y yo caminamos poco a poco hacia mi cuarto, al llegar la ventana estaba abierta, al parecer ya se había ido.

—¡Ahhhhhhh! —escuché que gritaron desde la planta de abajo.

Oh mierda, rápido comenzamos a correr hacia las escaleras, al bajar, vi a ese idiota, tenia un cuchillo sobre el cuello de Emily.

—No pude hacer nada, lo siento —Katherine comenzó a llorar. —Lo siento, Em.

—Por favor, no me mates —Emily también estaba llorando, trataba de soltarse del agarré de ese idiota, pero le era imposible.

No sé qué hacer, no sé qué hacer, no quiero congelarme como cuando asesinaron a Milena, no se lo merece.

—Todos tiene que morir —habló ghostface.

—No es así, no tienes que hacer lo que Madison te diga, déjala y nosotros te ayudaremos —sonreí.

Creí que la dejaría, que de un momento a otro me pediría ayuda, pero no.

—Por favor, no —Emily seguía aterrada.

—Lo siento, yo no quiero hacerlo, pero si no lo hago, ella me matara a mí.

Él tomo el cuchillo firmemente y lo deslizó por el cuello de Emily, la sangre comenzó a salir rápidamente de la herida.

—¡Nooo, Emily! —Gritó Katherine.

Ghostface dejó caer a Emily y salió de la casa.

—Tan dramático como me gusta —dijo Madison desde las escaleras —El tiempo se agota.

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Espero y les haya gustado.

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